Cap1: el caballero zorro y la princesa del cerezo

Buenas! Sabéis lo que pasa cuando oyes una canción mientras lees un muy buen fic, y te dices "joder, se me ha ocurrido una buena idea"? Llevo queriendo escribir un fic de drama desde que entré aquí, y al fin tengo una idea que merece la pena explorar. Y encima puedo relacionarlo con una temática que me encanta: la de cuentos infantiles de caballeros y princesas. Esos caballeros fuertes y valientes que se enfrentan a alguna bestia malvada y poderosa (mítico dragón) para salvar a la bella princesa del pelo de color exuberante... no os suena que esos papeles encajan perfectos con ciertos personajes de la serie?

obviamente, está ambientado en konoha, mundo shinobi, abarcará por encima la infancia de Naruto, la gran guerra shinobi y luego se centrará en lo que vino después, donde cambiare lo dispuesto en el canon, y bastante. El pairing es obvio: NaruSaku, y a pesar de que se mencionarán a varios villanos de la serie, el villano será... sonido de tambores... Orochimaru. Si, es mi villano favorito, y lo que va a hacer en este fic es nuevo, muy nuevo. Yo, salvo que me sorprendáis, no he visto ni un fic donde haga lo que va a hacer aquí. La serpiente SIEMPRE me inspira planes maquiavélicos y brutales, ese villano y yo somos almas afines (si lo reducimos a la forma de planear un golpe, lo del gusto sospechoso por los jovencitos y el look... como que no xD)

Espero que os guste, actualizare a mi ritmo, pero es una historia corta, cerca de 10000 palabras, algo que pueda escribir entre tema y tema de estudio. Disfrutar, criticar, comentar y decirme errores e ideas, un saludo!


-aaaaaaaaa- humano hablando

-aaaaaaaaa- humano pensando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de masashi kishimoto y se los vende a pierrot para que se los cargue cuando quiere. Yo sólo escribo esta historia y rezo para que si alguien me pilla la idea para hacer un naruhina, lo haga con elegancia por favor… con tal de que no sea un SasuSaku…


-¡Kaa chan! Léenos un cuento antes de dormir por favor.- pidió con sus brillantes ojos verdes la joven Katsumi, una niña rubia de piel tostada y cinco años de edad que, vestida con ese pequeño pijama de zorritos naranjas, tenía ganada esa batalla desde el primer minuto.

-Está bien Katsumi, ¿Cuál queréis?- preguntó con una suave sonrisa Sakura, mientras acababa de arropar a sus hija con cuidado.

-¿puede ser uno de amor mamá?- preguntó Shinachiku, con esos ojos verdes y ese pelo rubio, tan similares a los de su hermana gemela, vestido con otro pijama de sapos. Sakura le sonrió con ternura, Shina siempre había sido muy emotivo, y eso implicaba que, a diferencia del resto de niños, apreciase los cuentos con carga emocional. En el fondo, aunque eso lo había heredado de su madre, su padre también tenía que ver: Sakura estaba convencida de que, en esas historias, él se veía conquistando a la chica. Tal y como hacía el baka de su padre cuando era niño y las oía en la academia.

-Puaggg, noooo, ¡uno de aventuras mami! Con caballeros y monstruos…- rogó la hiperactiva Katsumi, demostrando la gran diferencia entre ambos gemelos: puede que físicamente fuesen muy parecidos, salvando su diferente sexo, pero en su interior eran como el sol y la luna. Mientras que Shina era tranquilo y con gran empatía, Katsumi era un pequeño terremoto. No hacía falta ser un genio para no ver en ella una versión en niña de un joven Naruto, aunque también la ojijade había contribuido a ello: la pequeña rubia compartía con ella el gusto por esa figura del caballero salvador.

-No quiero monstruos…

-Llorica…

-¡Kaa chan! Katsumi me ha insultado…

-Chivato…

-Tranquilizaros los dos.- ordenó mientras negaba divertida la pelirrosada. Lo dicho, como el agua y el aceite…- voy a haceros caso a los dos ¿Qué os parece si os cuento una historia nueva de un caballero zorro y de una princesa?

-¡Si!- exclamó un contento Shinachiku, ansioso por una nueva historia que añadir a su fértil imaginación.

-¿Pero el caballero vencerá a monstruos?- preguntó una desconfiada Katsumi.

-Ya verás, muchos muchos…

"Érase una vez, en una gran aldea, nació un niño. Un niño de ojos azules y pelo rubio, como vuestro papá, hijo de un rey y de una princesa del remolino, pero que perdió a sus papás muy pronto y tuvo que vivir solo. Ese niño tenía dentro a un zorro de muy mal humor, un zorro de fuego muy muy grande, tanto como una montaña, y muy poderoso, tanto como todas las aldeas juntas, con pelaje naranja y grandes orejas."

