Bien, se que tengo muchas historias del Señor de los anillos, pero hay un millón de posibilidades en esta historia, yo no soy dueña de ninguno de los personajes…en ninguna de mis historias de hecho, pero tengo muchas dudas sobre varios crossover y la cuestión aquí es ¿Qué haría Alice en la tierra media?
Bueno veremos cómo nos sale... espero y les guste esta historia, es el primer capítulo, aunque un inicio no tan al principio como las otras que llevo…aunque teniendo en cuenta que la dama cambia muchas cosas con el simple hecho de aparecer ahí.
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RESIDENT 1: ¿MUTACION?
El cielo adornaba la brisa ajena a las detonaciones que se escuchaban en aquel denso bosque, ahí una mujer de porte reacio y facciones finas se engalanaba de manera maestra entre movimientos marciales ante las criaturas delante de ella.
No sabía en qué momento habia salido a un bosque tan espeso como el que se encontraba a su alrededor, pero no podía hacer mucho…esas criaturas eran peor de feas que cualquier zombi visto hasta el momento… ¿mutación del virus "t"? se cuestionó al dar el último golpe.
A su alrededor un sinfín de cadáveres se apilaban lastimosamente, hablando en un lenguaje ajeno a cualquiera escuchado, Alice era la más fuerte de los guardias de Umbrella además de ser la más inteligente, ya no sintiéndose humana salió del área de experimentación cuando el agente "t" empezó a invadir la ciudad, yendo a acabar la amenaza…matar era su oficio.
Coloco sus armas en sus fundas, cada una de manera rápida en sus ataduras en cada pierna, su vestimenta no notaba ningún daño por la pelea anterior, una malla negra cubría su blusa sin mangas naranja, varios cordones daban evidencia de lo cargada que estaba de armamento, además del pantalón preparado para el momento.
Pateo un ser que se atravesó en su camino, eran un estorbo para ella…se acercó con cuidado para examinarlo más de cerca…cualquier cosa que hubiese hecho mutado en este era diferente, algo no estaba bien…empezando con el hecho que se encontraba en un bosque.
-Maldición-gruño al escuchar algo un poco más lejos de donde estaba, con pasos cuidadosos siguió un ruido extraño….moviéndose con cuidado aquel antes denso bosque disminuía a cada paso, dejando ver un valle frente a ella, aun con su mano atenta a cualquier cambio…el ruido excesivo se escuchaba un poco adelante, una gran loma le tapaba la vista de lo que fuera a ver…un rio se podía escuchar.
Una gran estructura se alzó majestuosa, era lo que más le llamo la atención, sin embargo una larga espada corto su camino, palabras extrañas salieron de la voz detrás de ella, quien alzo las manos al sentir lo frio que era en verdad el metal…quería verificar si era un aliado o enemigo.
De nuevo la voz se escuchó al no obtener respuesta de ella, quien solo frunció el ceño pues como era posible que no notara que no era de esas tierra -¿Hablas Oestron?-cuestiono la voz ahora si entendiendo el mensaje.
-Hablo Ingles- gruño la mujer al ver a su captor, era un hombre alto y de cabellos rubios…pero su vestimenta era la que más le causaba problemas, era rustica casi como la edad media, el hombre miro con asombro quien era la intrusa.
-Eres una mujer-declaro el hombre al pasarse la mano en la cabeza y ser víctima de esa mirada verde profundo, su vestimenta era algo que no veía en la tierra media…además de ese objeto negro que se colocaba en la pierna.
-Que inteligente-susurro la mujer sin aprecio a sus gestos –Quien eres-cuestiono cruelmente al encarar al que antes era su captor (aunque sabía que si hubiera querido eso no habia sido problema).
-Mi Señora…es acaso que no es de aquí –suspiro el caballero al guardar su arma, los tiempos ahora eran más violentos que antes...aunque era una sorpresa encontrar a dicha chica entre la maleza, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban…pero el arquear la ceja de la intrusa le hizo notar que en verdad no sabía –Mi nombre es Théodred, primer Mariscal de la marca-dijo con apresuro al escuchar de nuevo el cuerno sonar, el Vado de Insen estaba siendo atacado…no tenía tiempo que perder en asegurar a una extraña extranjera en tierras de Rohan –Mi señora será mejor que subamos –apunto a lo lejos un Islote, aun enojado por caer en la trampa de Saruman.
Alice noto que el hombre la tomo del brazo en un intento de ponerla a salvo, esto ocasionó que se zafara de manera brusca aun sin mostrar ningún sentimiento en su frio rostro –Yo puedo caminar sola-aclaro a un caballero sorprendido por la reacción tensa de dicha extranjera, pero no le tomo importancia al verse flanqueado en distintas direcciones por el enemigo.
