12 días de Navidad
Autor: eri-san Uesugi
Serie: Hawai Five-0
Pareja: Steve/Danno MCDANNO
Resumen: Danny no entiende ese cursi villancico navideño, pero Steve está dispuesto a hacerlo entender en 12 días. Es su primera navidad como pareja y Steve va a hacer lo que sea para que Danno la disfrute.
Notas: Quería hacer algo navideño de Mcdanno, ya que la serie va por ese rumbo también, mientras pensaba en eso escuchaba la canción que les dejo abajo y la historia salio solita de mi cabeza XD. Se supone que este capitulo lo subiría ayer, pero ya no dio tiempo, espero poder subir uno o dos presentes por día y que los dos primeros queden hoy. Comenten!
Canción: The Twelve Days of Christmas (Hawaiian Style) by Na Leo.
http:/www./audio/Ft4vZ77T/The_Twelve_Days_of_Christmas_.html?
Dannyse sentía abrumado; el que hubiera tanta gente a su alrededor mirándolos entre curiosos y emocionados porque Steve lo sujetaba firmemente de la mano mientras lo guiaba a través de la multitud reunida en Waikiki, más el hecho de que "esto"era nuevo para él, no ayudaba nada a que la temperatura de Danny se regulara.
Steve por otro lado parecía tomarlo con mucha naturalidad, demasiada para las apenas dos semanas que llevaban saliendooficialmente,comoKono, Chin, Max e incluso Joe solían decir.Después de pasar por un trago tan amargo como lo fue perder a Steve en una maldita jungla de Corea del Norte, Danny se había enfrentado al miedo arrollador de no volver a ver a su compañero, y con ello al remordimiento de no haberle dicho todo lo que sentía. Así que una vez que Mcgarret fue dado de alta y enviado a reposar por al menos cuatro días, Danno se había preparado para hablar con él, pero lo que no se imaginó fue que Steve se le adelantara, dejándolo con la mente en blanco y la respiración entre cortada gracias al impactante beso que le había plantado.
Y bueno, sobra decir que cuando el resto del Five-0 se enteró no hubo gran sorpresa, sino un suspiró general de alivio, claro, a excepción de Lori que después de oír la noticia había estado actuando indiferente con él y poco después le entregó a Steve una carta firmada por el gobernador para tomarse un descanso del trabajo y volver al continente a visitar a su familia. Danny no se sorprendió, vaya, él no era ciego y sabía que Weston estaba tras Steve así que, para que negarlo; estaba contento de que la rubia no estuviera rondando por la sede al menos por un tiempo. Kono y Chin parecían también estar más cómodos sin la presencia de la chica, y es que aunque fuera parte del equipo era evidente que no era parte de su Ohana, más por decisión propia que por los demás.
Pero bueno, ahora estaba divagando, se regañó enfocando nuevamente su atención a la espalda de Steve que le hablaba sobre su hombro. Él asintió con la cabeza sin saber muy bien a que había accedido, hasta que Steve dejo su tabla de surf en la parte trasera de su camioneta y lo jaló a sus brazos sujetándolo por la cintura.
-¿En qué estás pensando Danno? Sonrió.
-Lo siento babe, creo que me insole por tanto surf. Steve rió suelto peinando sus hebras rubias.
-Pero si estamos en invierno Danno. Dijo con sarcasmo.
-Bueno, tú sabes. Yo estoy acostumbrado a los inviernos normales. Nieve, bufandas, frosty sobre el tejado y ponche de huevo, uhm las cosas que la gente normal hace en navidad.
-Estamos en Hawai. Aclaró Steve divertido.
-Sí claro ¿cómo pude olvidarlo? Hawai es un planeta en la dimensión desconocida.
-Tal vez aquí no se te congele el trasero, pero aun puedes disfrutar la navidad. Steve le soltó dándole una palmada en el muslo para indicarle que era hora de irse.