-¡Como los zorros de mi pijama!- exclamó una contenta Katsumi, que ya empezaba a engancharse al cuento.

-Kaa chan… ¿Por qué perdió el caballero a sus papás?- preguntó un preocupado Shinachiku.

-Porque sus papás tuvieron que luchar contra un hombre muy malo muy malo, que tenía ojos rojos y una máscara naranja en espirales, y solo pudieron vencerle cayendo ellos también.- explicó con serenidad la ojijade mayor, mientras Shina se encogía un poco en la sabana. Podría parecer cruel contar a un niño de cinco años un cuento que empieza con una muerte, pero Sakura quería que se familiarizasen con ella, que no fuese un tema tabú. Al fin y al cabo, todos ellos vivían en el mundo Shinobi, un mundo donde todo podía cambiar al segundo.- No te preocupes Shina, lo hicieron por defender a su aldea, fueron héroes.

-Yo os defenderé a todos kaa chan, ¡seré una gran kunoichi y hokage, como tou chan!- declaró la pequeña rubia con una sonrisa idéntica a la de su legendario padre, recibiendo un beso en la frente de su madre como contestación. Un gesto que Naruto hacía con ella cuando eran novios, y que ella hacía con sus hijos a menudo. Si les daba la mitad de paz que le daba a ella, no habría problema que no pudiesen superar.

-Lo se Katsumi, y tou chan y yo estamos muy orgullosos de ti por ello.

-Y yo te defenderé a ti hermanita.- prometió Shinachiku, que sólo mostraba esa vena defensora cuando tocaban a sus seres queridos. Pero cuando lo hacía se veía a un futuro shinobi con la voluntad de hierro del clan uzumaki.

-Así me gusta, pero voy a seguir con la historia, que os tenéis que dormir pronto.

"En esa aldea, sin embargo, no querían a ese zorro de fuego, y como el niño era su portador, tampoco le quisieron a él. Pero él nunca se rindió, luchó y lucho hasta convertirse en un caballero de su aldea, y se hizo amigo de otros niños como él, entre ellos un caballero de armadura negra y de la princesa del cerezo. Y juntos hicieron un equipo de guerreros que ayudaba a la gente de la aldea y de fuera, un grupo de amigos que se querían mucho mucho. Y crecieron juntos, siendo nuestro protagonista un caballero diferente al resto. Era gritón, ruidoso, no entrenaba bien y nunca hacía caso de su profesor, un caballero legendario de pelo gris con un ojo mágico; pero nunca se rendía. Se propuso ser mejor que su amigo de la armadura negra y lo fue, se propuso ser reconocido por las personas que antes no le querían y lo logró, y todo ello a base de esforzarse. Y, por encima de todo, se propuso dos cosas: ser rey de su aldea, como su padre; y conquistar el corazón de la princesa del cerezo. Pero estos dos objetivos fueron muy difíciles y tuvo que esforzarse mucho mucho, sobre todo con el último, puesto que la princesa estaba enamorada del caballero de la armadura negra, que era también su mejor amigo y su gran rival."

-que guay kaa chan, la princesa tenía el nombre de ese árbol tan bonito. Me recuerdan mucho a ti esas flores rosas.- dijo un sonriente ojiverde, sin darse cuenta de a quién se refería Sakura. Bendita inocencia.

-¿eran amigos y rivales? ¿Cómo yo y la cuarto ojos de Sarada?- preguntó Katsumi con curiosidad.

-No llames así a Sarada, Katsumi… y si, lo eran. Ambos tenían un vínculo especial, uno de amistad, y a la vez querían ser mejor que el otro. Eso les sirvió para mejorar siempre, y les hizo grandes caballeros. Nunca olvides que Sarada y tú sois amigas. Y os sigo contando.

