¡No soy gay! ¿O sí?

Cap. 1 ¿Suerte?

¡Maldición!, eso definitivamente no podía estar pasándole a ella en el primer día de colegio, era simplemente ridículo que tuviera tan mala suerte, desde que se despertó no han ocurrido sino una serie de desgracias y cada una peor que la anterior, si seguía así de seguro moriría prematuramente estaba segura de ello.

De repente el tren en el que iba se paro abruptamente ocasionando que una anciana le regara en su uniforme un poco del café que llevaba sosteniendo en su mano, que por un milagro no estaba muy caliente.

-oh, lo siento muchacho-le dijo aquella anciana en tono amigable y entonces se comenzó a cuestionar ¿Por qué le dijo "muchacho"? y justo cuando iba a replicarle algo recordó como es que llego hasta ese horrible momento…

Flash back

Despertó como a las tres de la mañana, sobresaltada en su cama con la respiración algo agitada y un poco asustada después de tener una pesadilla, trago con dificultad y suspiro en un intento por calmarse, mientras rodaba por su pequeña cama…

-demonios, odio esa pesadilla, en momentos como este quisiera ser un vampiro-dijo en voz alta con cansancio-ahora estoy hablando sola a la mitad de la noche !genial!-se dijo con sarcasmo a sí misma, para luego intentar volver a dormir ya que mañana seria un día muy complicado

A la mañana siguiente:

-ahhh, ayer no dormí casi nada-dijo bostezando tapándose la boca con una mano, mientras giraba su vista para ver su reloj…

- ¡!QUE! hay no, me quede dormida voy tarde,-dijo completamente desesperada, mientras se tropezaba al intentar levantarse de la cama, cayendo de cara al piso.

-diablos-mascullo entre dientes mientras entraba al baño con un uniforme…

Después de 15 minutos salió completamente arreglada del baño, camino hasta su pequeño escritorio y tomo su maleta mientras luego se paraba frente a un espejo de cuerpo completo para revisar que todo estuviera en su lugar…

Primero miro sus botas, las cuales estaban completamente lustradas, luego subió su vista mirando que su uniforme estaba completamente planchado y sin una sola arruga para detenerse finalmente en su cara, se acomodo unos mechones de su peluca la cual era de color ébano, para finalmente darse ánimos mentalmente y salir de la habitación…

Respira, inhala y exhala todo estará bien, claro si no muero asfixiada por la maldita faja antes de si quiera llegar, recuerda Kagome lo haces por ti, porque esta es tu única oportunidad de graduarte y poder trabajar en algo decente

-vaya, vaya, vaya al menos no te ves tan patética como espere que te verías con ese uniforme-dijo de forma despectiva su tía y tutora legal Tsubaki-lástima que te regresarán porque eres una inútil y te descubrirán antes que acabe el día- agrego con sorna para luego darse la vuelta y salir de la habitación sin despedirse de su "adorada" sobrina, nótese el sarcasmo.

-ya lo veras les demostrare a todos de que yo soy muy capaz-dijo decidida en un susurro mientras salía por la puerta…

Fin del flash back

Después de eso todo había sido una catástrofe total, primero se topo con unos gays que se le insinuaron abiertamente y que además intentaron manosearla, después por esquivarlos casi la atropella un anciano con un peinado punk, ropas ajustadas y en una moto a exceso de velocidad, para finalmente esquivar con éxito un gran hoyo, sin embargo, por desviarse un poco no se dio cuenta de que piso la cola de un perro pastor alemán ENORME y este después de mirarla con unos ojos de homicida comenzó a perseguirla mientras "el" corría como loco hasta llegar a la estación y abordó el tren con el pensamiento de que todo estaría bien de ahí en adelante…grave error.

-no se preocupe- respondió con una sonrisa forzada para luego sumirse en sus pensamientos…

Bien como me presentare ante todos en la clase, que tal si digo: hola soy Kagome y estoy disfrazada de chico porque mis padres creyeron firmemente en que sería un niño, pero se equivocaron y murieron antes de darse cuenta de su error pero me dejaron una beca completa con los mejores privilegios para esta academia militar solo para hombres y como mi tutora legal me odia a muerte, me dijo que jamás iba a darme nada en su vida, así que mi única opción de graduarme es esta, espero que todos nos llevemos muy bien…

El hilo de sus pensamientos se corto abruptamente cuando se escucho en el altoparlante del tren:

-damas y caballeros lamento informarles que el tren ha sufrido una falla eléctrica por lo que tendrá que permanecer en el túnel hasta que llegue la ayuda, gracias por su comprensión-termino de anunciar aquella voz y entonces todos guardaron silencio

-oh mierda- dijo con los dientes apretados, reprimiendo sus ganas de golpear a alguien