-Definitivamente no. Aclaró entrando en la cabina de la camioneta.–La única razón por la que disfruto la navidad es porque puedo tener a mi monkey durante 6 horas en noche buena. Seis horas Steven…espere todo el maldito año en esta isla infestada de piñas demoniacas sólo para poder pasar seis miserables horas con mi hija en noche buena.
-Lo sé Danny. Dijo el moreno pacientemente poniendo el motor en marcha.
El rubio sabía que no sólo su tono, sino también su lenguaje corporal estaban siendo muy agresivo, pero no podía evitarlo.
-Pero ¿sabes qué? No podré hacerlo. ¿Por qué? Porque las hormonas de Rachel están tan embarazadas como ella y decidieron que no soportan el maldito calor de Honolulu sin que le dé un ataque de ira. Dijo exasperado.–Así que ahora ¿qué pasa? Pasa que mi ex, cuyo embarazo la hace incluso más diabólica, decide llevarse a mi hija a una maldita montaña en suiza en donde sus hormonas no se sientan amenazadas por el sol. Por lo tanto no podré estar con Grace esas miserables seis horas por las cuales estuve soportando esta isla el resto del año.
-¿No hay manera de hacer cambiar a Rachel de parecer?
-No. Como premio de consolación accedió a que Grace pase el siguiente fin de semana conmigo.
-¿Todo el fin de semana? Preguntó deteniéndose en la luz roja.
-Sí. Danno lucia apagado a pesar de su leve sonrisa.
-Haremos que sea el mejor fin de semana de todos. Le animó tomando su mano.
-Yeah. Pronunció reafirmando el agarre en la mano de Steve hasta que éste se separa sutilmente para poner en marcha el coche.
-¿Radio?
-Claro. El rubio se inclinó para encenderla y cuando el sonido inundó la cabina se quedó en silencio unos instantes.
Steve maldijo mentalmente cuando identifico la canción The twelve days of Christmas flotando en el interior de la cabina, y más aún cuando Danny se quedó quieto escuchando con una mueca en su rostro. Era obvio que con todo lo de Grace su compañero no estaba de humor para escuchar villancicos navideños o siquiera pensar en la navidad.
-Danny…
-No lo entiendo. Murmuró enderezándose. -¿Quién le regalaría cocos y cerdo asado a su pareja?
Steve parpadeó confundido, no se esperaba eso.
-Es la versión Hawaiana Danny, es distinta a la que se oye en el continente.
-Una razón más para odiar esta isla. Bufó. -¿Quién rayos regala ukeleles en navidad? ¿Qué pasa con esto? Reclamó alzando las manos en señal de protesta.
-¿Tienes algo en contra de los ukeleles? No pudo evitar sonreír ente el pequeño berrinche del rubio.
-Son hawaianos. Sentenció.
-Entonces el problema es con Hawai. Aclaró.
-En Hawai regalan ukeleles en navidad. Murmuro con tono incrédulo.
-¿El problema es con la navidad? Dijo sin despegar la vista de la pista.
-¡Los regalan Steven! Rezongó Danno.
-¿No te gustan los regalos? ¿Es eso? Preguntó confundido.
-Bueno ahora que lo mencionas ¿por qué darle 12 regalos a tu amante antes de navidad? Cuestionó como si fuera obvio que era ridículo.–Y peor aún, ir aumentando la cifra de cada uno y repitiendo el anterior durante 12 días. Dudo que alguien pueda llegar al día 8 vivo si tiene que comerse todos los cocos y puercos asados de los pasados 7 días.
-Estas malinterpretando el significado del villancico. Debatió el ojiverde.
-¿Significado? Lo único que significa es que perderás dinero y mataras a alguien por intoxicación porcina antes de navidad.
-¿Intoxicación porcina?
-Virus porcino, Cisticerco, Triquinosis o lo que sea. Finalizó.
-Danno, esto no se trata de lo que regales o de cuánto dinero gastes.
-Bueno ilumíname ¿De qué se trata entonces? Dijo cruzándose de brazos.
-Se trata de amor socio.
-¿Amor?
