Debilidad y fortaleza
Disclaimer: todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia participa en el reto Quotes de series Vol. 2 del foro Alas negras, palabras negras con la frase "A los ébiles les quitan todo" de The Walking Dead.
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"A los débiles les quitan todo" le había dicho su padre en una de esas escasas ocasiones en las que le prestaba un mínimo de atención. "No lo olvides, Joffrey, si quieres ser un buen rey tienes que ser fuerte, muy fuerte, o tus súbditos se reirán de ti. Tienes que tener fuerza para matar a tus enemigos en el campo de batalla como yo maté a ese malnacido de Rhaegar y sobre todo demostrarle a los demás que eres fuerte porque a la menor muestra de debilidad se abalanzarán sobre ti".
Su padre había procedido a contarle entonces toda la historia de cómo consiguió su trono finalizando con la muerte de su querida Lyanna. Joffrey había fruncido el ceño y había comentado con toda la ingenuidad del niño de cuatro años que era que ser fuerte no le había servido a su padre de nada porque no había conseguido salvar a la mujer que amaba. Su padre había suspirado y se había marchado sin decir palabra y Joffrey se había quedado allí preguntándose si había dicho o hecho algo para que su padre se enfadara con él.
Años más tarde Joffrey sabe responderse a esa pregunta. Sabe por qué su padre no consiguió lo que quería. Años de presenciar sus borracheras y sus arrebatos de mal genio le han hecho darse cuenta de que su padre, "El valiente y heróico rey Robert", no es más que un hombre débil. ¿qué clase de hombre fuerte se hubiera dejado matar por un simple jabalí? Joffrey siente ganas de reír por la escena. Quiere festejar que ahora él es el rey, pero una parte de él recuerda a su padre, al hombre que algunas veces lo sentaba en su regazo y le contaba historias de batallas cuando era pequeño y que prometió enseñarle a usar la maza aunque nunca jamás cumplió su promesa.
Lo recuerda y quiere ser como él. No, quiere ser mejor que él. Quiere ser más fuerte, más valiente. Quiere ser como ese Robert Baratheon sobre el que cantan los bardos y no como ese que él conoce tan bien. Quiere hacer sentir a su madre orgullosa y demostrarle a su abuelo, que le ha dedicado tan poca atención como su padre, que puede gobernar tan bien como lo hizo él.
Quiere todo eso y sabe que para conseguirlo deberá seguir el único consejo que su padre le ha dado jamás. Joffrey Baratheon no duda: es fuerte e implacable en el salón del trono y fuera de él. Demuestra su poder ante cualquier persona, desde los campesinos que ruegan por justicia hasta su prometida, Sansa Stark. Habla con seguridad como Robert solía hacer cuando estaba sobrio sobre como acabará con sus enemigos y el hecho de hablar así e imaginar el momento en que sus palabras sean hechos le hace sentirse poderoso y fuerte. Sin embargo, no puede evitar que la duda lo atormente: ¿Será él también un rey débil?
