CUIDAS DE MÍ
Capítulo 1: La invitación
-Querido Valgaav –empezó a decir Filia arrodillada ante la cuna que contenía la bola de cristal azul-, sabes que antes de acostarme me gusta hablar contigo sobre lo que me ha sucedido a lo largo del día.
La bola de cristal brilló fuertemente inundando toda la habitación. Filia cerró los ojos para que la luz no la cegara y sonrió dejándose envolver por la calidez que desprendía de ella.
-Han venido muchos compradores y el negocio continúa prosperando. Como siempre. Pero hoy también es un día muy especial puesto que ya hace cinco años que nos separamos del grupo. Aunque para nosotros cinco años no sean absolutamente nada ellos habrán cambiado mucho. Rina y Ameria ya serán todas unas mujercitas. Zelgadis posiblemente ya haya recuperado su aspecto. Y Gaudy tal vez haya madurado (aunque lo dudo).
La joven dragona ensombreció el rostro durante unos instantes.
-Y Zeros –dijo entre dientes-.
La bola inició un constante parpadeo. La muchacha entendió así que Valgaav estaba enojado.
-De acuerdo –se apresuró a disculparse u.uU- Sé que no te gusta que hable de ese estúpido demonio. Perdóname.
La esfera azulada volvió al mismo estado que antes.
-¿Sabes qué, Valgaav? He despedido a los que eran tus secuaces… ¡No! No te creas que los he echado por ineptitud. Solamente quería que rehicieran sus vidas. Tienen a alguien que les está esperando…
Un sonido prácticamente inaudible alertó a Filia. Provenía de fuera. Cerca de la casa.
La joven de cabellos dorados abrió apresuradamente la puerta de par en par y asustada comenzó a gritar:
-¿Quién anda ahí?
Pero tan solo obtuvo por contestación una ráfaga de viento que ondeó sus largos cabellos.
-Debió ser imaginación mía. O tal vez sea el espíritu de Valgaav que envuelve la casa. Desde el primer día que me separé de mis amigos no ha habido ni un solo momento que me haya sentido desprotegida.
Juntó sus manos del mismo modo que hacía para rezar y miró al cielo. En silencio. Volvió a entrar a su casa.
En el tejado, una figura escondida entre las sombras, había presenciado la escena.
-¿El espíritu de Valgaav? –dijo con voz aterciopelada- ¡Qué tontería!
A la mañana siguiente, Filia abrió la tienda como de costumbre. Acarició la bola de cristal para desearle buenos días y empezó a limpiar los jarros mientras esperaba a su primer cliente.
El día transcurrió tranquilamente y no fue hasta la tarde, poco antes de cerrar la tienda, cuando escuchó una voz familiar:
-¡Filia!
La dragona se giró descubriendo así a una joven pelirroja de unos veinte años.
-¿Rina? –preguntó la interpelada-.
Un chico alto y rubio de ojos azules escoltaba a la muchacha y posó sus manos en los hombros de Rina.
-¡Hola Filia! - saludó con su habitual alegría-.
-¿Gaudy? ¡Vaya! ¡Qué sorpresa! –dijo con una risa nerviosa. Eso significada un gasto excesivo de comida.
Filia preparó la cena. Ver como comían Rina y Gaudy le quitó el apetito y se acercó para comprobar como estaba Valgaav. Lo acunó entre sus brazos para después besarle. A consecuencia de esto la esfera brilló con una extraña luz roja lo cual le hizo gracia a la joven.
Más tarde volvió con la pareja, que después de la comilona ya estaban saciados. Se imaginó por un momento a Rina embarazada y eso le hizo que se le erizara el pelo. Si ya engullía un montó para alimentarse ella… si fueran dos personas…
-¿Qué te pasa, Filia? –le preguntó Rina-.
-Na… nada. No te preocupes. Pero dime, ¿Qué os trae por aquí?
-Bueno… -empezó a decir Rina- la verdad es que… lo que quería decirte es… bueno… esto es muy difícil.
La pelirroja se había sonrojado notablemente y fue Gaudy quien tuvo que reaccionar:
-¡Rina y yo vamos a casarnos! –soltó tan tranquilamente-.
La joven de ojos rojos golpeó la cabeza de su prometido, éste se llevó las manos a la cabeza.
-¡Auch! –se quejó Gaudy- ¿Qué he hecho ahora?
-¡Estúpido!
Filia los observó sorprendida pero luego sonrió.
-Felicidades.
-La verdad es que no hemos venido solo para invitarte a la boda. –prosiguió Rina- Quería que tú fueses mi dama de honor junto con Ameria.
-Me encantaría –contestó emocionada-.
Se levantó con ímpetu, cogió las manos de Rina y con ojos vidriosos le dijo:
-Cuenta conmigo.
-u.uU Esto… Ya me los has dicho Filia. Por cierto –cambió de tema- ¿Sabes donde está Zeros?
-¿¡Zeros?
Al instante se le puso la cola tiesa, agarró fuertemente entre sus manos la porra y empezó a respirar entrecortadamente. Rina y Gaudy retrocedieron asustados.
-¡No volváis a mencionar a ese demonio!
-Lo sentimos –se apresuró a disculparse Gaudy-, pero es que queríamos invitarle a la boda.
Mientras Gaudy sufría la cólera de Filia, Rina se escabulló de la casa. el viento azotaba los árboles y fue entonces cuando notó su presencia.
-¡Levitación!
Una figura escondida entre las sombras la esperaba.
-¡Rina! ¡Cuánto tiempo! –dijo una voz alegre-.
-¿Qué haces aquí? ¿Cuánto tiempo llevas? ¿Qué tramas?
-Son demasiadas preguntas pero a todas ellas puedo contestar que es un secreto.
-Lo suponía –se encogió de hombros-. Me da igual, solo quería que supieses que estás invitado a mi boda.
La joven ya se disponía a marchar cuando el extraño le pidió:
-No le digas nada a Filia.
-Tranquilo –le guiñó un ojo y se fue-.
Continuará…
N/A: Este es mi primer fic de Slayers así que no me sean malas personas y envíenme un review aunque sea para burlarse. A lo mejor está un poquito flojito pero me gustaría que me dijesen en qué puedo mejorar y si les ha gustado pues nada, mándenme reviews.
Muchos besos de Gelma-chan.
