hello~

bueno, esta no es la historia que había prometido, esa se subirá mañana, pero este es un one-shot que me venia rondando por la cabeza, ademas así actualizo toda la semana si es posible y rompo mi récord personal (?)

en las aclaraciones pertinentes, Castle no es mio, ya quisiera yo hacerme dueña y ademas arreglar la relación de los actores.

este fic pasa mas o menos luego del 3x13 o 3x14... como deseen ustedes verlo.

es un castle x beckett


"atrapados en el The Old Haunt"

Kate bufó molesta mientras ahogaba las ganas de golpear al hombre que se encontraba al lado suyo ¿Hombre? No, no era un hombre. Este tipo era un maldito crio que se las dio de sabiondo y los dejo encerrados en las tuberías debajo de su bar porque no sabe hacer caso, porque no sabe seguir órdenes.

Frustrada, vio nuevamente a los ojos del castaño y logró percibir cierta cuota de culpabilidad, lo hubiera perdonado si solo fuera eso, pero también se veía emoción, por lo mismo le golpeó en el hombro. Lo vio quejándose, pero no hizo mayor comentario ya que sabía que se había equivocado y la podría pasar peor si decía algo inapropiado.

Paseando su mano por su cabello transpirado, intentó pensar en cómo poder salir del lugar, pero no había manera. Todo era un laberinto y ningún lugar les daba el indicio de encontrar una puerta. Estaban en una bóveda debajo del "the old haunt" con muchas botellas de whisky, una linterna a punto de morir y celulares sin señal.

Sin poder aguantarlo más tiempo, golpeó la muralla y sintió como polvo caía mientras el dueño del bar le criticaba la acción. No quería escucharlo, no quería ni verlo y lo peor de todo es que ahora se arrepentía todo el tiempo en el que pensó en él ¿Por qué salía ahora a relucir sus antiguos sentimientos por Castle? Porque debía convencerse de que Rick era un bastardo adicto a meterse en problemas. Lo bueno es que nunca llego a declararse y ahora estaba con Josh, un hombre decente y maduro, todo lo contrario a Richard Castle.

Mordiéndose el labio inferior recordó una vez más a Josh, su "novio motorizado" como solía decirle Rick y no pudo más que sentir pena por él. Su relación había comenzado por el despecho de perder al escritor y demostrarle a él y a todo el equipo que ya no lo deseaba "pero ahora lo amo… eso vale" se dijo a si mismo sin estar convencida del todo. No podía llegar a definir muy bien como era el amor. No cuando su enojo estaba a punto de causarle una ulcera por culpa de su antigua obsesión amorosa.

Sintiendo como el escritor le tocaba el hombro, se giró y alzó una ceja mientras demostraba que si se volvía a acercar demasiado le dispararía sin compasión. Él mostró una sonrisa de niño arrepentido y la llevó devuelta a la bóveda para mostrar dos botellas de Whisky bastante deliciosas, pero no lo suficientemente caras. Si quería disculparse debía dolerle el bolsillo también y por lo mismo pasó de Castle y tomó una botella de la caja más escondida en la bóveda. Esa que guardaba para ocasiones especiales o para clientes selectos.

Sintiendo más calor que nunca, se quitó el abrigo y movió su camisa con despreocupación intentando aplacar el sudor. La falta de oxígeno les podía pasar la cuenta, pero tenía la leve esperanza de que el barman llegara a abrir la puerta en una hora o un poco más.

Negando con la cabeza volvió la vista a Castle y notó como este le miraba directamente el pecho sin siquiera parpadear. La sonrisa no pudo evitar escaparse de sus labios y es que era imposible no sentirse de lo mejor al saber que Castle podía llegar a arrepentirse de escoger a Gina que a ella. Abriendo los ojos con sorpresa, se juró que aquello podía ser cualquier cosa menos despecho. A ella le era indiferente con quien jugaba Castle y si el hombre ahora le miraba tenía que enojarse porque ese par era solo de josh "pero ¿Qué mierda estoy pensando?" se preguntó mientras se mordía el labio inferior.

