Título: La rara historia de un amor casi inocente
Palabras: 3'115
Parejas: TsubaMaria & Serenade
Senki Zesshou Symphogear no me pertenece y sus personajes tampoco.
Dios mío, Espíritu Santo, poder yurista, ardillas que cogen en el marco de la ventana... Denme auto-control una vez más para soportar no sólo a las idiotas de mis amigas, sino también a la idiota que soy yo.
Mi nombre es Amou Kanade, tengo 19 años y estoy cursando el primer semestre de la universidad y mi "mayor secreto" (que de secreto no tiene nada) es que soy homosexual y me llevo casi ocho años babeando por la hermana menor de mi mejor amiga. Y eso es un infierno, no lo digo por el clásico "niña heterosexual que te ve solo como amiga" lo digo porque sé que es Gay, sé muy bien que gusta de alguien (aunque nunca me quiere decir quién es y para colmo lo esconde muy bien) el mayor problema es, que como lo dije antes, es la hermana menor de mi mejor amiga. Y mi mejor amiga sabe que gusto de su hermanita (como todos menos ella) ¿Y les digo lo peor de todo? ¡Me amenazo! Como toda buena hermana (sobre-protectora) mayor.
Y debo decir que si le tengo miedo, dijo que me haría saber cómo es que se puede castrar a una mujer, pero la verdad prefiero seguir en la ignorancia.
— ¡Kanade...! —El grito me sobre-salto, me giré y vi a una prima bastante lejana, Kazanari Tsubasa. Mi tía se casó con alguien de la familia Kazanari pero falleció y su padre se la vive en el trabajo porque lo que últimamente vive conmigo.
— ¡¿Qué pasó?!
—Te llevo hablando hace unos cuantos minutos—me dijo la joven de cabellos y ojos azules, de un tono celeste como el cielo— ¿Pensando en Cadenzavna como siempre?
— ¿Cuál de las dos? —Obviamente yo sé a quién se refiere y ella sabe que yo sé que a quien se refiere, pero hay que negar, por el poco orgullo que me queda.
—Sabes bien a quién de las dos le llamo por su nombre—me dijo.
—Bueno ya, ¿Qué quieres? —eso sonó un poco descortés.
—Que humor te cargas... Por eso estás soltera—...—María nos va a recoger hoy, de paso nos va a llevar a una cafetería nueva, por si nos quieres acompañar.
—Tú lo que quieres es poder babear por María a gusto—le dije mientras me metía un trozo de pan a la boca.
—Uy, habló la señorita "babeo por la menor de las Cadenzavna y quiero creer que nadie se da cuenta"
Me atragante con lo que estaba comiendo, desgraciada... Me quiere matar, yo lo sé, por eso espero que María le salga hetero, aunque hasta yo sé que eso es imposible. Y ahora que lo pienso no he explicado el como soy yo, y como son las demás, así que lo haré de camino a la universidad.
Amou Kanade (yo): Cabellos rojos/anaranjados, ojos de la misma tonalidad queriendo tirar a dorado. Alta pero tampoco tanto como el titán que es María, mi personalidad y demás lo verán con el paso del relato.
Mi mejor amiga es María Cadenzavna Eve, una chica de cabellos rosas y unos ojos aguamarina (muy bonitos por cierto) que ata su cabello en lo que parecen orejas de gato. Es la hermana mayor de mi amor y la persona por la que Tsubasa babea, es la más alta de todas nosotras con 1.70m
Serena Cadenzavna Eve: Hermana menor de María, cabellos naranja/Castaños y unos destellantes ojos igualmente aguamarina, los cuales se diferencian con los de María ya que tiran más al verde mientras que los de María tiran un poco más al azul. Tiene una voz que calma hasta la peor de las fieras (entiéndase como peor fiera a mi) es extremadamente inteligente, es demasiado femenina pero sin llegar al clásico cliché ni a esas chicas súper delicadas que no soportan mancharse ni el agua fría en invierno. Al contrario, es bastante fuerte... Y mejor le cortó aquí que si no llenare el relato solo describiendo a Serena y apuesto que eso aburriría desde el párrafo dos, es más, estoy casi segura de que no leíste más de la mitad de la descripción que hice, posiblemente hasta las definiciones te saltaste desgraciada (do)
Tsubasa Kazanari: Ya saben, ojos y cabellos azules, prima lejana, tiene sueños XXX con María...
