En una cálida tarde de otoño, una mujer de aproximadamente veintitrés años juega con su pequeña hija de sólo tres. La bebé con piel trigueña, ojos azules y rizos castaño claro, mira a su madre divertida mientras ambas están sentadas en una silla de restorán esperando. La madre es una delgada mujer con el cabello rizado hasta la cintura y con hermosos ojos color miel la cual mira a su hija preocupada pero con amor.

- Lamento llegar tarde, estaba en una reunión- Un fornido rubio se acerca y se sienta en otra silla, quedando al frente de ambas-

- Está bien, Aquí está quien me pediste - Marie sonríe con tristeza señalando a la bebé-

- Es hermosa… - El rubio sonríe melancólico y le acaricia la mano- ¿puedo? -

- Adelante – Marie le alza la bebé y el rubio la toma nervioso-

- Hola Emma – La bebé sonríe y se acurruca en el pecho del rubio, el cual la mece delicadamente y luego mira a Marie dudoso- ¿Es…él es un… es un buen padre?-

- Si – Marie sonríe a la mesera que se acerca con agua y luego de tomar un sorbo habla- la adora, más que a su vida-

- Me alegra oírlo – El rubio sonríe y toma la mano apoyada sobre la mesa de Marie, la cual quita bruscamente-

- No – Suspira y toma otro sorbo de agua- pudiste… - Marie suspira y sus ojos se llenan de lagrimas-

- Marie, podemos irnos, los dos, juntos, ser felices… –

- No – las lagrimas no dejaban de salir aún que se las limpiara- tu decidiste abandonarnos y ahora soy una mujer feliz. Tú estás casado y me alegro por ti, en serio, pero no me pidas que me escape contigo porque nuestra relación no podrá ser nunca más-

- Te amo Marie y siempre te amaré- La bebé se movió inquieta y alzo los brazos hacía Marie, quien la tomo inmediatamente junto a sus cosas mientras se levantaba a lo que el rubio imito- Yo… fui un tonto, no hice las cosas bien, pero ahora estoy decidido a intentarlo una vez más contigo, te lo pido -

- Ya es demasiado tarde –Marie sonrió triste y se acerco a él mirándolo directamente a los ojos- lo siento, me debo marchar, adiós- Marie beso la mejilla del hombre y junto a su pequeña niña se marcho de ahí.-

Decidida a que ella y su hija no volverían a ver más al fornido hombre, se marcho derecha y con su orgullo intacto pensando en lo mucho que arriesgaría si hubiese aceptado la oferta del atractivo hombre rubio.

- Te amo Marie – un hombre alto y de cabello castaño la abrazo apenas Marie entro por la puerta de su hogar-