Molesta, dio los tres pasos que le separaban del hombre y empujó la botella contra su pecho con fuerza para sacarlo del trance antes de alejarse nuevamente. Ella era buena bebedora así que no tendría problemas si saciaba un poco su sed junto al idiota que los encerró en esa bodega solo para enseñarle la remodelación que hizo. Además esa remodelación debería estar enseñándosela a Gina y no a ella.

-Creo que no deberías enojarte tanto Beckett, no fue mi culpa – Intentó comenzar Castle mientras sacaba el corcho con los implementos que mantenía ahí – no sabía que la puerta se iba a cerrar

-¿Y la llave Castle? ¿Dónde dejaste la llave? – Preguntó mientras se sentaba sobre una de las cajas en ese lugar y se cruzaba de piernas

-la deje… en… el escritorio – Mostrando una sonrisa culpable le dio un tragó a la botella y luego la extendió – no tengo vasos, tendremos que compartir

-o puedo beber de otra botella – Sonriendo con diversión, vio como la expresión de él cambiaba- ¿Estas siendo tacaño Castle? – Preguntó con malicia dándole la espalda para sacar otra botella

-no me duele una botella… tengo una taberna completa – Haciendo expresiones de querer estrangularla, recibió la nueva botella y la abrió – pero bueno, ¿Qué te parece? ¿A qué se ve genial?

- lo único que te falta es ponerle sillas y una mesa – Concedió ella viendo alrededor para luego darle un trago a su whisky – woow…. Este es bueno

-y lo tomas como agua –Ddijo sorprendido viendo todo lo que había bajado - ¿Era en serio cuando me dijeron que no compitiera contra ti en beber? – Preguntó alzando una ceja mientras le daba otro trago. Obviamente más mesurado que el de Kate – me sorprendes

-no conoces muchas cosas de mi Castle – Acercando la botella a su boca, no le quitó la vista de encima. Hizo todo lento y de manera sensual para ponerlo nervioso y se rió cuando casi deja caer la botella de sus manos – más atención escritor

-creí ver un cocodrilo – Bromeó, mas no dejo de ver directamente a sus labios

Sonriéndose ambos, siguieron bebiendo de la botella mientras hablaban de cosas sin importancia. En ocasiones Kate revisaba su celular para ver si la señal llegaba, mas nada pasaba. Lo más seguro es que se quedarían encerrados ahí sin que nadie los buscara.

Rick ya le había dicho que él le comentó a su madre e hija que pasaría toda la noche en el bar, mientras que Kate recordaba como Josh tenía turno de noche y no pasaría a verla hasta dos días más. Suspirando se acomodó mejor en la caja mientras se sacaba los tacones. Los pies le dolían bastante.

Por el rabillo del ojo notó como Castle se sacaba el saco y se abría un poco la camisa. También se logró sacar los zapatos antes de acomodarse mejor en su propia caja mientras bebía como si ya estuviera resignado " nada puede ser peor que esta situación" se dijo mientras veía la botella. Si seguía viendo la camisa pegada al cuerpo del escritor pasarían cosas malas. A esas alturas ya llevaba la mitad, y aunque no se sintiera mareada, tenía que prever las acciones futuras.

-te propongo un juego – Mostrando una sonrisa ladina, se rió por la cara de Kate – póker

-¿Tienes un mazo siempre contigo? – Alzando una ceja, sopeso las opciones, no podían hacer nada más

-uno nunca sabe cuándo las necesitara – Encogiéndose de hombros, comenzó a revolverlo – además se me acaba rápido la batería del celular

-si no jugaras tanto en él…

- ¿Jugamos o no?

-¿Solo póker? Es aburrido – Viendo la cara sorprendida de él, pensó en una opción – el que pierde ¿Bebe?

