Lo harás Hijo Mío? – La bella dama le sonrió dulcemente al oír la respuesta del corazón y que brotaría de su boca.
-La haré Madre, daré lo mejor de mí para no decepcionarte… -
-Nunca podrías decepcionarme, tú menos que nadie de entre todas las personas… Ahora descansa mi querido Hijo… -
-Harry! – apenas abrió los ojos y de manera borrosa alcanzó a ver un manchón rojo sobre él. – Despertó, Despertó! – Un sonido de pasos, que hubieran recordado a una estampida en la sabana africana; Dumbledore, Mcgonagall, Madame Pomfrey, Hermione, Ginny, La sra. Weasley y demás se dejaron venir.
"Harry! Qué bueno que despertaste!" "Creí que no despertarías nunca!" "Estábamos tan preocupados por ti!" "Mi muchacho!" El embrollo recordaba más a un bullicioso en el Callejón D que un hospital.
-Basta! – El grito elevado de Madame Pomfrey calló incluso a Dumbledore. – Ahora, si no parecen recordar que esto es una sala de hospital; los sacaré a todos… Harry querido como te encuentras? –
-Bien madame, - La voz salió un poco ronca por el esfuerzo de hablar. – Cuanto tiempo? – El ojiverde se talló los ojos con cansancio, sentía como si hubiera estado dormido por demasiado tiempo y como si tuviera resaca.
-Lleva dos semanas inconsciente Señor Potter… Cuando lo encontraron, ciertamente es un milagro… - El ojiverde hizo cuentas; para el día en que había dado muerte a Voldemort llevaba dos semanas secuestrado en la Mansión Nott, Marcus Flint disfrazado de Theo Nott jr, le había secuestrado. Ahora si llevaba dos semanas en la inconsciencia, eso sumaba cuatro semanas.
-Ya veo… Pero me siento bien Madame, algo cansado pero no siento nada más extraño que eso… -
Todos los reunidos miraban expectantes a Harry como mono de feria; al ver su incomodidad la Medibruja corrió a todos de la sala. – Entiéndelos querido, pensaron que nunca te volverían a ver… - El ojiverde cerró los ojos aunque por dentro estaba enojado, claro que sí, esperaban quedarse con todas sus cosas si hubiese muerto. Lo que no sabían es que aunque muriera, nada de sus pertenencias sería para ellos.
-Ahora, no pareces tener ni un solo rasguño fuera de su lugar, como si te hubieran dado magia curativa… - Harry desvió los ojos un poco pero asintió.
-Recuerde que está bajo hechizo de confidencialidad, Madame… después de asesinar a Voldemort, Madre Magia se acercó a mí y después de hablar me curó la mayoría de las heridas, no todas; después de todo, no queremos al Director husmeando más de lo debido cierto? –
Madame Pomfrey se sorprendió del chiquillo, sin embargo se mantuvo impasible; aunque tenía razón, el Director tenía tendencia a meterse en lo que no le importaba.
-No preguntaré más querido… Estás un poco bajo en defensas y de peso, pero con un régimen adecuado pronto estarás en excelente forma… -
Los siguientes días fueron caóticos, eventos, ceremonias… El ejército de Dumbledore había peleado en la batalla de Hogwarts, Dean había caído cuando defendía a Ginny de un Avada, La dulce Luna había caído interceptando un par de maldiciones que iban dirigidos a Neville, lo último que le había dicho la rubia fue la frase que le permitió seguir luchando.
"Vive Neville, Vive por los dos, ahora marcharé con las Valquirias hasta que regreses a mí"
Y Neville había peleado con una fiereza tal, que a su alrededor en medio de la batalla; sólo había cuerpos de mortífagos.
Ron y Hermione habían dado un giro radical, se habían comprometido en medio de tantas celebraciones; dando conferencias a diestra y siniestra sintiéndose bien ante tanta atención por parte de los medios; Harry le había pedido a Madame Pomfrey que le diera cuidados médicos que no le permitieran salir del Castillo, sabía que aún tenía que cumplir con lo que Madre Magia le había encomendado.
Había hablado con Dumbledore, que milagrosamente había sobrevivido, Severus Snape había caído tratando de sacar a Harry de su cautiverio soportando tortura hasta la muerte; una muerte que a Harry le había calado demasiado.
