Disclaimer: Mucho, mucho crack para ti, Himaruya, pero agradecemos tu interés.


Glasgow 2014

Suena el timbre de casa de Escocia. Este está en el ordenador y lleva puesto el pijama de borregos de Bélgica, dispuesto a una sesión de amor propio... al menos aun no ha empezado, sólo se ha puesto en posición, pone los ojos en blanco.

WHO IN THE HELL IS IT?!

Suena el timbre de nuevo, dos timbrazos. Bélgica no oye del todo porque llueve y está ocupada en no empaparse.

GET LOST! —grita al notar que nadie le contesta, empezando lo que se disponía.

Bélgica parpadea porque esta vez sí le ha oído. Frunce el ceño extrañada y vuelve a tocar el timbre a la vez que saca su teléfono."Hello?"

—¡QUE TE JODAN! ¡PÁSALO BIEN BAJO LA LLUVIA, NO PIENSO MOVERME! —grita, notando que le vibra el teléfono en la mesilla que no se sabe si está CUBIERTA de cajas de pizza y botellas de cerveza o está HECHA de cajas de pizza y botellas de cerveza.

Albaaa?! —medio grita entre la lluvia.

Escocia se detiene, extrañado, soltándose el asunto y mirando hacia la puerta... ¿esa voz? Vuelve a sonar el timbre y a vibrar el teléfono y se masajea los ojos porque además así no hay quien se relaje, que le den al de la puerta, se va por el teléfono.

"¿Qué tanto me gritas que no entiendo?"

"¿Gritarte?"

"¿Te importaría discutir esto de mejor manera?" Se queda pegada al timbre. "Wait a sec, tengo que partirle la cara a alguien" y ahí se va. Bélgica frunce el ceño descolocada en la puerta.

What the hell is wrong with you! ¡Como me rompas el timbre más te valdrá que esté el puto ejército alemán entero tras de ti, capullo! —grita yendo a la puerta y abriéndola de golpe. Se detiene parpadeando con el puño en alto. Bélgica parpadea y parpadea otra vez. Porque además la imagen es un poco...

He... llo? ¿Estás borracho? —Esa es una mala pregunta que hacerle a un hombre libre, chiquilla, la proporción de afirmación es siempre preocupante y además no tiene nada que ver con esto.

B-Belgium —parpadea un par de veces, también.

—Ehm... Alba?

—¿Qué estás...? ¿Cómo...? ¿C-cuando...?

Bélgica, sea como sea, le empuja un poco huyendo de la lluvia para entrar, cerrando el paraguas y arrastrando su maleta.

—Que... Veo que... ¿Qué acaso no te acordabas?

Él se aparta un poco por inercia, cerrando la puerta porque además hace frío y de repente cae en la cuenta del ordenador con la pantalla en la que se ve una peli porno. En un revuelo toma a Bélgica de los hombros y la empotra contra la puerta para que no vaya hacia el salón, de repente está a menos de un palmo de ella. Bélgica parpadea genuinamente... DAFAQ, con toda la actividad.

What are...? You... You... Eso... ¿Es mi pijama?

—Ah... —se sonroja... y se sonroja más al recordar que lo lleva puesto, aun manteniéndola contra la puerta—. ¿Qué no era que venías la semana que viene? —cambia de tema.

—No, dijimos que vendría el nueve —asegura sin un pelo de duda.

—Dijiste que el ocho tenías una reunión y sería demasiado justo.

—Dije que vale, que vendría igual...

—Ehm... —evidentemente no te esperaba hasta el dieciséis. Insisto en el asunto de que están hablando mientras Escocia la sostiene de los hombros, inmóvil contra la puerta. Bélgica se humedece un poco los labios porque... Ehm... Bueno si saben que Escocia le gusta, ¿verdad?

—P-Pues aquí estoy —y no es precisamente poco sexy que me acabes de aplastar contra la puerta.

—Hum... yes... —sonrisa un poco nerviosa—. Necesito... ejem. Un minuto.

Ella levanta la mano y le detiene del resorte de su pijama y el escocés se sonroja más con eso, bajando la mirada. Bélgica inclina un poco la cabeza y se le acerca dándole un beso, que se lo devuelve y tal como tiene ahí las manos, hasta la abraza.

Ehm... El beso no se tranquiliza, de hecho al contrario... Es que trae su bloody pijama de borregos y eso es sexy. Pues si no se tranquiliza es que... lo que estaba haciendo y de lo que tenía ganas no ayuda. De hecho es muy probable que la mano de Bélgica ya este directa sobre su culo.

Vaaaale... a la mierda entonces ahí vamos a magrearle las tetas... claro que sí. Y si puede ser, empotrarla un poco más contra la puerta con bastante satisfacción mientras se pregunta cómo ha podido vivir sólo a base de porno por los últimos tiempos... puede que sea su último pensamiento lúcido antes de que la irrigación sanguínea…

Yo que iba a sugerir que se separara... Ahora o Bélgica sabrá que estabas viendo una peli porno ¡A la mierda lo que estaba viendo! ¡La está viviendo! Pues no hay más... Es que no le va a detener.

Puede que te la tires ahí mismo en la puerta si se te da la gana... Jóvenes, parecen adolescentes. Conste que ha sido ella que le ha puesto la mano en el culo... Además como SÓLO lleva el pantalón del pijama, vas a tenerlo desnudo en tus brazos así de rápido.

Claro, si eso es JUSTO lo que la ha llevado a ponerle la mano en el culo, de hecho ya empezó la tentación cuando le puso la mano en el resorte.

Ehm... Terminadas las labores... Temblando contra la puerta... ¿Ahora sí que decías que necesitabas qué? Escocia aun le respira sobre el hombro y el cuello unos segundos.

O... k... —se ríe un poco, aún abrazándole, con las rodillas de gelatina.

Hello?

Hello... Belgium... Nice to... Meet... You... —sonríe ella recitando lo que tenía que decir y dándole un beso en el hombro.

Very... very... nice —se ríe un poquito él.

—Voy a... Preguntar una vez más... —otro beso por ahí —, ¿por qué... traías mi pijama?

—No tengo ni idea de lo que me hablas.

In fraganti —se ríe buscándole la mirada. El pelirrojo sonríe y se sonroja un poco —. A-Aunque no puedes decir que no me haya gustado la idea de que me... Bueno... Esto es mejor que romperme la cara.

—Creía que eras alguien más... de veras no te esperaba hasta la semana que viene.

Bélgica sonríe más y cierra los ojos dándole un beso rápido en los labios.

—Eso quiere decir que no te preparaste en lo absoluto... —hace notar malignamente.

—Eso quiere decir que sigo necesitando un minuto. Es lo que me habría preparado, no te creas.

—¿Un minuto? Mmm... No quiero darte un minuto, quiero ver a Alba en su hábitat natural... No va a haber siquiera comida, ¿verdad?

—Sinceramente... no lo sé —confiesa derrotado pero sonriente—. Luego no me digas que no te lo advertí... —traga saliva y la suelta un poco.

—Siempre me dices lo mismo, que me adviertes todo. Yo también te advertí que vendría —responde buscando sus calzones.

—Lo digo por el minuto... —le da un poco de vergüenza ponerse de nuevo los pantalones del pijama, así que sólo los recoge del suelo y trata de escaparse hasta llegar donde tiene el portátil y el papel de baño, para al menos bajar la pantalla sin que vea.

—¡Espera! —le pide antes de que se vaya y él se detiene—. Pantalones, dámelos —pide sonriendo y acercándose a él con una mano en los pechos.

—Eh... —es que le gustan.

—Préstamelos... Prometo dejarte el fetiche cuando me vaya para que... Duermas feliz. Traigo otros parecidos —se ríe quitándoselos de la mano—, si quieres puedo dejarte esos también.

—No son para dormir —replica y se cubre un poco con las manos.

—¿Ah no? —levanta una ceja poniéndoselos de espaldas a él.

—Yo que tú no me los pondría...

—¿Perdona? —se los mira. Pueden que tengan algunas manchas raras... ejem. Alguien tiene que poner una lavadora.

—Tengo... ropa más limpia, puedo prestarte.

—Estas... Esto... ¡Ugh! —protesta sintiendo la tela no tan tersa como debería... Empieza a reírse aún haciendo cara de asco, el escocés pone los ojos en blanco, un poco sonrojado—, ¿cómo puedes ser...? ¡Ugh! Albaaaa!

—Yo no te esperaba esta semana —repite y ahora sí se escapa un segundo a bajar la tapa del portátil aunque sea con un pie.

—Sí, sí quiero que me... Prestes algo un poco más... —se los quita, ahora sí sin notar que se ha escapado, aún protestando y mejor yendo a buscar en su maleta.

—Vale, ahora los traigo, espera aquí —responde a eso y se dirige al cuarto, corriendo.

Bélgica toma sus zapatos y los coloca juntos al lado de la puerta. Se pone el sujetador, sonrojadita y sonriendo aún y ahí ya empieza a ver el desastre, y no ha pasado del pasillo de entrada.

El escocés aprieta los ojos notando todo su cuarto. Ropa limpia, ropa sucia, todo mezclado, revistas porno, más botellas de cerveza y colillas de puro en ceniceros colmados por todas partes... ¿es que brotaban o qué? Empieza a recoger un poco lo más rápido que puede metiéndolo todo bajo la cama o dentro del armario y empiezan a salirle cosas raras que no encontraba como platos de comida asquerosos, un libro que quería leer, un peine, una rosa de Francia seca y destruida de hace quien sabe cuánto, un par de duendecillos que creían haber muerto...

—¡Pongo aquí el paraguas a secar! ¿Tienes un trapo? Ha escurrido todo y hay un pequeño lago en la puerta —pide Bélgica alzando la voz para que le oiga por encima de la lluvia.

No hay respuesta y los platos sucios acaban en el lavamanos del lavabo, donde de repente nota el terrible olor que desprende y como han brotado hongos por todas partes en los últimos quince minutos. Aprieta los ojos y acaba metiendo ahí algunas cosas también. Luego cierra la puerta y decide vetarlo hasta que se consiga una cedula de habitabilidad. Se viste con unos pantalones y una camiseta suya (se da unos segundos para intentar elegir una bonita a pesar de todo) y elige la mejor y más limpia y nueva sudadera que tiene para Bélgica.