-si pierde tres veces seguidas, aparte de beber, penitencia

-pero un trago largo o no sirve… tienes que tomar como corresponde, no como adolescente iniciándose

-me ofendes Beckett – Sonrio al ver como la mujer se relajaba y dejaba mostrar su personalidad. Sin presionar más, comenzó a repartir

-te quiero ver bailando polka aquí mismo Castle

Sin decir ni una palabra comenzaron a jugar de lo más concentrados. Rick en ocasiones hacía comentarios que provocaban la risa de Kate, mas no adivinaba si tenía juego o no porque alcanzo a perder dos juegos seguidos antes de al fin poder vencerla una vez.

Por su parte, Kate sentía que nunca se había divertido tanto en su vida como en ese momento. No era porque antes los hombres no la satisfacían, sino que ese juego de niños-adultos resultaba demasiado divertido y excitante. Sobre todo porque estuvo a punto de vencerle tres veces seguida.

Confiada, se dejó llevar por la avaricia y tuvo que terminar tomando tres largos tragos de su botella por las malas manos que saco. En un momento hizo alusión de que Rick hacia trampa, pero fue el mismo resultado cuando ella repartí.

El primer castigo fue nada más ni nada menos que recitar un poema en ruso, mas su lengua comenzaba a fallarle y sus recuerdos se oscurecían cada vez que el hombre soltaba una risa al no entender nada de lo que ella decía.

El segundo castigo fue para Castle, quien había perdido luego de ocho rondas, así que mareado y todo se puso los zapatos y comenzó a bailar en base a las palmadas rítmicas que daba Kate. De igual forma todo fue un desastre y el hombre terminó cayéndose en el suelo soltando un aullido de dolor. Eso no se lo esperaba.

Algo preocupada, dejó todo de lado y se fue a revisarlo mientras lo ayudaba a sentarse lentamente. Lo único bueno es que no se había lastimado del todo

-tengo una pregunta – Dijo algo complicado manteniendo los ojos cerrados para no seguir mareándose – y me a jodido la cabeza como no sabes

-¿Por qué el polka?

-no, sabía que me querías en el suelo – Soltando una risa, Kate le acompaño unos segundos mientras lo ayudaba a sentarse en la caja - ¿Por qué nunca más hablamos del beso?

-Castle…

-no Kate, me gusta no ser serio, no voy con las reglas convencionales… pero yo sentí algo – Sabiendo que su mente no estaba bien después de beber tanto, siguió hablando – tú también me besaste, y le pegaste a ese tipo con tu pierna ¡Con tu pierna! Dios… ¿Realmente no sentiste nada?

-ahh… sí, sentí algo, pero olvídalo

-no puedo Kate

-Castle, tienes a Gina y yo a Josh… no somos de… ahh – Sorprendida, se vio atrapada entre los brazos de él, su mirada intensa la comenzaba a decodificar y eso no era nada bueno – Rick

-estamos atrapados… solo quiero saber que el beso no será igual de bueno sin un golpe

-eres un idiota – Se rió acomodándose un poco – no debemos

-nadie sabrá, será nuestro secreto de bar

-todos deberían tener un secreto de bar – Dijo intentando llevarle la corriente, más aun dudaba

-por supuesto… sobre todo las parejas de trabajo – Susurró suave mientras paseaba sus labios por el cuello de ella y la sentía estremecerse - ¿Sensible aquí? Eso es cliché

-ohh cállate, yo al menos no sueño con tirarme a mi compañero y lo escribo en un libro

-¡¿Qué?!

-como dice tu Nikki Heat, "masturbación verbal "

Sin poder evitarlo más, comenzó a reír estrepitosamente mientras era observada por un sorprendido Castle que no entendía nada, mas luego de pensarlo bien achico los ojos. Esa actriz, Natalie Rose, que iba a interpretar el papel de su protagonista debió decirle algo a Kate. Ya sabía él que era raro que Kate se interesara tanto en porque no se acostó con ella.

