Disclaimer: Todo lo que reconozcas es propiedad de Cassandra Clare.

Aviso: «Este fic participa en el minirreto de diciembre "Armas" del foro "Idris: el hogar de los cazadores de sombras"».


Cortana

Emma podía recordar perfectamente la primera vez que la vio. Su padre la empuñaba con destreza y ella, con apenas dos o tres años, se quedó embobada viendo cómo manejaba aquella afilada hoja y se movía con elegancia por la sala.

También recordaba cómo él había sonreído al verla allí parada, la había llamado y se la había enseñado, henchido de orgullo. Era su tesoro, la mayor reliquia de los Carstairs. «Algún día te convertirás en cazadora de sombras y será toda tuya», le dijo antes de volver a sus ejercicios.

Y ella soñó con aquel momento desde entonces, pero jamás pensó en que podría encontrarse esgrimiéndola sola con tan solo 12 años. Jamás se imaginó que tendría que usarla por primera vez sin su padre. Pero luchaba por él, por vengar su muerte y la de su madre. No podía permitir que la mataran antes de saber la verdad.

Cortana sería su mejor arma.