Capitulo 1: Alguien nuevo en casa.

Estaba tratando de estudiar, ¿Cómo es posible estudiar sabiendo que un niño de cinco años viene acercándose para solamente y únicamente para interrumpirte? Eso pensaba Sesshomaru Tashio mientras cerraba su libro de economía del cual había tratado todo el día concentrarse pero no pudo por el simple hecho que existían su padre, su madrastra y el estúpido de su medio hermano.

-¡Sesshomaru!-grito el niño mientras entraba al dormitorio de su hermano

-¿Qué quieres Inuyasha?- pregunto sereno y casi en un gruñido.

-Te hice un dibujito, mida- el niño extendiendo un papel con garabatos

Sesshomaru apenas lo miro y volviendo su vista a su "interesantísimo" libro le dijo:

-Vete-

Inuyasha frunció en seño, nunca entendió porque su hermano lo trataba tan mal pero aun así lo quería mucho.

-Mida Sesshomaru –insistió el niño. Sesshomaru resignado lo miro.

En el dibujo Sesshomaru distinguió a dos personas medio garabateadas, en el centro unidos ambos por algo que el dedujo que sería sus manos. Le devolvió el dibujo de un golpe y repitió

-Vete-

-¿Te gusto?-pregunto inocentemente

-¿Importa?-pregunto de manera fría

-Mucho-

-En ese caso en la cosa más horrible que vi en mi vida-el niño se quedo callado analizando la respuesta, algo raro en él ya que solia hablar hasta por los codos, Sesshomaru medianamente preocupado por su silencio pregunto-¿y?

-¡Me estas mintiendo Sesshomaru, te conozco te encanto y po eso me mientes!-grito finalmente Inuyasha, zarandeando su hermano-¡Quédatelo!- le puso el dibujo en su pecho.

-No-

-¿Por qué no Señor Tashio?-una voz masculina interrumpió el lugar.

Sesshomaru se levanto rápidamente y se fijo que en la puerta estaba su padre acompañado de una muy hermosa joven.

-Trata bien a tu hermano, Sesshomaru-lo reprendió su padre- No me hagas pasar vergüenza-continuo diciendo señalando con los ojos a la joven que se encontraba a su lado.

Ella sonrió complacida y bajo la vista, Sesshomaru poso sus dorados ojos sobre ella , era muy hermosa, su cabello color negro le llegaba hasta la cintura, unos ojos marrones medios tapados por su flequillo, esa joven tenía el cuerpo de un ángel, era hermosa, se notaba en sus curvas. Sesshomaru se enfoco en su rosto, sonreía, tenía una hermosa sonrisa que lo cautivo por completo, pero como un experto no lo demostró.

-Niños que les dije de llevarse bien-

-Si papi pedo Sesshomaru no quiede quedase con mi dibujo-dijo Inuyasha haciendo un puchero.

-¿Por qué no? De seguro debe ser un dibujo hermoso-interrumpió la joven con una voz celestial – ¿Yo lo podría ver?-

Inuyasha dudo, no la conocia pero la miro un rato más y al igual que su hermano quedo embobado con su sonrisa, agarro confianza y le quito el dibujo a su hermano y corrió hacia donde estaba la joven y se lo dio:

-¿O no que es lindo? –dijo Inuyasha con orgullo.

-Si, esta hermoso- afirmo la joven-¿Cómo te llamas?-

-Inuyasha-

-Muy bonito Inuyasha, Felicitaciones-y le regalo una sonrisa.

-Veo que te llevas bien con ella, Inuyasha pues te informare que ella será tu nueva niñera – Dijo su padre interviniendo en la conversación.

A Inuyasha no le gusto esto, se espanto al oírlo, un escalofrió paso por su espalda, no le gustaban las niñeras y siempre que tenía una nueva hacia todo lo posible para quitársela de encima, prefería quedarse con sus padres pero no, le tenían que buscar una niñera.

-Chicos les presento a la Señorita Takeda-dijo su padre

-Rin, por favor Rin Takeda-

-Bueno Rin te presento a Inuyasha, y a mi hijo mayor Sesshomaru-

Rin se acerco al apuesto muchacho y le estrecho la mano mientras él seguía medio embobado.

