El tiempo, Dios infinito de posibilidades. Invencible señor dador de experiencia y madurez.

He vagado por el mundo, durante tantos y tantos años, que he perdido la cuenta. Yo he vencido el paso del tiempo, he vencido al imponente Señor, mi cara sigue siendo perfecta.

Mi raza ha pasando desapercibida por el mundo, pero seguimos aquí. Al igual que yo, que sigo recorriendo el mundo, es busca de ese alguien o ese algo, que haga nacer de nuevo en mí el sentimiento de sentirme viva o al menos, aparentar que me late el corazón.