Alba? —mete la cabeza a la sala.

—¡Voy! ¡Voy! Wait —responde aun recogiendo cosas, no te lo creerás pero ahora las está tirando por la ventana y eso que Britania fue hace más o menos poco y recogió algunas cosas de las más viejas o de las más evidentes al menos.

—¿Qué haces, hombre...? Ya te dije que ya me imagino —no, no te imaginas —, que si no me esperabas hoy esto será un desastre...

—¡Ah! —se asusta un poco girándose y cerrando la ventana con cara de culpable—. Ehm... te puedo prestar... toma —le tiende la ropa. Ella sonríe, extrañándose un poquito con el asunto de la ventana pero sin darle importancia. Toma la sudadera.

—¿Qué tan cliché es que te pida una sudadera para ponérmela, eh? —se mira a sí misma—. ¿Qué tal? —Y algo nos dice que es la última vez que vas a considerar esa sudadera tuya, Escocia.

—Bastante —lo peor es que además le gusta como le queda. La belga sonríe un poco sonrojándose levemente.

—Bueno... Pese a la confusión... ¡Ya estoy aquí! Aunque creo que te... enteraste ya en la puerta...

Escocia se humedece los labios y sonríe un poco porque lo de la puerta... le ha gustado.

—¿Ah? ¿Eras tú? —bromea y ella frunce el ceño y se ríe un poco.

—Ehm... ¿Sueles pagarle así a la chica de la pizza?

—Nah, antes había una chica bonita pero cambiaron los dueños y ahora es un chico de unos dieciséis con la cara llena de granos. Suelo partirle la cara y ya me las da sin pagar.

—Encantador... Debe adorar que llames —sonríe un poco y mira a su alrededor—. Bueno, ¿vas a enseñarme tu casa? La verdad tengo bloqueada la vez que vine...

—Ah... —mira alrededor como es que está TODO revuelto y se pasa una mano por el pelo—. ¿Seguro que no prefieres salir?

—Seh, bueno... ¿Quieres salir? —pregunta caminando un poco hacia el centro de la habitación.

—Pues... —mira a la ventana donde sigue LLOVIENDO.

—O podemos... Jugar cartas o algo así —extiende la mano para tomar algo de la mesa y la observa... Porque es que hay tantas cosas ahí que se queda un poco pasmada sin saber qué tomar... Decide bajar la mano y se gira a mirarle a él—. ¿Entonces? ¿Cerveza?

Yes. Vale. Igual habrá que salir luego porque no tengo cena —se va hacia la cocina.

—ALGO debes tener... ¿Qué ibas a cenar sin mí? —se le va detrás.

—Pues... no lo sé —la mira abriendo la nevera —. Quizás salía a pastar hierba.

—¿Y a buscar una ovejita que te hiciera compañía? —se ríe y le abraza un poco por la espalda, mirando ella la nevera.

Yes, eso mismo, y después de la compañía me la comería al horno.

—Cual si supieras preparar una... Ya, fuera de broma... ¿Tienes ovejas?

El británico sonríe con el abrazo, dejándole mirar en la nevera donde sóoolo hay latas de cerveza, medio limón, una botella de coca cola con agua del grifo y un apio, por algún motivo. También hay un yogur que nadie asegura que no esté caducado.

—Muy bonito... Y saludable. Serás ahora el ejemplo contraste cuando Romano me riña diciendo que tengo demasiadas cervezas —apunta extendiendo una mano por cervezas —, ¿quieres ir mañana al súper?

—No toca aun, mira, me queda un brócoli y un yogur —ni siquiera es brócoli, es un apio.

—¿Eso es un brócoli? —sonríe de lado señalándolo.

—Claro, mira, es verde.

—¿Y todo lo verde es brócoli? Es un apio, Alba —se ríe —. Cielos...

—Bueeeeno, es lo miiismo —se ríe un poco haciendo los ojos en blanco y abriendo una cerveza.

—Qué va a ser lo mismo —se ríe un poco más abriendo ella también la lata y dándole unos tragos.

Well, si hay suerte amainará la lluvia de aquí a la hora de cenar.

Bélgica mira un poco a su alrededor notando la pila de trastes en el fregadero, la basura desbordándose y el caos general de la cocina. Traga saliva un poco preocupada. Escocia aprieta los ojos al notar a donde mira. Está seguro que de nuevo, esta mañana la cocina no parecía tan guarra, es como si la sola presencia de ella lo hubiera... bueno, hecho ver toda la mierda con otros ojos.

—¿Por qué no volvemos mejor al comedor?

—Ehm... Vale —le da otro trago largo a su cerveza, ahora curiosa por ver todo el caos. Otra de esas cosas que no muestran en los libros de vikingos—. Oh, por cierto... ¿Tienes planes para el fin de semana? Si vine cuando no creías... ¿Vas a estar ocupado con otra de tus conquistas o algo?

—Ah... eso. Yes, well, quizás debería llamar. O mejor que se jodan y aprendan de una vez que hago lo que me sale de los huevos sin explicar a nadie —claro, claro tú mantente en tu respuesta rebelde de en realidad tipo ocupado cuando te daba igual este "finde" o el que viene.

—Uhh... Se me olvida que estoy saliendo con un Chico malo —sonríe viendo a su alrededor de nuevo al volver al comedor.

Donde también hay un montón de cosas, basura sobre todo. El escocés se acerca al sofá retirando un poco lo que hay encima, lanzándolo a un rincón... salen unas PELUSAS de este tamaño, una pipa de fumar hachís, una ristra de condones de colores y una caja de bombones belgas, eso sí.

También hay envoltorios de caramelos y más cervezas, claro, eso ya ni hace falta decirlo... y un misterioso cachivache hecho de hilos, alambres, celo y clips con el que juega a montar y pegarle papelitos o atarle cosas mientras ve la tele o habla por teléfono.

—Cielos... Esto es como estar en la ciudad sumergida de la Atlántida, si le sacaran toda el agua —se ríe un poco —. He de admitir que cumples con el cliché perfectamente.

—Es para despistar a los ladrones, así no saben dónde están las cosas de valor —se ríe.

—Hay... Como diez toneladas de... Pff, ya, claro, valiente excusa —cielos... Eso es, son latas... Y esa cosa de allá es, iugh! Y... Cielos, vale, eso no lo ha tocado nadie desde hace veinte años, ¡le miro desde aquí el polvo! —. Eso sí, pase lo que pase, vas a estar muy bien protegido —asegura señalando los condones.

—Vale, ¿cuánto vale tu silencio? ¿Si te doy cincuenta libras y te dejo las llaves de mi coche prometes irte por una hora y olvidarte de todo esto? —propone. Ella se ríe un poco y le mira a los ojos.

—¿Sólo una hora?

—No va a ser habitable pero al menos dejarás de tener miedo de pillar una infección.

—De hecho estoy preocupada por ti... Siento que volveré en una hora y la casa te habrá comido —se ríe más.

—Nah, eso no, ya la tengo dominada. Ahora en serio, sé que llueve, pero insisto en salir.

—Ah, ¿no era en serio? Pretendía darte una hora de verdad... Eso o robarme tu coche...

—Es que he pensado que me da más pereza quedarme aquí una hora recogiendo que llevarte a un pub aun más asqueroso que esta casa y que luego al volver te parezca un palacio de limpieza —planea y Bélgica aprieta los ojos y niega con la cabeza ante tales expectativas—. ¿No?

—Es decir, sea como sea te da una pereza infinita recoger, pretendes sacarme, emborracharme y traerme aquí completamente ahogada —lo que no es nada difícil —, para que no note el maremoto de... ¿Estás seguro de que no pasó un huracán o un tsunami por aquí?

—¿Me creerás si te digo que un ejército de duendecillos ingleses la tienen tomada conmigo?

—Sí, sólo que no sé qué tiene que ver con esto —sube las piernas al sillón y se le echa encima un poco —. Tu casa es un caos.

—Ellos son los que desordenan todo —la aparta un poco para levantar el brazo en uno de eso movimientos que ya deberían haber aprendido, pero que siguen siendo torpes —. Además no es un completo caos, mira, ese estante de ahí esta medio vacío —señala, es el de arriba del todo, aun así hay polvo. La chica se ríe y se pega con el brazo de Escocia en la cabeza, no muy fuerte, aún así consigue recargarse del todo en él.

—Es un total, completo y absoluto caos y temo que estoy viendo nada más la punta del iceberg —levanta la cara y le mira a los ojos... Le da un suave beso en los labios.

—Ehm... mira, eso sí está limpio —sí, claro, el mueble bar. Punto para ti.

—La única parte de la casa que sí usas... Bien, Alba... Ya con eso me quedo tranquila —ojos en blanco. Escocia aprieta los ojos y se ríe.

—Pues peor es lo tuyo que no sales corriendo a pesar de ello.

—De hecho justamente te iba a decir... Que te tengo dos noticias —le mira a la cara y él la mira de reojo—. Una es buena para ti y por lo visto mala para mí... Otra es mala para mí y FATAL para ti.

—¿Ajá?

—La buena es que no, no voy a salir corriendo...

—Pues cómo será la mala…

—¿Querías que saliera corriendo? —levanta las cejas y le mira a los ojos.

Yes, of course, de hecho de haber venido la semana que viene hubiera ensuciado más, ¿sabes? Faltan como algunos grafitis en las paredes... jeringas y quizás un par de ratas —sonríe y a la belga se le abre la boca sin que pueda evitarlo—. Les habría puesto nombre, McDougal y McArthur.

—Pues te aseguro el sexo con McDougal y McArthur no sería mejor que conmigo, eso sí —le guiña un ojo y él se ríe—. La muy mala es que vamos a tener que recoger todo esto.

—¿Cómo? ¿Ahora?

—Pues podríamos arreglar ALGO ahora y acabar entre mañana y el domingo —le mira preguntándose si no será él el que la quiera echar ahora.

