Capítulo 1: cartas, tormentas y sonrisas
Hola, soy Wicca; estoy aquí para relatarles uno de los acontecimientos que marcaron mi vida.... y bueno que de alguna manera me "inspiró" a escribir en mi diario. Estudio en Hogwarts, un colegio de magia y hechicería, pertenezco a la casa Slytherin, donde se han consagrado los mejores practicantes de artes oscuras. Mis compañeros son muy similares a mí, todos venimos de grandes familias, y en su mayoría somos hijos de aliados del Señor Tenebroso. Nuestras prioridades son el dinero y el poder, no andamos mucho con sentimentalismos, de hecho personalmente no creo en el amor, se me hace una bobería.... pero hay personas como Pansy Parkinson que parecen creer que están enamoradas., pobre Draco, tan atractivo que es.... pero no hablemos mucho de él en este momento. Bueno tal vez no me agrade escribir ni hablar acerca de mis "compañeros" de la casa de Gryffindor, la casa contra la que tenemos que pelear en todo momento por la supremacía que debería ser solo para nosotros... y así era, hasta que apareció Harry Potter, ese niño de gafas y cabellos marrón con ojos color escarlata que me gustan tanto..... Este.... bueno es simpático, pero no tanto como Draco. A lo que iba, resulta que Harry Potter y sus amigos se las han ingeniado para hacernos perder la copa de las casas por 3 años consecutivos (exceptuando la del año pasado que se suspendió por el torneo de los tres magos), además de el torneo de quidditch y hasta tuvo un campeón. El caso es que ocurrió algo curioso que involucra también a Draco, a Harry, a Hermione, Ronald y Ginny Weasley... Cierta mañana durante el desayuno, las lechuzas de casa llegaron a Hogwarts, por supuesto que todos estábamos emocionados, yo recibiría mi diario y mi revista, además de las cartas que enviaran mis padres y mi tutor de Artes Oscuras particular. Ese día, Draco estaba algo ansioso, se mordía las uñas y se alisaba el cabello engomado. Cuando su lechuza llegó, hizo a un lado el paquete que acostumbraba enviar su madre y el paquete de cartas de admiradoras, enfocándose a una especial, llevaba el sobre color azul, y la letra era también muy bonita, que él pareció reconocer de inmediato, estaba tan emocionado que rompió el sobre, llevándose con él un pedazo de la carta. Pansy Parkinson intentó arrebatársela, pero de un golpe, Draco se la quitó de encima. Haciendo que cayera de espaldas... fue gracioso, pero Pansy se levantó tan molesta que hizo que Crabbe y Goyle cayeran también. Bueno el caso es que al terminar de leer su carta, Draco se dedicó a las demás, sin emocionarse tanto, leyendo apenas las dos primeras líneas, pero al llegar a una de un sobre gastado y enmohecido de las orillas pareció interesarse un poco más, lo leyó completo y volteó a la mesa de Gryffindor, justamente donde la pequeña Weasley reencontraba. Draco pareció satisfecho y se retiró del comedor con sus dos regordetes guaruras detrás de él. Al ir a la clase de transformación, escuche una conversación interesante, Granger hablaba de un admirador secreto, así que hice como que mi mochila se rompió y mis cosas cayeron al suelo, así que entre que recogía y escuchaba, mis oídos captaron algo así: Weasley: -Así que en vacaciones recibiste una lechuza anónima Granger: -así es Ron, diciendo que estaba enamorado de mí... Potter: -¿no te ha pasado por la cabeza que tal vez sea solo una broma? Weasley:- tal vez ha sido Krum Granger: -No Ron, Víktor me ha escrito todo el verano y siempre firma con su nombre, además la caligrafía es diferente Weasley:-¿te pondrás a revisar todos los apuntes del cole? Granger: -Hay Ron, no seas absurdo.... Eso fue lo que alcancé a escuchar porque la profesora McGonagall salió a ver que pasaba con nosotros. Bueno Pansy Parkinson se encontraba realmente enfadada, me