Este es uno de los fics más especiales que he escrito. La idea estuvo forjándose en mi mente durante semanas y si dijese las veces que la cambié... no tendría espacio xD Y digo que es especial porque es para conmemorar un día muy especial: el cumpleaños de mi querida primita Elsie River.
¿Qué decir de ti que no sepas ya? Eres sincera, leal, amble, simpática, graciosa, encantadora y, sí, estás como una cabra (de hecho, ambas lo estamos xD). Y todo me encanta de ti Toda tú, incluso tus defectos (como tu manía de no darme la razón -.-'') me encanta. Porque forma parte de ti y sino fueses así no serías tú.
Te conocí hace más de un año. Era una gran fan de tu fic y te pedí que me dejases a tu OC y, ¡sorpresa!, me dejaste No puedo expresar la felicidad que sentí al ver tu respuesta afirmativa en mis mensajes. Desde entonces comencé a conocerte y me atrevería a decir que te conozco bastante bien. A pesar de que no eres mi prima de sangre para mí siempre lo serás. Nos une algo más que un lazo de sangre.
¿Y qué nos une? La lista es larga, pero intentaré resumirla: nos unen risas, sonrisas, historias, problemas, ilusiones, locuras, lágrimas (que, a pesar de ser algo malo, para mí son especiales porque las compartimos), opiniones, consejos, discusiones, planes (que se harán realidad pronto: ¡Italia, espéranos!)... y seguro que se me olvida algo.
Todos los días me levantó con la esperanza de poder hablar contigo. Esos días que por una u otra razón no hablamos se me hacen raros xD. Me encanta hablar contigo porque puedo ser yo, sin tener que cambiar o fingir para nada. Y sé que tú tampoco lo haces, porque no lo necesitamos. Discutimos a veces porque tenemos opiniones diferentes, pero también nos parecemos en algunas cosas. Siento que puedo contarte cualquier cosa y, de hecho, sabes cosas de mí que no me atrevería a contar a nadie más.
Son innumerables las veces que me he caído y en las que tú me has dado fuerzas para levantarme. Gracias a ti este año ha sido especial y, aunque solo nos conocemos desde hace algo más de un año, siento que no hubo nada antes de ti.
¿Estoy siendo un poco ñoña, verdad? Lo siento, pero es que me cuesta ver lo que escribo, las lágrimas se me acumulan en los ojos xD. Creo que es hora de ir dejando esto.
Resumiendo: te quiero un mundo, no, un universo. No cambies nunca, eres perfecta así . Amigas para siempre, ya lo sabes ;)
Te dejo con esta pequeña locura... Espero no sea demasiado mala, pero que sepas que lo he hecho con todo mi amor (esto suena a excusa xD).
¡FELIZ CUMPLEAÑOS MOCOSA!
Y ahora sí, os dejo con el fic...
Capítulo 1.
En la casa de la familia River, un grupo de jóvenes discutían. Al menos, parte de ellos, puesto que la única chica que estaba presente se hallaba distraída mirando por la ventana los copos de nieve caer. Era Diciembre, les quedaba tan solo una semana de clase, luego llegaría la Navidad y el temido día... el día del cumpleaños de Elsie River, 28 de diciembre.
– ¿Tú qué opinas, Nuria? – preguntó Shawn a su prima.
– ¿Ehh? – los tres chicos la miraron fijamente, dando a entender que no podían creer que no los estuviese escuchando – ¡No es culpa mía! Los cuatro sabemos que no podemos organizar una fiesta mejor que Elsie...
– ¿Y tú que propones? – preguntó el peliplateado, molesto por el comentario de su prima.
– Ya sabes que yo no sé organizar fiestas... Pero sí que tengo una idea – una siniestra sonrisa se formó en el rostro de la chica.
– La última vez que te vi sonreír de ese modo no sucedió nada bueno... – afirmó Jude con un suspiro.
– La verdad es que no tiene nada que ver con el cumpleaños de Elsie... – afirmó la castaña, pensativa.
Byron, Jude y Shawn se miraron entre sí, preocupados. ¿Qué podría salir esta vez de la cabeza de la castaña? Finalmente, miraron a la castaña, esperando que les contase lo que planeaba.
[*]
Elsie llevaba su pelo añil suelto, cayendo en cascada por su espalda. Miraba sorprendida el helado que había pedido con sus ojos añiles. En su interior se maldecía por haber hecho caso de Jenna y pedir el helado especial de tres pisos. Jenna la miraba con sus ojos azules divertida, la expresión de la peliañil era infinitamente graciosa. Ante la mirada furiosa de la peliañil por la risa, Jenna fingió estar distraída colocándose su pelo azul oscuro y capeado.
– No sé por qué te hago caso... – suspiró Elsie, comenzando a comer – Entonces, ¿no hay ninguna posibilidad de que vengas a mi cumple, Jen?
La peliazul desvió la mirada. Byron había avisado a todo el equipo de que "no podían" ir al cumpleaños, aunque aún ni sabían lo que iban a hacer. A Jenna no le gustaba mentir, y mucho menos a Elsie. Además, no había pensado aún ninguna excusa, ¿cómo iba a improvisar una mentira creíble?
– Lo siento mucho, Els – dijo finalmente – Tenía ese viaje planeado desde hace mucho tiempo... La verdad es que no me acordaba de tu cumpleaños.