—Esto es cosa de tías, mi madre dice lo mismo... —sonríe.

—Por una vez estoy de acuerdo con ella... Es decir... Yo entiendo que eres el infinito soltero y no espero que la casa huela a flores y el baño a popurrí pero...

—El caso es que... ¿De veras quieres limpiar? Puedo volver a esa propuesta de una hora.

—Hmm... ¿Me estoy viendo muy mamá o muy metiche?

—No... Es que a mí me daría un palo tremendo.

—Es que... Me agobia un poco más de lo que me da pereza —confiesa y sonríe —. ¿Qué vas a hacer, sinceramente, si me voy una hora?

—Pues recoger yo solo.

—Vamos a... Vale, vamos a hacer eso así. Lo siento, sé que te da una pereza tremenda, pero... —le sonríe—, dame las cincuenta libras y las llaves de tu coche.

Escocia suspira riéndose un poco y asiente. Ella le mira vacilando un poco porque tampoco quiere verse como una loca histérica por la limpieza y el orden pero es que... Es un poco desastroso.

—¿Prefieres que te ayude? En serio puedo ayudarte, puede ser más divertido... Tú me cuentas intimidades, yo lavo los platos, tú los secas... Nos salimos por completo del cliché...

—Tú decides.

—Iba a ir a comprar algo para cenar... —se muerde el labio y aprieta los ojos—. Ok, vale, quizás sí soy demasiado... Demasiado. Podemos salir si quieres como habías planeado y no hacer nada.

—Vamos a recoger un poco para que puedas cotillear hasta que encuentres algo suficientemente inapropiado y luego nos largamos —complementa el plan. Bélgica se ríe un poco apretando los ojos y sonrojándose levemente.

—Ese suena a un buen plan —admite incorporándose un poco—. Casi hasta me ilusiona imaginarme qué es lo peor que puedo encontrar...

—¿Qué crees que sea? —pregunta dejando que se levante.

—Uff... Temo que lejos de ser una gran perversión sea una gran suciedad... ¿Sabes? Una caja de pizza con una promoción del mundial de México o algo así.

—Si encuentras dinero avísame.

—El dinero no es divertido... Venga, ayúdame y dime dónde buscar cosas asquerosas y tétricas.

—Asquerosas en la cocina, seguramente, me parece que tengo un paquete de pasta preparada que es quien se me come la comida. Pero de eso quizás mejor me ocupo yo

La chica arruga la nariz y hace cara de asco.

—¿Me estás diciendo entonces que puedo ver lo que sea de dónde sea? —pregunta mirando alrededor.

—Básicamente... si no te ha dado asco ya —se encoge de hombros.

Decir que no le ha dado asco ya es mucho decir, empezando porque se puso unos pantalones pringados de... Asquerosidad. Pero bueno, a ella le ilusiona la idea de reformar al highlander/vikingo.

—Dame un trapo húmedo...

—¿Y una bolsa? —se levanta para ir a la cocina.

—Una GRAN bolsa... La madre de todas las bolsas —Pide empezando a mover cosas en la mesa que tiene más cerca, y encontrando seguramente desde ya cosas... Extrañas.

—Ahora te la traigo —suspira yendo a por ello. No la odies demasiado, Escocia.

Sale de la cocina y se lo pasa decidiendo que van a usar más el baño que la cocina, así que prefiriendo empezar por ahí. Creo que cinco minutos más tarde, Bélgica va por otras tres bolsas a la cocina. La cara que debe poner al verlo sacar platos sucios del baño... de hecho, creo que justo le ve cuando vuelve con las bolsas... Levanta una ceja con cara de DAFAQ.

—Ehm... Eso empieza a estar en mi lista de cosas raras, ¿comes en el baño?

—Sólo cuando ya no me quedan superficies limpias en el comedor —ese tono en el que no se sabe si es en serio o no—. Está empezando a darme miedo la cantidad de cosas que tendré que hacer para comprar tu silencio.

Bélgica levanta ahora las dos cejas con la primera declaración y luego se ríe.

—¿Qué cosas estás pensando en hacer para comprar mi silencio? Aún no hemos establecido los términos...

—No estoy seguro... ¿Hay algo con lo qué comprarlo a estas alturas o mejor trato de matarte? —pregunta yendo a poner música —. ¿Algo que quieras oír?

—Lo que quieras que no sea música tranquila y romántica —es decir la música que oye ella—, que seguro escuchas todo el rato. Mmm... Diría yo que aún puedes comprarme, aunque si sale una rata... O cucarachas...

—Cázala y la desayunaremos mañana —responde poniendo una emisora de radio de esas de éxitos de los ochenta y los noventa.

No! —cara de pánico—, ¡¿de verdad puede salir una?!

—¿Quién sabe? No lo creo, porque ya se habría muerto de hambre, a no ser que le guste la cerveza —se ríe con la cara de Bélgica.

—O las sobras de pizza... De verdad, no quiero sonar completamente convencional, pero tienes... Deberías... Ok, vale... Creo que te gustaría que esto estuviera un poco menos, Ehm, así.

El escocés se encoge de hombros volviendo al baño, pensando en cómo cojones va a compensar esto, aunque le hace gracia todo este asunto. Bélgica suspira sonriendo un poco de todos modos y volviéndose a la ardua tarea de sacar un carretón de basura y limpiar un poco más.

—¡Hay platos debajo de la cama! —suelta sorprendida. Es como Blanca Nieves con todos los enanos condensados en uno solo.

—Creo que puedes dejar lo que hay debajo de la cama.

—¡No! ¡Si vamos a dormir en ella, puede reptar y comernos!

—¿Cómo nos va a comer?

—Pues así... Puede reptar por la cama y subirse por mi pierna y violarme —cara de asco de la cual el pelirrojo se ríe—. Tienes ropa vieja aquí... —y probablemente es de Francia—. Y tanto polvo que podríamos hacer castillos de arena...

—Es para plantar María.

—Claro, respuesta más rara no se podía esperar. Uff! ¡Vas a tener que traer a alguien mejor que yo para que limpie todo esto, pero mira! Al menos ya he sacado los platos... Y creo que tu regalo de cumpleaños va a ser un gran paquete de desechables.

—¿Para que haya más repartidos por toda la casa? —espera que no encuentres alguna libreta con escritos...

—Para que al menos podamos tirarlos... Esto tiene moho... Moho muerto —una libreta podría interesarle.

—Ah, pobre... entiérralo en el patio y di unas palabras emotivas.

—¿Yo? ¡Si el moho es tuyo, no mío! —empuja un poco los platos alejándolos de la cama y se sienta en ella sonriendo un instante antes de abrir el cajón de la mesita de noche.

—Está bien, luego rezaremos por el alma del moho.

Levanta las cejas viendo una libreta y pensando en un primer momento que es una Biblia... Hasta que la abre. No es un diario... pero hay cosas escritas en diferentes bolígrafos de colores o lápices, dependiendo de lo que encontrara, no para hacer bonito... también hay algunos dibujos.

Mira hacia el baño, sonríe un poco y... Uff, ahí se va a chismosear lo que hay escrito. Sube los pies a la cama y se recarga un poco en la cabecera (El ENCANTO de los brits... Inevitable).

Hay cosas más o menos entendibles que son como canciones o poesías, y cuentos empezados. Hay algunas en gaélico escocés para gaita, hay notas musicales y dibujos del cuarto o de objetos concretos de la casa. También hay algunos de mujeres desnudas y de animales mitológicos.

Sonríe pasando las hojas con interés, haciendo los ojos en blanco al ver a las mujeres desnudas y más aún con el asunto de los seres mitológicos. Hay sirenas, dragones y monstruos... duendes y algunas... porno-hadas y porno-sirenas.

Se ríe un poco con esto... es que entra perfecto en su sueño del vikingo que por un lado es un bestia y por otro tiene esta cara ehm... Medio sensible (porno...). Escocia parpadea un poco al oírla reír, sin entender ahora qué debe haber encontrado.

Se va hasta el final del cuadernillo buscando a ver si encuentra algo sobre Francia o... Ejem... Sobre ella. Nombres no vas a encontrar. Nah, algún dibujo o algo que implique incremento en productividad... O algo que pueda adjudicarse. De hecho sólo cotillea esas últimas hojas con más interés preguntándose cuando habrá escrito algo la última vez. Sonríe tontamente con todo lo que ve/lee, ¿ves? ¿Ahora entiendes por qué a Francia le gusta tanto Inglaterra?

Quizás algunas sirenas del final se parezcan a ella… y si no se parece, ella se va a ver medio parecida. Total, para imaginarse cosas... Sigue sonriendo medio estúpida y si fuera Francia ya estaría escribiéndole algo en la libreta, esta chica es un poco menos fastidiosa.

Belgium? —asoma la cabeza. Bélgica sale de la estupefacción y torpemente tira la libreta al suelo levantándose de la cama.

—Ehm... Je... Hey! Tú has dicho que podía verlo todo.

—¿Todo? —la mira en la puerta sin saber de qué habla. Ella cambia el peso de pie, sonrojadita.

—Además me parece mono y es... Diferente —se encoge de hombros.

—¿El qué?

—Ehm... El... —miradita a la libreta de reojo en el suelo —. Tu cama.

—¿Mi cama?

Yes. Es mona... —dos pasitos a la libreta para cubrirla un poco porque por alguna razón, le parece que al escocés le dará vergüenza.

—Ehm... vale —se encoge de hombros y apaga la luz del baño porque considera que ya medio está. La chica se agacha aprovechando que se ha girado a la luz —¿Entonces ya has encontrado algo lo bastante asqueroso para parar?

—De hecho encontré algo lo bastante... —sonríe levantándose libreta a la espalda —Yes, Well... Creo que habría que poner sábanas limpias.

Ah, yes —se acerca al armario y aprieta los ojos pensando en lo todo que ha metido ahí dentro antes —. Ya lo hago, no te preocupes.

La belga abre el cajón y mete otra vez el cuadernito. Suspira mirando alrededor.

