Pues como siempre, Full Metal Alchemist no me pertenece sino que es de Hiromu Arukawa.
El inicio de la historia y algunas partes de estas provienen del segundo ova de Pets Shop of Horrors titulado "Delicius" así que los que ya lo han visto ya tienen una idea de cómo va a estar la historia y el final, aunque claro con algunas diferencias.
Contiene Gore (no apto para estómagos delicados) y suicidio; por eso las razones de que no sea para menores de edad. Si lo son mejor no lo lean, no quiero ser causante de traumatismos, ya están advertidos.
Además en este fic demuestro cuanto odio la infidelidad, ¡que mueran los infieles y sean castigados en el infierno! (aunque odio más a los pervertidores de menores pero para ellos les tengo un peor castigo)
Eso es todo lo que tengo que decir, espero disfruten este nuevo proyecto ^-^
Aclaraciones del capitulo:
Hola de nuevo chicas y chicos; aquí Chikori con una nueva historia. Como ya por fin acabe "Visita Celestial" y con "Locuras de una vida de casados" estoy perdiendo poco a poco mi sentido del humor; de un día de esos en que me aburría me acorde del segundo ova de "Pets Shop of Horrors" llamado "Delicius" y que desde hace tiempo se me antojaba escribir un fic yaoi con ese tema pues decidí hacerlo, además de que este fic tendrá algo de gore. (¡sí! ^o^). Y es que no quede muy conforme con el lemon que escribí en "El Bello Durmiente", se me hizo tan... tan... tan... pero tan normal que no me llamaba, como que eso de "hacerlo solo por hobbie" no es mi estilo, debe de haber algo, aunque sea un poco de sentimiento; es algo difícil de expresar lo que trato de explicar (wow, rime XD).
Como en el resumen lo mencione ahora también aparece el Pride de Blue Birds Illusion, dense cuenta en el fic como Edward y Pride se diferencian fácilmente.
Bueno ya no hay que darle más vueltas al lío metafórico y empecemos con esta nueva historia.
DULCE VENENO
Capitulo 1: Resentimiento
La noche estaba tranquila y llena de estrellas, el sonido del golpe de las olas armonizaba a quien lo oyera y la suave brisa marina humedecía y refrescaba. Aquella noche llena de paz, en un balcón blanco de un hotel que al parecer estaba celebrando una fiesta, estaban dos personas hablando: uno era un hombre moreno de atrayentes ojos azabache, piel de marfil, alto, apuesto, y más con ese formal traje negro de novio el cual tenía en su solapa una pequeña gardenia; la otra persona era una mujer rubia ojirojiza, alta pero no tanto como aquel hombre, de piel blanca, vistiendo un hermoso y largo vestido azul celeste de copa.
Aquellas dos personas estaban tomadas tan solo de las manos y mirándose a los ojos; conversando de un tema bastante importante.
-Roy, ¿es que acaso no me amas?- hablaba aquella mujer mostrando sus ojos acuosos.
-sabes también como yo que te amo Riza y que te adoro con toda el alma.- soltando su mano derecha para tomarle su barbilla.- ese matrimonio con el que acabo de enredarme es tan solo por conveniencia.
-¡ya basta!- soltándose de aquella mano.- ¡fuguémonos juntos!, ¡dejemos a ese niño berrinchudo!, ¡te amo a ti!, ¡no me importa ese dinero!
-ya me case con él y no hay marcha atrás, permíteme unos meses para arreglármelas como quedarme con todo su dinero y volveremos a estar juntos.
-¿me lo prometes?- lo abraza y empieza a llorar sobre su pecho.- yo solo quiero estar contigo.
-igual yo Riza.- la estrecha más a sus brazos.
Poco a poco sus rostros comienzan a juntarse hasta que se tocan sus labios y aprovechar para darse un apasionado beso; aunque detrás de una pared cercana se encontraba un joven de aparente 17 años, cabellos rubios juntados en una fina trenza, ojos dorados cual ámbar, algo chaparro, piel blanca que se cubría con el precioso traje de novio blanco y que llevaba un broche dorado con la forma de una cruz enrollada por una serpiente (Ch: que vendría siendo la cruz de flamel), aquel muchachito lo escucho todo y empezaba a soltar pequeños finos hilos de lágrimas. Salió de aquellas sombras para confrontar a los creadores de ese complot en contra suya.