"Ese equipo de caballeros hizo muchas muchas aventuras por todo el mundo, y nuestro caballero rubio siempre se esforzaba por salvarles a todos. Pero, sobre todo, se esforzaba por lograr que la princesa se fijase en él, incluso la juro que la protegería por siempre. La quería tanto que la defendió de mil peligros, se enfrentó a un malvado monstruo de piel marrón, tres cabezas y brazos muy largos y cuchillas que intento hacer daño a su princesa; la rescató cuando un gigantesco mapache de arena la secuestró; y se enfrentó a una serpiente blanca gigante con sus propias manos para defender a sus dos amigos, una serpiente que se convertiría en su peor enemigo después. Pero, el caballero negro no estaba contento en la aldea, y un buen día se fue, dejando a la princesa llorando y pidiéndole que volviese. Y la chica, confundida y muy ignorarte, decidió pedirle ayuda al caballero rubio, porque sabía que el nunca le fallaba y que encontraría a su amor para traerlo de vuelta, para que así pudiese estar con él para siempre. Y el caballero, a pesar de que la amaba, la prometió traerlo de vuelta, y él nunca incumplía una promesa"

-Kaa chan, pero… ¿Por qué la princesa no hacía caso al otro caballero? Se ve que la quería mucho…- preguntó un confuso Shinachiku.

-¡Eso! Y era mucho más fuerte que el caballero negro, la había salvado de mil monstruos. Yo me hubiese quedado con él, era mucho más guay…- añadió Katsumi.

-La princesa todavía era muy joven, no sabía lo que era querer. Creía que estaba enamorada del caballero negro, pero solo sonreía de verdad con el caballero rubio.- suspiró la madre, maldiciendo internamente su estupidez de niña. La cantidad de buenos momentos que podría haber disfrutado si no hubiese sido tan ingenua…- al caballero rubio le gritaba, le insultaba, incluso le pegaba… lo cierto es que a veces se lo merecía por ser un gritón y un bruto, pero también a veces la princesa se pasaba… era extraño, con el caballero de ojos azules la princesa era incapaz de controlarse, no era como con el resto…

-Eso era porque le quería y no lo sabía, mamá. Por eso era incapaz de controlarse, porque con él no le hacía falta.- declaró el joven uzumaki, demostrándole a su madre lo que ya sabía: junto a esa pose contemplativa había una inteligencia muy parecida a la de su madre y la capacidad de observación de su padre.

-Muy bien Shina chan.

-La princesa era una baka, no se daba cuenta de nada…- comentó la niña rubia.

-Si…- contestó Sakura con una sonrisa. Otra muestra de que sus hijos eran muy inteligentes: Katsumi tenía la capacidad de síntesis más impresionante de toda la nación del fuego, por encima incluso de Shikadai Nara.- eran tal para cual, dos bakas…

"El caballero, tras prometerla traer de vuelta al caballero negro, se fue a hacerse más fuerte junto a un guerrero sapo muy poderoso de cabello blanco, que le enseñó a controlar el poder del malvado zorro de fuego. Y al verle irse, la princesa se puso muy muy triste, y se preguntó por primera vez por qué le echaba de menos tanto. Pasó el tiempo mirando por la ventana de su castillo, preguntándose cuando volvería a ver ese cabello rubio o esos ojos azules. Y pasados dos años por fin dejó de esperar y volvió a verlo. El caballero volvió mucho más fuerte e incluso mucho más alto y guapo. La princesa incluso se descubrió sonrojándose al verlo. El caballero de ojos azules se presentó ante la reina de la aldea de aquel entonces, una babosa de cabello rubio muy sabia muy sabia pero con mucho mucho carácter, y la anunció que quería ir a buscar al caballero negro. Acompañado de la princesa del cerezo, se enfrentó a un señor de muchas bocas que montaba en una paloma gigante y a uno que manejaba mil marionetas, y luego otra vez a la malvada serpiente blanca, a la que venció con la ayuda del gran zorro de fuego. Pero acabó muy herido muy herido, y la princesa se preocupó mucho por él. Y allí, la princesa empezó a comprender una cosa: que quizás quería a ese caballero. Que no era normal preocuparse tanto solo por un amigo más.

Pero entonces, cuando estaban a punto de encontrar al caballero negro, la reina babosa les llamó para decirles algo muy malo: el guerrero sapo que entrenó al caballero de ojos azules había muerto luchando contra un señor de ojos púrpuras anillados muy muy fuerte, tanto como nuestro caballero. Se puso muy triste, ese guerrero sapo era como un padre para él, y la princesa apenas supo como consolarle. La reina babosa le envió con los guerreros sapos a aprender a luchar como ellos, y así vencer a ese señor, y el caballero tuvo que volver a despedirse de la princesa, que estaba muy triste porque no podía ayudarle con nada. ¿Cómo iba a ayudarle? Él era muy muy fuerte, pero sus enemigos lo eran más, y la princesa en cambio no tenía nada más que lágrimas y gritos… muy a menudo, la princesa se preguntaba qué había podido ver en ella… y mientras estaba entrenándose, ese señor tan malo atacó su aldea. La reina babosa, el guerrero del ojo mágico, unos guerreros panda con armadura Samurai, los guerreros lobo… nadie podía vencerlo, y eso lo vio nuestra princesa. Y, en ese momento, cuando necesitaban un héroe, ella sólo pudo pensar en una persona. Aquella que le hacía reír y llorar como nadie, la que le demostraba que no había imposibles, la única que sabía hacer su corazón latir rápido o lento con una sola palabra. Gritó el nombre del caballero con todas sus fuerzas, y el caballero respondió.