—Creo que está mejor todo, ¿no?

Yes. Thank you —sonríe con las sabanas en la mano que ha aprovechado para sacar mientras estaba de espaldas… es que me lo imagino en movimiento de ninja. Abre, la pila amenaza con caérsele encima y matarlo, detiene, saca, cierra. Sonrisa de un millón de dólares.

—¿Y a qué lugar espeluznante vas a llevarme?

—¿Alguna preferencia? —empieza a deshacer la cama.

—Mmm… no sé, ¿qué tal un lugar romántico de esos que te gustan con mesitas y una vela en el centro...?

—No tenemos de esos en las highlands.

—Ah... Entonces a un table dance donde bailen... Ovejas —mal chiste. Parpadeo, parpadeo.

—Tengo drogas para eso en algún lado —sonríe.

—Ehm... Vale, no... Mal chiste, mal chiste. No lo sé, a donde quieras, a... Cenar, ¿dónde cenas cuando sales? O... ¿Pides siempre? ¿Quieres pedir? Ahora es menos monstruoso, no hay nada asqueroso que me coma.

—La verdad, con lo que has hecho, mereces elegir tú.

Por un lado se piensa que afuera llueve... Y ahora mismo está muy cómoda y calientita en la sudadera de Escocia, podrían cenar y hablar... Por otro lado piensa que cenar medio limón...

—¿La verdad, la verdad? No se me antoja nada salir... Preferiría jugar cartas y que me cuentes cómo es que adquiriste el gusto por las sirenas.

—Entonces salimos mañana —se encoge de hombros y sonríe—. ¿Qué gusto por las sirenas? —pregunta acabando de montar la cama.

—Algo me dice que te gusta el porno con sirenas... ¿Si traen cena aunque llueva?

—Si no lo hicieran sólo trabajarían dos veces al año, en verano.

—Oh... ¡La lluvia infinita! Es verdad... Aún mejor. Mmmm... Encontré un montón de ropa por cierto, algo me dice que hay ropa ahí que no es tuya.

—¿Por qué lo dices? —inclina la cabeza.

—No te veo con ropa con iníciales bordadas.

—¿Y por qué no? —levanta las cejas.

—¿Me estás diciendo que tienes camisas rosa pálido con las iníciales de Francia bordadas en los puños?

—No, me lo estás diciendo tú. ¿Va en serio?

—Sí... Mírala... Está más sucia que nada, pero... —se encoge de hombros y Escocia levanta las cejas acercándose a verla, acabando de poner las sábanas. La belga le ayuda a poner las fundas de las almohadas... ¿Por qué no?

—¡No sabía que dejaba ropa aquí! Creo que siempre piensa que no hará tanto frío, pero SÍ lo hace.

—¿Le echas de menos? —sonríe de lado y no del todo cómoda.

—¿Eh? —parpadea dejando de sonreír y la mira. Ella se encoge de hombros —Bueno... A veces, con según qué cosas, me cae bien —se encoge de hombros—. Pero no demasiado, general —Bélgica le sonríe un poquito—. ¿Y tú?

—Nah —no suena del todo sincero —, es decir... Lo extraño en cosas raras...

—¿Cuáles cosas raras?

—No te ofendas, ¿vale? —le sonríe. El escocés levanta una ceja—. En cosas tontas como que me abra la puerta o en que… a veces las cosas eran más fáciles con él.

Escocia hace un poco los ojos en blanco pero bueno, al fin y al cabo es cierto.

—Por eso digo que en realidad lo extraño en cosas raras... Más en la logística en sí que en que me entusiasme más... él —se le acerca—. Sólo vi la camisa y...

—Podríamos hacerle una foto y mandársela para que sepa que no volverá a verla nunca —propone y ella sonríe más.

—Conociéndole, seguramente se retorcerá y protestará y pagará rescate si se lo pedimos.

—Pagar rescate... —sonríe. Bélgica se ríe ante la perspectiva.

—Creo que si yo fuera England estaría preocupado, me parece que quiere más a su ropa que a él —el británico se ríe con eso y ella le empuja un poco para caerse sobre la cama. Levanta las cejas dejándose, claro —. No sabía que hicieras cuentos, por cierto.

—¿Cuentos? —se gira de lado hacia ella.

—Sí, que escribieras cuentos, o poesía, o música... O que dibujaras.

—¿De dónde sacas eso? —parpadea sonrojándose un poquito.

—Pues... —le toca la mejilla en uno de esos gestos súper latinos —, vale, yo estaba haciendo como que no te diría —confiesa. Él la mira a los ojos, dejándola que le toque lo que quiera—. Pero tienes una libreta.

Escocia levanta las cejas y se sonroja pensando que la ha encontrado por ahí mientras recogía. Ella sonríe inocente.

—Lo has... lo... —aprieta los ojos porque además hay más de una.

—Estaba ahí y sólo lo abrí y empecé a hojearlo y... Cielos, ¿soy así como la novia súper creepy?

—Había más motivos para no dejarte limpiar ¿Qué tanto has leído? —se tapa los ojos con una mano.

—Ehm... Poco —mentira.

Wait! Has visto las... ¿sirenas? ¿Por eso me has preguntado antes? —cara de pánico porque quien sabe si se habrá reconocido. Bélgica se sonroja un poco y asiente.

—¡Pero son bonitas! Y tú has visto a Bob.

El escocés se echa apretando los ojos tapándoselos con las manos.

—No es lo mismo —tú le has visto con tus pantalones de borrego y has sabido para qué los usa y has visto cómo es que te dibuja como sirena y escribe cosas sensibles... y toda la guarrada desastrosa de porno y alcohol. La belga le abraza, acercándose a él.

—De verdad me gustas... Y por ridículo que suene me gusta saber todas esas cosas.

—Sí, ya, bueno, claro... ¿y a quién no? —el sarcasmo.

—No, no... Pero no es porque me quiera burlar o por el morbo, es que... Ugh, perdona, no debí leerlo y luego no debí decirte, pero no pasa nada porque lo sepa, sólo hace que me gustes más.

—Y hace que yo confíe menos en ti —la fulmina un poco y ella se muerde el labio con eso.

—Tú dijiste que podía... —se defiende.

—Ayudarme a limpiar y a recoger, no husmear.

—Querías que encontrara algo que me detuviera —suspira cerrando los ojos —, vale... me he pasado al leerlo, aunque tú habrías hecho lo mismo en mi situación, quizás sólo ahorrándole el contármelo.

—¿Crees que yo no te habría preguntado? Es tan importante conocer tus secretos como que tú quieras que los conozca.

Bélgica vacila un poco en lo que iba a decir cerrando la boca.

—E-Es verdad... —le da la razón poniéndose boca arriba en la cama y doblando las piernas —, he robado algo que no debía y que no puedo devolver.

Escocia suspira, pensando que quería llevarla a un lugar y menos mal que no lo ha hecho, sabiendo esto ahora.

—No importa, no ha sido con mala intención, si no lo tuviera todo desordenado no habrías tenido que ordenarlo todo y no lo habrías encontrado.

—Si fuera un poco más paciente y menos curiosa... —se humedece los labios y piensa que él también husmeó su maleta... Claro que no tenía nada, pero seguro de haberlo tenido lo habría leído/visto (vio tu porno-libro)—, en fin... Al menos sabes ahora que he visto tus notas, para bien o para mal —se sienta en la cama y él la mira—. Tú también husmeaste en mis cosas.

What? Yo no husmeé en tu casa, me mostraste tu vibrador porque quisiste.

—No, pero está mi pijama...

—¿Vas a compararlo? —se sonroja un poco porque ese asunto y lo que hace con él sigue siendo turbio—. También llevas tú mi sudadera.

—No, no, hablo del pijama... Hablo de algo que traía en la maleta —se sonroja un poco con lo de la sudadera y aprieta los ojos.

What? —y no hablemos de tu sujetador, que debía estar debajo de la libreta y ahora es propiedad escocesa. La chica abre un ojo y le mira intensamente.

—¿De verdad... me dirás que no sabes de qué hablo? —le mira, escéptica. Escocia parpadea porque es que no le pareció para tanto, así que no se acuerda—. The Sheik?

—El libro... ¿qué con ello?

—¡Ves! Husmeaste mi maleta —se sonroja un poco más—, es... Más o menos lo mismo.

—No, no lo escribiste tú. ¿O sí?

No... No, but... ¡Es algo parecido! Si lo leo...

—Yo también lo leí, pero me pareció un poco malo.

—Ugh!

—Es verdad, ella es bastante incongruente y no existen los tíos como él —aquí los conocimientos de Escocia. Las orejitas de la belga se ponen rojitas.

—Es... Una imagen mental del tipo rudo y a la vez suave que la estrella contra la puerta de entrada y a la vez puede escribir música... —se sonroja. Escocia parpadea unos segundos con eso—. A lo que voy es a que el libro es bastante vergonzoso —indica con los ojos cerrados—, y representa algo de mí que no voy diciendo por el mundo y que también es un secreto, aunque a ti no te parezca tan grave porque yo soy una chica que se supone que lee libros tontos como ese y no un chico que es en teoría incapaz de hacer algo sensible...

—Pues... espera... —inclina un poco la cabeza entendiendo lo de la música y la puerta. Belbel abre los ojos y le mira—. ¿Estás diciendo que te gusto porque te recuerdo a los personajes de esos libros?

—Quizás no es tan vergonzoso como leer algo que tú escribiste, pero tú también tienes mis fanta... —se calla, cierra la boca sonrojándose más y girando la cara.

—Oh cielos —aprieta los ojos—. Nunca, NUNCA se lo cuentes a Eire —de hecho, ni a Eire ni a ninguno).

—Ugh... No te burles —protesta dándole un golpecito.

—No, no, es que... ¿sabes que los hay de los nuestros? De Highlanders... rara es la Navidad que no me cae uno de esos como regalo de burla.

Es posible que se haga un capullo dentro de tu sudadera y no vuelva a salir hasta la próxima temporada. Sí. Sí sabe que hay de highlanders. España le dio uno y después de ese se ha comprado varios, de hecho trae uno en la maleta... forrado de periódico.