En unas ordenes desesperadas hizo que su gente soportara de manera sorpresiva, ante el ataque incesante del que eran presos – Grimbold encárgate del rio-ordeno al grupo que se dispersaba al dar sus órdenes –Tu mujer será mejor que te alejes…los Uruk-hai no tendrán piedad aunque seas una dama – ordeno sin girar a verla.
-Mi Nombre es Alice –dijo la mujer con decisión al ver que en verdad estaban rodeados, mirando a su alrededor las mil maneras en las cuales acabar con el enemigo –con esa orden has cavado tu tumba Théodred –su fría voz resumió lo que pudo notar en tan poco tiempo…este error costaría muchas vidas…y esas mutaciones del virus "t" estaban viniendo…sea cual sea ese lugar en el que se encontraban.
El primer mariscal iba a replicar, cuando se vio envuelto en una pelea a muerte contra los seres oscuros que servían a Saruman, que venían uno tras uno, caían dos y venían cuatro, sin embargo aun asi su sorpresa no se atenuó al ver la manera de pelear de la que creyó una indefensa Señora, pues ante sus ojos una manera de defenderse nueva se abría paso.
Alice sabía que no era momento de desperdiciar su armamento, no sabiendo cuando podía llegar a obtener un repuesto, opto por seguir la corriente de lo que fuera la manera que estaban peleando…tomo dos espadas de algunos soldados caídos, mientras otras quitaba de sus inertes dueños para colocarlas en sus costados, al acomodarse sus respectivas fundas, por si era arrebatada alguna de las que trajera.
Cerro los ojos ante los gritos de guerra de los mutantes y los hombres a su alrededor, fue ahí que por primera vez, aun ajena a que no se encontraba en su mundo, hizo uso de todo lo que tenía en si, para poder salir de esta, en un movimiento maestro con dos espadas, degolló y cerceno a los incautos mutantes ante los ojos incrédulos de los hombres ahí presente.
Cadáveres sangrientos y semi orcos huían de la vista de la mujer que creyeron en un inicio ser la más indefensa, saltos amplios y mirada fría se clavaba en sus enemigos sin piedad, patadas limpias y cortes certeros hacían notar lo cruel que podía ser un mortal….Théodred agradeció internamente que estuviera de su lado, no sabiendo si esas habilidades en manos enemigas seria su perdición.
-No te distraigas- la voz de la mujer resonó en las espaldas del aturdido mariscal, era algo como un regaño a su propia persona….aunque trago grueso al ver que en efecto estaría muerto sin la oportuna intervención de dicha dama, quien no perdía su gesto frio a pesar de estar manchado de sangre negra…como si ese escenario fuera algo normal para la mujer.
-¡Reúnanse!-grito al ver que la ayuda ya venía, muchos de los semi orcos huían despavoridos de las fauces incansables del arma mortal que significaba la más insignificante a su vista, quien no se detenía a pesar de la orden del mariscal, aprovechando el miedo ya fundando en corazones oscuros.
Por primera vez Lurtz, capitán de las huestes enemigas tuvo la necesidad de hacer que su gente se desplegaba, se preparaba para afrontar a Saruman, pero sabiendo que Rohan se haría más fuerte con su ayuda en camino….maldijo a la mujer cuyos ojos verdes se posaron en él, como sabiendo quien era….tuvo miedo, miro mil maneras de morir lenta y dolorosa, superando por mucho el dolor con el que siempre carga después de su creación.
Su nariz goteaba lentamente de su vital liquido corrompido, como si fuera la orden de la mortal cuya mirada fría no apartaba, aun a pesar de seguir en batalla, siendo apoyada por los Rohirrim, ahí en la batalla del Vado de Isen lo que fue una trampa hecha por Saruman, marco la primera victoria para los pueblos libres.
Lo que pintaba ser algo del que no saldría, Théodred agradeció profundamente a los valares lo que fuera que haya hecho la mujer para que huyeran los sirvientes de la mano blanca, el cielo prometía mucho en aquel lugar…donde el primer mariscal de la marca partía rumbo a su hogar, aun con ese punto asegurado para su rey.
Alice limpio esas espadas de la sangre negra, ignorando las miradas de sumo respeto que le lanzaban aquellos que vieron sus hazañas, encerrada en su mundo…esas criaturas tenían mente propia…diferente a los zombis que vio antes –Mi Señora Alice-menciono el mariscal –será un honor presentarla ante mi rey-
Alice frunció el ceño ante el ofrecimiento -¿Dónde estoy?-se cuestionó al ver que en verdad necesitaba saber esa verdad, el hombre solo la miro extrañado, mientras caminaba, dejándose llevar por el hombre delante de ella….los soldados caídos eran ayudados y muchos se hacían un lado con respeto al par que iba a un lugar seguro.
-Está en las tierras de Rohan- contesto de lo más normal, manteniendo su porte ante lo frio que le hablaba la "delicada" mujer, quien a pesar de la suciedad…ya limpias sus espadas las guardaba en sus fundas colocadas en la espalda…por primera vez notaba los extraños artefactos que traía consigo.