Hasta el momento ellas son las que más importan pero igualmente están...
Akatsuki Kirika: Una chica rubia de ojos verdes que recientemente fue adoptada por la señora Cadenzavna pero no cambió su apellido. Muy alegre y vivaz, siempre se la pasa haciéndonos reír y hace amigos con facilidad, rubia de ojos verdes.
Tsukuyomi Shirabe: La novia de Kirika... ¿Qué? Había que decirlo, aunque posiblemente les hice spoiler, bueno ya no importa. Tiene cabello negro... Muy negro... Y ojos entre rosa y rojo... Pero destila más el rosa, gracias a Dios, si no me daría miedo... Más.
Kirika y Shirabe son las la pequeñas de este grupo ya que van en primer grado del bachillerato, es decir tienen 15. Serena y Tsubasa tienen 18 y ya están a nada de salir del bachillerato. Yo, como dije voy en primer semestre de universidad y tengo 19, mientras que María va ya en tercer semestre y va en busca de sus 21 primaveras.
¿Cómo conocí a María? Un día cualquiera en el parque de niña, era casi me noche y ella pasó por enfrente de mí y le solté un puñetazo, incluso le rompí el labio. Luego ella me dejó inconsciente. Tenía 5, pensé que eran los cuernos del diablo lo que pasó enfrente de mí, compréndanme. Ya después me explicó que eran como unas "orejas de gato" ya que los ama, pero de verdad, los AMA y ha mantenido ese peinado toda su vida, de niña se veía tierna, ahora realmente creo que es la hija del mismo lucifer y esconde los cuernos con su cabello ¡otra explicación no hay!
—Kanade, ya te he dicho cientos de veces que debajo de mi cabello no hay cuernos— ¿En qué momento llegue a la universidad? Ya no importa...
Empiezo a creer que tal vez, y solo tal vez, soy demasiado Hippie.
—A mí no me engañas, ¡Eres la reencarnación de Lucifer!
María puso su mano recta y me golpeó en la cabeza... Si quiera veo menos estrellas que la vez pasada, tiene la mano bastante pesadita ¿Cómo es que mi prima gusta de este monstruo?
—Y por razones como estas no te quiero cerca de mi hermanita— ¡Maldita!
— ¡Hija de maléfica! —Le solté— ¡Sobre-protectora de miércoles! A Serena no la tenías que meter—seguro hice un puchero pero me importa una reverenda mierda...
—Mejor apresúrate que entraras tarde a clase
—Por eso te quiero María—dije.
—Lo que digas.
Me pase la mañana entera pensando en Serena... Se nota lo mucho que la quiero, más enamorada no puedo estar. Si ella me pidiera que dejara mi colección de Yuri lo haría, si quisiera que dejara de escuchar a Minami Takayama lo haría. Y eso era mucho decir, era como si quisieran que Tsubasa dejara de escuchar a Nana Mizuki y María dejara de escuchar a Yoko Hikasa.
¿Porque...? ¿Porque tenía que ser la hermanita de mi mejor amiga...?
Las clases pasaron en un suspiro y cuando me di cuenta María y yo ya íbamos al bachillerato de mi prima, la encontramos practicando unas Katas con la rama de un árbol que seguro estaba tirada... Esta chica no tiene remedio, tan japonesa y tradicional como siempre. Mire a María para decirle que no era buena idea interrumpirla pero la vi más roja que yo cuando accidentalmente vi a Serena desnudarse.
—María... ¿Qué es lo que te...?
— ¡Maria! —Exclamó Tsubasa corriendo hacia nosotras, más bien hacia mi amiga. Oh gracias Tsubasa, ignórame, nada más se enamora la niña y se olvida de la fami...
— ¡Kanade-san! —Serena...