-Rin Takeda- dijo luego se dio vuelta y se puso a la altura del niño-Inuyasha estoy casi segura de que no te gustan las niñeras, ni tampoco que alguien te rete todo el tiempo asique que tal si no me tomas como niñera sino como compañera de juegos, y si no te agrado me iré ¿qué te parece?-

Inuyasha miro con duda a Rin pero luego acepto

-Genial- dijo ella seguro -nos llevaremos bien-

Rin abrazo a Inuyasha y le dedico otra sonrisa

-Tengo una idea Inuyasha necesitamos conocernos ¿verdad?- vio como el asentía tímidamente, el niño se sentía incomodo con Rin cerca ya que era muy bonita y demasiado buena al parecer.- Que te parece si me muestras tu cuarto, quien vive contigo, ya que vendré muy seguido aquí.-

-Buena idea Rin, Inuyasha muéstrale tu cuarto a Rin y toda la casa inclusive así no se pierde- dijo Inu No. Inuyasha asintió nuevamente y jalo del brazo a Rin.

-Vamos- y se la llevo a su cuarto.

Tanto como Inu No como Sesshomaru los siguieron.

-¡Wow!- Exclamo Rin sorprendida al llegar lugar, ese cuarto era el doble de grande que el suyo y el tenia tan solo cinco años. Era un dormitorio pintado azul claro, una cama que por supuesto era matrimonial, un cuarto anexo que era para que Inuyasha se cambiara o lo cambiaran. Una gran ventana, que dejaba ver el hermoso jardín de la familia Tashio , un escritorio que poseía los lápices de colores y hojas, un pequeño estante con libros y claro esta… muchos y muchos juguetes tirados dorquier, algún que otro calzoncillo y remeras.

-Pedón el estado de mi cuarto, no pensaba tene visitas- dijo mientras se sonrojaba fuertemente. Inuyasha esperaba escuchar de los labios de Rin un grito de horror por el desastre, al igual que lo esperaban Inu no y Sesshomaru que estaban atrás de ella. Esperaban todo menos...

-¡Ahhhh!- exclamo Rin emocionada con una sonrisa de oreja a oreja.- ¡Que hermosa habitación!
¡Mira esa vista! ¡Qué hermoso jardín Inuyasha! Y… ¡Posees un escritorio propio! Yo se lo quite a mi hermano, y mira ¡Los libros que tienes! Te debes divertir mucho cuando te leen… y... y...ese armario si Kagome lo viera se desmallaría de la emoción.-

Los hombres Tashio quedaron pasmados a ver la reacción de Rin. A ella no le molestaba en lo más mínimo el tremendo desorden que había en su cuarto, y como si no faltara, Rin se lo puso a ordenar.

-¡No lo hagas!- le grito Inuyasha todo a avergonzado de ver como Rin sostenía sus calzoncillos, ella lo miro confundida.

-¿Por?

-E…El desorden..-Tartamudeo el chico. Rin sonrió.

-No te preocupes, yo tengo un hermano mayor que es un desordenado total y compartí la habitación hasta los 10 años se que no es mucho pero, el era un completo desastre y yo me acostumbre a vivir esa odisea todos los días así que esto no es nada para mi, no te preocupes- Rin se acerco y se agacho hasta su altura- ¿si?- Inuyasha asintió- Genial , pero te pediría que me ayudes a ordenar, voy a venir todos los días, asi que que tal si me dices donde van las cosas- Inuyasha asintió Feliz.

Ya había pasado mas de dos horas cuando Rin e Inuyasha terminaron de ordenar el cuarto. Rin se sentó cansada, en el medio, había conocido a fondo con Inuyasha. El niño le hizo varias preguntas una vez que le tomo confianza, pero ella no respondió mucho ya que consideraba que su vida "no muy feliz" seria demasiado para un niño de cinco años.

Una vez que hubieran descansado Inuyasha insistió en llevarla a conocer la casa y los que vivian ahí. Rin luego de un suspiro asintió y lo siguió.

-Rin-chan mira, primeo te hablare de mi mama. Se llama Izayoi, es la mejor mama del mundo. Me eta y gita, peo me da abazos y me cocina ¡Comida ninja!- comenzó Inuyasha mientras la jalaba por el pasillo para que luego llevarla a la escalera- También me lleva al Jardín y me cuenta cuentos, ¡Mamá es lo más! Es hemosa… ¡Mira allí esta!- dijo de repente señalando a una hermosa mujer castaña, no era muy alta, llevaba un vestido bordo que se le pegaba un poco al cuerpo, ojos grandes y marrones, no aparentaba más de treinta años, la mujer una vez que la vio le dedico una enorme sonrisa:

-Tu debes ser Rin ¿verdad?, Rin Takeda.-

-Si señora, y usted ¿Izayoi?-

Izayoi asintió.