La peliañil no sabía si enfadarse o entrar en depresión. Pero tampoco podía culpar a Jenna de nada, sabía que ese viaje le hacía mucha ilusión. Además, no era la única que no podía ir. Por alguna extraña razón, todos sus amigos tenían planes para esos días. ¡¿Es que nadie pensaba en ella? Jenna le sonrió, intentando animarla. Finalmente ambas chicas cogieron sus bolsas y continuaron las compras.
[*]
Nuria miraba fijamente a los chicos, esperando su reacción. Ellos la miraban a su vez, incrédulos. ¿De verdad lo estaba diciendo en serio? Era la idea más extraña que la castaña había tenido. Y, hablando de ideas extrañas, ella ya había tenido unas cuantas...
– ¿Y bien? – preguntó finalmente ella, ya cansada de esperar.
– ¿Cuántos años llevas planeando esto, Nuria? – preguntó Jude, aún sorprendido.
– Déjame adivinar – intervino Shawn - ¡Desde la guerra de pintura!
Ninguno de los tres pudo evitar comenzar a reírse, mientras la castaña miraba a su primo con fastidio. Iba a replicar, cuando alguien entró por la puerta de la habitación. Las risas cesaron de golpe, y los cuatro miraron sorprendidos a Elsie, quien a su vez los miraba sorprendida.
– ¿No deberíais estar estudiando para los exámenes finales? – preguntó la peliañil, antes de suspirar y agregar – Bueno, da igual...
La peliañil se dejó caer en la cama, mientras los otros cuatro se miraban entre ellos sorprendidos. Nuria comenzó a señalar a Shawn y luego a su prima, mientras este negaba con la cabeza. Jude y Byron observaban atentos la "conversación" de los dos primos, hasta que finalmente Shawn suspiró y Nuria sonrió orgullosa.
– ¿Pasa algo, Els? – preguntó finalmente el chico.
– ¿Puedes creerte que nadie esté aquí el día de mi cumpleaños? – la peliañil se irguió en la cama para ver a su hermano y a los demás.
– Es diciembre, Els... Mucha gente va a ver a su familia – intervino Nuria.
– Tú cállate, que tampoco puedes – la peliañil no se mostraba muy comprensiva en esos momentos.
– Vas a echármelo en cara durante toda la vida... – murmuró la castaña para sí – Al menos piensa que, aunque no sea ese día, podrás celebrarlo otro.
– Sí, el año que viene – replicó la peliañil.
– Desde tu cumpleaños solo faltan tres días para el año que viene, Elsie – intervino Jude, aunque se calló con la mirada recriminatoria de que dedicó la chica.
– Eres terca como tú sola... – comentó Nuria poniéndose en pie – Nosotros tenemos que irnos. Procura no dar demasiado la lata, ¿quieres, primita?
La castaña dio dos besos a su prima, así como a Shawn, a quien susurró algo antes de apartarse. A Byron simplemente le dio un abrazo. Cuando se hubieron ido, Shawn se levantó y, disculpándose, se fue de la habitación, dejando al rubio y a Elsie solos.
– No deberías culparles – comentó el rubio sentándose al lado de la peliañil en la cama.
– Ya lo sé, pero es que... Es mi decimoctavo cumpleaños, y quería que fuese especial.
– Te prometo que va a ser especial – dijo el rubio dándole la mano a su novia, quien sonrió y le besó.
– Por eso te amo.
– Y yo a ti, amor.
[*]
Unos seis días más tarde, los cuatro estaban reunidos de nuevo, solo que esta vez en casa de Jude. A diferencia de la vez anterior, Nuria era la que más emocionada estaba. Al día siguiente comenzaría su plan y estaba empeñada en que todo saliese perfecto.
– Vamos a ver... ¿La Yaya te ha dicho que sí? – preguntó la castaña a su primo.
– Por millonésima vez, sí – respondió con un suspiro el defensa.
– Sigo diciendo que no me parece buena idea meter a esa señora en esto – intervino el estratega, recibiendo un suave golpe en el brazo de su novia.
– Seguro que a Elsie le encanta la idea de que una bruja haya intervenido en la organización de su cumpleaños – ironizó el rubio.
– Ten cuidado, que yo soy la nieta de esa bruja y puedo haber heredado sus poderes – bromeó la castaña, mientras los demás reían.
Byron revisó una vez más la lista de los preparativos. Le parecía sorprendente que en solo una semana lo hubiesen tenido todo listo, pero cada uno por su cuenta también había planeado algo. Al principio la idea de la castaña le daba algo de miedo pero ahora que lo veía todo más claro... casi hasta le gustaba. Era muy apropiado con la época.
– ¿Tenéis el plan claro, verdad? – cuestionó la castaña.
– Sí, jefa – bromeó el peliplateado recibiendo un coscorrón cariñoso de su prima.
– No te burles, es muy importante que todo salga perfecto. No quiero morir en uno de los arrebatos de Els de depresión post-cumpleaños.
– Todo va a salir perfecto, ya lo verás – dijo el estratega dándole la mano a la chica, quien le sonrió y se acercó más a él.
– Entonces mañana a las 6 horas, comienza la operación "Lady Elsie" – anunció con una sonrisa Byron, haciendo alusión al tema de la fiesta.
(Continuará...)