contó que Draco había estado muy extraño en los últimos días, desde que empezó el nuevo curso, y que además de todo se estaba convirtiendo en una especie de espía, que se la pasaba revisando cada movimiento que hacían los de Gryffindor. Le dije que no se preocupara, que conociéndolo lo hacia para poder ver cuál era su punto débil. Yo no tengo mucho que ver con ellos, no soy un personaje muy popular en la escuela, de hecho pocas personas saben que existo, Pansy Parkinson, Cho Chang y uno de los gemelos de Gryffindor, y eso porque nos encontramos en las cocinas de la escuela en una noche de tormenta. Me agrada mucho pasear por la orilla del lago, me agrada imaginar que caigo al agua y que soy devorada por el calamar gigante que habita en el fondo, o que soy secuestrada por las sirenas y termino muriendo ahogada porque nadie se da cuenta de mi desaparición, serían buenas formas de morir cuando tu vida es tan insignificante que nadie se da cuneta de que existes, ahora comprendo a Myrtle y el sufrimiento en que vivía, supongo que también sería un fantasma pero no sería como ella, yo si me dedicaría a hacerles la vida imposible a quienes nunca me tomaron en cuenta. Bien, después de este breviario personal, continuemos a donde nos quedamos, una noche, un poco tormentosa, salí a dar un paseo, esas son mis noches preferidas, son una buena oportunidad para morir partida por un rayo... salí al lago, caminaba por la orilla, estaba un poco agitado, así que me impulsaba a entrar, a eso iba cuando escuché detrás de mí una voz conocida, era George Weasley, el gemelo de las cocinas. -¿a dónde crees que vas?- me preguntó -A nadar un rato- respondí muy seria -no creo que sea buena idea, el agua está muy fría esta noche -más vale que te haga caso o esto se convertirá en una réplica barata de mala película muggle- dije yo sarcásticamente sin una sonrisa en el rostro -tienes razón- sonrió -¿no has visto a mi hermano? -¿a Fred? -A Ron, Fred está robando bocadillos de las cocinas, pero Ron no está en su cama y me dio curiosidad -Bueno, esta tarde estaba con Potter y Granger pero creo que siempre esta con ellos -¿quieres entrar? Hace mucho frío aquí afuera, además el agua duele al caer... -está bien -¿puedo hacerte una pregunta? -adelante -¿acaso nunca sonríes? Debo admitir que la pregunta me cayó como balde de agua fría, no supe que responder y es que nadie me había hecho esa pregunta antes -nunca lo he intentado- respondí casi sin quererlo -¿por qué no lo intentas ahora?- me preguntó con voz amable -bueno no veo un motivo para sonreír -¿y si te cuento un chiste?- me dijo comenzando a caminar hacia atrás Se veía muy gracioso con el cabello rojo mojado sobre su frente blanca y su túnica mojada y desgastada, parecía un perrito mojado... -¡lo hiciste!- me dijo de pronto -¿qué cosa?- respondí seria -¡sonreíste!- contestó -tienes una linda sonrisa Acarició mi mejilla y yo sentí que el color subía a mis mejillas, continuamos el camino, serios y callados, él se fue a su torre y yo a las mazmorras, nunca había sentido eso, nunca había sonreído tan fácilmente, nunca había sentido que mis mejillas ardieran tanto como aquella noche.... Desde esa noche, él me miraba muy a menudo, sentía su mirada pero no volteaba, solo preguntaba a alguien cerca si me estaba mirando, la mayoría de las veces era afirmativo. Draco siguió esperando el correo con ansiedad, al parecer mandaba lechuzas muy urgentes, Granger seguía conversando con sus amigos de su admirador secreto, Pansy seguía refunfuñando por los pasillos, Ronald molestaba a Granger con Krum, Harry se enfocaba en sus estudios, a menudo se le veía conversando con Hagrid, el guardabosques de Hogwarts, y bueno al parecer los viejos sobres llenos de moho eran de la pequeña Weasley, que se unió a las admiradoras de Draco.