-así que, ¿te casaste conmigo por mi dinero?- empuñando sus manitas; aquella pareja vio al rubio y se quedaron estupefactos.
-no, no es lo que crees.- soltándose de inmediato de la chica.- yo... yo...
-... –Riza solamente agachaba la cabeza, le dolía en el alma haber engañado a su familiar.
-maldito traidor, despreciable ser humano.- con un tono de voz lleno de cólera y desprecio (Ch: ¡así se hace Ed!) se dirige hacia el par, estos tratan de tomarle el brazo pero el se zafa y pasa a través de ellos para a continuación subirse hasta la cima del balcón.
-¿¡que crees que haces Edward!, ¡baja en este instante!- Roy se fue tras él hasta estar lo suficientemente cerca, si hacía un movimiento en falso Ed no dudaría en saltar, tenía miedo.
-maldito vil traidor, llevarás en tus hombros la carga de mi muerte, y yo de imbécil por amarte tanto, escoria humana, ve como mi vida se acaba frente a tus ojos.- seguía llorando pero ahora mostrando una sonrisa de victoria.
La escena transcurría en cámara lenta; el rubio dio un paso atrás y se dejo caer, abrió los brazos para sentir mejor el momento de su partida, veía con suma satisfacción la cara de terror de aquellos fraudulentos hasta que al fin cayo dentro del profundo manto marino.
-¡EDWAAAAAAAARD!
Después del fatal accidente todo mundo hablaba sobre lo acontecido, como el famoso cantante Edward Elric se había suicidado el día de su boda, incluso las mismas personas le inventaban falsos de más. Roy Mustang, esposo del difunto, y Riza Hawkeye, prima del muchacho, fueron acusados de complicidad de asesinato pero después de algunos testimonios les dejaron libres, además de que Roy había ganado por herencia de su ex-esposo la mitad del dinero del cantante. Aunque al joven Elric lo dieron por muerto la realidad es que por más que buscaron en todo un mes completo jamás encontraron su cuerpo, solamente su colgante de oro el cual fue entregado a su esposo, y después de algún tiempo desistieron la idea de seguirlo buscando.
Un año después...
Cierto hombre de sensuales ojos negros, cabello cual ébano, cuerpo bien formado, de vestimenta una camisa y pantalones de manta, sus pies descalzos mientras que tocaban la cálida arena seca de aquella playa la cual se metía entre sus dedos; aquel hombre sujetaba con su mano derecha el celular con el que se estaba comunicando con esa persona que al parecer por la voz era una mujer.
-¿no hay alguna de que podamos volver a salir juntos?
-no Riza; sigo aun atormentado por lo que le paso a tu primo.
-esa no es una razón justificable, nosotros no tuvimos la culpa de lo que le paso a Ed.
-¿¡que acaso no somos culpables!, ¡bien sabes que por nuestra causa él se suicido!
-pero...
Hasta ahí se detuvo la conversación, una hermosa melodía comenzó a invadir todo el lugar (Ch: la canción es una joya instrumental llamada "Concierto para una sola nota" y aunque solo es "la, la, la" ya sabrán porque la escogí), embelesido por la magnífica voz, Roy dejo caer accidentalmente su celular sin importarle que en la otra línea estuviera gritándole Riza.
Encantado por aquella voz que parecía llamarlo, caminaba en búsqueda del dueño de aquel sonido, paso a paso la canción sonaba más fuerte hasta que al fin encontró al poseedor de ese manjar musical. Sus ojos se dilataron al ver aquel hermoso ser que se dejaba mojar por el agua salada del mar y que, a opinión de Roy, cantaba como los mismísimos ángeles. Era un muchachito de aparentemente 17 años de edad, suave y lacio cabello rubio suelto, un poco bajo de estatura, piel blanca y que se veía tan suave como el durazno, esa ofrenda divina solo estaba vestido con un camisón de mangas blanco algo sucio y mojado por la brisa marina y que le llegaba más arriba de las rodillas; mientras cantaba esa mística tonada mantenía sus ojitos cerrados hasta que al terminar su labor revelo sus ojos, ojos secos del color de la arena.
Roy simplemente se paralizo, aquel muchachito era idéntico a Edward aunque existían algunas diferencias; este chico era un poco más alto que el anterior pero se entendía a causa del pasar del tiempo, esa piel tan blanca y preciosa, demasiado para alguien que vive en las cercanías del mar le faltaba más bronceado, esos ojos, los de Ed brillaban como el oro y estos no mostraban brillo alguno, y la más importante era esa voz, mucho más exquisita, de cierta manera le transmitía cierta energía y misticismo que le despertaba incluso al más profundo instinto.