—Por supuesto todos acaban pasto de las llamas, pero... sólo faltaría que tú les confirmaras aún más —la mira de reojo.

—Shush! —le calla con la cabeza dentro de la sudadera. Él parpadea, gatea hasta ella y la abraza un poco. Bélgica se le recarga encima—. ¿Ves? Tú también sabes cosas... Y husmeas en cosas que antes muerta que decirte... —murmura.

—¿Qué quieres pedir para cenar? —decide cambiar de tema. Ella se queda callada unos instantes y se relaja visiblemente con el cambio de tema.

—¿Qué es lo más bueno?

—¿Aquí? La música —la prueba de lo malo de la comida… Bélgica se asoma un poco por el cuello.

—¿Qué es lo menos asqueroso?

—Mmm... Quizás la comida china, o las pizzas... o el pollo, eso son franquicias y es igual de mierdero en todo el mundo.

—Mmmm... —sonríe un poco y saca del todo la cabeza—. Pollo. ¿Te apetece?

Yes —asiente y sonríe un poco y la belga se relaja más aún al verle sonreír.

—Bien... No más rarezas por hoy, ni más limpieza ni nada —se le acerca a darle un beso rápido.

Escocia cierra los ojos y se va detrás cuando se aparta. Ella le deja alcanzarla sonriendo más y cerrando los ojos. Y es un beso un poco más largo después de la "pelea"… Es que la deja sonriendo como idiota, pero como idiota.

—Bien, esto de venir una semana antes me está gustando, pese a todo...

—Vete tú a saber porqué.

—Me la paso muy bien —aun no se le quita la sonrisa idiota.

—Debes estar mal de la cabeza —se ríe un poco.

—Pues tú estás más mal que andas con la loca —le hace un cariño y él se ríe—. Y la loca tiene hambre.

Ok, Ok... voy a llamar —la suelta y se levanta. Bélgica se levanta tras él, arreglándose un poco el pelo.

—¿Sabes? Me dan curiosidad tus hermanos...

—¿Curiosidad de qué? —busca en la cocina el teléfono el número del restaurante.

—En general, creo que se llevan fatal... —se va al refrigerador y saca dos cervezas—, pero a la vez verles hablar es bastante divertido, todo el rato están atacándose.

—Unos a otros sin piedad ni tregua —asiente, mirándola de reojo—. Somos encantadores.

—¿Cómo conseguía tu madre que no pelearan?

—¿De dónde sacas que lo conseguía? —sonríe yendo por el teléfono ahora sí.

—Pero es que con cuatro... ¡Y pequeñitos!

—Y todos así de peleones como de mayores.

—¿Y no se metían con ella?

—¡Por supuesto que nos metíamos!

—Es que cuatro y así como ustedes... De hecho ahora me pregunto cómo sobrevivió… Es decir, bueno... No sobrevivió pero no fueron ustedes...

—Ah, no la compadezcas tanto, también ella es de armas tomar —marca el numero llevándose el teléfono al oído.

—¿Ah sí? La imagino, gritos a todos, la mitad castigados, la otra mitad sin comer —le extiende una cerveza abierta.

—Algo así —sonríe y asiente antes de volverse al teléfono empezando a pedir.

Bélgica sonríe, también yendo a sentarse al sillón, notando que el lugar se ve más limpio y, con ello, es posible ver en sí que la casa sí que tiene un aire bastante escocés. Muebles de madera oscura, la chimenea, una manta de cuadros, unas pieles de oveja... y… La gaitaaaa.

Se acerca de hecho a verla decidiendo que quizás el pelirrojo debería tocar un poco para ella (va a arrepentirse seguramente...). Aunque España también toca gaita... No es que no haya visto una nunca. Se ríe bajito sin poder imaginar al escocés tocando un instrumento fuera de... La batería o algo así, la gaita parece... Melodiosa.

La carga un instante y seguro consigue un PiiiIiiiIii leve que la hace dar un salto. El escocés mira a ver qué es lo que suena acabando de dar su dirección. Ella se sonroja un poco y le hace una seña de tocar la gaita, según ella, seguro parece que está tocando la flauta. Esta niña es torpe.

Escocia se despide al teléfono, colgando y sonriendo un poco.

—Esta cosa ha protestado porque la toqué —la acusa.

Yes, eso es básicamente lo que hace todo el tiempo.

—Toca algo —se ríe.

Directo a tocarte una teta, pero así, como flash. Gritito, un salto y lo mira un poco con cara de "¿qué demonios fue eso?".

—Dijiste que tocara algo —se encoge de hombros.

—¡No, tontooo! ¡Con la gaita!

—Aaaah —se finge tonto, como sea, ha vuelto a pillar cacho. Toma la gaita. Bélgica se ríe un poco haciendo tsk tsk tsk... el chico comprueba que el orbe esté lleno de aire con algunos gemidos más de la gaita—. ¿Qué quieres oír?

—Ehm... ¿Una cancionquesuenebienconlagaita? No sé... ¿"Oh, pastizal querido" o algo así?

Escocia se ríe y se la acomoda con naturalidad, empezando a tocar.

Bélgica, que está más acostumbrada a las gaitas más tradicionales con lamentos y gemidos, se queda impresionada mirándole tocar y admite, sinceramente, que... Pensó que sería considerablemente peor, ¡hasta suena bien! Además es todo un highlander cuando toca la gaita... Carraspea cuando acaba. El escocés sonríe quitándosela de la boca.

—¿Qué te parece?

—E-e-Es... Es... —balbucea embobaaaada —. Wow.

—Se llama "Scotland, the brave", es lo más parecido que tengo a un himno —le sonríe. Bélgica le sonríe también y… Joder, ¿podrías estar un poco menos idiotamente encandilada?—. ¿La habías oído antes?

—Seguramente en... Heartbrave —se sonroja un poco y sonríe de lado mirándose los pies.

—Ya te cansarás de oírla en Julio.

—¿Ah, sí? —levanta una ceja mirándole de nuevo.

Well... or maybe not.

—Reformulo... "¿Qué pasa en julio?" —Hace los ojos en blanco y se ríe.

—Son los juegos de la Commonwealth en Glasgow.

—Los... ¿Juegos de la Commonwealth?

Yes, los juegos de la mancomunidad. Es como unos juegos olímpicos, pero sólo para los que pertenecemos o pertenecieron al imperio británico... y este año los organizamos aquí.

La belga se muerde el labio porque... ¿Es que no se odiaban a muerte? Es divertido que a pesar de ello haga unos juegos de la mancomunidad.

—Siempre es una absoluta batalla campal porque en las olimpiadas todos competimos juntos en el mismo equipo como United Kingdom, pero en estos cada uno de los cuatro tiene su propio equipo.

—He de decir que suena SUMAMENTE... —se ríe, sí, es una chica y el deporte le importa bastante poco —, tierno.

—¿Tierno? —levanta una ceja sin esperarse ese adjetivo. En la vida le han parecido tiernos estos juegos.

—¿Cuando dices que es? ¿En julio? Voy a tener que anotarlo en mi agenda y pedir vacaciones porque... Hombre, venir a ver como se pelean los hermanitos y la familia en unos juegos especiales suena como una barbacoa familiar gigante... —y cuando lo dice en voz alta es que piensa que quizás no suena tan divertido...

—No es exactamente una barbacoa familiar gigante —se ríe—. Y esto me recuerda que no sé si alguien se lo ha dicho a my mother...

—A eso suena... De hecho creo que es tu madre debería pedir vacaciones, ya se lo... —Se ríe interrumpiéndose—. Eso decía, seguro estará impresionada de verles a todos.

Escocia sonríe y suena el timbre. Bélgica le da un trago a su cerveza esperando que vaya a pagar, y con una buena sensación en el estómago. No que faltara mucho para julio... Pero la idea de que tuviera planes con ella le gustaba.

Así que ahí se va él a abrir la puerta y a pagar la comida sin protestar nada, hombre, acababa de ayudarle a limpiar toda la casa, gracias.

—¿Has visto lo que he cocinado? —pregunta entrando de nuevo al comedor.

—Huele muy bien... —asegura sonriendo.

Of course, soy un gran chef —lleva las bolsas hasta la mesa del comedor.

—Aunque por pegarte el rollo voy a decir que creo que no deberías comer esa comida diario y a preguntar si alguna vez alguien ha usado tu... —se detiene a sí misma—, bueno... Es obvio que sí.

—No la como a diario, también están los platos preparados del supermercado y los congelados, ¡y hasta como verdura! ¡Tengo un brócoli en la nevera que lo demuestra!

—¡Apio, lo que tienes es apio! —le toma de la cintura por la espalda y le da un beso en la mejilla poniéndose de puntas antes de sentarse.

—Es lo mismo... además, antes no he querido decírtelo, pero el moho que ibas a inhumar en realidad era verdura también —sonríe girando la cara un poco a ella con el beso mientras saca las cosas de la bolsa.

—¡El moho no es verdura por más verde que sea! —se ríe organizando la mesa con los desechables y las servilletas —, cielos, eres... el peor cliché de "soltero testarudo" que hay.

Escocia se ríe con eso ayudando a organizar.

—¿Quieres platos de verdad? Puedo lavar un par en lo que voy por más cerveza —ofrece. La chica le mira y sonríe un poco con la propuesta.

—Vale... Eso y otra cerveza —whiskey no, pero cerveza bebe a la par que tú, si te descuidas puede acabarse todas las de tu refri.

El británico asiente dejándola a ella que acabe de sacarlo todo mientras los trae, mientras Bélgica saca todo nota lo rápido que esto se ha convertido en tremendamente... Familiar y bastante cómodo. Se sonroja un poquito pensando que ayuda mucho el Ehm... Primer encuentro del día... Rompe bastante el hielo.

Sí, eso es lo bueno... y además podrás notar que sigue el interés tras ello, lo que es una buena señal en realidad.

