18/12/2007: Aquí estamos empezando la segunda parte de mi fic "Harry Potter y el poder del amor". Para los que os gustó la primera parte, en la segunda os esperan muchas sorpresas. Recordemos las cosas importantes que sucedieron en la primera parte del fic:

- Harry descubre a su tía Elizabeth y su prima Valerie. Elizabeth es la hermana de James Potter.

- Aparece Frances Prewett, una prima de Ronald y Ginny.

- Draco Malfoy no es tan desagradable por que sí, tiene una terrible razón para serlo. Finalmente escapa del peso de su apellido.

- Harry estudia para Auror.

- Harry se da cuenta de que está enamorado de su mejor amiga, Hermione Granger.

- Fallecen los señores Granger.

- Reaparece Sirius Black.

- Muere Vernon Dursley. Petunia y Dudley se vuelven afectuosos con Harry.

Y en el último capítulo... Harry visita a Hermione en casa de su abuela. Es la víspera de su partida a Hogwarts. Quiere despedirse de ella. Le deja una carta que le ha escrito por si le sucede algo. Andrea, la hermana de Hermione la abre y la lee. Harry le confiesa a Hermione su amor. Andrea convence a su hermana para que vuelva al colegio.

Disclaimer: Todos los personajes (salvo algunos de mi invención) pertenecen a JK Rowling y a WB


Capítulo 29: El último curso

Hedwig me despertó la mañana del uno de septiembre con su ulular. No quería levantarme. No quería ir a Hogwarts si Hemione no iba a estar. Eso hacía mucho menos seductor otro año en el colegio. Y estaba lo de Voldemort, lo de la profecía y lo de que aquel sería mi último año en el colegio. Esos últimos años lo había sentido mi hogar, pero ahora que Sirius se recuperaba satisfactoriamente, tenía a la tía Elizabeth y a Valery, ya no lo necesitaba tanto. Incluso tenía a mi tía Petunia y a Dudley. Petunia había empezado a trabajar para el señor Lovegood como secretaria y Dudley había retomado sus estudios. Al fin Hedwig consiguió que me levantase. Me duché y me vestí como si me costase un enorme esfuerzo hacerlo. Valery entró en mi habitación como si de un huracán se tratase cuando me estaba peinando. Ella tenía todo el entusiasmo que a mi me faltaba. Bajé mis cosas haciéndolas levitar. Era un gusto ser mayor de edad para poder utilizar la magia a mi voluntad. Elizabeth y Sirius nos esperaban con un fantástico desayuno preparado. Huevos revueltos, bacon, salchichas, tostadas, zumo, leche con cacao. Después del desayuno salimos de casa y nos subimos en el coche. Nos despedimos de Sirius. El trayecto hasta King's Cross sería largo. Llegamos una media hora antes de las once de la mañana, la hora en la que puntualmente salía el expreso. Cogimos unos carritos y fuimos al andén. Había bastante gente pero todavía no estaba lo suficientemente abarrotado para ser día uno de septiembre. Elizabeth se encargó de subir nuestras cosas al tren. La tía Elizabeth me abrazó, me besó las mejillas diciéndome que me cuidase mucho y que no hiciera tonterías en el colegio. Valery cogió su bolso y subimos a buscar un compartimento vacío. No habíamos visto a los Weasley así que seguramente todavía no habrían llegado. Me senté al lado de la ventana para ver llegar a Ron y a Draco. Draco que había pasado las vacaciones en Grimmauld Place y llegaría con los Weasley. Valery se sentó en frente. Llegaron como siempre, apurados en el último minuto. Ronald se sentó a mi lado y Frances al lado de Valery. Draco se sentó al lado de Ron. Cuando oímos chillar a la locomotora Valery suspiró resignada.

- Supongo que al final no va a venir a Hogwarts- dijo refiriéndose a Hermione.

- Tú hubieras hecho lo mismo- dijo Ronald.

Fue entonces cuando la puerta del compartimento se abrió. Todos miramos. Allí estaba Hermione. Llevaba el pelo revuelto, tenía las mejillas rojas, llevaba botas de tacón, vaqueros, camisa, chaqueta y bolso. Sonreí. Ella me devolvió la sonrisa. Valery le hizo sitio al lado de la ventana, justo en frente de mi. Dejó su bolso en el porta maletas de encima de nuestras cabezas y su chaqueta.

- Pensé que no llegaba. Ese maldito taxista se quedó en un atasco, tuve que venir corriendo, Recordadme que haga más ejercicio… estoy muy floja.

- ¡Cómo me alegro de que vinieras!- dijo Valery abrazándola.

- Creo que de lo contrario, Andrea me hubiera traido de los pelos.

No podía dejar de mirarla, como si de un segundo a otro se desvaneciese como el humo. Hermione volvía a ser Hermione, alegre, simpática, pero en su mirada había un fondo de tristeza que antes no había. No dejamos de charlar en todo el trayecto hacia el colegio. En la estación de tren de Hogsmeade nos bajamos del tren y ocupamos nuestros lugares en los carruajes de camino al colegio. Los de primero iban caminando como siempre. Amanda Moore nos esperaba a la entrada.