Sonriendo ladino, vio como la castaña entre sus brazos, le abrazaba por el cuello para sentirse más cómoda mientras seguía riéndose de él. En otro momento y con otra persona lo hubiera tomado como una ofensa, lo más probable es que incluso lo hubiera devuelto con otra frase más elocuente para no dejarle ver que le ofendía, pero con Kate no. Con ella tenía la oportunidad de cumplir todas sus fantasías y no solo quedarse con esa "masturbación verbal".

Acompañándola en la risa, ambos se movieron hasta que sus cuerpos quedaron cómodamente puestos, más la cercanía seguía siendo lo primordial. Kate se sentía demasiado bien entre los brazos del escritor, mas quiso atribuirlo a que ambos habían bebido una botella completa de Whisky.

-de aquí no saldrá – Sentenció ella rozando sus labios con los del novelista. Debía admitir que desde el principio, cuando lo conoció, quería tenerlo así de cerca

-nadie sabrá, no se lo diré a nadie

-no Rick – Arrastrando las palabras, intentó hacer que la poca conciencia que le quedaba se hiciera presente – lo olvidaremos todo… no haremos mención de esto

-por Josh – Apretándola con más fuerza, sonrió al ver como Kate sentía la dureza de su cuerpo chocar contra su vientre. Josh le molestaba, pero en ese momento la castaña no pensaba en ese mocoso

-por Gina – Mordiéndose el labio inferior, sonrió y pasó sus uñas delicadamente por la extensión de la espalda de Castle provocando que se enderezara enseguida – tu estas con Gina

-cierto

-entonces… ¿Una sola vez?

Con rapidez, Castle rodó con el cuerpo de Kate para dejar la mitad de ella recostada en las cajas y el sobre Beckett empujándose sin vergüenza contra la detective.

Kate, sin poder aguantarlo soltó un gemido y se arrepintió en seguida ya que el hombre siguió moviendo su cadera mientras la observaba con la sonrisa de niño travieso. Odiaba esa sonrisa, de hecho odiaba todo de Castle porque era un maldito crio que siempre conseguía todo lo que quería con solo mirarla.

Preguntándose por qué le estaba dejando desnudarla, alzó sus manos y comenzó a desabotonar la camisa del novelista con gran necesidad. Solo sería esa ocasión y nada más, luego pasarían a ser solo amigos, compañeros, pareja de trabajo. Nada que tuvieran que recordar. Además, ante cualquier contratiempo con su plan podía echarle la culpa al alcohol.

Observando el cuerpo lampiño del poseedor de los ojos azules más hermosos del mundo, sonrió y lo atrajó del cuello para iniciar un beso fogoso. Sí, no había sido como el primer beso, ni el segundo de hecho, pero se sentía demasiado bien como para abandonar los labios del contrario.

El sabor a Whisky de Castle se comenzaba a confundir con su propia saliva, era un sabor tan exquisito que los recuerdos de Josh besándola le hacían parecer que verdaderamente estaba con un mocoso.

Sin dejar que se separara por completo al recuperar el aire, le mordió el labio inferior para tironearlo un poco antes de inhalar la exhalación de Castle. Sintió entre sus piernas como él iba creciendo y se preguntó qué tan grande podía llegar a ser el hombre. Nerviosa por la ansiedad de sentirlo volvió a iniciar un segundo beso, igual de desesperado que el anterior, y comenzó a sentir como sus pantalones comenzaban a hacer bajados por las habilidosas manos del escritor.

En eso un halo de remordimiento pasó por la mente de Kate e intentó separarse, más el hombre puso unos dedos por sobre su boca y le susurró suave sobre el oído.

-shh… shh… solo disfruta Kate, no te arrepentirás, te lo prometo, solo dame una oportunidad

De esa forma, el hombre comenzó a bajar a punta de besos y lamidas por su cuerpo. Se concentró un momento en su cuello disfrutando como Kate volvía a removerse ansiosa bajo su cuerpo. Esa era una buena información, aun así no iba a abusar, de momento, de ese lugar.