— ¿Te pasó un balde? —se burló Tsubasa, ah sí claro, ahora sí me notas ¿verdad?
— ¿Te pago el hotel? Ah no espera... Acabo de recordar que sigues los pasos de "Shizuma Pastos Locos Hanazono" olvida mi comentario.
— ¡Te voy a...! —Ahora imagina la siguiente escena: Yo con mi ceño fruncido, mirando fijamente a Tsubasa y esta con el ceño más fruncido, dejo su espada a un lado y lanzamos manotazos al aire haciendo pasar esa bazofia como pelea.
Y María como buena amiga se ríe al ver cómo me dejo golpear por Tsubasa porque luego me demandan por violencia a menores.
— ¡Paren, se van a matar! —Aww mi angelito se preocupa por mí... ¿No te casas conmigo? Prometo pagarte la boda, embarazarte y pagar el aborto... Ah esperen soy chica... Olviden eso... Pero lo de la boda va en serio... ¡Podríamos incluso ser el primer matrimonio gay de las familias Amou/Cadenzavna! Y entonces María me tendrá que aceptar como su cuñada.
— ¡Auch! —María hija de la reconche de tu madre... ¡DEJA DE GOLPEARME! Juro que esa vez no tiene una fantasía Hentai, aunque si un poco rara.
— ¡Onee-chan! —por fin alguien se preocupa por mí. Serena reclamó a María con un muy tierno puchero que me dejara con menos neuronas.
—Querías que las detuviese ¿eso hice no?
Ya tengo más razones para sospechar de que en realidad sí cuernos y no orejas de gato.
—Mou~~
¡Muero de ternura!
— ¿Podemos ir a la cafetería? —Pregunto Tsubasa—Tengo hambre.
—Eso te pasa por entrenar tanto —reclame y me hizo mala cara.
De camino a dicha cafetería María se la pasó más en el mundo azulado que prestándonos atención. Así que trate de conversar con Serena lo más normal posible para que notara que llevo suspirando por ella desde que entré a la secundaria, pero no lo logre porque Kirika y Shirabe aparecieron de la nada con la intención de espiarnos, y sé que lo hacían porque llevaban sus gafas puestas. Estas niñas de espías tenían lo que yo de hetero ¡Nada!
El lado bueno es que Serena se fue riendo gran parte del camino mientras secreteaba con Shirabe. Suertuda...
—Eres demasiado tierna— ¿Escuche bien? ¿María tierna? Tsubasa ocupas gafas inmediatas.
—Ca-Cállate—Tsubasa logró sacar su tsunderismo, ¡epa! Eso quiere decir que...— ¡Esa espada no es nada femenina!
¡Karma! ¡Dios existe! Sabía que no podía ser yo la única jodida. A María le gusta Tsubasa... ¡Y a Tsubasa le gusta María! Dulce venganza... Manjar de Dioses...
Jale a la peli-rosa del cuello de su camisa y le dije un muy serio "Tenemos que hablar" oh si, esto lo voy a disfrutar.
— ¿Qué quieres? —Que humor...
— ¡Vendetta! —Me miro con una cara de "ya la perdimos" — ¡Te gusta Tsubasa! —golpe directo a mi estómago. Está bien que no debí gritarlo pero aveces siento que María me trata como su saco de boxeo— ¿De casualidad no practicas Karate?
—No ¿Porque?
— ¿Todavía Preguntas? —Juro que el aire nunca me había parecido tan Preciado hasta que María me lo quito.
— ¡E-Es tu culpa por gritar! —Tan tsunderemente malvada...
—No deberías exagerar que me quitas las razones para dejarte estar con mi primita.
— ¿Qué?
— ¡Lo que oíste! ¡No puedo permitir que mi prima salga con alguien tres años mayor a ella que además tiene tendencias violentas y usa un peinado raro!
—Tu peinado es casi tan raro como el mío.
—No estamos hablando de mi—Que bello es el poder—Tsubasa prácticamente vive conmigo así que estoy a su cargo por lo que yo establezco que... ¡Hasta que me concedas la mano de Serena te cederé la de Tsubasa!