- Señor Potter, srta. Granger, la profesora McGonagall les espera en su despacho.

- Bien empezamos- murmuré

Fuimos al despacho de McGonagall. No me explicaba era para qué diantres querría hablar con Hermione y conmigo. Hermione y yo nos sentamos frente a McGonagall que nos mostró dos insignias con las letras "P.A." grabadas.

- ¡Premio Anual!- dijo Hermione y cogió su insignia emocionada.

Yo me quedé mirando la insignia. Era muy parecida a la insignia de capitán de Quidditch. Pero aquella distinción era para gente como Hermione, personas admirables, que eran un ejemplo a seguir. Hermione era un ejemplo de constancia, tenacidad y determinación. Pero yo… ¿De qué podía ser ejemplo¿De la mejor forma de infringir el mayor número de normas posibles?

- Qué pasa Potter. ¿No quieres ser premio Anual?

- Es solo que… ¿Por qué yo?

- Es un ejemplo de valor y superación. Además se que hará buen equipo con la señorita Granger.

- Pero… ¿Y Ron?... ¿Y el equipo de Quidditch?

- Weasley seguirá siendo prefecto. No se preocupe Potter, no será destituido de su cargo de capitán, solamente nombraremos al señor Weasley subcapitán para que le ayude con sus labores. ¿Está de acuerdo?

- Sí- dije sonriendo y cogiendo la insignia.

- Hay más cambios. Tendréis habitaciones individuales. Me imagino que ya sabrán dónde están.

- Sí, al pie de las escaleras- dijo Hermione resuelta.

- Correcto. Granger, instruya a Potter en sus labores.

Me levanté para salir. Hermione se quedó hablando con McGonagall. Yo me encaminé hacia el Gran Comedor. Hermione me alcanzó antes de entrar, había venido corriendo. Nos abrazamos, el corazón me latía como loco.

- ¡Qué bien!, los dos Premios Anuales…

- Sigo opinando que no lo merezco… pero bueno… me lo tomaré en serio ¿no?. Por cierto… ¿De qué querías hablar con McGonagall?

- Como decidí venir en el último momento no tenía el material necesario. Necesito una capa nueva… libros… Tinta… una mochila nueva… Me ha dado permiso para salir mañana.

Entramos en el Gran Comedor y nos sentamos junto a Ron y a Valery. Justo en ese momento llegaron los alumnos de primer curso. En cuanto acabó la selección de los chicos, Valery nos preguntó sobre las insignias. Ron parecía más emocionado con su rol de subcapitán que con seguir siendo prefecto. No cesó de hablar y hablar sobre técnicas, sus ideas para el equipo y etc… Cuando acabamos de comer el director dio por finalizada la velada y dijo que los prefectos podían llevar a los nuevos a sus habitaciones.

- Ron…, Harry y yo hacemos la patrulla.

- Joooo…. Hermione… que aguafiestas eres…

- ¡Vale! Ronald Weasley más te vale hacer la ronda bien… ¿entendiste?... vamos Harry.

A Hermione le exasperaba esa falta de responsabilidad de Ronald. Hermione se dirigió a los alumnos de primero. Cuando mencionó mi nombre casi todos me miraron sorprendidos, comos si no supieran de más que estaba en Hogwarts. Otros me miraban sin entender por qué los demás se sorprendían tanto, hijos de muggles, por supuesto. Comenzamos a caminar hacia la sala común de Gryffindor. Allí las chicas se fueron Hermione y los chicos conmigo. Los llevé hasta la habitación de los alumnos de primer año. Cuando volví a la sala común, Hermione estaba sentada en el sofá. Poco a poco vimos pasar a todos los estudiantes de Gryffindor hacia sus cuartos. Cuando Ron apareció con Neville, Valery y Frances, Hermione se puso como una energúmena porque no había dado las vueltas por el castillo que le correspondían. Ronald, enfadado volvió a salir por el retrato.

- Vienes a dormir Hermione- dijo Frances.

- Oh…. No os lo dijimos… ya no dormiremos con vosotros, veréis, al ser Premios Anuales tenemos habitaciones individuales- dijo Hermione.

- Pero puedes venir a la fiesta igual- dijo Valery

- Anoche no dormi mucho… y estoy agotada… Organizaremos otra más adelante… ¿ok?

- Harry… tú...- dijo Neville.

- Me gustaría…- dije mirando de reojo a Hermione, Ahora que era premio Anual ¿se me permitian hacer esas cosas?- Sí, iré.

Se fueron escaleras arriba. Nosotros fuimos hacia la puerta que había entre los dos huecos de escalera que había para ir a las habitaciones. Detrás de la puerta encontramos una sala en la que había dos puertas. Mi habitación era la de la izquierda y la de Hermione la de la derecha. Las habitaciones eran muy amplias y comfortables. Mi habitación tenía cuarto de baño privado, pequeño, eso es cierto, una cama, un escritorio, un armario, una chimenea y una butaca frente a la chimenea. Salí de la habitación a la vez que Hermione salía de la suya. Estaba preciosa. Llevaba un camisón de color rosa, pantuflas rosas y una chaqueta de punto larga. Llevaba el pelo suelto, muy largo y gafas de pasta. No tenía ni idea de que llevase gafas, pero estaba muy guapa.