- Gracias Nile, gracias por todo-

- Las amo a las dos, pese a todo-

~~~~~~~~~~Trece años después~~~~~~~~~~

Emma sonrié divertida mientras se mira en el espejo de su cuarto. A pesar de que su cuerpo fuera algo robusto y su rostro no fuera lo más hermoso del mundo, se sentía una persona muy afortunada. Se acomodo sus rizos castaños que le llegaban a la cintura y rasco uno de sus ojos azules para luego bajar a tomar desayuno pues su padre la había llamado hace un rato.

- Oí Emma – Nile, su padre la mira molesto mientras esta baja por la escalera-

- Pero papá – Emma hace un puchero y se sienta a comer junto a sus padres-

- Nada. Te he estado llamando hace un rato y no bajabas, ¿Qué estabas haciendo? – Nile toma un sorbo de té y la mira curioso-

- Nada, solo pensaba-

- ¿Ya pensaste a que división militar entraras?- Marie, su madre sonríe mientras le sirve un vaso de leche-

- ¿Para qué me preguntan cosas así si ya saben cuál es mi respuesta?-

- Emma, mi amor, no quiero que entres ahí – Nile suspira preocupado y deja su té de lado para tomarle la mano- quiero que tengas una buena vida, quiero que vivas muchos años y que tengas una hermosa familia-

- ¿Otra vez con eso?- Emma se suelta bruscamente y se levanta- ¿Por qué no podemos ser realistas? ¿Crees que quiero entrar a ese maldito mundo corrupto y asqueroso de la policía militar? ¿Para qué? ¿Para asegurarme el culo mientras el resto del mundo muere intentando matar a esas cosas que no nos dejan vivir en paz?-

- Emma – Marie se levanta molesta- Cállate y no le hables así a tu padre-

- Marie, Déjala – Nile interviene serio y vuelve a tomar de su té-

- Tch- Emma castañea los dientes y se vuelve a sentar-

- Debes ser más respetuosa – Marie vuelve a hablar y Emma la mira molesta-

- ¿Puedo tomar mi desayuno tranquilo?- Nile vuelve a intervenir y las dos terminan de comer en silencio-

La Familia Dawk Hemmer está conformada por Nile Dawk y Marie Hemmer, los cuales tienen una hija, Emma. Nile trabaja como comandante de la policía militar mientras Marie es dueña de casa. Por mucho tiempo habían intentado concebir otro bebé, pero lamentablemente Marie sufrió dos abortos espontáneos lo que los llevo a dejar de intentar, en consecuencia Emma era el mundo para ellos dos y como buenos padres querían que su vida estuviera asegurada. Emma es una joven de carácter fuerte, algo rebelde y seria. Carece de fuerza y habilidades físicas pero lo compensa con una enorme determinación.

- Emma… - Su madre Marie tocaba la puerta mientras Emma se miraba en el espejo –

- ¿Qué quieres mamá?- Emma abre la puerta y se sienta en su cama mientras Marie la imita-

- Sólo quiero que sepas que yo y tu padre nos preocupamos por ti, eres nuestra hija y no queremos que nada malo te pase. No quiero que entres a la legión de reconocimiento ,pero a pesar de eso te vamos a apoyar –

- ¿Es enserio?- Emma sonríe entusiasmada y abraza a su madre feliz-

- Así es, además el entrenamiento dura tres años y creo que eres voluble, quizá el amor te haga cambiar de parecer- Marie la abraza de vuelta y le besa el cabello-

- No arruines el momento- Emma la aprieta levemente y la suelta- Gracias-

- No olvides que yo y tu padre hacemos esto porque te amamos, cuando tengas hijos lo entenderás-

El tiempo pasa y con ello el día de las inscripciones en la milicia se acercan cada vez más. Emma bosteza puesto que acababa de despertar gracias a los insistentes gritos de su padre. Suspira y se levanta para poder tomar desayuno con su madre y despedirse como corresponde, después de todo no la volverá a ver por un largo tiempo.

- Emma… - Marie se acerca a la puerta antes de que Emma y Nile se marchen- quiero que sepas que te amo, pase lo que pase y que estoy orgullosa de ti, eres mi pequeño tesoro-

- Mamá – Emma se acerca y la abraza fuertemente- yo también te amo, prometo que hare lo que sea para ayudarlos a todos, solo quiero una vivir en paz-

- Es momento de irnos – Nile llamo a Emma haciendo que esta se separara de Marie luego de besarle la cara reiteradas veces-