Vaya rostro de incredulidad que tiene la Cadenzavna, me quiere golpear de nuevo yo lo sé. Peeeero deberá pensarla mejor, ya veo porque a María le gusta tenerme así, se siente genial.
Sin previo aviso María comenzó a reír cual psicótico. De verdad llegaba a dar algo de miedo.
—No puedes hablar en serio—dijo entrecortada mente debido a la risa—No me puedes conceder una mano que ya tengo ¡Hace casi un año que salgo con Tsubasa!
— ¡¿Qué?! —Alargue la "E" en mi grito.
—Pensé que Tsubasa te lo había dicho—Hija de los Kazanari...—Jajajajaja
Odio. Mi. Suerte.
Dicho esto apareció Serena de quién sabe dónde y nos llevó a la mesa de la cafetería ¿Cuándo llegamos? Definitivamente no presto atención a nada el día de hoy.
—Kanade-san...—Dime luz de mi existencia.
—Dime, Serena—Te maldigo María.
—Estamos realizando un trabajo en la escuela sobre personas a las que estimamos y debemos hacer una entrevista a quien elijamos... Y me preguntaba si...—Aww tan linda... ¿Quién quiere un abrazo? ¡Ay! Tampoco te pases María no me la voy a violar, que me clavaras el tacón no era necesario, cosa que tampoco entiendo, ¡Ya estás demasiado alto mujer! —Dejarías que lo haga sobre ti.
— ¿Porque sobre mí? — ¡Idiota! ¡Con qué le dijeras que si bastaba!
—No puedes—No pongas esa cara de cachorro apaleado.
— ¡Si puedo! —Salte enseguida—Puedo mucho tiempo poder hacerlo contigo porque soy buena en poder... Mucho... Porque yo puedo...—Serena rio ante mi vomito de palabras—...Ya no sé qué estoy diciendo...
—Ya entendí Kanade-san, me alegra mucho que pueda. Muchas gracias.
—No se dan amiga mía—mecí mi mano en sus cabellos, era un gesto tan dulce y a la vez inocente en el que le mostraba toda mi devoción y el único con el que su hermana no me hacía algo, no entiendo a las mujeres en definitiva, y eso que yo igual lo soy—Pero no entiendo porque no elegiste a María dado que tú la adoras—Vi a Serena sonrojarse, eso es nuevo y se ve taaaaan linda.
—P-Porque... Onee-Chan seguro escogida por Tsubasa-san y yo quería elegirte a ti porque siempre me cuidas mucho.
—Aw... Gracias
—No se dan.
Por suerte pude aguantar otro día, ya sabía yo que el poder yurista no me podría fallar, ahora me estoy dirigiendo a la casa de las Cadenzavna para la entrevista con Serena. Toqué el timbre con el cabello algo peinado (y eso es decir mucho) y me abrio la chicas más hermosa de toda Asia con su sonrisa angelical. Me quede hipnotizada con la mano el timbre, estoy segura pero es que… ¡Serena no estaba con su uniforme! Es verdad que ya la he visto antes, mucho antes con ropa casual pero les juro que ni en verano usaba short así de cortos… Mira arriba Kanade ¡Qué mires arriba carajo!
— ¿Kanade-san? —Me preguntó ella ladeando la cara confundida con inocencia. ¡No es posible ser sensual e inocente!
— ¡No es nada! —Me sobre-exalté—Estaba pensando en… en… en… ¡En ponis-voladores-del-futuro-gay!
—De acuerdo…—su cara de confusión se hizo más notoria ahora—Puedes pasar… voy por las cosas a mi pieza espérame en el living por favor.
—Cla-Claro…—apenas se fue me golpe contra la mesita de noche, ¿Ponis-voladores-del-futuro-gay? ¿Es en serio? A todo esto ¿y María? Ya estaría dándome de golpes o en su defecto amenazándome.
—Listo…—llegó la de ojos acua con una libreta y una pluma y una grabadora… Wow… cuanto profesionalismo., pero debo preguntarlo antes de que inicie la grabación—Onee-chan no está, esta con Tsubasa-san haciendo su entrevista— ¡Ya lees mentes! ¿Qué vuelas ahora? —No leo mentes ni vuelo, tu cara es muy expresiva. Pero siempre preguntas por onee-chan ¿Acaso te gusta?