-Yeap, se trata de consentir a tu pareja y demostrarle tu amor.
-Regalándole cocos y cerdo asado. Declaró.
-¡¿Quieres parar con el cerdo asado? Exigió exasperado.
-¡Eso dice la canción! Se defendió.
-Bueno tal vez al tipo que la escribió le gustaba el cerdo asado, no lo sé. Eso no significa que tengas que regalar cerdo asado. Aclaró.
-¿Entonces porque lo dice? Contraatacó.
-¡Yo…no lo sé…no lo sé! Sólo déjalo ir ¡¿ok?
-¡Es porque ese villancico no tiene sentido!
-¡Es un villancico para amantes! Reprochó.– ¡Significa que puedes consentir a tu pareja hasta el día de navidad dándole las cosas que quieras! Casi gritó el moreno.
-Oye, solo estoy diciendo que no le veo sentido a la canción. Dijo Danny. -¿Quieres dejarlo ya? Pidió.
-¡Nooo! Respondió Steve con su cara de aneurisma (n°5). - ¿Sabes qué? Voy a hacer que lo entiendas. Finalizó Steve completamente decidido, y fue entonces cuando Danny supo que hubiera sido mejor callarse, porque ahora tenía que enfrentar lo que fuera que su loco novio estuviera planeando (sí, Steve ya había pasado a la cara número 6).
Había tratado por todos los medios de detener a Mcgarret, pero era como hablar con la pared. Al parecer su compañero se había vuelto un experto en leerlo porque por más que afirmó una y otra vez con cada una de sus caras salvavidas, el moreno no le había creído ni un poco que comprendía el significado de aquel villancico y que por ende no era necesario hacer nada más al respecto.
El domingo por la tarde Steve se la había pasado caminando por la casa mientras hacía una lista…una sospechosa lista que había mantenido fuera de su alcance por todos los medios; juraría que el SEAL sería capaz de comerse la hoja antes de dejársela ver. Y lo peor de todo era que no había dejado de sonreír mientras lo miraba de arriba abajo, ya no sabía que prefería; saber que decía esa maldita lista o ignorar lo que fuera que estuviera planeando su loco ninja por su propia salud mental.
El lunes por la mañana todo parecía ir en orden, el líder del Five-0 parecía haber olvidado el asunto del villancico en cuanto el gobernador Denning les había encomendado una misión de rescate en un crucero secuestrado por una banda desconocida que amenazaba con envenenar a todos a bordo si no se les pagaban 10,000,000 en las próximas cuatro horas. Después de que Chin y Kono hicieran un extraordinario trabajo de reconocimiento con las cintas de video y grabaciones de voz, pudieron identificar a los integrantes de la banda que no eran más que varios empleados de bajo rango del mismo crucero. Habían elaborado un plan que cómo de costumbre se fue a la mierda cuando Steve tacleó al líder de la banda mientras intentaba huir, y bueno, su sueldo se iba a ir en pagar parte de la puerta y los jarrones que Steve había roto en el proceso. Al menos todos había salido bien librados y sin ninguna bala en el trasero, eso ya era ganancia.
De vuelta en la sede cada uno se dispuso a redactar su informe (era una nueva regla para que no se amontonara el papeleo), pasadas las 8 Danny toco la puerta de la oficina de Steve para entregar el suyo; Kono y Chin ya lo habían hecho y sólo lo esperaban para que todos pudieran irse al fin.
-Listo señor. Bromeó Danny haciendo un exagerado saludo militar al entregarle los papeles.
-Los alcanzo en un momento. Informó tomando los papeles de la mano del rubio con gesto estoico, cosa que confundió al detective.–Ve. Pidió Steve haciendo una seña con la cabeza hacia Kono y Chin frente a la mesa inteligente.
-¿Te pasa algo? Inquirió preocupado.
