-¡Chat Noir el akuma está en su reloj!-.

Nuevamente nuestros héroes favoritos de París se encontraban luchando contra el mal. Ladybug ya había utilizado su Lucky Charm, así que sólo faltaba destruir el objeto que llevaba la mariposa infectada. Sin embargo antes de que Chat Noir lograra utilizar Cataclismo, un rayo azul golpeó a Marinette.

-¡My Lady! ¿está bien?- preguntó con preocupación el rubio. La peliazul se sintió mareada pero no era un daño grave.

-Estoy bien-. Con aquella afirmación, Chat Noir logró destruir el reloj y así liberaron del mal a la mariposa.

-¡Miraculous Ladybug!- la chica lanzó al cielo el objeto que se le había proporcionado y todo volvió a la normalidad. O eso creía.

-Bueno, nos vemos pronto My Lady- Chat besó el dorso de la mano de la catarina, para luego irse antes de que su transformación acabara.

-Bueno, es hora de que también me vaya- Marinette se ocultó en un callejón para que volviera en su estado civil, sin embargo al hacer esto, el mareo la atacaba con más fuerza.

-¡Marinette!- escuchó a Kwami gritar antes de que todo se volviera negro.

Por las calles de París se veía a un muchacho de tez clara, cabello azabache azulado, ojos color cielo y las orejas llevaban perforaciones.

-Tikki ¿estamos en el mismo París?-

-Me parece que no-.

El chico soltó un suspiro y miro hacia un callejón, donde vio a una chica con un gran parecido a él desmayarse.

-¡Oye!- Marino alcanzó a tomar a la desconocida entre sus brazos.

-¿Pero cómo?- escuchó exclamar a Tikki sin embargo ¿cuál de las dos?.

-Estamos en un serio problema-.

-Marino, estamos en un mundo paralelo- bueno por lo menos ahora sabía quién era su kwami.

-Es decir que ella es... ¿yo?-

-Exacto- mencionó la Tikki que pertenecía a Marinette -pero quisiera pedirte un favor ¿podrías llevar a mi portadora a su hogar?-

-No veo problema, supongo que vive donde mismo-.

Y así, Marino se llevó a Marinette a su hogar, claramente mintiendo a sus padres del mundo paralelo que él sólo era un amigo.

Marinette sintió un dolor en su estómago, por eso se despertó. Observó que se encontraba en su habitación, pero había algo nuevo.

-¿Quién eres?- el chico que llevaba una chaqueta de cuero negra, polera blanca y unos jeans ajustados, la miro con esos bellos ojos y una sonrisa sincera.

-Un gusto Marinette, mi nombre es Marino Dupain-Cheng, tu yo de un universo paralelo-