El camino es largo y algo tedioso pero Emma omite decir algo tan insignificante, al fin y al cabo habían pasado cosas mucho peores en el último tiempo, las cuales habían causado la pérdida del muro María y muchas muertes inocentes. Emma mira sus manos detenidamente para luego mirar a Nile.

- Papa… -

- ¿Um?- Nile quita la vista de la ventana y mira a Emma quien tenía los labios secos y la mirada cabizbaja –

- ¿Crees que tenga alguna vez que enfrentarme a titanes?-

- ¿Qué clase de pregunta es esa?-

- Lo siento, la he formulado mal. ¿Crees que seré capaz de enfrentarme a ello? ¿Qué sucede si el pánico inunda mi cuerpo y quedo en blanco?-

- Emma – Nile sonríe levemente y toma su mano- Confió en ti, te conozco, eres mi hija y conozco tus habilidades. Eres fuerte, podrás con todo-

- Es cierto – Emma sonríe aún algo triste – Gracias papá-

De repente la carroza para su trayecto y ambos, Nile y Emma se dan cuenta que habían llegado al destino predeterminado.

- Hasta aquí puedo llegar yo – Nile se bajo y hablo mientras ayudaba a Emma con las maletas y se las pasaba- Quiero que sepas que te amo y que te deseo toda la suerte del mundo – Nile hablaba calmado mientras acariciaba el cabello de su hija-

- Lo sé papá, también te amo – Emma dejo las maletas de lado y abrazo a Nile- Gracias por todo-

- Cuídate mucho – Nile le besa la sien y luego se separa-

- Adiós papá-

Emma no quería parecer una niña pequeña por lo cual su actitud cambió completamente al llegar al lugar de inscripción. Un joven militar de aproximadamente veinte años estaba inscribiendo a todos los reclutas. Emma miraba distraída las otras filas para conocer a los otros jóvenes de su edad.

- Oí – El militar la llamó un tanto molesto-

- ¿Ah? – Emma lo miró desconcertada-

- Despabila, te he llamado tres veces y no has contestado ninguna-

- Disculpe – Emma reaccionó en pocos segundos y tomo una actitud completamente seria-

- Nombre completo- Pregunto el joven mientras anotaba en una hoja-

- Emma Rose Dawk Hemmer –

- ¿Edad?-

- Dieciséis años-

- ¿Lugar de nacimiento?-

- Distrito Stohess-

- Toma – El militar le alcanzo un papel – Tienes que firmar aquí, donde aceptas entregarte a la milicia-

- Está bien – Emma firmo y le devolvió el papel –

- Aprobada. Eres parte de la tropa de reclutas del ciclo N°104- Le tendió una especie de libreta y hablo- ese es tu registro militar, intenta no perderlo. Aquí a la derecha mi compañera te mostrará las instalaciones-

Después de que una pequeña rubia le mostrara todo el recinto y le explicara las reglas, Emma iba bastante emocionada a la cual sería su habitación por los próximos tres años. Al entrar al cuarto pudo ver a otras jóvenes que se encontraban ahí, lo cual la hizo sentir un poco incomoda.

- Hola- Emma sonrió tímidamente- Mi nombre es Emma Dawk-

- Hola Emma – Una chica alta, delgada y con el pelo castaño se acerco – Mi nombre es Sasha Braus, encantada de conocerte-

- ¿Quién es ella?- Emma miró curiosa a una joven de rasgos muy particulares. Su cabello era de color azabache, su piel pálida como la leche y sus ojos rasgados -

- Oh, ella es nuestra compañera de habitación, no sé su nombre no me lo dijo -

- Ackerman – La azabache hablo seria- Mi nombre es Mikasa Ackerman-

- Disculpa que te lo pregunte pero, ¿De dónde eres?-

- Shiganshina – Mikasa respondió secamente por lo cual ni Emma ni Sasha decidieron volver a preguntar nada-

Luego de la pequeña interacción nadie volvió a hablar nada más. Los reclutas estaban tan nerviosos que se podía sentir a kilómetros. Mañana sería la iniciación y por lo que Emma había escuchado por ahí el comandante encargado del rito era bastante estricto y serio, por lo cual les esperaba un día lleno de retos.

Al día siguiente, eran las seis de la mañana y Sasha se encontraba ideando un plan para poder conseguir comida, como todo el mundo sabía en los últimos años había comenzado una gran escasez y el comer algunos alimentos había sido imposible en determinados distritos. Por lo que Emma había podido oír, Sasha era de Daupa, al sur del muro Rose. Lamentablemente por la llegada de los titanes las pocas verduras cosechadas y la inexistente carne era vendida a los distritos con más dinero como Stohess por lo cual los más pobres se alimentaban solo de trigo, avena y leche.

