¡Hola!

Ehhhh... Bueno, pues estaba releyendo "En llamas". Y en la parte en la que Katniss y Peeta están viendo la cinta de los juegos en los que participó Haymitch me llegó esto a la cabeza como una idea fugaz que acabe poniendo por escrito.

Espero y os guste :)


ES BUENO VERTE DE NUEVO —


La décima copa de Vodka desfila por su garganta, quemándola. Ella no tardará en llegar. Toma la botella casi vacía de la carisima mesita de café y pasa el poco líquido que queda al vaso. Hace un "chin-chin" imaginario al aire y se lleva la onceava copa a los labios, pero solo toma la mitad del líquido.

Antes de que pueda levantarse al minibar a por más Vodka, una cálida manta aterriza en sus hombros. Sin sorprenderse, Haymitch deja el vaso en la mesita y se cubre más entre la manta y el sofá.

— Es bueno verte de nuevo, Maysilee —le dice a su "inesperada"-esperada visita, quien se sienta a su lado en el sofá.

— Hace mucho que no te emborrachabas —comentó la joven pasando una mano por su suelto cabello rubio, alejándolo de su rostro, y tomando el vaso que Haymitch dejó a un lado para beberse lo que quedaba del vodka—. Empecé a pensar que me habías dejado de lado.

Él sabe que no es real. Siempre lo ha sabido, que la auténtica Maysilee murió en la arena, al igual que sus otros dos compañeros, que su cadáver fue convertido en muto por el presidente Snow y luego se pudrió en los sótanos bajo el Capitolio, como si nunca hubiera valido nada. Sabe que la jovencita sentada a su lado en el sofá no es aquella que le salvo la vida en la arena hace 26 años, si no un podructo de su demacrada mente, como forma de auto protección a la crueldad del mundo. Sabe que cuando despierte a la mañana siguiente con resaca, el vaso seguirá en la mesita de café, con el poco vodka que desechó, sin beber. Sabe que si Katniss o Peeta entraran ahora en su casa, lo encontrarían totalmente borracho, hablando solo. Y no le importa ni lo más mínimo. Es bueno tener compañía.

— Más quisieras —le contestó.

Maysilee sonríe ante la arrogancia finjida de su antiguo compañero.

— ¿Y se puede saber que a separado al gran Haymitch de su amor embotellado? —pregunta con verdaderas ganas de saber.

— Oh, nada realmente importante —se deshace de la manta y se la ofrece a su visita, esta la rechaza y al final termina olvidada en algún lugar de la estancia—, tan solo una Revolución contra Snow.

Los ojos azules de la joven se abren como platos.

— ¡¿QUÉ?! —chilla.

Haymitch se levanta hacía el minibar, saca una botella de tónico, rellena un vaso con ella. Lo hace lentamente de forma deliberada.

— Bueno, ya te he hablado de Katniss —habla al fin, llendo hacía su invitada y le ofrece el vaso—. Bebe, lo necesitaras.

Así, Haymitch se paso la noche contándole, de forma muy estereotipada, al fantasma de su antigua compañera, la última aventura del Sinsajo. Disfrutando de cada uno de sus gestos que variaban desde sorprendidos a aterrados, a otros llenos de jubiló o enfado.

Sabe que está perdiendo el tiempo, que en cuanto despunte el sol ella le dejará de nuevo solo con una resaca a la que ya está acostumbrado. Y sigue sin importarle.

Porque nadie sabrá nunca que la verdadera razón por la que él se dio a la bebida no fue para olvidar, si no para reencontrarse de nuevo con Maysilee. Y seguirá así, hasta que le de un coma etílico y se reencuentre con la auténtica al otro lado.

Porque Haymitch es así.


Eso fue todo amigos~

¡Nos vemos! :3