"Algunos han ganado un placer salvaje,
Por arriesgarse ante el salvaje dolor,
Yo podría esta noche ganar tu amor
Y sufrir mañana el peligro de la muerte.
Podría estremecerte en la batalla,
y arrancar una mirada de tu ojo.
¡Qué frágil es el corazón que arde,
Embriagado de intentos y anhelos!
Bienvenidas las noches de sueños rotos,
Y los días de crueles"

Passion, Charlotte Brontë

-¡Vaya!-susurro para si una chica de 15 años sus claros ojos marrones parpadeaba, tenia un largo cabello anaranjado que le caía por los hombros de modo despreocupado cerro su libro de literatura extranjera de golpe y coloco una de sus manos en la barbilla, el sol de la mañana entraba por su ventana, vestía su uniforme del instituto, Karakura no había cambiado seguía siendo el mismo estilo que cuando su madre iba, la falda gris, camiseta blanca y moño rojo-¡ha de ser horrible sentirse así!-lanzo aire, se levanto y se puso los zapatos. su cuerpo era moldeado y curvilíneo para ser una adolecente pero no tenia una delantera tan grande con la de su madre, hacían armonía con su un listón color rojo y se lo puso a modo de diadema.

Afuera de su habitación por debajo de la puerta un león peluche se asomaba por debajo parpadeando.

-Ichiko-chan-canturreaba Kon y rió maliciosamente-je-je-je...I-Channnnnn.

¡Plaz!

Ichigo Kurosaki tenia una venita de la sien a punto de explotar, el shinigami sustituto era medico y trabajaba con su padre en su prosperante clínica familiar, tenia 37 años, empezó a pisotear a kon con fuerza varias veces.

-¡¿Que rayos...-exclamo Ichigo-¿cuantas veces te he dicho que no espies a mi hija?..hijo de...

-De-ja-me...Idiota...awwww-La puerta se abri e Ichiko miro de su padre a Kon de Kon a su padre.

-Ejem-se coloco su mochila en un hombro-tan temprano ¿papá?...¡oh! pobre Kon-san

-No-Ichigo la miro - te he dicho que no le digas "san"...después se lo va a creer y nadie lo bajara de su nube. el no se merece tu respeto, no mas bien el respeto de nadie.

Kon empezó a llorar cascada anime desconsolado.-Tu padre es un malagradecido I-chan-acto seguido las luces se apagaron y una luz solitaria color blanca se poso en el-hace tanto que debi denunciarlo por violación a los derechos de los peluches...ohh...no sabes cuanto he sufrido en estos años-Ichigo puso una cara arisca, Ichiko miro a su padre molesta. este abrió la boca de ojos marrones tomo a Kon, su padre lo jalo de la cola y lo asoto a la pared.

-¡Awww!

-¡Papá!

-Dejalo-dijo Ichigo sin darle importancia-se te hará tarde...

-Eh-dijo la chica distraida mientras su padre le daba de empujoncitos para que bajara a desayunar-N-o ¿quien preparo el desayuno hoy?-pregunto -¿tu o mamá?

-Estaba muy cansado para levantarme-dijo Ichigo azul.

-E..hh-la chica negó con suplica.

-¡Ichigo!-grito Orihime dulcemente-¡Ichiko!...el desayuno esta listo.

Ambos se miraron dándose valor uno a otro, si bien la comida de Orihime no había mejorado en nada. Orihime estaba sentada esperando a su familia la chica se sentó mirando a su padre con molestia, Kon bajo con su cara roja.

-¡Buenos días Kon!-saludo alegre Orihime mientras el peluche se sentaba encendiendo el televisor .

-No tan buenos como tu Inoue-san-dijo el león, Ichigo le lanzo un hot-cakes quemado en la cara, Orihime tenia una gota de sudor en la cabeza

-Teme-dijo el Kurosaki.

-Ejjeje-rió Orihime nerviosa y miro a su hija que miraba a su desayuno con desconfianza.-¿Dormiste bien?

-¿Eh?

Ichigo alzo una ceja desde pequeña su hija había tenido fuertes pesadillas, al igual que el veía a espíritus desde muy temprana edad y nunca le habría gustado y mucho menos los huecos que se presentaban a cada momento, era un don que odiaba.

-Si-dijo tranquilamente

-Mentirosa-susurro Orihime-
Ichiko callo y miro a su padre-Vamos, esto ya ha pasado antes.

-Pero no era tan frecuente...-apunto Ichigo.
La chica iba a hablar pero la puerta sonó, sonrió aliviada, Orihime se levanto, Ichigo ya sabia quien era solo cruzo los brazos.

-¡Ryuse, Buenos días!-exclamo Orihime alegre.

-Buen día Sra. Kurosaki-saludo un joven de aspecto intelectual de cabello negro, de ojos azules, hijo de Uryu Ishida su cabello lo tenia peinado como su abuelo, sin los grandes mechones en la cara de su padre, a diferencia de ambos el usaba lentes de contacto, llevaba el uniforme escolar y sonrió al ver a Ichiko que dio gracias al cielo de salir de su casa sin desayunar.-Buen Día Sr-dijo algo avergonzado desde que le habia pedido permiso para salir con su hija no le podia mantener la mirada, Ichigo no era un padre celoso no se oponía a que su hija se enamorara solo le había advertido que si encontraba a su hija llorar por su culpa, lo mataría.

-Buen dia Ichida-repondio Ichigo tomando su jugo.

-¿Quieres quedarte a desayunar Ryuse?-pregunto Orihime
Ichiko tenia que actuar rápido su novio era muy pero muy cortes y no se opondría aun cuando estuviera a punto de vomitar.

-S-
-No podemos mamá se nos hace tarde-dijo la chica agarrando a Ryuse de la corbata y jalandolo hacia la salida, Orihime parpadeo.

Cuando la de cabello naranja corrió unos cuantos metros volteo a ver a su novio.

-Hola.
Ryuse alzo una ceja.

-Hola.
-Saludame como es debido-dijo la chica jalandolo y dándole un dulce beso. Ryuse volteo para todos lados.

-¡Ichiko estamos a plena calle!-dijo el chico alterado.

-Urg-dijo la chica acomodandose su listón-Siempre tan alzadito.
Ryuse sonrio. y siguieron caminando. la chica sentia el sol mañanero en la cara.

-Soñe feo-dijo la chica suspirando.

-¿Otra vez?

la chica asintió-creo que grite mamá se dio cuenta-Ichiko siguió caminando lentamente-una sombra alguien reia horrible...de repente papá estaba muerto -la chica empezó a temblar de miedo-y...y...mi mamá...Kon-san...abuelo...mis tias...Urahara-san , Tio Chado Todos incluso tu padre y-la chica se detuvo y lo abraso-Tu

Ryuse le acarricio el cabello-Solo fue una de tus tantas pesadillas.

-Estoy casada.-dijo la chica-hasta termine la tarea de literatura

-¿Enserio?-rio Ryuse

-Si-dijo molesta, Ryuse la abraso y la beso

-¿Y eso?-pregunto sorprendida.
-Para que te calles.-afirmo

-Eres un maldito-lo avento Ichiko y corrio tras el para darle su merecido.

Mientras tanto una gato negro los seguia de cerca.
-Es tiempo-susurro Yoruichi.