"¿…Huh?"

"¿Ya es hora de levantarse?" Me dije a mi mismo empezando a despertarme. Parece de mañana, aunque estoy un poco mareado y me duele la cabeza horrores, es normal después de la locura que tuve anoche. Tengo los ojos cerrados debido que siento la luz del sol penetrar con fuerza mis ojos. "Bueno, eso es lo que pasa después de una gran noche de copas en pleno verano" Lo dije en mis pensamientos. Como era de esperarse tengo una sed de muerte y voy rápido a buscar agua por lo sediento que estaba. Sin prestar mucha atención a mi entorno y con los ojos cerrados encontré un lugar con agua y sin pensarlo dos veces empecé a beber…

- ¡Glup! - Dije inconscientemente después de tragar el agua, extrañamente, se sentía más refrescante de lo normal. Después de un "Aah~" me lavo la cara para refrescar mi cabeza. Y poco a poco abro mis ojos para poder ver adecuadamente, a pesar de eso, el sol se siente increíblemente molesto, más de lo común, era como si de plano la luz me odiara.

Después de intentos fallidos de abrir mis ojos gracias a la deslumbrante luz, finalmente abro mis ojos para ver mi rostro en el esp-

"¿Qué?" Mi mente quedo en blanco durante un rato. Delante de mí se encontraba un rio, un rio natural. Aunque eso era extraño, mi atención se sobrepuso por algo mucho más llamativo.

Mirando al rio, se puede ver un reflejo de una criatura extraña, debido al movimiento del rio, esa imagen se distorsiona un poco. Al intentar observar esa criatura en detalle, me doy cuenta de que se me hace de cierta forma familiar, como si lo hubiera visto antes. En cuanto reconocí a la figura no pude evitar decir.

-Mimikyu-

En el rio, se reflejaba la forma de una criatura que disimulaba ser un Pokémon muy famoso, y que, a su vez, esta garabateado de una forma radical, digno de una película de terror. Tiene un disfraz y en la base tiene un palo que simula ser una cola; dos agujeros que parecen ser los ojos se pueden apreciar en la parte inferior y al fondo del disfraz se aprecia una sombra oscura que oculta el interior de una manera sombría.

De repente, mi mente conectó los puntos y mis pensamientos se volvieron realidad. El que estaba encima de ese reflejo era yo. Yo era ese reflejo.