- ¿Vas a la fiesta de pijamas?

- Sí, habrá que controlar que no beban mucho porque mañana hay clase.

- Oye Harry, podemos hablar un segundo- dijo ella. Estaba nerviosa, conocía de más los gestos que hacía cuando estaba nerviosa y esta vez se enroscaba un mechón de pelo compulsivamente.

- ¿He hecho algo malo?

- No… Harry… no me odies… leí tu carta… bueno en realidad yo no la leí… la leyó mi hermana que es una cotilla… No te enfades.

- Pero….- dije notando como la sangre se aglutinaba en mis mejillas- era por si me pasaba algo… me traicionaste.

Me deshice de su mano que estaba sobre la mia desde que me había dicho que teníamos que hablar. Me di la vuelta. Me moría de vergüenza. Sabía que estaba enamorado de ella… Me sentí encerrado. Era posible que no hubiera lugar en el universo que aquella noche me permitiera alejarme de ella lo suficiente y que me permitiera no sentirme como un estúpido.

- ¡Te quiero!- dijo ella cuando yo ya había alcanzado la puerta.

- ¿Qué?- me giré y la miré a los ojos.

- Que te quiero tontito…- dijo sonriendo, recorriendo la distancia entre los dos. Me cogió por las manos. Todo mi cuerpo temblaba- Te quiero, te quiero tanto que no tengo palabras para expresarlo. Te quiero desde siempre.

Nos abrazamos. El corazón me latía como si se me fuera a salir del pecho y mi mente parecía que no coordinaba los pensamientos. Cerré los ojos y la apreté un poco más contra mi. Hundí mi cara en su cuello. Aspiré su olor mientras sentía la caricia de su pelo.

- Por favor… dime que no estoy soñando…- dije.

Se separó un poco de mi. Nos miramos a los ojos. Me sonrió. Me cogió por las mejillas y me besó. Sus labios eran tal y como los recordaba y su beso fue maravilloso. La cogí por la cintura acercándola más a mi. No podría decir cuánto tiempo estuvimos allí besándonos, ni cómo llegamos hasta la butaca de mi habitación. Solo sabía decir que había encontrado mi pasatiempo favorito, besarla. Me pasaría la vida refugiado entre sus brazos y con sus besos como única guarida. Hermione se separó un poco de mi.

- ¿No ibas a la fiesta?- dijo.

- ¡Al cuerno con la fiesta!- dije antes de buscar un beso más.

- Harry… vete... si vamos a tener mucho tiempo para estar juntos.

- Bueno, pero solo porque me lo pides tú.

Me levanté. Hermione también se levantó. Ella fue a su cuarto. Nos despedimos con un beso en el hall de entrada. Yo salí a la sala común. Justo en ese momento llegaba Ronald. Seguía igual de ofuscado que cuando se había ido hacía una hora y media aproximadamente.

- ¿Qué haces aún aquí?- dijo Ron- ¿No me digas que esa chiflada de Granger te hizo esperarme a ver si cumplia con la ronda?

- ¡No!

- No se cómo la aguantas…

- Hermione es una buena chica, Ron, se preocupa…

- Oh, sí, lo olvidaba, cómo vas a habar mal de ella con lo loco que te tiene.

"Ni te lo imaginas" pensé para mis adentros. Solamente sonreí enigmáticamente. Ron me pasó un brazo por encima de los hombros y fuimos escaleras arriba mientras le explicaba lo de mi nueva habitación. Los chicos estaban en lo mejor de la fiesta cuando los dos llegamos. Bebí una cerveza de mantequilla y comí unos dulces. Me lo pasaba bien charlando con mis amigos, pero me moría por estar con Hermione, aunque solamente fuese mirándola. Cuando volví decidí entrar en la habitación de Hermione. Se había quedado dormida en el sillón frente al fuego, con el libro abierto en el regazo. La hice levitar con cuidado y la llevé hasta su cama. Le quité la chaqueta, las gafas, le solté el pelo y le quité el libro. Dejé el libro y las gafas en su mesita de noche. Después la tapé. Dejé la chaqueta sobre la silla y la besé en la frente. Después salí en silencio de la habitación de Hermione para ir a la mia. Estaba cansado, pero no podía dejar de pensar y dar vueltas a todo lo que había pasado esa noche. Apenas pude pegar ojo esa noche de lo emocionado que estaba porque al final fuese mia.


¿Qué os ha parecido? Un principio de fic potente ¿Ehhhh? DEjad reviews porfi porfi...

Capítulo siguiente: Hermione se va de compras. Cuando vuelve al castillo Harry está bastante frío con ella. ¿Por qué será¿Se habrá arrepentido?