Kisses Cursed (Traducción)

Sinopsis: [Universo Alterno, cuento de hadas] Vagamente inspirado en "La Bella y la Bestia." Algunos dicen que él fue alguna vez un hombre, maldito, y otros, que había vendido su alma a los demonios, convirtiéndose en uno a cambio. Harry sólo sabía que no era seguro caminar cerca de la Casa Riddle por la noche. (Traducción autorizada por The Fictionist.)

Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen. Todo es propiedad de J. K. Rowling y los derechos cinematográficos para Warner. La historia no es mía, sino de The Fictionist (¡gracias de nuevo, guapa! ;D) quién muy amablemente aceptó mi petición de traducción.

Beta Reader: Aldo PG.

Agradecimientos especiales a: Exoesqueleto7, por su habilidad literaria para con las rimas y poemas, por señalarme los horrores gramaticales que a veces por el apuro no logro ver; una gran fuente de sabiduría parlante. Pueden visitar su canal de Youtube si tienen algún pedido de traducción musical en particular.

Y con la bendición completa de The Fictionist, les dejo el comienzo.

Sus comentarios y observaciones serán bien recibidas, ¡disfruten de la lectura!


Cap. 1 La Casa en la Colina

Con un nombre como Little Hangleton, no era de extrañar que hubiese algo oscuro que acechara a la ciudad. Sin embargo, nadie en su sano juicio se acercaba a la casa Riddle. Y aquellos que se extraviaron en su salvaje y descuidado jardín, nunca volvieron más allá de las puertas de nuevo.

Al menos, no enteros.

A veces un dedo regresaba, a veces era un ojo, y otras veces todas las extremidades se iban de regreso a casa intactas, sin nada dentro de ellas.

Pero nunca se dejaba un corazón. Algunos decían que el monstruo lo tomaba para reemplazar el espacio vacío que habita en su pecho. Otros decían que simplemente se los comía. Todo el mundo sabía las historias. Y todos sabían acerca de las ofrendas.

Cada año, había una ofrenda. Algo para apaciguar al monstruo al acecho que habitaba detrás de las murallas.

Después de todo, todos los dioses deben de tener los sacrificios apropiados -y por lo tanto, era necesario para poder apaciguar al demonio.

Sin embargo, nunca dijeron su nombre. Pero si alguien se atrevía a hacerlo, era para invitarlo a que te visite en la noche, con sus horripilantes mechones ondulados y brillantes ojos escarlata.

Tú-Sabes-Quién.
El Señor Oscuro.
La Bestia.

Algunos decían que fue alguna vez un hombre, maldito, y otros, que vendió su alma a los demonios, convirtiéndose a la vez en uno de ellos a cambio. Otros dijeron que un mal como él nunca podría haber sido humano; que era más bien como una pesadilla, manteniéndose persistente sobre la tierra durante mucho tiempo.

Harry metió las temblorosas manos en sus bolsillos y tragó en seco, su aliento trepaba finas cintas en el aire como el humo de un dragón. Siempre hacía frío en la colina, sin ningún tipo de cálidez alguna, y casi nunca había sol. El cielo estaba siempre negro, como si alguien hubiese pegado algo negro sobre el sol para sólo dejar una noche eterna.

Frío. Hacía frío y más frío, cuanto más se acercaba. Todo a su alrededor se ponía más oscuro, como si el denso humo y la oscuridad te acariciara.

Era debido a ello, a la maldición, que cada año había una ofrenda. Incluso si la misma tuviera que ser arrojada a la casa, llorando y gritando a través de las puertas.

Este año, se suponía que iba a ser Ginny. Tenía dieciocho años de edad, era un año más joven que él.

Un año más joven, con una familia que ya se encontraba en shock por todas las pérdidas.

Y Harry no podía soportarlo.

Él, sin embargo, no tenía a nadie. Nadie a quién le importara realmente si se quedaba o moría.

No sabía con exactitud que le deparaba en la Casa Riddle - pero él no era un sacrificio, una ofrenda.

Él era un voluntario.

Harry entró.

Le parecía incluso más oscuro al instante en el que entró hacia el jardín. Sus ojos se abrieron, en shock, al notar como las raíces y tallos de los árboles parecían moverse a su alrededor. Sintió que le cepillaban curiosamente contra los lados de su ropa, la parte posterior de su cuello.

Los jardines se extendían de manera salvaje e indomable por todo lo que podía ver, todo el camino hacia abajo del otro lado de la colina a la valla. Sin embargo, en el instante en que dio un paso más allá nuevamente de las puertas, notó que la hierba era de corte limpio, normal. Y los jardines sin duda no se habían movido, lo sabía. Había estado por ahí antes.

Pero el jardín no trató ni de impedirle en acercarse a la casa. Harry se sentía muy... observado. Cómo si cada pulgada del jardín y la casa lo miraran fijamente, tratando de ver directamente hacia su alma. Evaluándolo.

Exhaló un suspiro tembloroso. La puerta se abrió para él antes de que pudiera tocarla, lo mismo había pasado con la verja. Se quedó congelado por un segundo, su pobre bolsa - optimista - de pertenencias la agarró firmemente entre sus manos.

A veces las ofrendas no regresaban por semanas. ¿Tal vez tendría alguna utilidad su ropa? Aunque ciertamente encontraría la manera, algún uso para ellas.

Podía sentir sus latidos golpeándole en el pecho.

