Como siempre los personajes no me pertenecen ya que no tengo dinero suficiente para comprar los derechos de autor así que ni modo le quedan a JK y Warner, la historia tampoco me pertenece es una adaptación y ni es necasario que les diga quien escribió tan maravillosa historia

Ahora bien, este fic, va dedicado a algien, que adoraba este cuento, y que sé que le habría gustado ver a un Harry Potter pasando estas difilcutades.

Para ti donde quiere que estés, porque no te olvido.


Un Cuento de Navidad a lo Potter.

Por que a mi, todas las cosas raras del mundo me pasan sólo a mí; primero un mago viejo, loco neurótico y bastante raroso, que se le mete en la cabeza que yo lo iba a derrotar y que va y mata a mis padres… bueno tan equivocado no estaba y ahora lo más seguro es que esté en el otro mundo llorándole a Merlín; luego un gigante…uhmm perdón semi-gigante se me aparece el día de mi cumpleaños sólo para decirme que era un mago, y he de decir que a los 11 años no es una información tan fácil de digerir… y ni les cuento lo que me pasó en los años siguientes, pero lo que me está pasando ahora es el colmo, es que hasta para el mundo mágico es incomprensible:

Flashback………

Me encontraba en el ministerio de magia y hechicería, más propiamente en mis oficinas en donde trabajo como auror, día veinticuatro de diciembre, hora 10:00 p.m., si ya se que es víspera de navidad, pero la verdad tengo mucho trabajo que hacer, y así me aseguro que no tendré que venir mañana.

- Harry¿qué haces todavía a estas horas trabajando? – Hermione la chica más inteligente que he conocido en mi vida a veces hace preguntas tan obvias…

- ¿Qué crees? Estoy escribiéndole una carta a Santa Claus….

- Harry

- Hermione, es "obvio" que estoy trabajando, mejor dime qué haces tú por aquí, que yo sepa nunca te quedas hasta tan tarde.

- Bueno, es que me toco regresar porque había olvidado unos papeles y ya sabes no quería venir mañana, y tendré libre toda la otra semana hasta año nuevo; y ya me iba cuando vi luz en tu oficina así que decidí pasar, y ver si necesitabas ayuda, o que alguien te acompañe a casa.

- Hermione, creo que estoy bastante grandecito como para ir a casa yo sólo, y gracias por lo de la ayuda, pero ya terminé solo firmo unas dos órdenes más y listo.

- Pues que bien,… Harry¿irás mañana donde los Weasley?

- No lo sé talvez, según como amanezca mi humor. – Hace ya tres navidades que no visitó la madriguera, la verdad la navidad para mí ya no es tan alegre, han pasado muchas cosas y prefiero mejor quedarme dormido y hacer de cuenta que esa fecha no existe.

- No deberías pasar la navidad sólo, si quieres yo podría llegar a tu casa y preparamos comida.

- Gracias, pero ya tengo planes, mejor ve tú a la madriguera y disfruta mucho por mí.

- Si claro, bueno entonces mejor me voy. Adios Harry, feliz navidad.

- Si, para ti también – dije si levantar la mirada, ya que la pequeña plática me había costado valiosos minutos.

Me dirijo a mi casa en Grimmuld Place, voy pensando que no fui muy amable con Hermione, ella no tiene la culpa de mis demonios internos, y la verdad que para ella debe ser muy difícil, hace menos de un mes que Ron se comprometió con Luna, y supongo que ella debe estar triste por eso, aunque la relación entre ellos nunca prosperó se que ella aún lo ama, si no, no estaría tan sola y triste.

Al llegar a mi casa veo unos reflejos raros en el cristal de la ventana, al principio me pongo en alerta pero luego veo que son solo los reflejos de las luce de los autos que van pasando.

Son las 11:30 de la noche y aún no tengo sueño me sirvo una taza de chocolate caliente y me quedo en la sala pensando en las palabras de Hermione "no deberías estar sólo"; y una vez más se que tiene razón. Voy hacia la repisa y tomo una cajita negra que tiene ya varios días ahí la abro y contemplo dentro un pequeño anillo con un diamante. Hace mucho que pienso en dárselo a Ginny, después de todo ya es hora que piense en formar familia, y no creo que encuentre alguien mejor, digo no es que la pobre no valga nada, es decir, que para qué esperar, me quedo con ella y ya, no me complico la vida, y por lo menos sé que mis hijos tendrán un hermoso cabello.