En una inmensa nube de humo, el caballero apareció con una capa roja de llamas negras, su cabello rubio al aire y acompañado de tres sapos de seis pisos de altura. La princesa no podía verlo, porque estaba muy lejos, pero cuando le dijeron que había aparecido se sintió muy feliz, estaba segura de que podía vencer a ese señor de los ojos púrpuras. Lucharon como nunca, y por un momento parecía que iba a ganar, pero entonces el hombre malo consiguió inmovilizarlo. Parecía que iba a perder, pero entonces alguien apareció para ayudarlo. Y no fue la princesa del cerezo, que estaba tan lejos que no podía saber que pasaba. Fue la princesa de las dos lunas, una chica de pelo azul oscuro muy fuerte, que siempre había estado enamorada de nuestro caballero. Con su ayuda, consiguió liberarse, y siguió luchando contra ese señor malo con la ayuda del zorro de fuego. El señor malo incluso le golpeó con la luna para vencerle, pero el caballero lo soportó y consiguió vencer. Y no sólo eso, sino que acabó convenciéndole de que fuese bueno. Porque nuestro caballero tenía un corazón de oro, y supo que ese señor no era tan malo. Incluso le prometió que acabaría con las guerras. Y así hizo un nuevo amigo, otro más en su larga lista. Porque nuestro caballero nunca incumplía una promesa.

Y cuando volvió a la aldea, todos sus amigos le esperaban: el hombre insecto, el ciervo de las sombras, la flor de pétalos amarillos y azules… y las dos princesas. A pesar de que la princesa del cerezo sabía que quien se merecía recibirlo era la princesa de las dos lunas, que ella era muchísimo mejor princesa para nuestro caballero que una chica que solo sabía llorar, vio que el caballero solo buscaba con la vista a una persona, y que no era esa princesa que le había salvado… y algo dentro de ella la impidió apartarse. Mientras la princesa de las dos lunas fue incapaz de ir a hablar con él, nuestra princesa se dirigió a donde él estaba y… le pegó un coscorrón, por imprudente. Y luego lo abrazó, lo abrazó como no había abrazado a nadie. Y no era por agradecerle salvar la aldea, o vencer a ese señor malo. Era por volver con ella. Por no dejarla sola. Por ser lo único seguro que tenía la princesa en su vida. No se atrevió a besarle, pero con ese abrazo quiso decírselo bien claro. Gracias… y te quiero."

-¿Ves como le quería?- comentó con una sonrisa de oreja a oreja Shinachiku.

-Pues yo me hubiese quedado con la princesa de las dos lunas. Era fuerte, le quería desde siempre y no le pegaba coscorrones…- contestó Katsumi, obteniendo una sonrisa irónica de la pelirrosada.

-Yo también habría elegido a esa princesa para él…

-Pues yo no.- repuso con fuerza Shinachiku, sorprendiendo a su hermana.- el quería a la princesa del cerezo, y la princesa le quería a el. Y el caballero no se rendía jamás, ¿Por qué se iba a rendir en lo más importante?

-Porque la otra princesa era más mejor para él.- se enfurruñó su gemela.

-Y mucho más guapa Shina chan. Y cocinaba bastante mejor…- añadió Sakura, obteniendo una mirada de sorpresa de la joven rubia. ¿La princesa sabía cocinar?

-¡Ves! ¡Seguro que le haría ramen todos los días!- afirmó una exultante katsumi.

-Pero eso no es el amor. Amor es ser feliz y hacer feliz a la otra persona, que lo he leído en los cuentos de mamá, y el caballero sólo sentía eso con la princesa del cerezo. Si lo hubiese sentido por la princesa de las dos lunas, habría ido a abrazarla a ella.- contestó con seriedad el rubio menor. Y Sakura no pudo evitar sentir su corazón latir con fuerza cuando oyó ese discurso de su hijo. A veces necesitaba que se lo recordasen.

-Como me recuerdas a tu padre cuando das esos discursos.- le respondió la haruno, mientras acariciaba el rostro del niño con dulzura.- bueno par de pillos, que ya es muy tarde y mañana va a ser imposible despertaros, así que a dormir.