-Nada. Respondió en el mismo tono. Danny se giró y caminó hacia la puerta pero la voz de Steve llamándole le hizo volver sobre sus pasos.–Olvidaste firmar el reporte. Le extendió los papeles y el rubio se limitó a tomar su pluma y estampar su firma sobre la línea sin dejar de divagar en la actitud de su pareja ¿Por qué demonios estaría molesto Mcgarret?
-Steve ¿pasa algo? Alzó la vista para entregarle los papeles y fue cuando lo notó; la amplia sonrisa en el rostro del moreno al tomar los papeles de su mano.
-Gracias Danno. El SEAL se levantó al mismo tiempo que el rubio escuchó la lejana risa de Kono que junto a Chin veía hacia ellos sonriendo.
-¿Qué significa esto Mcgarret? Exigió siguiéndolo hasta donde los otros miembros del Five-0 se encontraban. -¡Hey!
-Bien equipo, solicito su presencia como testigos en este caso. Dijo Steve a los primos que lo miraron sonriendo.
-Mcgarret ¡no me ignores! Reclamó Danno dándole alcance.
Steve tomó la mano del detective firmemente y comenzó a leer el documento.
-Honolulu, Hawai a 12 de diciembre del 2011. Departamento de la Policía de Honolulú, división Five-0…
Danny parpadeó, no entendía lo que estaba pasando ¿Por qué Steve estaba leyendo su informe a Kono y Chin?
-…Yo Daniel Williams, Detective bajo juramento…
Kono lo miró con algo parecido a la pena, pero no tuvo tiempo de procesarlo porque lo siguiente que dijo Steve lo dejó K.O.
-…Por medio del presente documento me comprometo a aceptar todos los presentes y participar en todas las actividades que el Teniente Comandante Steven J. Mcgarret considere necesarios para cumplir la misión de enseñarme el verdadero significado de dar presentes a tu amante en navidad durante los siguientes 12 días.
-¡¿Qué? Gritó Danno retorciéndose en el agarre del ojiverde quien sólo lo sostuvo más fuerte.
-…En caso de incumplir con cualquiera de las reglas instituidas en el presente documento queda estipulado que el Camaro Matchbox 2010 Plateado de mi propiedad pasará a ser de mi pareja Steven J. Mcgarret….
-Wow wow, un momento. Habló el detective manoseando el aire. -¿De qué diablos estás hablando?
-Es muy simple Danno. Sonrió Steve.–Tu cooperas durante los próximos 12 días con la misión o…tú auto pasa a ser mío.
-¡Ja! Claro. Sonrió Danny divertido. -Cómo si eso fuera a pasar.
-Pero si ya firmaste. Señalo el comandante con una enorme sonrisa. -¿Ves?
Efectivamente, su firma estaba estampada al final del documento sin ninguna duda.
-Pero…¿Cuándo paso esto?
-Lo acabas de firmar Danno. Aclaró Steve sonriendo satisfecho.
-Tú…el informe. Señalo Danny balbuceando por primera vez en su vida. -¡Ustedes lo sabían! Reclamó a los primos cuando estos comenzaron a reír.
-Lo siento Brah, pero el jefe tiene razón. Se disculpó Chin.
-Ser consentido no va a matarte Danny. Apoyo Kono dirigiéndole un gesto de aliento.
-No lo haré. Sentenció el rubio mirándolos.
-Pero ya firmaste. Reclamó Steve.
-¡Porque me hiciste trampa!
-Es un documento oficial Brah. Observó Chin.–Tiene el sello del estado.
-No debiste firmarlo. Dijo Kono sonriendo.
-¡Dijiste que era mi reporte! Reclamó soportando las ganas de matar a Mcgarret.
-Eso no importa ahora, tu firma está aquí.