Al diablo, estaba simplemente cabreada de todos los estúpidos del tren…

Rodo los ojos mientras veía como en una esquina un rapero se mecía como desquiciado repitiendo todos vamos a morir, todos vamos a morir, mientras a su lado una chica vestida de rosa y con el cabello morado gritaba por su celular a algún pobre desafortunado diciéndole algo así como: me vale que estés a 6 horas de la capital, te quiero a mi lado ¡YA! …

A lo lejos escucho como un loco gritaba: no respiren, no respiren

Esto no puede ser peor, se dijo mentalmente

Pero luego el loco la señalaba a ella y le decía:

-hey tu, ¡devuélveme mi aire!-para después abalanzarse sobre ella tirándola al piso mientras le intentaba abrir la boca para que le regrese "su aire"

-qué demonios, ¡Aléjese de mí!- grito intentando levantarse, rogando que algo bueno le pasara hoy…

Dos par de brazos le quitaron al psicópata de encima y ella solo pudo alejarse de el mientras miraba a los que la auxiliaron, se quedo sorprendida…

Eran dos chicos, pero no unos cualesquiera, eran los más atractivos que había visto nunca en su vida y no solo eso sino que llevaban ¡el mismo uniforme! instantáneamente se puso algo nerviosa pero luego reacciono cuando uno de ellos le hablo…

-¿te encuentras bien?- interrogo el de cabello negro recogido en una pequeña coleta

Lo único que pudo hacer fue asentir débilmente para después mirarlos a ambos con atención…

El moreno que la interrogo tenía una tez muy blanca que contrastaba perfectamente con los profundos ojos azules que poseía, sin mencionar que tenía un pequeño arete en su oreja izquierda

Su compañero era igual de alto que él, su tez también era muy blanca y su cabello era plateado, pero lo que más le sorprendió de él fueron sus ojos dorados, los cuales parecían examinarla en ese preciso instante por lo que se sonrojo un poco y le entro un pequeño ataque de pánico, ya que no sabía si su peluca se mantendría en su lugar pero se miro en la ventana de reojo y su terror aminoro.

Sé quedo de pie junto a ellos mientras veía como soltaban al loco y este corría al siguiente vagón, suspiro con algo de alivio hasta que…

-por cierto, soy Miroku- dijo el ojiazul estirando su mano para estrecharla con la de ella

-mucho gusto- atino a decir correspondiendo al saludo

-y este de aquí, es Inuyasha- acoto señalando al peli plata de su lado

-un gusto- respondió el tal Inuyasha de forma algo burlona, por lo que ella tuvo ganas de decirle algunas cosas pero contuvo su enojo y se quedo callada.

-y qué? El señorito no tiene nombre-agrego el ojidorado con sorna mirándola

-pues para tu información sí, sí tengo nombre, me llamo Kagome-dijo ella retándolo con mirada, a lo que el también la miro con desafío en sus ojos, pronto ambos comenzaron a echar chispas por los ojos, hasta que Miroku notando el ambiente tenso se interpuso entre ambos…

-¿a qué año vas?- le pregunto Miroku a Kagome intentando aliviar el tenso ambiente

Ella rompió su contacto visual con Inuyasha para mirar a Miroku y responder-a cuarto curso-dijo sin mucha importancia.

-que coincidencia, nosotros también-menciono el peligro con cierto entusiasmo

- espero que nos toque en el mismo salón Kagome-respondió sociablemente el pelinegro.

-eso sería una desgracia-dijo Inuyasha con desdén hacia la ojichocolate

-¿Qué estas insinuando?-objeto con el mismo tono hacia el

- que para tener 15 años, pareces una niña y que sería una vergüenza que estés con nosotros- añadió con cierta burla

De repente un golpe en la quijada lo hizo tambalearse hacia atrás y luego posar su vista ambarina casi atónito en Kagome que todavía mantenía el puño cerrado, y lo miraba desafiante.

Totalmente colérico se repuso de la impresión y estuvo más que dispuesto a devolverle el golpe si no fuera por Miroku que se interpuso entre ambos

-Tranquilos muchachos, mantengamos la paz-dijo con una sonrisa nerviosa el ojiazul

- sabes tienes razón, creo no vale la pena perder mi tiempo con esa cosa- dicho esto Inuyasha se dio media vuelta y se fue al siguiente vagón

-nos veremos Kagome- añadió el pelinegro para luego seguir a su amigo, el cual parecía que iba a desquitar su furia en alguien, por lo que mantuvo cierta distancia

-bueno, al menos eso le ensañará a no meterse conmigo, es un idiota nunca creí que pudiera existir alguien con un ego tan enorme!-pensaba la azabache mirando por la ventana…

Así todos continuaron en el tren, con un solo pensamiento en mente: este va a ser un día muy largo.

Continuará…