Disclaimer; Todos los personajes pertenecen a Kubotite.
Por aquella vez que, en mi fiesta sorpresa, me ofreciste a probar el piercing. Una oportunidad desaprovechada.
Diosa
Su piel de ébano brillaba refulgente bajo la radiante luz del día.
Sus largos y oscuros cabellos humedecidos se le pegaban a la espalda y a su cuello terso, dejando a unos breves mechones acariciar sus mejillas. El sol le sacaba leves destellos violáceos que hacían armonía con el contraste de sus dorados ojos…
Esos ojos felinos, vigilantes, que escrutaban su alrededor sin demora, con atención pero con total relajación.
Su esbelta figura, adornada con lágrimas de agua, ese líquido puro, le daba el aspecto cristalino de una deidad.
Su cuerpo desnudo, alejado de todo el pudor que pudiera sentir, estaba totalmente relajado, y era dibujado por los rayos cálidos que la acariciaban sin reserva.
A un movimiento de su rostro, miles de gotitas cristalinas volaron a su alrededor, haciéndola brillar más que antes; como una diosa.
Sus ojos de oro se posaron en mí, y sus carnosos labios dibujaron una sonrisa traviesa.
- Vamos, Soi Fong, no te hagas la remilgada y metete en el agua. – me dijo divertida por mi azoramiento.
Extendió una mano hacia mí, y yo la acepte con devoción.
Si. Para mi ella lo era.
Era una diosa