Se sonríe a sí misma justamente notando que... Bueno, claramente la tensión sexual después de diez minutos de haber entrado por la puerta ha quedado eliminada... Y aún así él parecía genuinamente contento de que estuviera ahí. Por dios, si hasta le había puesto a limpiar y había leído sus secretos... Y él hablaba de Julio. La sonrisa de boba aumenta...

—¿Y a dónde me vas a llevar mañana?

Escocia en la cocina piensa en realidad, otra vez, en el hecho de lo que suele costarle en realidad hablar con la gente sin que estos le juzguen de malas maneras o estén constantemente atacándole por su forma de ser agresiva... mientras que ella parece relajarle de algún modo, ni siquiera ha fumado casi nada. Levanta las cejas al notar que casi no siente ansiedad.

Lo malo es que ahora que se ha acordado sí que le apetece fumar... decide igual esperar a después de cenar. Y ese asunto de los escritos... cielos, tenía que esconder mejor eso. Estaba seguro que no podría haber reconocido nada pero... igualmente, no volvería a pasar. A ver si conseguía mantener la casa más o menos bien en vez de que las pelusas le dieran los buenos días cuando se cruzaba con ellas en el pasillo de camino a la cocina.

Pelusas heartbroken... ¿Tantos años de convivir a diario y nos cambias por la primera que te aguanta? La cuestión es que ella tiene vagina. Pechos... sonríe un poco más, tontamente y se pregunta si querrá otra vez antes de ir a dormir… Reflexión básica masculina en esas es que vuelve al comedor.

—¿Y a dónde me vas a llevar mañana?

—Ah... ¿en todo el día? Pues... si no llueve quizás podemos ir a ver algún lago y si llueve mejor nos quedamos por aquí a ver la ciudad. ¿O hay algo que quieras hacer en especial?

—Es decir, seguro nos quedaremos por aquí, la lluvia parece ser uno de tus principales atractivos —se ríe.

—También se puede ir a los lagos con lluvia, pero todo está más cubierto de barro —se encoge de hombros sonriendo y asintiendo—. Ni siquiera sé si te gusta andar.

—Pues barro tengo en casa para dar y regalar, no creas que allá llueve poco. España solía quejarse. Claro que... Andar. Necesito así como unas botas para eso, ¿verdad?

—Sí, eso sí porque además todo resbala.

—Bien, mañana habría que ir a comprar unas botas, a menos que me quieras de cara en el barro.

—Eso suena divertido —finge pensárselo.

—Ja-Ja... —protesta con la boca medio llena. Escocia se ríe tomando cerveza—. ¿Así tratas a las chicas con las que sales? Tsk tsk —niega con la cabeza en falsa desaprobación.

—Nah, en realidad no suelo llevar a nadie a ver los lagos.

—Oh... Eso no vende bien el paseo.

Why not?

—¿Por qué no las llevas?

—Que vayan a verlos si quieren —se encoge de hombros y se sonroja un poco. Bélgica levanta las cejas con el sonrojito.

—Bien, entonces diré que sí a la experiencia única —acepta. Escocia la mira y sonríe un poco. La belga come un poco más bastante gustosa y le sonríe también—. Tú... Casi no preguntas cosas.

—¿Eh? —sale de sus pensamientos en que estaba valorando el asunto de si explicarle o no sobre nadar desnudo en los lagos.

—No digo que tengas...

—Preguntas... ¿Qué clase de preguntas? ¿Sobre ti?

—Sólo comentaba, ya preguntarás si te da curiosidad... ¿Cada cuánto vas tú a los lagos?

—Bueno, te pregunté si te gusta andar —sonríe—. No tan a menudo, me gusta ir ahora en primavera.

—Cierto —le da un trago a su cerveza —, ¿ahora que hace "calor"?

—Ahora que el agua está a la temperatura adecuada y aun no hay tanta gente como en verano —sonríe. La belga parpadea con lo de la temperatura del agua.

—El agua está a una buena temperatura para que... ¿Nessie esté cómodo?

Nessie se jode con la temperatura todo el año, ya está acostumbrado —tan tranquilo, a lo que la chica se ríe.

—¿Entonces la temperatura del agua qué?

—Pues para nadar.

—Oh… Es decir... ¿Nadas ahí en el lago? —levanta las cejas.

Yes, of course... en realidad suelo ir a eso a los lagos. Ya te aseguro que después de horas andando, un baño sienta se fabula.

—Un baño en el lago perdido con un monstruo misterioso... En agua helada.

Yes... yes... yes —asiente pensando a las tres cosas—. Tan idílico como lo pintas.

Wow... ¿Debo agregar traje de buzo a la lista de compras? ¿O se renta?

—Traje... claro, vas a querer un traje —con expresión indescifrable, que hace parpadear a la belga con lo ambiguo de esa respuesta.

—O... ¿Es muy peligroso? ¿Sólo tú nadas?

—No, no es muy peligroso. Nada más no tengo ni idea, supongo que deben rentarlos en alguna tienda en la ciudad.

—Es decir, tampoco es que tenga uno en casa de haber sabido... No sé ni siquiera... ¿Son muy caros?

I don't know, podemos mirarlo, aunque después de andar y tener calor no sé si querrás ponértelo.

—¿No que era maravilloso? Justo por eso.

—Ah, no... Y lo es pero no tiene nada que ver.

Bélgica parpadea, y es que no te está siguiendo, porque no ha pensado ni remotamente que se pueda nadar en un lago así sin traje de buzo.

—Es decir, no es que la gracia sea nadar después de ir andando...

—¡Sí, claro que es esa!

—¿No que no?

What? —otro que ya no entiende. La chica parpadea.

—Dices que es maravilloso ir y nadar, pero detestas ponerte el traje... Y cargarlo.

—No lo detesto, simplemente nunca lo he hecho, creo que de hacerlo lo detestaría.

—¡Ah! —asiente entendiendo... Y se lo piensa—. Ufff pero... ¿El agua no está helada?

—Mmmm... yes, bastante fresca diría yo.

Francia le hace aspavientos a Bélgica para que no se deje engañar.

—¿Me estás invitando a...? ¿Esto es lo que has dicho ayer sobre intentar matarme, verdad? —dramatiza un poquito, provocando que el chico se ría.

—Nah, sólo te cuento lo que yo hago, pero yo uso kilt en invierno.

—Sí. Tú estás loco.

—Sureños —pone los ojos en blanco riéndose.

—¡Pues es que! Como se me ocurra seguirte en esa aventura vas a tener que llevarme de nuevo al hospital, esta vez con hipotermia... Y tú vas a acabar sin... —le señala las regiones vitales.

—Nah, mujer, luego un baño caliente y una buena hoguera. Pero vale, lo dejaremos para más entrado el verano —el highlander. Bel sonríe porque le gustan los planes —Así que queda pues... ver la ciudad —resume acabando de comer y encendiéndose el puro que le ha apetecido antes.

—Podemos empezar poco a poco... Esta vez me mojo los pies y... Oh.

—Ah, ¿quieres estar ahí viendo como yo me baño mientras tú te mojas los pies?

—Puesto así suena pervertido —igual y te lo imaginas.

—Conste que te lo has dicho tú sola. ¿Quieres una copa?

—¡Sólo proponía! —se ríe asintiendo (e imaginando que le servirá jerecito dulce o limoncello o algo así...)

—Pues así se empieza —se va a buscar el Whisky por supuesto sirviendo un par de copas.

—¿Siendo pervertida o metiendo los pies? Digo... Al agua.

—Haciendo propuestas.

—Además si lo piensas bien, verte nadar no es pervertido...

—¿Ah, no?

—Es un deporte olímpico.

—No estaría compitiendo —sonríe.

—Quizás sí... Alba contra el monstruo.

—¿Por qué iba a competir con él? Me cae bien, es mi mascota —para él es obvio. Bélgica se ríe un poco porque sigue considerando ese asunto como... Pff. El pelirrojo se encoge de hombros.

—Pues... Aún así no es pervertido.

—Quizás lo que lo haga pervertido es la forma de tomártelo. Por ejemplo... cuando una modelo posa desnuda, puedes ver pornografía o arte, depende de quién lo mire —tan sabiondo. La chica hace los ojos en blanco.

—Pero si tú sólo estarías nadando con un... ¡Oh! —sí, hasta ahora ha juntado las piezas —. Nadas desnudo...

Well... no, en gayumbos en realidad —que es ropa interior… Prusia los llama así también.

—Oh... ¡Bah, entonces no tiene nada de pervertido! A menos que sean blancos y se transparenten... —hasta le brillan los ojos.

—Tengo algunos que son blancos.

—Ehm... —se lo imagina un poco... El dragón cubierto a la mitad, aunque se transparenta... El culo bien marcado. Sí, España, criaste bien a la niña.

—Pero pensaba que no querías volverlo en algo pervertido, que eras una chica buena y que yo era la mala influencia.

—… —agita la cabeza saliendo del idilio—. Lo soy, lo soy... —aunque la imagen no se le ve aun. El británico se ríe—. No, de verdad... Hombre, después de estar con Francia no me puedes llamar a mi pervertida.

—Mmmm... Prefiero compararte con la imagen que das de ti misma que con él —confiesa y la chica sonríe, porque le parece tierno.

—¿Y qué imagen doy? —pregunta mirando el vaso con whisky que le ha traído y pensando que eso es como una cubeta de tamaño.

—De chica buena —sonríe—. Aún tenemos que pedir un rescate por su camisa.

—Ah... Cierto —risitas y hace cara angelical dándole un trago al whisky y tosiendo un poco—. Yo SOY una chica buena.

—Cuánto más te conozco menos me lo pareces.

—¡Pero si hago cosas buenas todo el rato! ¿Sabes? Si me tomo esto voy a terminar borracha —levanta su copa.

—Oh ¿y qué consecuencias tiene eso?

—Ehm... Puede que empiece a hablar en flamenco y me dé sueño.

—¿Y nada más?

—Eso y el asunto de las inhibiciones... Que al paso que vamos...

—Entonces... —choca la copa con ella, brindando.

—¿Cómo vamos a pedir rescate? —pregunta sonrojándose un poco y dando un traguitito.

—Pues... no lo sé, ¿qué crees que podamos sacarle?