Aquel jovencito dejo de mirar al océano para dirigir su vista a aquel intruso; lo miraba de una manera traviesa y seductora, como si supiera desde un principio que ese hombre había sido victima de su hechizo musical.
-¿E-E-Edward?- no podía evitarlo, se sentía sumamente inquieto, esa mirada parecía desnudarlo.- "¿como pudo sobrevivir?"
El rubio se dirigió hacia Roy, ya cuando se situó frente a éste lo empujó para que cayera en la arena y después aquel niño se le subió para comenzar a besarlo de una manera tan hambrienta en sus labios; Mustang tan solo se dejaba llevar, incluso no cerro los ojos por la sorpresa, seguía paralizado, sentía como el cuerpo del pequeño se le restregaba al de él y sentir la humedad de su camisón, aunque no por esa razón un extraño ardor en su pecho le estaba sofocando, parecía que una llama le estaba quemando el interior y que necesitaba la enorme urgencia de respirar.
Pero hasta ahí llego "Ed", quien al finalizar aquel apasionado el rubio le dedico una dulce sonrisa y se levanto dejando a Roy libre para levantarse, aunque el pequeño le ofreció su mano de ayuda y el moreno la acepto un poco dudoso. El ojinegro no sabía que decir, no entendía nada de lo que estaba pasando y mucho menos el hecho de cómo Ed había sobrevivido después de aquella horrible caída; pero eso no evitaba que se sintiera sumamente atraído hacia ese pequeño travieso y sexy niño perdido.
-Edward, ¿cómo pudiste sobrevivir?, nos tenías muy preocupados.- Roy trataba de conseguir respuestas del otro pero éste no las respondía, simplemente se dedicaba a ver la arena que se metía entre sus piecitos y de vez en cuando dedicarle una mirada coqueta al moreno causando que éste se enrojeciera un poco.- "¿acaso perdió el habla?"
Por más intentos que hacía el otro ninguno respondía; decidió dejar de intentar sacarle información, prefirió llevárselo con él hasta su casa, ahí tendría asegurado a Ed y no dejarlo escapar hasta conseguir saber que fue lo que paso con el rubio todo ese año.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que los dos llegaron a la casa del mayor; una hermosa mansión de color durazno que se situaba sobre una colina verdosa cercana a la playa.
La sala del lugar era magnifica, y en sí toda la casa, al parecer Roy había gastado la mayoría de su herencia en ese hogar; incluso en uno de los cuartos tenía una enorme piscina. Directamente Mustang llevo a su invitado a una habitación ya amueblada y que daba una perfecta vista hacia el mar desde su balcón. "Ed" se acerco a la terraza para ver con suma felicidad el precioso océano. Roy lo miraba desde el marco de la puerta, aunque lo veía de una manera extraña, como si tener ahí a ese huésped le llenara de un profundo bienestar; y es que la vista que le estaba proporcionando aquel ser era exquisita, con los brazos sobre el borde del cancel, ese cabello suelto que se contoneaba por la brisa y como una de sus mangas caídas a causa del travieso viento revelaba uno de sus perfectos hombros desnudos. Decidió mejor dejar que el chico descansara, aunque eran las 2 PM, pero quería darle un poco de privacidad al chico.
"Edward" seguía mirando hacia el profundo manto marino y como las olas se rompían en cuanto se acercaban a tierra firme; su rostro marco una sonrisa altanera y prepotente, como si sus planes estuvieran funcionando.
Notas finales del capítulo:
¿Qué tal el inicio? En el siguiente capitulo se sabrá como Roy y Edward se conocieron y escribiré un lemon (espero que este si me convenza u_u) y gore (*-* ¡sí!)
Aunque algo sí me esta gustando y fue los insultos que le dijo Edward a Roy, ¡sí!, todos los que le son infiel a alguien merecen que les castren, que les corten la lengua y que los humillen frente al público para que se den cuenta de lo bestias que son.
Tal vez este fic y el de Locuras sean los últimos que escriba en esta categoría si es que sigo con esta melancolía.
Bueno eso es todo y a ver cuando nos vemos, dependiendo del gusto que se note en sus reviews por el fic decidiré si actualizarlo pronto o tarde; aunque lo más seguro es que sea en la siguiente semana.
Chasu!