- Maldita sea – Sasha reclamo molesta mientras se tiraba en su cama asignada-

- ¿Qué te sucede?- Emma se rasco un ojo mientras se hacia una coleta-

- En los últimos meses no he podido siquiera ver una maldita papa. Daría mi vida por conseguir una y saborearla-

- ¿Por eso estás tan frustrada? – Mikasa quién estaba escribiendo algo sobre un escritorio compartido, hablo seria-

- No es solo eso, me encantaría conseguir una papa. En Daupa no comemos nada que no sea trigo, avena o leche y ya estoy harta. Todos los días tenía que casar animales, deliciosa carne de cerdo, para los ricachones que nos compraban y nosotros no quedábamos con nada. -

- ¿y cómo planeas conseguir comida?- Emma bostezo y se levanto para abrir la ventana –

- Hoy, cuando salí de la ducha escuche a un chico hablar que en la cocina había "deliciosa carne de res con papas cocidas", cuando lo supe mis ojos se iluminaron de inmediato, pero al mismo tiempo se apagaron pues todos sabemos que son para los rangos superiores. Hace años que quiero comer comida real. Me robaría un trozo de carne pero sería muy obvio así que decidí que me robaría una papa.-

- ¿Estás loca?- Emma frunció el ceño- Es nuestro primer día, si algo sucede te mataran-

- Ahí está lo que necesito – Sasha sonríe maquiavélicamente – Necesito que alguna de ustedes me ayude-

- Olvídalo – Mikasa la mira seria y luego esconde su cara en una roñosa bufanda roja-

- Pero… - Sasha habla triste – no es algo que pueda hacer sola, podrían pillarme y mi vida correría riesgo-

- Eh… - Emma miró a Sasha y luego a Mikasa quien estaba concentrada escribiendo- Está bien… - Respondió resignada-

- ¿Es enserio? – Sasha se levantó de su silla y abrazo a Emma fuertemente-

- Basta… me asfixias…-

- Lo siento-

Son las ocho de la mañana y mientras todos los reclutas están ordenados para la presentación oficial, dos personas están ocupadas haciendo otra clase de cosas.

- Emma, avísame si viene alguien- Sasha susurra nerviosa mientras entra en la cocina-

- ¡Cállate y saca pronto las patatas!- Emma responde de la misma forma mientras vigila –

- Listo- Sasha guarda las papas en servilletas y le pasa una a Emma-

- ¡A correr! – Ambas hablan nerviosas y parten rápido al lugar en donde están los demás reclutas-

Las dos adolecentes no se demoran mucho en encontrar a los demás y lentamente se escabullen entre las filas mientras el instructor "Keith Shardis" por lo que Emma escucho, se encontraba interrogando a algunos compañeros. Emma guardó la patata que le pidió a Sasha en su sostén. Posiblemente luego estaría asqueroso, pero no se caracterizaba por ser una persona muy limpia a la hora de comer. Gracias a su gran busto nadie notaría que tenía una papa escondida ahí.

- Oye tú – Keith menciona a un chico de la misma edad de Emma. Bajo, rubio y con una melena hasta las mejillas-

- Señor – el chico lo mira haciendo el saludo militar. Emma se abofetea mentalmente por nunca haberle tomado atención a su padre y ahora por andar robando una patata perdió su oportunidad de aprenderlo-

- ¿Quién diablos eres?- Keith habla con una actitud violenta y seria-

- Armin Arlet, de Shiganshina – Emma lo mira triste, puesto que seguramente sea uno de los niños que sufrieron la pérdida de sus familiares-

- ¿En serio? Tienes nombre de retrasado – Emma se encoleriza al escuchar a Keith tratar tan mal al chico- ¿Tus padres te pusieron ese nombre?-

- Fue mi abuelo señor – El rubio responde serio pero a leguas se podía notar su tristeza-

- Arlet, ¿Cuál fue tu motivo para unirte?-

- Poder contribuir a la victoria de la humanidad-

- Serás comida de titanes. Tercer escuadrón- Keith lo hizo dar media vuelta y lo mando a una división-

Keith siguió interrogando a otros reclutas mientras Emma entonaba una canción en su mente para olvidar los nervios. No se dio cuenta cuantos cadetes pasaron hasta que llegaron a un precioso joven de ojos azules.

- Tú, mocoso de ojos azules – Keith seña a un chico robusto, alto y de cabello rubio. Extremadamente atractivo. Emma muerde su labio ligeramente-

- Reiner Braun – El rubio habla con una voz fuerte y ronca-