Bajando hasta su clavícula, mordió suavemente y la escuchó suspirar. Sus manos quitaron el sujetador con premura y sin pensarlo dos veces posó sus labios por sobre el pezón de Kate. Rick se sentía en el cielo de solo poder hacer ese contacto celestial. Si, Kate no gozaba de pechos enormes, los dos lo sabían, pero tenían la proporción justa y eso le encantaba y atraían, por lo mismo cada vez que observaba una mínima parte de ellos, el aire se le iba de los pulmones.

Concentrándose nuevamente en la mujer que tanto deseaba hacer suya, comenzó a atender el otro seno con su boca y posteriormente fue bajando hasta su ombligo. Sintió la manera en que ella hundió su abdomen y simplemente tuvo que reír antes de volver a chupar y besar el ombligo

-Rick… apúrate, lo necesito ya – La voz salió más excitada de lo que ella hubiera esperado, pero estaba demasiado ansiosa y húmeda como para pensar en controlar su tono. Además el lugar era lo más bizarro para llegar a hacerlo, así que no tenía complicaciones a la hora de alzar la voz.

-tranquila detective, hare que lo desees tanto que te olvidaras de Josh – Habló con sobrada soberbia sin quitarle la vista de encima

-la pregunta es, escritor… - Sonriendo de igual forma, intentó dejar de lado la vergüenza y olvidar su sonrojo – podrás olvidar el hecho de que tengo pareja y nunca pudiste ser MI pareja

-touché

Olvidando ese dolor en el pecho, se dijo a si mismo que Kate podía negarlo todo lo que quería, pero deseaba tanto ser su pareja como él de ella. Con ese pensamiento optimista bajó la última prenda por las sedosas piernas de ella y se maravilló ante el tacto.

Kate estaba completamente desnuda frente a él, respirando agitadamente y aun así podía hacer comentarios dignos de un debate en condiciones normales. Rick no necesitaba nada más para saber que ella era la mujer perfecta para él, y por lo mismo había tomado la decisión de ponerle fin a su relación con Gina en cuanto saliera de aquel lugar.

Hundiendo su cara en el muslo derecho de su pareja, la vio tensarse por la anticipación. Sí, si hubiera sido un adolescente se hubiera ido por el premio gordo enseguida, pero él deseaba verla entregarse por completo. Con ese pensamiento mordisqueó suave a medida que se iba acercando. Nunca le quitó la vista de encima y por lo mismo pudo memorizar cada reacción de la detective, sobre todo cuando se removía ansiosa al saber que se acercaba más a donde ella lo quería tener en ese instante.

Con movimientos lentos de su lengua, delineo el contorno y se fue acercando poco a poco a su clítoris donde dio masajes suaves con su lengua. La sintió sobresaltarse, aun así no expresaba palabras que le dieran la victoria de un ganador y por lo mismo se centró en intercambiar movimientos con su lengua, en ocasiones de manera rápida y otras lentas solo para frustrarla.

Kate por su parte se sentía en cielo. Todo eso ya no podía ser solo culpa del alcohol, el alcohol no podía volver tan bueno a ese hombre.

Mordiéndose el labio inferior, perdió la batalla del contacto visual. Si seguía viéndolo podía sentir que tendría un orgasmo solo por culpa de sus ojos y eso era peligroso. No, eso era más que peligroso ya que le daría las armas a Castle de hacerle ver cuánto le ponía.

Poniendo una mano por sobre sus ojos, volvió a gemir con fuerza al sentir dos dedos húmedos dentro de ella moviéndose delicadamente. Deseaba poder decirle que era malo en esto, pero era simplemente fantástico moviendo cada parte de su cuerpo para estimularla, lo único malo de aquella ocasión era el incómodo lugar en el que se encontraba. Su espalda dolía al estar en una superficie dura. Aun así, sabía que en una cama no podría hacerlo. No quería volver más real aquello que era provocado por el alcohol.