-¿Rohan?-Alice nunca presto atención en lo que se alzaba frente a ella, ahora que lo notaba una gran estructura que antes vio se alzaba de manera más imponente de cerca, su mirada se abrió lentamente aun con su rostro manchado de la sangre enemiga, no puso atención a donde la dirigían…tratando de atar cabos.
-Bienvenida a la Cuernavilla o mejor conocida –alzo su mirada el primer mariscal al notar que en verdad era una extranjera la mujer, con un suspiro y con todo orgullo dijo lo siguiente- El abismo de Helm-
Alice entendió que no estaba más en Racoon city, donde se encontraba era un mundo completamente ajeno a la invasión de un virus creado por los mismos humanos en un afán de tener el control de un mundo a base de miedo….que se salía de control conforme el tiempo avanzaba, ella siendo una mutación extraña de aquella inserción ….miro a su alrededor, la gran muralla se alzaba con orgullo conforme más se acercaba, siendo guiada por el mismo mariscal, sin saber que era el mismo príncipe de aquel reino.
-Elfhelm-el mariscal vio como la mujer se quedaba en silencio, su gesto frio mostraba un atisbe de duda –guía a la mujer a un lugar donde pueda limpiarse- ordeno al hombre que fue a su llegada, el lideraba al grupo que fue a su ayuda –que este cómoda…le debo mi vida-esto último hizo que el hombre arqueara la ceja…pero no quiso cuestionar al príncipe, la palabra de dicho heredero era la ley…alguien que salvaba a este capitán era un salvador para todos en general.
-Espera-Alice comento con brusquedad al ver que el príncipe marchaba- a quien debo de pedir información sobre esta tierra-cuestiono demandante al acercarse con brusquedad y frialdad, tanto que Elfhelm trato de mencionar a quien le debía respeto….era un noble por todos los valar.
-Ahora mismo iré hacia el reino donde se encuentra mi padre, mi gente no resistirá por mucho en esta muralla…además que los pueblos están siendo atacados- Théodred informo con una sonrisa, era bueno que detuvo a su compañero, no quería arruinar ese aire de anonimato que le gustaba probar de vez en cuando…más sabiendo que su salvadora era de la que hablaban, cuyas habilidades quería observar con más detenimiento –si buscas información puede que la encontremos ahí- sonrió de medio lado.
-Entonces iré contigo-informo la mujer simplemente al seguir su paso, no le importaba la sangre que portaba en su rostro, y eso noto el príncipe…tomando un pañuelo para ofrecérselo a la mujer, esta arqueo la ceja ante ese gesto.
-Iremos frente a mi señor…será mejor que te pongas presentable – sonrió de medio lado sabiendo que no era el mismo caso del que hablaban, aunque su padre habia cambiado en los últimos meses ante la intrusión de cierto hombre en la corte.
Alice lo tomo de mala gana…solo para limpiarse la cara, no era su asunto con quien se dirigía, solo quería saber en dónde diablos estaba y que parte del mundo estaba ese Rohan, ella como buen guardián de Umbrella estaba al tanto de la geografía mundial…y si esto era el mundo en el que vivía no parecía, pues a su alrededor un grupo listo para marchar a donde fuera estaba el rey…dejando atrás una muralla imponente, que en lo más mínimo grabo la chica, pensando con frialdad quien le pagaría esta broma.
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Saruman se retorcía al no ver su trampa consumada, era solo cuestión de ir a matar al príncipe de Rohan para quebrar la mente del rey, su plan estaba marchando a la perfección… ¿en qué momento fallo? Se cuestionó mientras se mordía el labio, caminando de un lado a otro en la torre de Isengard.
Lurtz por su parte yacía en silencio al ver con frustración que no cumplió su deber, temía por su vida…pero más mencionar quien fue la culpable que las huestes de Rohan no disminuyeran en espíritu, aun con su príncipe en peligro, siendo salvada por una mortal.
-Una mujer-gruño Saruman al golpetear con odio el suelo, según lo que le dijo su sirviente…una mujer salvo al príncipe de la marca y único heredero al trono, pero ya no importaba…trato de calmarse –Bien….eso no importa ya-su mirada corrompida se posó en aquel que aún estaba incaio en espera de su veredicto-Lurtz te encargo otra labor igual o más importante….en las fronteras de Lothlórien un rio pasa…vayan en busca del portador del anillo…un hobbit viene en un grupo que se dirige hacia Mordor- ordeno sin entrar en detalles.
El Uruk-hai simplemente gruño al entender a que se refería, mientras el anciano se colocaba un manto gris para ver en realidad lo que sea que paso, tenía que conocer a esa mujer y ponerla de su lado, eso no era difícil teniendo en cuenta quien era….nadie se podía rendir ante la fuerza de un gran Istari como el…empezando ese peregrinaje del cual ya era conocido en Rohan.
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Geme 1 fuera….