- Con esa cara de niño lindo lo único que vas a lograr es que los titanes se burlen de ti – Keith lo humilla un poco como a los demás y luego prosigue- ¿Cuál fue tu motivo para unirte?-

- Entrar a las tropas de exploración y conseguir una victoria para la humanidad-

- Espero que tu cuerpo no nos decepcione y sea de ayuda. Cuarto escuadrón-

Keith prosigue caminando ignorando a algún que otro soldado. Los nervios de Emma crecían cada vez más ya que según sus cálculos su interrogatorio estaba cerca. Entre los gusanos comiéndose su estomago pudo notar de reojo a Sasha comiendo la papa que habían robado y para su mala suerte Keith también se acababa de dar cuenta.

- ¿Qué mierda crees que haces?- Keith se acercó furioso hacía la castaña mientras esta se hacía la desentendida- ¡Te estoy hablando a ti! – gritó enojado-

- Sasha Blouse, Daupa – Sasha respondió rápido luego de tragar un trozo de papa-

- ¿Qué tienes en tu mano derecha?-

- Una papa cocida señor. La encontré en la cocina y la tomé-

- ¿La robaste?-

- Sí señor. Fui yo sola – Sasha respondió tranquila-

Emma sentía que los gusanos atacaban con mayor fuerza su estomago y la angustia le comenzó a carcomer la cabeza por lo cual decidió actuar.

- Señor – Emma adelanto unas filas y se acerco hacía Sasha y Keith- Sasha no robó la patata sola, yo estuve involucrada también-

- ¿Y tu quién mierda eres mocosa?- Keith la miró serio-

- Emma Dawk, de Stohess- Emma hablo seria y con los brazos a los lados-

- ¿Acaso no aprendiste el saludo cuando lo enseñe niña rica?-

- La verdad es que no señor, estuve ocupada en ese momento-

- Ya veo… - Keith las mira por última vez antes de golpearlas a ambas en el abdomen – por sus incompetencias van a tener que correr hasta caer desmayadas y no podrán comer nada hasta mañana, de todas formas con ese peso te hago un favor ,Dawk- Keith habla serio mientras mira a Emma con asco-

- ¡No puede tratarnos así! – Emma se levanta con dificultad debido al dolor-

- Yo soy el que manda aquí mocosa – Keith la agarra fuertemente de la camisa- no me importa de quien seas hija, aquí te trataremos como una más, así que deja tus estupideces si no quieres otra paliza- Keith la suelta bruscamente dejándola en el suelo- son del escuadrón cuatro. Vayan con sus compañeros y cuando todos terminen se ponen a trotar- Keith las miro por última vez y prosiguió con la iniciación-

Todos los alumnos las miraban sorprendidos mientras caminaban con dificultad a su escuadrón. Emma se sonrojo al pensar que el chico apuesto y rubio había mirado todo y peor aún, era su compañero de escuadrón.

- ¿Están bien?- Emma noto que alguien le hablaba cuando se topo con un chico mediano y con la cabeza rapada, el cual la miraba divertido-

- Si, gracias – Sasha respondió algo apenada- somos Sasha y Emma-

- Escuche sus nombres – el chico sin cabello respondió divertido- mi nombre es Connie Springer y la verdad creo que lo que ha hecho Emma ha sido muy valiente-

- Ha sido estúpido. Debería haberme quedado callada, menudo golpe me ha dado- Emma sonrío a pesar de todo –

- Es cierto – El chico rubio, alto y guapo se acerco a los tres- Si quieres mantenerte aquí y ser de ayuda tienes que controlar tu temperamento-

- Lo sé. Gracias por su consejo de todas formas…- Emma lo mira avergonzada esperando saber su nombre-

- Reiner – El rubio sonríe mostrando una hermosa dentadura- ¿Eres Emma, no?-

- Así es-

- Entonces… ¿Seremos el escuadrón cuatro, no?- Sasha habla tranquilamente mientras mira a sus compañeros-

- Así es. Espero que podamos llevarnos bien- Connie sonríe y luego tose levemente- bueno chicas, nosotros nos iremos a almorzar –

- Suerte – Reiner las miró para luego marcharse junto a Connie-

Sin que se dieran cuenta los escuadrones estaban listos y todos se estaban marchando a comer. Sasha y Emma debían empezar su trote. Ya habían tenido suficientes problemas por un día así que debían hacerlo lo antes posible.

- Emma… -Sasha comenzó a trotar detrás de la ojiazul-

- Está bien. También fue mi culpa- Emma trotaba tranquila, pero algo cansada-

- Gracias Emma, en serio-

- De nada Sasha- Emma sonrío y se preparo para trotar hasta no poder más.-