Dumbledore quería sacarle toda la información, Voldemort le había llevado atado, sangrante y torturado hasta Hogwarts, para matarlo como símbolo final de la luz; en verdad el hombre tenía algo con el dramatismo; nadie sabía dónde había tenido Harry fuerzas para hacerlo, pero de repente se había puesto en pie y sin varita había lanzado la maldición asesina en cuanto había visto que Neville mataba a Nagini. Pero Harry no soltaba prenda alguna, excepto lo que todos habían visto en la Batalla, le había dicho a Dumbledore que quería terminar su séptimo año en Hogwarts y este había estado feliz de aceptarle ese año; aún y cuando eso había acarreado discusiones con Ron y Hermione.
FLASHBACK
-Pero Harry! Venciste a quien tu sabes! Qué más necesitas saber! Íbamos a entrar juntos a la Academia de Aurores! – Hermione le había mirado con sospecha, sin encontrar que estaba mal. – No Ron, - había suspirado cansadamente el ojiverde. – tan solo diste por hecho que lo haría; ahora mismo no sé lo que quiero de mi vida… este año me servirá para pensar… -
-Claro ahora el Señor-Orden-de-Merlin-Primera-Clase no quiere compartir salón con su amigo! – El ojiverde había enfurecido.
-Yo no soy quien se pavonea en el mundo mágico, como si fuera el maldito héroe! – Ya estaba cansado de las actitudes de su amigo y aunque su exabrupto no había sido la mejor manera de hacerlo, se había desahogado; claro, solo que Ron y Hermione no le hablaban después de eso.
FIN FLASHBACK
El tiempo entre la batalla y el inicio de clases en Septiembre, el ojiverde había decidido restaurar la casa en el Valle de Godric, la Mansión de Ciudad de la Familia Black, y Grimmauld Place; y todas las Propiedades de que ahora poseía entre la Herencia Potter y la Herencia Black, los duendes se habían encargado eficientemente de eso, y mientras tanto había comprado un departamento en Londres Muggle para vivir mientras las propiedades quedaban restauradas.
Nadie sabía dónde vivía en el Londres Muggle, había creado un alter ego que le permitía ir por la calle sin que le reconocieran con un potente hechizo glamour; sin descuidar la vida social en el mundo mágico, sabía que si no aparecía harían preguntas y husmearían, algo que el ojiverde no estaba dispuesto a permitir.
Para finales de Julio había visitado las ciudades más famosas de Europa, se había ido en un tour muggle y lo había disfrutado; después en un impulso había decidido conocer Estados Unidos, había tenido una visita guiada en Ilvermorny; y en el Colegio de Brujas de Salem; y aunque Hogwarts siempre sería su hogar; había sido una experiencia fascinante.
Sin embargo, por lo que había leído sabía que venía el mes más difícil de su vida, y después de haber regresado el desayuno y más en el váter de la madriguera, La Señora Weasley le había encontrado desmayado.
Cuando despertó, al igual que la primera vez, tenía un corrillo de gente a su alrededor; que le miraban con pena y horror a partes iguales, con rencor se dio cuenta que Madame Pomfrey les debía haber dicho lo que pasaba. – No tenía derecho Madame! – La ira en el rostro del ojiverde le habían hecho darse cuenta del error que ya no podía remediar.
-Harry querido! – Molly se había lanzado a abrazarle mientras lloraba. – Es horrible, porque no nos dijiste lo que te habían hecho mientras estabas en esa horrible Mansión…? –
-Es de Vol… Vol… Quien Tu Sabes? – El ojiverde tan solo les miró impasible. Los gemelos le miraban con curiosidad, Ginny tan solo estaba shockeada y Dumbledore tenía una cara demasiado seria, que el chico supo que serían problemas.
- Harry, entendemos que es una situación traumática la que has pasado, un bebé debiera nacer por amor y no por una aberración… -
-Tendré a este bebé profesor… - La declaración del ojiverde sumió a la habitación en un silencio denso, hasta que Ron había gritado.