-¡kaa chan!- exclamaron los dos al unísono.- que estaba en lo más emocionante

-Ya, pero es muy tarde.- contestó la ojijade mientras terminaba de arropar a sus retoños, que la miraban con un adorable mohín de enfado idéntico en cada gemelo. Sakura besó la frente de los dos gemelos, que la seguían mirando con esos ojitos verdes y un gesto enfurruñado.- si os portáis bien y os dormís, mañana seguimos, ¿vale?

-¡Vale Kaa chan!- exclamaron al unísono, cerrando los ojos con una sonrisa.- buenas noches mama.

-Buenas noches, Shina chan y Katsumi chan.- se despidió la pelirrosada mientras apagaba La Luz del cuarto, dejando a los gemelos dormir.

Ya era tarde, se sentía cansada. Había trabajado todo el día en el hospital, y luego había ido a recoger a los gemelos de casa de su madre. Había hecho la cena, les había perseguido por toda la casa a voz en grito para que se bañasen y se lavasen los dientes, y había logrado que se durmiesen con ese cuento. Solo deseaba irse a la cama y dormir, pasar de una vez ese día. Porque, sobre todo, esa historia la entristecía, la absorbía la esencia vital. Pero también necesitaba contarla, necesitaba recordar esos momentos. Lo único que le quedaba tras el ascenso del rubio a hokage, ahora sólo tenía vacío… se introdujo en su cama, donde le esperaba su marido, ya casi dormido.

-Conseguiste que se durmiesen ¿eh?- comentó somnoliento, mirando a la pelirrosada quitarse los anillos y los pendientes, dejar su colgante en su mesilla tras darle un beso y recostarse en la cama.

-Si, cada día cuesta más… tienen la energía de su padre…- se quejó la ojijade, mientras le daba un beso a su esposo. Cuando el hombre intentó profundizar el beso, la kunoichi le apartó. Hoy no tenía cuerpo para eso en ese momento.- voy a dormir ya cariño, estoy muy cansada.

-No pasa nada cariño, te entiendo, son fechas difíciles.- contestó con un tono comprensivo.- ¿necesitas hablar?

-No, estoy bien, solo estoy cansada…- mintió la mujer.

-Está bien… si necesitas algo, solo dímelo. Te quiero Sakura, hasta mañana.

-Y yo a ti…- contestó la kunoichi. Algunas veces, esa afirmación era cierta, a ratos le quería como se merecía. Pero en otros, como ahora, recordaba lo que fue en su día y lo que era ahora, y su corazón se congelaba. En esos momentos no amaba a nadie fuera de sus hijos. Y su matrimonio solo se volvía un parche. En algunos momentos, desearía volver atrás en el tiempo.


Bueno, pues aquí tenéis a mi nueva historia activa. Joder, son tantas que cualquier día adquirirán conciencia de sí mismas, se rebelaran y tomarán el mando...

Tenéis una introducción de los personajes y una idea de cómo irá la historia. Espero que os hayan caído simpáticos los gemelos uzumaki, he decidido tomar el camino difícil y no presentar al clásico niño hiperactivo y niña sensible, cambiar los papeles. ¿Por que la niña tiene que ser así y el niño de la otra manera? Aquí queda bien me parece a mí. Un niño sensible y muy listo, una niña hiperactiva y terca, ambos con un poco de su padre y de su madre. Adoro el momento en el que shinachiku opina sobre ese momento post pain en la aldea, a alguno le parece que no tiene razón? Le acaban de salvar la vida a Naruto con confesión de amor incluida y... todo quedó en el limbo. No se me ocurre una forma de decir "no estoy interesado en ti" más clara... tb fue cómico el momento en que katsumi revela ser naruhina sin saberlo. Una de cal y otra de arena, con lo que les ha contado Sakura todos se quedarían con Hinata, una tía fuerte, que cocina bien, guapa... pero claro, si el amor se redujese a esa versión tan... machista... pues todo sería muy fácil. No, se trata de que haya sinergia entre la pareja, algo más que tener una criada y matriz andante, que es lo único que creo que le aporta Hinata a Naruto viendo el desarrollo canónico (y me jode, Hinata me cae bien, pero no encaja, es así de simple...)

En cuanto al final... algo no anda bien en el matrimonio de Sakura. Se descubrirá al final, y quizás se resuelva, de momento sabemos que la ojijade es infeliz en su matrimonio por momentos, como si estuviese con su esposo por sus hijos y ya. Una visión muy borutesca de su matrimonio, que le pasara con Naruto? Quizás la magia se acabo? Ya se vera. El siguiente capítulo será... promesa cumplida. Disfrutad, un saludo!