— ¡¿Qué?! ¡Dios me libre! —Ni loca me pongo a suspirar por Maria, que siga Tsubasa con ese martirio—Además anda con mi prima a la cual le debo mis condolencias…
— ¡Oye…!
—Perdón, perdón—me reí.
La entrevista tuvo preguntas casuales a las cuales Serena ya tenía respuesta pero tenía que hacerlas supongo… Hicimos una pausa comimos merienda, luego vinieron preguntas extrañas como ¿Mi orientación sexual? Y despues de que se la revele ¿Qué tipo de chicas me gustan? Y ahí me tiene describiéndola de una manera en la que nadie se dé cuenta que hablo de ella. Comenzó a reírse de nuevo con esa voz tan dulce y suave capaz de derretirme.
— ¿Te gusta alguien de nuestro círculo? —Que trabajos escolares tan extraños dejan en el bachillerato este año.
—Eh… Sí…—No dije quien, así que… No debe de saberlo., es imposible.
Hizo la libreta a un lado y pude ver que no había escrito absolutamente nada, al contrario ¿Me había dibujado? Se sentó sobre mi regazo y… ¿No está haciendo mucho calor? Mi cara se siente demasiado roja, sus piernas son tan suaves como sus manos, lo digo porque rozaron con mis manos. Soy una roca… soy una roca… ¡No soy una roca carajo!
— ¿Te gusto yo? — ¡¿Pero qué…?! ¡¿Cómo fue que se dio cuenta?! —Kanade-san ¡Por Dios! Nuestro círculo son Shirabe-chan, Kirika-chan, Tsubasa-san y onee-chan.
Mierda…
—E-Eso cr-crees… No te olvides de Miku, o de Hibiki o de Chris, las gemelas Carol y Elfnein…—Serena me mando una mirada de "Estás más que expuesta" para rodar los ojos y besarme.
¡Me beso! ¡Me beso! Ya puedo morir feliz, sus labios son más suaves de lo alguna vez pude soñar pero me vino una sensación de Deja Vù… y de peligro ¡Maria me va a matar! Debí haber hecho mi testamento.
— ¡Deja el pánico con mi onee-chan! —Eso es imposible—No va a llegar hasta mañana
— ¿Y eso porque?
—Digamos que Tsubasa-san me debe un favor—No es justo.
— ¿Pero y tu trabajo?
—No existe, creí que te habías dado cuenta—dijo con incredulidad, a veces puedo ser media densa ¿de acuerdo?
—Entonces antes de que cualquier cosa pase ¿Quieres ser mi novia?
—Creí que el beso ya te lo había dicho—La besé de nuevo.
—Pero quiero algo textual.
—Ahí tienes la grabadora—luego hablaremos de eso—Como onee-chan no viene a dormir ¿Te acuestas conmigo?
— ¡¿No crees que vamos demasiado rápido?! —Serena comenzó a reír a carcajadas
—Hablo de dormir—mi cara debe estar roja—Pero si quieres…
— ¡No! ¡No! Dormir está bien. —le interrumpí.
—Puritana
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.
.
Amanecer junto a la persona que amas es hermoso, pero besarla cuando estas a punto de irte y que su hermana sobre-protectora mayor te vea no lo es.
—Corre—me dijo ella.
—Te tomo la palabra.
— ¡Kanadeeee! — ¿Por qué no hice mi testamento?
Corrí lo mejor que pude hasta que me percaté de un detalle, María me perseguía pero no corría, incluso hacía gestos de dolor al caminar… Oh ya entendí que estuvo haciendo anoche, pero aguarda… Tsubasa se esa riendo mientras tranquilamente va tras Maria. ¡No lo puedo creer! ¡María es la neko!
— ¡La amante de los gatos es Neko y se atreve a amenazarme…! ¡Tsubasa si que te dio duro anoche!
— ¡Kanaaadeee! —Venganza, dulce manjar de dioses.