Sintiendo como Castle presionaba su punto "g" con sus dedos, no pudo más que elevar su torso lo más que podía mientras su cabeza seguía pegada a la caja. Maldijo una vez más a Castle y a la placentera sensación de un orgasmo único. Ahora el hombre presumiría hasta el cansancio de lo bien que lo hizo.

Sin darle tiempo a poder recomponerse, Kate volvió a ver los ojos de Castle, oscuros a más no poder por el deseo, y se mordió el labio inferior en cuanto lo vio subiendo por otro camino de besos. En ese instante no se detuvo en ninguna parte de su cuerpo, por mucho que ella lo deseara, aun así lo agradeció el hecho de que se mantuviera en silencio hasta volver a unir sus labios.

Aquel beso fue un poco más pausado y lento, pero no por ello con menos sentimientos que los otros. Era definitivo, los besos que compartían ambos estaban dentro de su top 10, tanto para Kate como para Castle.

-Kate… te necesito – Susurró Castle al borde de la demencia, aun no sabía cómo podía controlarse, pero luego de verle a los ojos, comprendía, una vez más, que era capaz de todo por Beckett

-no más que yo a ti, Rick

Con esas simples palabras, Kate logró ver la felicidad reflejada en conjunto con el deseo, en los ojos de Rick. Esa misma felicidad debía estar en sus propios ojos ya que ella no paraba de sonreír y recién se daba cuenta.

Con delicadeza, Castle fue penetrándola mientras que sus manos se encargaban de estimularla en sus pechos.

El momento parecía de lo más demente, ambos estaban desnudos en lo que sería la inauguración de aquella bóveda para el alcohol del nuevo bar de Rick. Si a él le hubieran preguntado que se esperaba aquello, habría respondido que no, que debía estar demente al pensar que Kate le diera una oportunidad, pero ahí estaban. Haciendo el amor con tanta entrega y deseo, que parecían estar hechos el uno para el otro como en las mitologías.

Con movimientos lentos en un principio, Rick no descuido en ningún momento el cuerpo de Kate y la verdad es que recién se daba cuenta de que ella tampoco descuidaba en nada sus necesidades. Kate le besaba con pasión, le abrazaba y enterraba las uñas en los momentos justos para poder excitarlo aún más, si eso era posible, además que su mirada nunca se desviaba de sus ojos. Todo aquello hizo más emocionante y erótico su momento especial.

Sin poder retener más sus emociones, Rick unió, una vez más, sus labios con los de su amada musa en un fogoso beso y llevó directamente una de sus manos hasta el lugar más necesitado de Kate. Ella logró entender que estaba a punto de venirse y no podía estar más agradecida al hecho de que tomaba la pastilla diariamente, porque recién se percataba de que estaban sin protección.

Descansando sus cuerpos, Rick sobre Kate. Intentaron recuperar la respiración de a poco mientras sus mentes comenzaban a llenarse de pensamientos. En seguida Kate se tensó al recordar a Josh y la traición que había cometido, pero no se sentía tan mal por haberlo hecho. Era extraño porque odiaba haberlo traicionado, pero no por el hecho de que lo amara, sino porque todo hubiera sido mejor con Castle, sin haber parejas de por medio.

Rick, sintiendo el temor de Kate, soltó un suspiro y apegó su nariz al cuello de la detective. Quizás esa era la última vez en que podría tenerla y lo lamentaba, pero no había nada que hacer. Fue él quien se dejó llevar por las emociones de tenerla ya y no seguir esperando a cuando ambos estuvieran listos.

Sin desearlo del todo, se separó un poco de la mujer y salió de su interior observando cada milímetro de su cuerpo. Podía decirle pervertido y todo lo que quisiera, pero no se iría con el mal gusto de no haberla visto tanto como era posible.