-Ok ¿Qué es esto? ¿Una broma? Rugió Danny.–Porque déjame decirte que no es nada graciosa. ¿Estas vengándote porque dije que ese villancico era tonto? ¿Es eso? ¿Qué eres, un niño de 12 años? ¡¿Cómo puedes hacer esto por algo tan estúpido? ¡Estas utilizando un documento oficial, con número de folio y sello del estado para chantajearme! Danny había comenzado a mover su mano para enfatizar las palabras, por lo cual Steve lo miraba con total atención.–¡Chantaje Steven! Reclamó.–¡Y por una estúpida canción navideña que además de todo está en una perturbadora versión hawaiana! ¿Esta es tu idea de diversión? ¡Ah! Porque es infantil y retorcida. ¿Quieres que te de mi auto si no lo hago? ¡Vaya, pero si mi auto es técnicamente tuyo! ¡¿Alguna vez me dejas conducirlo? Kono y Chin rieron ante lo último; había que darle la razón al detective. -¿Cuándo cambiaste mi reporte por ese estúpido contrato? ¿En qué momento dentro de los 20 segundos que estuve en tu oficina? ¿Este es el honor que te enseñan en el ejército?
-Marina. Corrigió Steve automáticamente.
-¡Lo que sea! El punto es que me engañaste. ¡Y ustedes le ayudaron! Los otros dos se encogieron de hombros.–No puedo creerlo ¿Qué sigue? ¿Tengo que aceptar con una sonrisa los cocos y el cerdo asado? Preguntó al comandante que sonrió inocente. -¿Ukeleles? ¿Participar en situaciones que pongan mi vida en riesgo 10 veces al día o saltar de un tejado a otro? Porque digo, me gustaría saber que maquinó esa cabeza tuya llena de pólvora. En enserio Mcgarret, quédate mi auto, quítame la placa, incluso puedes demandarme legalmente con ese contrato, pero que te quede bien claro que yo no voy a participar en este juego tuyo retorcido, y no porque odie la navidad o los villancicos, sino porque es estúpido, infantil y no probara nada. Sentenció casi sin aire el rubio.
La sede se quedó en silencio por un momento; Steve mirando fijamente al rubio, Kono y Chin parecían esperar por algo.
-¿Qué? Preguntó al fin Danny observando a su pareja.
-Danno. Pronunció Steve.
¡Mierda! ¡Triple mierda! Se lamentó Danny cuando la cara de cachorrito (n° 3) lo golpeó de frente y sin darle tiempo de protegerse. Kono y Chin esperaron atentos.
-Sólo serán 12 días. Continuó el comandante con ojos de cachorro.
Esos fueron los treinta segundos más tensos que se habían vivido en la sede del Five-0, hasta que finalmente paso lo inevitable.
-Te odio, te odio tanto. Suspiró Danny dándose por vencido. Los primos aplaudieron y rieron; ya se esperaban que eso terminara así, y Steve sonrió con autosuficiencia. Después de todo él era un SEAL, entrenado para solucionar cualquier problema que se le presentara en el campo de batalla con lo que tuviera a la mano.
-A partir de mañana. Habló.–Un presente diario hasta el día de navidad.
-Sólo…por favor no quiero granadas, cocos o huevo en polvo. Dijo Danno cubriéndose la cara.
-Lo tengo. Apuntó.–No te preocupes Danno, tengo una lista que hará que comprendas el significado de los 12 días de navidad de la mejor manera.
-Solo vamos a casa, estoy comenzando a tener escalofríos. El detective comenzó a caminar pero fue frenado por el agarre de Steve en su mano. Fue entonces que notó que nunca se habían soltado las manos. Bueno, que se la va a hacer, se les estaba convirtiendo en una costumbre desde que dormían de cucharita con las manos entrelazadas.
Esa noche Danny tuvo un loco sueño que involucraba puercos rostizados con cabeza de coco persiguiéndolo en medio de un tiroteo en Waikiki, donde asombrosamente caían granadas del cielo.
Y por eso prefería no saber que contenía la dichosa lista, porque entonces sí que no podría dormir.
Notas: Esperemos que Danno sobreviva a los 12 regalos de Steve, y que Steve complete su misión. Creo que me encanta que Kono y Chin comploteen con Steve para encerrar a Danny XD. Y ustedes ¿que cree? ¿Qué le regalara el SEAL al detective en su primer día?