Hola, soy Wicca; estoy aquí para relatarles uno de los acontecimientos que marcaron mi vida.... y bueno que de alguna manera me "inspiró" a escribir en mi diario. Estudio en Hogwarts, un colegio de magia y hechicería, pertenezco a la casa Slytherin, donde se han consagrado los mejores practicantes de artes oscuras. Mis compañeros son muy similares a mí, todos venimos de grandes familias, y en su mayoría somos hijos de aliados del Señor Tenebroso. Nuestras prioridades son el dinero y el poder, no andamos mucho con sentimentalismos, de hecho personalmente no creo en el amor, se me hace una bobería.... pero hay personas como Pansy Parkinson que parecen creer que están enamoradas., pobre Draco, tan atractivo que es.... pero no hablemos mucho de él en este momento. Bueno tal vez no me agrade escribir ni hablar acerca de mis "compañeros" de la casa de Gryffindor, la casa contra la que tenemos que pelear en todo momento por la supremacía que debería ser solo para nosotros... y así era, hasta que apareció Harry Potter, ese niño de gafas y cabellos marrón con ojos color escarlata que me gustan tanto..... Este.... bueno es simpático, pero no tanto como Draco. A lo que iba, resulta que Harry Potter y sus amigos se las han ingeniado para hacernos perder la copa de las casas por 3 años consecutivos (exceptuando la del año pasado que se suspendió por el torneo de los tres magos), además de el torneo de quidditch y hasta tuvo un campeón. El caso es que ocurrió algo curioso que involucra también a Draco, a Harry, a Hermione, Ronald y Ginny Weasley... Cierta mañana durante el desayuno, las lechuzas de casa llegaron a Hogwarts, por supuesto que todos estábamos emocionados, yo recibiría mi diario y mi revista, además de las cartas que enviaran mis padres y mi tutor de Artes Oscuras particular. Ese día, Draco estaba algo ansioso, se mordía las uñas y se alisaba el cabello engomado. Cuando su lechuza llegó, hizo a un lado el paquete que acostumbraba enviar su madre y el paquete de cartas de admiradoras, enfocándose a una especial, llevaba el sobre color azul, y la letra era también muy bonita, que él pareció reconocer de inmediato, estaba tan emocionado que rompió el sobre, llevándose con él un pedazo de la carta. Pansy Parkinson intentó arrebatársela, pero de un golpe, Draco se la quitó de encima. Haciendo que cayera de espaldas... fue gracioso, pero Pansy se levantó tan molesta que hizo que Crabbe y Goyle cayeran también. Bueno el caso es que al terminar de leer su carta, Draco se dedicó a las demás, sin emocionarse tanto, leyendo apenas las dos primeras líneas, pero al llegar a una de un sobre gastado y enmohecido de las orillas pareció interesarse un poco más, lo leyó completo y volteó a la mesa de Gryffindor, justamente donde la pequeña Weasley reencontraba. Draco pareció satisfecho y se retiró del comedor con sus dos regordetes guaruras detrás de él. Al ir a la clase de transformación, escuche una conversación interesante, Granger hablaba de un admirador secreto, así que hice como que mi mochila se rompió y mis cosas cayeron al suelo, así que entre que recogía y escuchaba, mis oídos captaron algo así: Weasley: -Así que en vacaciones recibiste una lechuza anónima Granger: -así es Ron, diciendo que estaba enamorado de mí... Potter: -¿no te ha pasado por la cabeza que tal vez sea solo una broma? Weasley:- tal vez ha sido Krum Granger: -No Ron, Víktor me ha escrito todo el verano y siempre firma con su nombre, además la caligrafía es diferente Weasley:-¿te pondrás a revisar todos los apuntes del cole? Granger: -Hay Ron, no seas absurdo.... Eso fue lo que alcancé a escuchar porque la profesora McGonagall salió a ver que pasaba con nosotros. Bueno Pansy Parkinson se encontraba realmente enfadada, me contó que Draco