-Viste Rin-chan, te he dicho, mi madre es hemosa.- dijo Inuyasha

-Tienes razón Inuyasha- le contesto Rin.

-¡O por favor… no diga mas! Inuyasha deja de llenarle la cabeza a Rin, de seguro ella quiere descansar un poco, te e escuchado desde que llegue ¡y eso fue hace como mas de media hora! Eres todo un hablador.- Izayoi miro a su hijo y luego a Rin. – ¿No lo cree Rin?-

Rin se había quedado embobada mirando el amor que se profesaban madre e hijo. Ella había visto algo igual, antes cuando su madre aun vivía, ese mismo amor. La voz de Izaioy la volvió a la realidad.

-En realidad adoro a los niños, excepto a mi hermano mayor, adoro cuando me hablan asique Inuyasha no es problema, no se preocupe.-

-Entonces que bueno, Rin, será un gusto que te quedes con nosotros.-

Ambas mujeres sonrieron.

-Rin –chan ven te most..- Inuyasha miro a su madre, ella le lanzaba una mirada de "cuidado con lo que vas a decir"- ejem… digo te pesentade- Izayoi sonrió- al resto de mi familia y los que viven aquí- y se la llevo pero antes Rin izo una reverencia hacia Izayoi y luego lo siguió, pero antes grito:

-Urasue-sama te pesento a Rin- chan – le dijo Inuyasha a una mujer de edad adulta y castaña que sostenía un ramo de flores, ella le sonrió y Rin le devolvió la sonrisa.

Inuyasha y Rin cruzaron la habitación hasta que el niño se la llevo por unos pasillos, unos largos y otros cortos, pasaron por la cocina, el vestíbulo, el comedor, otra vez por el living, y por miles de lugares más que Rin ya no le pudo poner nombre. Inuyasha le había presentado a toda la gente que trabajaba ahí, sin duda esa casa era enorme, pensó Rin. Comparo su casa con la gran mansión en la que estaba y rio al darse cuenta de que su casa no representaba ni la más mínima parte de esta. Una vez que Inuyasha se decidió que ya le había mostrado toda la planta baja, decidió subir "arriba" como decía el y presentarle a el último que faltaba:

-Ahora me falta pesentate al monstuo más temido por todos, el perro diabólico, el que vive en la cima y mira a todos con despecio...- se detuvo y se acerco en puntitas de pie a una puerta hermosamente decorada, ínsisto a Rin a imitarlo, hizo un gesto de silencio con la mano y mientras apoyaba la otra en la puerta listo para empujarla- te pesento- susurro-¡A SESSHOMARU!- grito mientras empujaba del todo la puerta, dejando ver a un Sesshomaru concentrado leyendo un libro.

Sesshomaru al darse cuenta de que su hermano había entrado sin su consentimiento entro en un transe de furia, ¿Qué acaso ese mocoso no entendía cuando le decía que no lo molestara?

-¡NO TE HE DICHO YA QUE NO MOLESTES, MIS EXAMENES SON EN DOS DIAS INUYASHA!- le grito furioso perdiendo ya todo rastro de tranquilidad característico de el -¡Y ADEMAS YA SABES QUE ODIO QUE ENTRES A MI CUARTO SIN PERMISO!- continuo furioso ahora ya habiendo agarrado a Inuyasha del cuello. Obviamente Inuyasha intento zafarse pero era demasiado pequeño en comparación con Sesshomaru, pensó que ya estaba perdido hasta que escucho una risa.

Ambos hermanos pararon y miraron de donde provenía aquel encantador sonido, y vieron para su regocijo a una hermosa pelinegra riéndose a carcajadas y tratando de sostenerse del marco de la puerta porque no daba más de la risa. La hermosa escena montada por los hermanos había hecho que Rin prácticamente no pudiera respirar. Al verse descubiertos ambos hermanos guardaron compostura, y antes de que Sesshomaru pudiera hablar, Rin ya había entrado a la habitación, la joven reconoció el lugar como el lugar en el que había visto por primera vez a los hermanos, se sintió tonta el no haberlo reconocido, pero ese sentimiento se fue pronto cuando vio detenidamente el cuarto de Sesshomaru, quedo fascinada con la cantidad de libros, apuntes, lápices y hojas que tenia. También por el orden del chico y su gran habitación:

-Increíble- dijo con un aire de brillito en los ojos.

Tanto como Inuyasha y Sesshomaru la miraron con cara rara aunque este último solo se noto una ligera mueca ya que no era de expresar sus sentimientos.

Sin duda vivir con Rin iba a ser extrañamente excitante.