Disclaimer: "Los pingüinos de Madagascar" fue creado por Tom McGrath, Eric Darnell y Mireille Soria

Advertencias: ¿Slash?, personajes un poco OC, y situaciones extrañas (?)

Aclaraciones: -Esto es una serie de viñetas

-Son historias independientes una de la otra

Sin preámbulos, espero que esto les guste n.n ¡Muchas gracias!

Owari~

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"Enredosos Momentos"

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Caridad

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Muchas cosas NO ERA Cola Anillada

Respectivamente, no contaba con muchas cualidades, virtudes, o cualquier tipo de característica que indicara algo bueno o el mínimo de beneficio para el prójimo

Entre ellos, NO ERA CARITATIVO

Se reía a carcajada limpia de sólo escuchar la palabra y/o sus asociados -bastaba recordar lo de "Buena Obra"- y se la pasaba mofándose por días, sin olvidar que hacía grandes escándalos de burla que quebraban hasta la mente más armoniosa de todas

Ni siquiera significaba una gran diferencia que tuviera que serlo en caso de amenaza, peligro, o mandamiento de sus llamados "Espíritus del Cielo", puesto que la mera obligación llenaba la motivación para seguir

Esta se desvanecía en cuanto la obligación forzada se esfumaba

Y en tales casos, lo que brindaba sin el mayor apuro o esperanza de compensación, era a Ojos Tristes... pero lo reclamaba de regreso cada que le daban ganas de patear algo pequeño y aerodinámico

Era imposible vincularlo con semejante rasgo

Según él, por el simple hecho de ser un rey, debía "evitar" acciones fuera del abuso de poder, fiestas opulentas, órdenes sin sentido y comentarios que halagaran su bote

¿De no tener tal título actuaría diferente?

Por supuesto que no

Su ego continuaría taaaan intacto, que le valdría un maní continuar comportándose como un crío excéntrico y berrinchudo

Si así eran los miembros de la nobleza, podían meterse su rango por donde mejor les cupiera

Por eso, fue una sorpresa para todos -incluyéndolo-, que llegara de pronto al cuartel y dejara un sencillo, pero bien abastecido arreglo de frutas para donarla a la colecta anual que solían organizar en beneficio de las familias necesitadas del parque y de Manhattan en general

Kowalski analizó aquello muy de cerca, además de que lo interrogó por el contenido: tal vez eran alimentos que sabían mal, o estaban medio mordidos, manchados de alguna forma, usados con fines no planeados, o que su fecha de caducidad se había pasado -con él nunca se sabía-

Julien contestó con desvergüenza y mal fingida modestia, que todo estaba en perfectas condiciones, afirmación respaldada por Mort, Moris, y finalmente, por el pingüino más alto

El análisis lanzó también que eran de las frutas mejor cuidadas que había visto

-¿Qué planeas, Cola Anillada? -le preguntó con su típico tono de desconfianza - ¿Tu paladar se refinó tanto que ya no toleras ni un simple mango?

-¡Ja! Búrlate lo que quieras, monjita - respondió ofendido, pero una extraña complicidad fue lo que mejor se distinguió -Aunque no lo creas, mi real persona debe hacer estas cosas a veces, ¡¿qué clase de rey sería si no atiendo a los menos afortunados de mi reino?

-No lo sé, ¿el mismo de siempre? -le miró de reojo, inquisitivo - ¿Ahora con qué te amenazaron tus Espíritus del Cielo? ¿Qué dejarías de mover el bote, o que llegaría a gustarte cómo Ojos Tristes se cuelga de tus pies?

-En primer lugar, ¡la voluntad de los Espíritus es incuestionable! Y en segunda, eso fue realmente aterrador - sonrió triunfante - Sólo tomo responsabilidad de mis deberes reales

-Sí, como todo este tiempo -comentó sarcástico: era la primera vez que lo veía pisar el cuartel en ese evento - Qué ingenuo que trates de engañarnos con tu espontáneo arranque de benevolencia

-¡No es un arranque! Es mi sagrada caridad manifestándose

-Tú eres todo, menos caritativo

-No me conoces

-Claro que sí

-No, monja - cruzaron miradas, y a pesar de que no tuvo el mínimo problema por sostenérsela, debía admitir que aquel brillo de reto fue... poco común - Creéme que no~

Y dibujando una sonrisa traviesa, saltó hacia el resto de los animales para contarles cómo el "Gran, fuerte y apuesto Rey Julien" había organizado una cruzada y obtuvo los mejores manjares

Según él, sólo eso haría que se grabara en las mentes de aquellas familias cuán "importantes" eran para su rey

... predecible...

No, sin importar ese aire de misterio que se dio, Cola Anillada no era caritativo, y mucho menos quedaban rasgos que descubrir de su personalidad

Sólo era un lémur con delirios de grandeza

Pero eso no evitó que sonriera con divertida resignación

Este año donarían grandes cosas a los necesitados