INTRODUCCIÓN.
No es nuevo que las casas Gryffindor y Slytherin no se llevan muy bien, aunque la relación haya mejorado con los años. Pero las rivalidades seguían ahí, unas más fuertes que otras. Había una en concreto, una tan grande que duraría para siempre. O eso creía todo el mundo.
La relación que había entre Scorpius Malfoy y James Potter y Rose Weasley no se podía describir de otra forma que de enemistad y rechazo. Esto había sido así desde que pisaron Howards por primera vez y ninguno estaba dispuesto a cambiar la situación. Se habían pasado los cinco años que se conocían haciéndose la vida imposible. Utilizaban cualquier oportunidad que se les presentaba y utilizaban de todo: hechizos simples pero efectivos, algunos encantamientos y varias pociones, que habían aprendido a esconderlas en las comidas. Todo esto para dejar a otro en ridículo, aunque las consecuencias para la Copa de la Casa eran nefastas.
Ahora, en Quinto Curso, las cosas parecían que iban a ser iguales, o eso creían ellos. Algo estaba a punto de cambiar y ninguno lo veía venir. ¿Qué pasará cuando un sentimiento irracional se apodere de Scorpius? ¿Cómo puede ser que a un miembro de Slytherin le llegue a gustar alguien de Gryffindor? ¿Cómo a un Malfoy puede gustarle una Weasley? Y viceversa.