había estado muy extraño en los últimos días, desde que empezó el nuevo curso, y que además de todo se estaba convirtiendo en una especie de espía, que se la pasaba revisando cada movimiento que hacían los de Gryffindor. Le dije que no se preocupara, que conociéndolo lo hacia para poder ver cuál era su punto débil. Yo no tengo mucho que ver con ellos, no soy un personaje muy popular en la escuela, de hecho pocas personas saben que existo, Pansy Parkinson, Cho Chang y uno de los gemelos de Gryffindor, y eso porque nos encontramos en las cocinas de la escuela en una noche de tormenta. Me agrada mucho pasear por la orilla del lago, me agrada imaginar que caigo al agua y que soy devorada por el calamar gigante que habita en el fondo, o que soy secuestrada por las sirenas y termino muriendo ahogada porque nadie se da cuenta de mi desaparición, serían buenas formas de morir cuando tu vida es tan insignificante que nadie se da cuneta de que existes, ahora comprendo a Myrtle y el sufrimiento en que vivía, supongo que también sería un fantasma pero no sería como ella, yo si me dedicaría a hacerles la vida imposible a quienes nunca me tomaron en cuenta. Bien, después de este breviario personal, continuemos a donde nos quedamos, una noche, un poco tormentosa, salí a dar un paseo, esas son mis noches preferidas, son una buena oportunidad para morir partida por un rayo... salí al lago, caminaba por la orilla, estaba un poco agitado, así que me impulsaba a entrar, a eso iba cuando escuché detrás de mí una voz conocida, era George Weasley, el gemelo de las cocinas. -¿a dónde crees que vas?- me preguntó -A nadar un rato- respondí muy seria -no creo que sea buena idea, el agua está muy fría esta noche -más vale que te haga caso o esto se convertirá en una réplica barata de mala película muggle- dije yo sarcásticamente sin una sonrisa en el rostro -tienes razón- sonrió -¿no has visto a mi hermano? -¿a Fred? -A Ron, Fred está robando bocadillos de las cocinas, pero Ron no está en su cama y me dio curiosidad -Bueno, esta tarde estaba con Potter y Granger pero creo que siempre esta con ellos -¿quieres entrar? Hace mucho frío aquí afuera, además el agua duele al caer... -está bien -¿puedo hacerte una pregunta? -adelante -¿acaso nunca sonríes? Debo admitir que la pregunta me cayó como balde de agua fría, no supe que responder y es que nadie me había hecho esa pregunta antes -nunca lo he intentado- respondí casi sin quererlo -¿por qué no lo intentas ahora?- me preguntó con voz amable -bueno no veo un motivo para sonreír -¿y si te cuento un chiste?- me dijo comenzando a caminar hacia atrás Se veía muy gracioso con el cabello rojo mojado sobre su frente blanca y su túnica mojada y desgastada, parecía un perrito mojado... -¡lo hiciste!- me dijo de pronto -¿qué cosa?- respondí seria -¡sonreíste!- contestó -tienes una linda sonrisa Acarició mi mejilla y yo sentí que el color subía a mis mejillas, continuamos el camino, serios y callados, él se fue a su torre y yo a las mazmorras, nunca había sentido eso, nunca había sonreído tan fácilmente, nunca había sentido que mis mejillas ardieran tanto como aquella noche.... Desde esa noche, él me miraba muy a menudo, sentía su mirada pero no volteaba, solo preguntaba a alguien cerca si me estaba mirando, la mayoría de las veces era afirmativo. Draco siguió esperando el correo con ansiedad, al parecer mandaba lechuzas muy urgentes, Granger seguía conversando con sus amigos de su admirador secreto, Pansy seguía refunfuñando por los pasillos, Ronald molestaba a Granger con Krum, Harry se enfocaba en sus estudios, a menudo se le veía conversando con Hagrid, el guardabosques de Hogwarts, y bueno al parecer los viejos sobres llenos de moho eran de la pequeña Weasley, que se unió a las admiradoras de Draco.
