Hola mis amores :D ¿Cómo estuvieron?, espero que tan bien como yo. Por ahora las cosas en mi vida van sobre ruedas… Y aunque la ruptura con mi novio me molestó, ¡qué importa!, tengo dieciséis años, creo que tengo derecho a disfrutar mi juventud sin ataduras, ¿o no?.

Hoy les dejo un fanfic echo con demasiado amor de Belencita para ustedes, Darling.

Sakura reflexiona una noche sin poder dormir, sus sentimientos por su rubio amigo.

Disclaimer: Los personajes y lugares son propiedad exclusiva de Masashi Kishimoto. No lucro con esto, aunque el fic y su idea fue mía por lo que no permito reproducción del mismo ni subirlo a otras páginas.

Dedicación: A mi misma, son las tres, mañana tengo escuela y no puedo dormir. Me voy a dar una ducha para relajarme, pero antes les dejo este fic, que sinceramente describe mi situación actual a la perfeccion.

Los amo, y lo saben. I´m Sexy and i know it. JOJO :P


Seis tazas de café.

By: Belencita.

Primera taza de café de la noche, la joven de rosados cabellos no puede dormir.

—¡Qué sueño!, ¡maldición!, mañana debo entrenar con Kakashi-Sensei y Naruto a las seis de la mañana, y son las tres de la madrugada, ¿cómo haré para levantarme?.

Otra taza de café pasa por los labios de la joven Sakura.

—Debería dormir, pero no puedo. Cada vez que duermo, él, su perfume, su recuerdo me viene a la mente —Sakura deja caer una lágrima—, Aún no entiendo que demonios pasó. Estaba segura de amar con locura a Sasuke, pero según veo, era solo un maldito capricho—.Otra lágrima recorre su mejilla, para ser seguida por muchas más.

Otro café para Sakura, por favor.

—Éste sentimiento.. —Vaciló— nunca antes lo había sentido por nadie, ni siquiera por Sasuke. Naruto… Te has convertido en parte esencial de mi vida. Ha llegado el punto en el cual no sé vivir sin tus chistes, tus boberías de niño de Kinder, tus palabras de aliento, tu sonrisa presente hasta en los momentos más oscuros. Ha llegado el punto en el que me siento bacía cuando no estás conmigo, Naruto…

Y hablándole al aire, preparó otra taza de café expreso.

Se hacía cada vez mas tarde. Tres y media, cuatro, cinco de la madrugada. Para ese entonces Sakura se había echo a la idea de ir amanecida a entrenar, cosa que sabía que estaba mal, pero…

—¡Es que no me dejas dormir, Naruto! ¡Baka! —y sabía que Naruto no podría oírla, pero aún así le gritaba al aire, esperando que el viento le lleve su mensaje que, aunque parecía de enojo hacia él, en realidad era prueba del amor verdadero que sentía por aquél rubio que alguna vez llamo tonto, molestia, idiota.

Una última taza de café no le vendría nada mal.

—Y es que no logro entender en que momento, Naruto, me enamoré de ti.

Susurrando esto último al aire, esperando que milagrosamente Naruto escuche, piensa que no es mala idea una sexta taza de café.


No tengo mucho que decir al final, pero me despido. Voy a darme mi merecida ducha. Los amo, mis bebés.

Con todo mi corazón, Belencita, reportándose. OUT.