-Te quedarás con ese monstro?! – El griterío volvió a darse, entre los gemelos que defendían a Harry y la Señora Weasley junto a Ron y Hermione que debían que era mejor abortar a esa aberración; Ginny seguía en shock. "Es la vida de Harry, puede decidir como quiera! Es un mounstro! Es una asquerosidad! No tienes derecho a opinar! El decide!"
-Basta! – El grito de Dumbledore resonó en la sala e hizo que todos lo voltearan a ver; incluso Mcgonagall había llegado a unirse a la marabunta.
-Me temo Harry que si ese niño es de Voldemort, no puede nacer… no podemos permitir que vuelva a surgir un mago que aterrorice al mundo… Iremos a San Mungo cuanto antes para que te lo saquen… - Los que estaban a favor de la idea asintieron con fervor, entre más pronto mejor.
- No iré director, usted no es nadie para decidir en mi vida, suficiente fue que jugara con ella en mis primeros diecisiete años, ya soy mayor de edad y puedo decidir por mí mismo… -
-Lo siento entonces Harry… "Desmaius!" – Y sin poder evitarlo el ojiverde había sido desmayado. – Molly quédate a vigilarlo junto a Poppy, conseguiré una orden del Ministerio para declararle incompetente de tomar decisiones, para de esa manera encargarnos de él; ahora mismo no piensa con claridad… -
-Por supuesto Director… - Molly estaba segura que eso sería lo mejor para el chico. Fred, George y Ginny se habían quedado mientras Ron y Hermione acompañaba al director. La pelirroja que ya había salido del shock, no podía creer lo traidores que eran su hermano y futura cuñada. Tal vez si Poppy hubiera estado más al pendiente, o quizá si Molly no hubiera subestimado a sus hijos habrían visto venir la situación pero ninguna de las dos pudo hacer nada cuando dos certeros desmaius las habían alcanzado al mismo tiempo, para asegurarse de tener tiempo, Ginny las había atado con un incarcerous y como extra; un eficiente mocomurciélagos.
Nadie tocaba a Harry y vivía para contarlo si dependía de ella; después de todo, había sido la pelirroja quien había acabado con la vida de la única mortífaga del círculo interno de Voldemort; Bellatrix Lestrange.
Entre los tres hermanos Weasley habían escapado con un Harry todavía inconsciente y le habían llevado a su Departamento en el Callejón D. Fred lanzó un Enervate para despertarle mientras que George alzaba las defensas de la casa, que eran fuertes, las había instalado Bill, preocupado de que sus hermanos fueran atacados durante la guerra.
-Harry vamos! Espabila! No tenemos mucho tiempo… En cualquier momento llegará Dumbledore a Hogwarts y se dará cuenta y vendrá para acá… - El ojiverde se talló la cara amodorrado hasta que lentamente lo sucedido le trajo de vuelta a la realidad.
-Demonios! Maldito Viejo del demonio! Me desmayó!... – Ginny miró a sus hermanos, "Cobardes" pensó cuando ninguno le dijo lo que planeaba Dumbledore. – Harry… él fue con Ron y Hermione a buscar una orden que te declarara mentalmente inestable y así poder decidir por ti. -
La magia bulló con furia en su interior mientras que sus ojos relucían como una Avada, "Ese maldito desgraciado! Después de todo lo que había hecho!" Un instante después un griterío se dejaba oír desde afuera, Ron, Hermione, Dumbledore y dos Aurores estaban apostados fuera del Departamento de los gemelos.
-Chicos me iré, no se preocupen les enviaré a mi abogado y me pondré en contacto con ustedes de alguna forma… de acuerdo? Gracias por estar conmigo… - Los gemelos y Ginny le abrazaron mientras sentían como una a una lentamente iban cayendo las defensas, Dumbledore era realmente poderoso. Con una sonrisa, Harry sacó un colgante y mientras lo agarraba, susurró. – Gringotts. –
Justo en el momento en que la última defensa caía, Fred sonrió, su amigo estaría a salvo; ese colgante indicaba que los duendes le apoyaban y con ellos su amigo estaría más que bien.
Nuevo Fic! La verdad es que la idea es un poco bizarra pero admito que tiene su encanto... por lo que la continuaré, sinceramente me gustaría recibir reviews suyos opinando la idea de hacer el Crossover NCIS/HARRY POTTER, no estoy loca? Reciban un beso!