—Mmm ¿qué querrías sacarle? Porque yo sé que podríamos conseguir una caja de champagne pero pensándolo bien dudo que me quede una sola papila gustativa viva después de esto.

—Hombre, no tiene que mandar la caja ahora mismo...

—Yo hablo de un daño permanente —explica riendo y acercándosele un poco... Ese afán de tocar de los latinos y compañía.

—¡Qué exagerada! —se ríe.

—¿Qué quisieras tú obtener como rescate?

—Mírame a mí que llevo toda la vida bebiéndolo y ahora hasta puedo comer comida congelada sin que me pase nada… No lo sé, en realidad sería algo más por la broma que por sacarle realmente algo.

—¡Podemos pedir algo más divertido a cambio, algo que moleste a England!

—¿Ajá?

—Pues si pienso en todas las veces que él me usó a mí para molestarle... No veo por qué no pueda usarle yo esta vez para molestarle.

—¿En qué estás pensando entonces?

—No sé... Yo tengo la idea, pero como soy chica buena, tú haces el plan maestro.

—Algo que moleste a mi hermano... casi cualquier cosa le molesta.

—Bueno, en realidad no es que quiera molestarle... Sólo se me ocurre que puede ser divertido —sonríe —, de hecho, pensándolo bien, me pregunto si France es capaz aún de ser divertido.

—A mí me da que no... —sonríe.

—Ignoremos a England... Bastante será con conseguir que él haga algo divertido —se levanta —, voy por la camisa.

—Vale —y la mira de reojo cuando vuelve con ella puesta encima de la sudadera —Deberías ponerte sólo la camisa...

—¿Cómo consigue que aún huela a ese perfume? —levanta las cejas y se sonroja un poco —, ¿sólo la camisa? Sólo... ¿Sólo?

Yes.

Se ríe avergonzadita y algo tiene de sexy la camisa de Francia para seducir a Escocia… Querida... Todo te parece sexy.

—Prende la chimenea o... Algo, porque voy a congelarme —pide valorándolo un segundo antes de volverse hacia la cama y ponerse de espaldas.

—Vale —se ríe yendo a hacerlo con cajas de pizza, no te creas que a él no le parece sexy poder hacerle fotos sólo con una camisa, sea de quién sea y tener una excusa para presumírselas a Francia—. Aunque se perderá la magia de los pezones...

—La magia de... Albaaaa! —protesta y la sudadera del escocés se estrella a unos tres metros de él en el suelo... Sí, ella intentó darle en la cabeza.

—¡Anda! Mira como tratas las cosas que te presto —la lanza al sillón, riéndose mientras sigue con el fuego.

—Es que hablas de... No hables de mis... Esos —se abrocha la camisa pensando que no le va todo lo larga que quisiera, y se le marcan demasiado los pechos —. Ehm... Quizás tú podrías... quitarte algo también.

—¿Por? —la mira de reojo.

—Pues me da cierta vergüenza ir por ahí así y contigo todo vestido.

—¿Qué quieres que me quite? —pregunta mirándose a sí mismo un instante antes de comérsela un poco con la mirada. La chica se cruza un poco de brazos.

—Ehm... Camiseta —pide y él lo hace. Bélgica sonríe acercándosele un poco y pasándose una mano por el pelo—. Sabes... Esto no me va para NADA —confiesa y Escocia le mira las piernas.

—Pues si no me lo dices me creo que llevas toda la vida haciéndolo.

—¿Ah sí? —pregunta sin saber cómo tomarse este asunto, medio cruzando las piernas y sonrojándose más con la mirada en la región. El escocés sonríe volviendo a mirarla a la cara de repente.

—Ehm... what?

—ES bueno saber que pese a todo crees que más o menos puedo hacerle de bailarina exótica.

Ah... ah, yes, yes... —no ha oído nada de lo que has dicho así que...

—Y tampoco sé si tomarme eso como un cumplido o no —advierte sin enterarse de que no se ha enterado, pero bueno al menos no parece desagradarle del todo. Da un pasito hacia él, tratando de hacerlo sexy y sintiéndose un poco tonta —. ¿Y ahora qué?

—Pues... —parpadea un par de veces—. Ehm... —saca el teléfono y la chica carraspea, cohibiéndose un poco —. Vale, me parece que ahora ya no te arrepientes de haber tomado el Whisky. Veamos...

—Sólo... —vacila mirándole a los ojos pensando en el escándalo que podría hacerse si estas fotos llegarán a un periodista o al parlamento europeo o… Algo en esa línea. Toma aire y trata de relajarse, técnicamente debería confiar en él, e incluso aclararlo no es el mejor movimiento—, creo que necesito un poco más.

Se acerca al vasito tomándolo y dándole un buen trago. Al final se lo debía en parte, ella había leído su libreta... Claro que también ella estaba dejando fotografiarse por voluntad propia. Por un instante se siente una de esas chicas famosas que salen en vídeos pornográficos.

—Vale... ehm... —traga saliva—. No pasa nada, ¿vale? No se te va a ver nada y...

—Ha, no digas cosas que no son ciertas... Sólo no le mandes a France las peores... Ok? —pide después de resoplar por el whiskey... Y se desabotona el primero de la parte de arriba de la camisa.

—No, es cierto, venga, la gracia en parte es que no se vea.

—Digo que seguro acabaré haciendo una torpeza y se verá algo —admite sinceramente —. Esas guárdalas en la lista de "Belgium haciendo el idiota".

—Ehm... quizás debería sacar la cámara buena —decide.

—No... ¡Hombre! Ni que fueran a ser tan buenas... Me veo mal y se me ve panza, y tengo aquí unas venitas... Y... —se sonroja.

—Vale, entonces... —es que está nervioso y toooorpe.

—Lo que no quiero es... Es que no me creo que quieras unas fotos mías así con la cámara buena —sí, Bélgica, bien, dile exactamente lo que piensas.

—¿Por?

—Pues... O sea es gracioso y eso, pero no es que de verdad me vea tan bien... Menos aún contigo y tu porno —admite. Escocia levanta una ceja—. ¿Podrías detenerme antes de que siga hablando? —aprieta los ojos nerviosa.

—Es que estás diciendo cosas que no entiendo, el porno no tiene nada que ver con las chicas de verdad.

—Sí, las chicas de verdad son menos perfectas.

—Las chicas de verdad son de verdad.

—Las chicas de verdad son... Bueno sí. La cosa es que aquí estamos haciendo el ridículo —sacude la camisa un poco. Escocia sonríe y le toma una foto—. Nunca había hecho esto antes... ¿Sabes?

—Si no me lo dices no lo sé —sonríe y le saca otra.

—De verdad, si lo dices voy casi hasta creerlo —se ríe nerviosa bajándose un poco la camisa. El pelirrojo se humedece los labios mirándola.

Y ahí está de pie, a lo Marilyn Monroe con el vestido pero en torpe, con las manos en los bordes de la camisa y doblada un poco al frente, riendo nerviosita. Claro que la imagen mental es Marilyn Monroe... Pero es de esas de "como yo creo que me veo", "como en realidad me veo"... Sólo que ella supone que se ve ridícula igual.

—Espera, ven, ponte aquí más hacia el fuego —se mueve buscando un contra luz.

Da unos pasitos torpes hacia el fuego pensando que eventualmente Escocia va a morirse de la risa de ella con todo esto... Bueno, al menos es igual de vergonzoso que el pijama de borregos. Se ríe un poco de ese pensamiento y el chico aprovecha la sonrisa tomándole otra foto.

—Suéltate el pelo —pide.

—¿Soltarme el pelo? Cielos... —se ríe un poco más nerviosa, levanta la mano y se toma el moño —. No te burles demasiado luego...

Escocia niega sonriendo.

—Tú usaste mi pijama de borregos... Estamos a mano —se suelta el pelo pasándose una mano por él y agitando un poco la melena, insisto... No le sale como de anuncio aunque bueno, tampoco le sale tan mal.

Y a Escocia le toma un par más cuando lo hace. La belga se humedece los labios y le mira a los ojos pasándose una vez más la mano por el pelo, dándose un poco más de valor y tratando de verse sexy... Seguro sonrojándose de cuarenta colores.

El escocés le toma un par más, mordiéndose el labio inferior mirando la pantalla del teléfono.

—Haz una cosa, ponte más frente al fuego, con una mano en el pelo —le pide que se mueva hacia ello —. Abre un poco las piernas y tira del borde de la camisa con la otra mano.

—Bueno, basta... Ahora nos reímos de la tonta de Bélgica que está lo... —se calla de su blablabla y traga saliva porque él parece estarse burlando menos de lo que ella creería... Se mueve un poco de lado a donde dice a pesar sus propias protestas.

—Hazlo, venga, ya veras, se ve muy bien, de verdad —la insta. Bel toma aire otra vez, concentrándose un poco y abre levemente las piernas, con la urgente necesidad de parlotear —Gira la cadera así —pide mirando la pantalla y haciéndolo él el gesto.

—Es... Absurdo, no sé cómo es que he dicho que sí —sigue quejándose tomando el borde de la camisa como dice, girando la cadera como le dice mientras sube la otra mano y se la enreda un poco en el pelo... Pensando que Escocia se ve jodidamente guapo de camarógrafo (ya... Escocia te parece guapo como sea).

El escocés le toma la foto y levanta la vista de la pantallita un instante sin poder evitarlo. Bélgica... Digna chica educada por España y crecida entre latinos, muchos nervios muchos nervios pero le cierra un ojo y el pelirrojo se nos sonroja un poco más y aprieta a tomar otra foto con un espasmo de la mano cuando hace eso... y esa queda mucho mejor aun que la otra que había tomado.

—Mira... —se acerca a enseñarle la foto en la que la camisa es medio transparente por el contraluz y a ella se le intuye las dos piernas, la línea de la cadera, un pecho y los brazos pero no se le ve nada porque además el fuego le hace la luz cálida y en la segunda que además pone la cara adecuada es de bastante femme fatale.

Bélgica se humedece los labios soltándose el pelo y mirando la foto... Se sonroja bastante y levanta las cejas.