- Mañana iré a la casa de los Weasley y le daré el anillo.

- Ajá, y le darás un anillo barato en lugar del hermoso anillo de compromiso de tu madre, vaya que amas a la chica. – una extraña voz inunda la sala sacándome de mis pensamientos, aunque al oír mejor la voz no es tan extraña.

- ¿Quién eres? Es mejor que salgas si no quieres pasar la navidad en Azcaban.

- No gracias, ya conozco el lugar y no es lo más alegre. Ahí no llega Santa Claus.

- Ron deja de hacerte el gracioso y sal ya.

- No soy Ron, además él no tiene tanta imaginación como para hacer una broma de este estilo.

- ¿Neville, eres tú? – nada, no responde, y definitivamente él no es alguien a quien le gusten las bromas – bien Malfoy, se que eres tú, sal ya si no quieres que tu madre reciba un hurón como regalo de navidad.

- Es que ya olvidaste a tu padrino.- una figura gris brillante con la forma de Sirius se me aparece.

- AHHHHH

- Tanto tiempo en Hogwarts y aún te sorprendes.

- Es que supone que estás muerto.

- ¿Y? todos los fantasmas lo están

- ¿Eres un fantasma?

- No que va, soy un duende loco, CLARO que soy un fantasma, qué esperabas, que me convirtiera en una hada y me llamara campanita.

- Vaya humor que te manejas, y porqué te apareces hasta ahora, hace mucho tiempo que me resigne a no verte más.

- Ya lo sé, pero es que hace mucho tiempo no creía que fuera necesario que regresara, pero Lili tiene razón eres igual que tu padre y necesitas de mi ayuda.

- Ayuda yo? Para qué?

- Para salvar la navidad. – no creo necesario explicarles el ataque de risa que me entró en ese momento, pero uds. creen que sea realmente posible esto¿yo salvando la navidad? – Mira Harry… Harry… HAAARRRYYYY, así está mejor, decía yo que he venido para salvar la navidad, más propiamente tú navidad. Nunca escuchaste la historia de Ebenezer Scrooge, ese viejito al que se le aparecen tres fantasmas y le ayudan a que ya no sea avaro.

- Y eso que tiene que ver conmigo, yo soy ningún avaro.

- Y el anillito ese que compraste en oferta, cuando tienes un hermoso anillo que ha pertenecido a las mujeres Potter por varios siglos, incluida tu madre.

- Es que… bueno… Ginny… es que Ginny…

- Es que Ginny no es la mujer para ti, cuando demonios te va entrar eso en la cabeza, ella no es para ti, el hecho de tener un hermoso y oloroso cabello, no la hace perfecta, no para ti. Vale entiendo lo de que tus hijos podría heredar un mejor cabello que el tuyo, pero eso no es excusa.

- A sí, entonces que hago, quedarme soltero y amargado de por vida.

- Claro que no Harry, por eso estoy yo aquí, para ayudarte a encontrar la mujer de tu vida.

- ¿Y cómo vas a hacerlo?

- Con la ayuda de tres fantasmas¿es qué no has leído el libro?- por un momento me pareció que hablaba con Hermione en lugar de Sirius, y que si le contestaba que yo sólo había visto la versión en caricaturas, no me iba a ir nada bien.

- Conozco la historia.

- Pues bien, al dar la primera campanada se te aparecerá el primer fantasma y así sucesivamente y bla bla bla, que ya me aburrí de estar aquí.

- Gracias, no sabía que mi presencia era tan aburrida.

- No lo tomes a mal Harry pero es que tu vida últimamente no ha sido muy emocionante.

- Genial, sobrevivo a un loco y su manada y mi vida deja ser interesante. Pues para que sepas he vivido muchas cosas interesantes últimamente, es más puedes preguntarle Hermione ella sabe todo de mi vida y puede decirtelo.

- A ese punto quería llegar yo.

- Ehhh,

- Bye bye Harry….

- Sirius, regresa… Sirius?

Fin de flashback……

Y ahora he me aquí esperando que den la primera campanada y se aparezca el primer fantasma. ¿Por qué a mí?

Se aceptan reviews, críticas aclaraciones, recomendaciones y ayudas de todos tipo

Gracias, y saludos

Eliza