-solo iba a ser una vez – Le dijo Kate viendo la expresión de decepción de Castle. Definitivamente todo sería mejor si ambos estuvieran libres – fue una promesa

-de borrachos – Menciono él, alcanzando la ropa a Kate. Si la seguía viendo desnuda no podría responder, aunque aún le resonaba el "iba" de Beckett

-Rick…

-entiendo Kate… tú tienes a Josh y yo a Gina, no lo dejaras a él – Encogiéndose de hombros, observó atentamente como Kate comenzaba vestirse mientras él hacía lo mismo. Aunque su mente le hacía desear poder verla todas las mañanas vestirse

-y tú no dejaras a Gina – dijo más a modo de reproche, odiaba que él le criticara todo y por lo mismo acalló sus otros pensamientos.

- aja…

-¿Estará todo bien entre nosotros Rick?

-¿No me vas a echar de la comisaria?

-eres mi pareja, Rick –Sonriendo, le arregló el cuello de la camisa, más cuando se dio cuenta de la cercanía se separó algo sonrojada- me gusta tenerte a mi lado, sé que podemos solucionarlos sin estropear todo

-ya… - Volviendo a sonreír pícaro, logró sacar una risa de ella, quizás no todo había acabado tan mal – además tienes que trabajar hasta pagar esas dos botellas

-¿Yo pagarlas? ¿Discúlpame? – Haciéndose la ofendida, se sentó en el cajón, no sabía porque, pero no estaba resultando ser incomodo o demasiado incomodo – era una apuesta

-y demostraste ser muy tolerante al alcohol

-y tú a hacer trampa, no creas que no me di cuenta de tus tragos

Sonriendo con inocencia traviesa, Rick soltó un suspiro y observó el celular de Kate, este aun permanecía sin señal, mas marcaban las once de la noche, esa era la hora en que su empleado llegaba por los tragos, así que ambos fueron hasta la puerta que los conectaban con el despacho de Castle. Solo tuvieron que esperar unos cinco minutos para que el empleado abriera la puerta y los mirara sorprendidos.

Kate salió corriendo del lugar. Necesitaba darse una ducha rápida e intentar olvidar aquel incidente entre ambos lo más pronto posible, no quería que la llamaran para un caso y sus nervios le traicionaran.

En cambio Rick se quedó estático viendo el punto donde desapareció Kate, aun podía sentir su aroma combinado con el Whisky y sudor. Todo era simplemente demasiado perfecto para olvidarlo, además esas acciones donde no lo rechazaban lograban hacer que Richard albergara esperanzas.

-¿Por qué no uso el intercomunicador señor? De haber sabido, los hubiera sacado antes

-porque en ocasiones es necesario que los adultos tengan su tiempo a solas –Sonriendo amplio, soltó un suspiro y palmeó la espalda del chico

-me parece que tuvo una gran noche

-la mejor y única noche – Dijo algo decepcionado aún, ahora deseaba más el rompimiento de Kate y Josh

-¿Única? Ella no se veía como si creyera ser la única

-eres un mocoso, que vas a entender tú

-discúlpame Rick, pero soy barman, tengo que leer a las mujeres en un minuto para saber que necesita o si esta en apuros– El chico avanzó al interior de la bóveda – lo que paso aquí, ella lo deseaba tanto que ni se esmeró en salir y sabe que la detective es demasiado inteligente… si yo fuera usted, correría a perseguirla

-ella no es de las personas que amen la presión – Dijo algo sorprendido, pero también intrigado

-pero si no te terminas de quemar, Rick… ¿No cree que ella creerá que solo fue un calentón? El pasado que lo precede le daría la razón y… - Dándose vuelta, notó que el hombre no estaba

Sonriendo, comenzó a silbar y fue tranquilamente a tomar unas cuantas botellas necesarias. Si corría con mucha suerte, entonces el jefe no se presentaría en lo que quedaba de la noche y al siguiente día aparecería con una enorme sonrisa en la boca. Sino, tendría que saber darle más de ese whisky caro que estaba en el suelo.


hasta aquí llegamos

espero les haya gustado, yo logre sacarme la idea de la cabeza y eso me contenta. nos vemos mañana con lo prometido~

sin mas que decir, me despido, esperando sus comentarios.

se me cuidan, un beso y un abrazo

atte

Zack Engel~