Summary:La había cagado monumentalmente, no solo se había revolcado con un alfa que no era el elegido para él, sino que le había encantado hacerlo. Al principio la culpa no formaba parte de la ecuación, hasta que recordó que él debía llegar virgen al matrimonio.

Disclaimer: Los personajes perteneces a Kubo y a su equipo, el dibujo de la portada es de Jemy-Sama art.


Era un omega, uno de los más codiciados y con un matrimonio arreglado por su padre.

Al menos esa era su descripción hasta hace una noche atrás. Porque si, Jean seguía siendo uno de los omegas más codiciados, pero dudaba mucho que su matrimonio arreglado siguiese en pie después de la gran idiotez que había cometido.

Sabía que no tenía que aceptar la invitación de Emil para salir con él y su nuevo novio, después de todos ambos betas podían vivir la vida como se les dé la gana… él no. La había cagado monumentalmente, no solo se había revolcado con un alfa que no era el elegido para él, sino que le había encantado hacerlo. Al principio la culpa no formaba parte de la ecuación, hasta que recordó que él debía llegar virgen al matrimonio.

Leroy no podía dejar de atormentarse… él ya se había rendido con la vida, sabía que no iba a elegir que pareja tener, no con la escases de omegas que sufría el mundo actualmente y lo fácil que era para su padre venderlo al mejor postor. Pero no quería arruinar la vida de Sophie, ella era una omega inocente y llena de vida detrás de esos ojos caramelo que heredó de su madre.

Su madre… aún no lograba olvidar como solía cantarle por las noches, o el olor a lavanda que desprendía su ropa cada vez que lo abrazaba.

"No confíes nunca en un alfa Jean" le dijo antes de morir. Él era muy pequeño para entender el porqué de esas palabras, hasta que luego de una discusión con su padre descubrió que, al contrario de lo que él pensaba, el matrimonio de ellos no fue tan feliz y lleno de amor. Después de eso, las noches en las cuales ella dormía acurrucada junto a él, y los moretones que inundaban su blanca piel cobraron otro sentido. Ese día Jean terminó de perder su poca inocencia junto con su libertad.

Sabía que podía irse de ahí, llevarse a su hermana junto a él, pero en un mundo manejado por alfas no sobreviviría ni un solo día. Por eso aún vivía con su padre, porque un omega sin marcar era una tentación para toda la realeza, y él se negaba rotundamente a dejarse tocar por alguno de ellos.

Se giró lentamente y se detuvo al notar que estaba siendo observado. El alfa que tenía en frente lo miraba analíticamente, como si tratase de descubrir porque él, un omega con un futuro prometedor, había arruinado todo por algo de una noche. Sonrió con un poco de vergüenza, algo muy poco usual en él e intentó decir algo, pero su acompañante se lo impidió al unir sus labios en un beso necesitado.


Si, es un capítulo muy corto, pero es más a modo introducción. En mi primer longfic así que no se muy bien que va a salir de todo esto

Espero leerlos pronto ¡Saludos!