Entró en la casa. Honestamente, había estado esperando ver un completo desastre, pero la misma estaba impecablemente limpia y ordenada. A pesar de que era de noche, según por lo poco que podía ver, la casa tenía un estilo antiguo de grandeza que hizo ocasionarle a Harry que se quedara sin aliento.

Tragó saliva una vez más, pero el nudo se había quedado atascado en la garganta.

No obstante, algo acerca de la casa le había dejado un cosquilleo incómodo en su columna vertebral.

—¿Hola?, —gritó. —Hola, ¿hay alguien ahí?

Era de mañana, pero estando aquí no se sentía como si lo fuera. Sólo los rayos más pálidos de la luz solar encontraban la manera para encontrar su camino hacia el suelo.

No hubo respuesta, y aparentemente nadie estaba allí para darle la bienvenida.

¿Acaso había muerto la bestia el año pasado? Harry no lo creía. Aún podía sentir como alguien -o algo- le observaba atentamente.

Se dio la vuelta, con los ojos muy abiertos, cuando la puerta se cerró detrás de él. Tensó sus hombros, antes de girarse de nuevo. Luego cerró los ojos, exhalando. Podía hacer esto. Sí, podía.

La Bestia era sólo un hombre. Tenía que serlo, ¿no?

Dio un paso más, agarrando su mochila frente a él como si fuera un escudo. A medida que parpadeaba, sus ojos se movían sobre cada rincón. Y había una gran cantidad de parpadeos, era casi como si la casa misma se moviera a su alrededor.

—Eres la ofrenda.

La casa quedó completamente en silencio.

Harry quiso voltearse al sentir una fría respiración en su cuello. O lo haría, de no ser por una mano que le sujetaba firmemente la cadera, y otra en la parte posterior de su cuello, manteniendo de manera rígida su vista hacia delante. Los dedos se sentían helados contra su piel.

—No te voltees. —Las palabras fueron siseadas contra su oreja, los labios rozando su lóbulo.

—Harry. Mi nombre es Harry. —Logró articular. —No es "la ofrenda."

Harry... —Su nombre reverberó en la lengua del monstruo, como un canturreo bajo.

Realmente, no había querido voltearse nuevamente. Tan sólo quería ver con qué estaba tratando, si en realidad la bestia tenía los ojos como la sangre y el fuego del infierno - si éste estaba materializado y era de carne para que pudiera ser combatido, o si él era algo mucho más insidioso. Sus ojos se dirigieron a vislumbrar aquellos pálidos dedos, esos dedos de araña que ocultaban una fuerza engañosa.

Tragó saliva. Sus hombros se tensaron al sentir como el monstruo le presionaba cerca, inhalando profundamente contra su cuello. Su piel se había entumecido, en donde las manos del otro le sostenían.

— ¿Eres... Voldemort? —Su voz se mantuvo más o menos firme, gracias a Merlín. No podía dejar de pensar que a la más mínima debilidad conseguirían despedazarlo. Y ya era demasiado tarde para como temer a la criatura convocada ahora.

— ¿Te atreves a decir mi nombre? —La voz era fría.

Bueno, al menos eso pudo responder a su pregunta.

—Lo siento. ¿Cómo te gustaría que te llamara? —Por mucho que a él le hubiese gustado decir algo sarcástico, pensó que ser cortés sería lo que le ayudaría únicamente en su estadía aquí.

Hubo una pequeña pausa silenciosa antes de que la mano en su cadera ascendiera, para clavar las uñas sobre su pecho palpitante. La respiración de Harry se entrecortó.

—Tienes un corazón fuerte, Harry Potter. Delicioso.

Harry se retorció un poco con inquietud, aunque todavía no podía girar la cabeza. Las uñas lo mantenían aprisionado, no pudiendo evitar que un pequeño sonido de dolor se le escapara.

—Si vas a matarme, podrías dejar que te mire antes de que lo hagas,— Harry espetó— ya sabes, para encarar a mi verdugo.

El monstruo se rió de eso, aflojando su agarre. No había sido una risa agradable de escuchar. No era cálida ni alegre, era más bien escalofriante e igualmente implacable.

—Hay cuatro reglas, —Voldemort dijo en su lugar. —Uno, no trates de escapar. Dos, la cena es todos los días a las seis, en punto. Cuento con tu mejor aspecto, o sufrirás las consecuencias. —La mano en la parte posterior de su cuello le dio un pequeño apretón. —Tres, no entres jamás a mis habitaciones del lado izquierdo de la casa. Y... la más importante de todas, —Los labios del Señor Oscuro estaban en su otra oreja ahora. —No salgas de tu habitación entre el ocaso y el amanecer. Sin importar lo que escuches o por alguna otra razón. ¿Entendido?

— ...Sí.

—Hablaremos de nuevo, si logras pasar la noche en mi casa.

Luego se fue.


Notas de autora (The Fictionist): "Ya me conocen, soy incapaz de resistir una buena trama una vez que se enciende. Pero no se preocupen, esto no va para largo. 13 capítulos max, o probablemente menos que eso. Espero que lo disfruten de todos modos y que les haya despertado su interés :) El Feedback, como siempre, es muy apreciado."

Notas de traductora: Fiel a su palabra, la historia ya está completa (de hecho, esperaba a que The Fictionist la concluyera para comenzar el trabajo), así que tendremos un final asegurado en esta historia y capítulos que se actualizarán con regularidad.

De antemano, espero que disfruten el comienzo de esta belleza ;D Sus comentarios y alertas serán muy bien recibidos.