—Se ve... —carraspea un poco—. ¿Qué te parece?

Hay que decir que el bajo de la camisa está justo al límite, un centímetro más y empezarían a verse cosas que no deben... igual que la obertura de la camisa, que queda demasiado al lado para que se vea, justo sobre la cadera y la ingle.

W-Wow... —no esperaba en lo absoluto que se viera tan bien.

—Te he dicho que se veía bien —sonríe un poco.

—Es... Un poquito más y... —y la cara que he puesto. Sí, esa es la cara que este señor de la gaita te puede hacer poner. No subestimes lo que te gusta, babas.

—¡Voy a enviársela! —decide recuperando su teléfono.

Y probablemente a imprimirla en la mayor resolución y a colgarla de la pared del cuarto para cuando el porno no me inspire bastante... y la esconderé cada vez que alguien venga a casa.

R-Really? —por alguna razón, no le parece del todo vergonzoso... —. Quizás podríamos además... Espera, ¿dónde quedó tu camiseta? —Pongámonos toda la ropa de Escocia en una misma tarde.

—No lo sé, por ahí —señala y por un momento piensa en si mandarle esa o la anterior... decide que la anterior porque esa con esa cara... es para él y no le apetece compartirla. Después escribe "lo que has perdido".

Se va a buscar la camiseta encontrando otra vez la sudadera. Aprovecha que Escocia está escribiendo para quitarse la camisa y ponerse la sudadera otra vez.

—Quítate los pantalones... —casi ordena, casi ruega. Escocia la mira levantando las cejas —Please... Puedes quedarte por ahora con los calzoncillos si te acomoda —se le acerca con la camisa dispuesta a amarrarla suavemente de su cintura.

La mira dejándole hacer... quizás puedas quitárselos tú, porque está un poco shockeado ahora mismo. Bel se le acerca, desabrochándole el pantalón y dejándolo caer. Le pone la camisa en la cintura y levanta las cejas al notar que… no hay calzoncillos.

—¿Qué... estás haciendo? —pregunta intentando cubrirse, un poco VISIBLEMENTE incomodo.

—No eres el único que puede tomar fotos sensuales... Voy a cubrirte también —le mira a la cara y le amarra la camisa en la cintura con suavidad, Escocia se humedece los labios y la deja hacer. —. Acomódate, que te cubra y no se caiga... Lo más bajo posible —beso en los labios.

Se le va detrás en el beso porque está empezando a pensar en otras cosas. Bélgica le toma del cuello dejando que le bese porque además... El alcoholito... Se le repega a lo que el pelirrojo la abraza de la cintura, profundizando.

—Mmmmm... —susurra encantada —, yo te... —entre besos supuestamente intenta hablar pero...

Nada es que si te le acercas tanto... lo que le cuesta es acercarse o que te acerques así que cuando pasa no te suelta, ya lo ha aprendido.

Es que sí... La foto... Ya, claro. Ya se la tomará. Total Francia ni siquiera ha contestado. Es que además... Demasiada poca ropa. Aún así hay algo en la cabeza de Bélgica cuando se acuesta en la cama que se separa un poquito.

Al notar que hay una vacilación rara, Escocia la mira.

—¿Qué te dije de las inhibiciones? —susurra dándole un beso en el estómago y yendo hacia abaaaajo.

Parpadea, ahora mismo no tiene mucha idea de lo que le habla. Va a esa sección concreta... Y bueno, disfruta, Escocia, a la chica desinhibida.

—¡Oh! —levanta las cejas, se sonroja un poco y sonríe más y lo bueno es que nadie más que ella le va a oír gritar con eso de vivir a las afueras de la ciudad en plan forever alone.

Pues ahí tenemos a Escocia cantando Belgium the great. Lo bueno del chico además es que como puede acabar y no acabar, puede que puedas seguir la fiesta nada más como si nada. Y es que Bélgica se acordó de esto hace rato y justo por eso es que... Está ahí.

Chico afortunado, todos nuestros personajes masculinos te odian.

xoOXOox

Él no salta de la cama con la primera luz del día como Suiza, ya te lo digo.

Bélgica despierta la mañana siguiente... Antes que Escocia. Tiene una acidez estomacal absoluta... El whiskey... Y unas ganas de mear que no puede con ellas. Sonríe como idiota eso sí, más aún cuando sale de la cama escurriéndose. Me parece que Escocia no se entera.

Otra vez se pone la sudadera porque tiene frío, se va al baño, notando que está... aceptablemente limpio, busca su cepillo de dientes en su maleta... Come un trozo de pollo, se va al refrigerador por algo (a falta de nada... Ehm... De verdad toma una cerveza, y se vuelve a la cama).

Le mira acostado boca abajo...medio destapado. Escocia duerme sin enterarse de nada, balbuceando un poco. Bélgica sonríe un poco más, sonrojándose con ayer noche... Y con ayer más noche... Apretando los ojos. Estúpido whisky. Anda ya, que saliste bien en la foto, de hecho le da más penita la desinhibición de... Después.

Bueno, la cosa es que... Se le prende el foco. Sonríe entreabriendo un poco la cortina notando que la luz... Bueno, no es que sea muy buena, tampoco es que ella sea una fotógrafa profesional en lo absoluto.

Se le acerca al escocés con sigilo... MALA IDEA, y le destapa un poco más con cuidado... Leeeentamente. A ver si no acabas con el ojo morado otra vez o con un cuchillo al cuello. De hecho... si no se ha enterado de que se ha levantado no se va a enterar de que lo destapas.

Se muerde el labio porque el estúpido tatuaje se le ve muy sexy y además está todo despeinado y... Chica... estás idiotizada… Y ahí viene la sesión de fotos... Debe tomarle un MONTÓN además, y luego debe bajar más las cobijas, y luego debe pensar que está haciendo otra vez algo indebido y sin su permiso.

Y puede que ahí sea cuando Escocia se dé la vuelta. La chica piensa seriamente en vestirse en ir por algo de desayunar para ambos... Y pega un salto cuando se da la vuelta.

—Agh! ¡¿Y ahora te despiertas?! —protesta, pero no pasa nada, sólo se da la vuelta... hasta que habla.

—¿Mmm? —la luz le molesta un poquito y la belga pone su teléfono en la mesita de noche con un movimiento de ninja.

He-Hello —nerviosita. Al escocés se le cierran los ojos y se tapa un poco por frío. La chica sonríe y se sienta en la cama del lado que está el escocés en el pedacito que queda libre —Hey...

—Mmm —sonríe y la toma de la cintura con los ojos cerrados, tirando de ella.

—¡Ahh! —gritito. El británico se echa un poco para atrás para dejarle espacio, tapa a ambos por encima de la cabeza y se hace bolita abrazado a ella. La belga se ríe acurrucándose un poco, pareciéndole muy mono —Good morning —susurra sonriendo.

—Nnn —protesta sonriendo un poco.

—Es tempraaaano.

—Shhhhh

—Vale, vale... Shh...

El chico sonríe y se acurruca más hundiéndole la cara en el cuello. Bel sonríe tontamente también y le hace cariños en el brazo con el que la tiene abrazada y vomita arcoiriseeees.

De hecho, Escocia aparentemente debería vomitarlos... y luego mandaría a la mierda a quien se lo diga.

—Iba a ir por desayuno —confiesa, rompiendo el silencio.

—Tengo hambre...

—Mucha. Pero el pollo está frío y la cerveza no basta.

—Ugh —perezosea un poco más.

—¿Hay una tienda por aquí? —se gira a mirarle y es que además tiene la mejilla asperita.

—Hay que bajar a la ciudad...

—Ahora entiendo por qué prefieres morir de hambre... —cierra los ojos —. Sólo por eso vas a ir conmigo al supermercado.

Escocia cierra los ojos y hay un movimiento de cabeza en absoluto (bastante) infantil que hace que la chica suelte una risita.

—Oh sí... Vas a acompañarme al súper y voy a recorrer todos los pasillos comprando cosas aburridas —se ríe un poco más en silencio cuando él la abraza más fuerte, le acaricia el brazo —. Y luego vendremos aquí y pondremos la lavadora...

—No vas a volver a mi casa en la puta vida —sentencia con la cara donde la tiene, haciendo que la chica se ría más.

—Con lo bien que lo estábamos pasando…

—No lo pasaremos bien haciendo esas cosas...

—Mmmm... —se le repega —. Entonces vamos a desayunar a algún sitio.

—Vale…

—Pero hay que levantaaaarnos... Y bañaaaarnos...

—Uf... uuuuf...

—Antes voy a tomarte una foto.

—¿Me tengo que levantar para que hagas eso?

—No.

—Entonces me la suda —cierra los ojos.

—Qué sutil... —deja pasar unos segundos en silencio —. Listo —y está feliz por encubrir el crimen. De repente, Escocia levanta la cabeza como si hubiera visto un fantasma —What?!

El escocés pega un salto de la cama y se mete al baño corriendo.

What... What's...? Alba? ¿Qué pasa?

Nothing, ya vengo, me estoy meando —responde y en realidad se ha levantado a tirarse un pedo. Pero ya que está, aprovecha. No te creas, iba a hacerlo frente a ti, pero le he dicho que no hace falta asustarla tanto.

Gracias. Deja eso para la tercera noche o después de dormir una semana juntos. Gracias. Ya irá en plan "tírame del dedo, tírame del dedo".

¡Cosas que NO hace Francia! Pero sí Holanda… Así que bueno, la chica aprovecha para levantarse... ¿Qué otra opción queda? Al menos ya le confesó de la foto.


Bueno... los juegos fueron en realidad el año pasado (por eso el 2014) pero ya sabemos como funcionamos, en junio del año pasado fue que lo escribimos y ha costado un poco tenerlo acabado y editado, es el precio que se paga por la publicación constante y sin interrupciones, que no se empieza a publicar hasta que está toda preparada y terminada De todos modos aquí te dejamos esta nueva historia de brits, que tendrá (más o menos) publicación diaria. Ojalá te guste y ¡No te olvides de agradecer a Josita su edición!