All about you
It's all about you (it's all about you)
It's all about you baby (it's all about)
It's all about you (it's all about you)
It's all about you
Yesterday you asked me
something I thought you knew
so I told you with a smile
it's all about you
All about you/ McFly
—¡Mierda, mierda, mierda! ¡Auchhh! ¡Carajo Bella, me duele!
—Pareces una niñita Emmett, —burle al idiota de mi hermano, el cual se retorcía de dolor cuando pase el algodón por la herida en su ceja —ahora estate quieto y se el hombre que nunca serás.
Gruño en respuesta y yo solo me reí por su cara malhumorada.
—¿Quién te obligo a golpearlo? ¿Eh?
Hizo una mueca y se cruzo de brazos como un niño pequeño. —Nadie me obligo.
Emmett podría ser enorme como un oso y tener un rostro malévolo, pero por dentro en gran parte era como un niño. Mi enorme y gran oso hermano.
—¿Entonces? No jodas Emmett, ahora se un niño bueno y quédate quieto. Te daré una paleta cuando termine, ¿si?
—Ja-ja-ja, muy gracioso Bella.
Reí con libertad a pesar de sus constantes gruñidos, amaba a mi hermano, pero lo que más amaba era molestarlo, bueno, no era mi único hermano, pero no podía molestar a Seth. ¿Porqué no? Pues porque solo es un bebe, un bebe de 4 años y medio, para mí era mi bebe así que olvidémonos de esos detalles.
Emmett era el mayor de nosotros 3, por decirse parecía que éramos mellizos, pues nos parecíamos mucho, al grado de que si él se colocara una peluca y se volviera anoréxico se parecería a mí. Y si yo me cortara el cabello, tomara esteroides me parecería a él. Siempre me reía con ese pensamiento.
Nosotros 3 quedamos huérfanos cuando mamá y papá murieron en un accidente de avión, dejándonos a cargo de nuestro enorme oso-hermano, al igual que su innumerable fortuna. Lo cual en gran parte me valía un cuerno. Admito que llore, pero logre superarlo con mis hermanos, después de todo ellos no parecían nuestros padres, nunca estaban en casa y siempre salían del país, nunca de ciudad. Emmett acababa de cumplir los 19 años, pero a su gran corta edad pudo hacerse cargo de todo lo que dejo mi padre, y también mi madre, claro. Aunque teníamos mucho dinero para mantenernos sin trabajar el no se dio por satisfecho con eso, y comenzó a hacerse cargo de la empresa de papa. Tan chiquitito y el oso ya sabía de negocios. Yo dentro de unos meses mas cumpliré 17 años, lo cual me valía un cuerno, lo único que quería era ya terminar la puñetera preparatoria e irme a la universidad y terminar mi carrera. De pronto unos orbes color verde esmeralda aparecieron por mi mente, dejando atrás todo atisbo de pensamientos y coherencia, sacudí mi cabeza borrando esos hermosos orbes y me concentre en mi tarea de curar las heridas de mi hermano.
—Yo te dije que no te metieras con ella Emmett, Lauren es una puta, te dije que terminaría partiéndote el corazón y mira como lo hizo, acostándose con Tyler —le dije limpiando el corte en su labio. Me dio tristeza por mi hermano, el oso a pesar de verse enorme, fuerte y confiado tenía un punto débil, y ese era su corazón.
Rodee a como pude a mi enorme hermano con mis brazos reconfortándolo por su dolor y lagrimas que alguien no se merecía. No entendía como alguien podía ser tan malo, yo sabía que Lauren daba mala leche, siempre las mujeres lo buscaban por nuestro dinero; y los hombres hacia mí ni se diga, al menos se alejaban ante mi ultimátum o el de Emmett, para el aun sigo siendo su niñita de 15 años.
—Esto es una puñetera mierda Belly-Bells. Creo que así nunca podre encontrar a alguien que no solo me vea como un banco a los ojos, sino solo Emmett Swan...
Volví a estrecharlo entre mis brazos sintiendo como sus lagrimas silenciosas mojaban mi blusa, era mi favorita pero no me importo. Maldita Lauren, esta sí que no te salvas.
—Vamos osito, no llores por alguien que no vale la pena, veras que pronto te llegara el verdadero amor... y... bueno todas esas cursilerías. —me miro arqueando una ceja para después echarse a reír —¡Oye! No te burles, no es mi culpa que yo no conozca lo que es eso.
Y estaba en lo cierto, jamás en mi vida sentí algo así por alguien, ni siquiera las pinches maripositas gays que revolotean por el vientre. De pronto esos orbes color verde esmeralda aparecieron de nuevo por mi mente, y también las pinches maripositas gays en mi vientre revoloteando tipo revolución mexicana.
—Entonces si a mi aun no me ha llegado a ti igual te llegara peque.
Rodé los ojos.
Estúpidas maripositas gays.
—Ugh, espero que a mitad de año no. —Musite mas para mí que para él.
—Ese día llegara hermanita, pero antes tendrá que pasar por un interrogatorio de mi parte, así sabré si es un buen tipo que tiene sentimientos sinceros y no un idiota que se le quiere meter en los pantalones a mi hermanita.
Golpee su hombro juguetona y el soltó una carcajada.
—Entonces así también sabré si no es una mierda de hombre. —Le dije. —Ya solo tú te harás cargo.
Sonrió en respuesta y continúe ahora con su mejilla.
—ugh, Emmett no pudiste al menos cubrirte la cara, esto te quedara por un laaaaaaaargo tiempo. —Presione la enorme hematoma que había comenzado aparecer a lo largo de su mejilla y pómulo.
—¡Auchhh, Bellaaaaaaa! —lloriqueo haciendo una mueca y apartando mi mano.
—Lo siento. —le dije dando por terminada la conversación, colocando crema sobre esta para después recoger algunas cosas y guardarlas, tire los algodones ensangrentados y las toallitas. Después de subir a mi habitación me di una largaaaaaaaaaaaaaaaa ducha, hasta que quedamos sin agua caliente, lo cual irrito a Emmett y yo solo me reí en su cara. Mire mi reloj y eran más de las 10, fui a la habitación de Seth entrando silenciosamente, sonreí al verlo acurrucado en su camita con su dedo gordo en su boca. Lo arrope bien con las sabanas cuidadosamente, bese dulcemente su frente y salí de la habitación hacia la mía. Ugh, estaba jodidamente cansada, subí a mi cama tapándome en el proceso. Tome mi móvil de mi mesita de noche mientras rastrillaba mi cabeza. Fui al menú de contactos y busque colocando la letra "M", el nombre apareció frente a mi enseguida dando un toque para enviar mensaje. Teclee el mensaje rápidamente y antes de enviarlo lo leí:
"Espero algún día poder compartir mis sentimientos hacia ti, esperando ser correspondidos, quizás nunca me veas pero yo a ti si, eres especial para mí no sabes cuánto. Espero algún día lo adivines o yo tenga el valor para poder decírtelo. Buenas noches, que descanses".
Teclee enviar.
Deje mi móvil en su lugar para acurrucarme en debajo de mis sabanas esperando en mis sueños a mi chico de ojos verdes.
