DISCLAMERS: Shingeki no Kyojin es de Hajime Isayama :3 Pero la trama es completamente de mi retorcida imaginación ~
ADVERTENCIAS: AU, Romance, Drama, Angst, Drogas, Violaciones, Palabras Altisonantes, Yaoi BL, Angst, Lemon Riren (Rivaille x Eren)
¡Hey hey hey! Mis criaturitas del yaoi ¿Cómo están? Les traigo otro fic uvú sé que todavía no termino el primero (sí es que lees beyond bautiful que espero que sí ;n;) pero esta idea me mató, de hecho tengo tiempo con este tipo de historia en mi mente, pero estaba como "oh no puedo hacerlo! No, debería poner sólo un fic" pero al final me he convencido y lo he posteado uvú espero que reciban bien este fic, supongo que la actualización será igual que el otro cada cuatro o cinco días… (ya avisaré después si es que decido que sea cada semana uwú) en fin! Les hamo a todos y a todas~ 3 espero su hamor y su comprensión!
Y sin más Lean
(Unánse a Rivaille x Eren Fan… es que apenas vi una imagen de su antmerior página y… falta gente ¿¡DÓNDE ESTÁN!? U.u)
Repito… la publicidad es ¡GRAAAATIS! C: además de que es una página donde hay más admins activos~ ¡OH SI!
¡Algo que edité! ¡POR FAVOR LÉANLO! 09/12
¡OK OK OK! Me ha llegado (hace unos segundos) un "guest" u.u diciendo que no ofendiera las demás páginas ¡YO NUNCA OFENDÍ! ¡y créanme que mi intención no era esa! de hecho lo he dicho por que en las demás páginas que he visitado hay veces (y es meramente comprensible) que dejan la página, todos tenemos problemas y asuntos... (cof cof por cierto anon, no conocía la página de Shingeki no Yaoi pero ahora que la has mencionado le veré... ¿por qué no?) :3... supongo que dejaré de poner cierta "publicidad" no esperaba que se sintieran ofendidos, supongo que el anónimo era un adm de alguna página... mi intención no fue esa, tal vez sea, que me he encariñado con la página de Rivaille x Eren Fan... (hay que nerd! xD) pero así es... meramente lo hice por que me caen bien los adms de ahí... juro que no lo hice con esa intención... ¡por favor! ¡Anon-san! no se ofenda... disculpe usted por mi grave error... (enserio) y reitero mi intención no era aquella... nunca había ofendido a nadie hasta el día de hoy... ¡PERDONE ANON! enserio! sin más enserio (a cualquier otra persona que se haya ofendido con aquel comentariucho que hice, les pido mis sinceras disculpas... bueno, no tengo nada más que agregar
ANONIMO (no tengo un nombre al cual referirme :T) mi intención era otra... perdona... enserio, bueno, no era mal planeado eso
SETECIENTOS TREINTA Y UN PASOS
Capítulo I.- El diario de Eren
En una pequeña cabaña, exactamente al Sur de María —zona de extrema pobreza— se encontraba un joven de tez morena, ojos verdes, delgado y cabello castaño largo —al menos lo tenía hasta donde terminaba su cuello—, sentado en una cama, demasiado dura, y con sólo una sábana para cubrirse, sobre la cual estaba completamente desnudo. Aquel joven se llama Eren Jeager. Miró por la pequeña ventana que apenas tenía como 30 cm de largo y de ancho. Se asomaba por esta la tenue luz de la mañana. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Dos quizá…? Suspiró pesadamente sintiendo su cuerpo fastidioso, cargante e insoportable, ah… era el efecto de la noche anterior.
Se levantó, y caminó hacia la ducha, la cual se encontraba en su misma habitación sin embargo la puerta de esta era sólo una cortina. Antes de entrar a dicho cuarto tocó con su mano la perilla de la puerta principal, esa la cual daba para salir completamente de la habitación, y comprobó lo mismo que todas las mañanas… estaba cerrada… Quitó la mano del picaporte y entró a la ducha, se metió a una tina, que no estaba para nada limpia, estaba café por algunos lados, pero eso a él ya no le inmutaba. Abrió el grifo, viendo como salía el agua, por supuesto que no estaba caliente. Desde que se encontraba en aquel lugar no se había bañado con agua caliente. Metió una pierna en la tina, sintiendo como aquel líquido le penetraba por toda la piel, hasta se podía jurar que había perdido sensibilidad.
Se metió completamente dentro de la tina, sin moverse ni un centímetro por el frío, llevó su cabeza pesadamente hacia atrás, recordando cómo había llegado a ese lugar. Parecía que a Eren le gustaba el sufrimiento, pues siempre, cada mañana, recordaba su historia, como si temiera que algún día fuese a olvidar su procedencia…
. . .
Flashback
— Mamá… —Un chiquillo llamado Eren Jeager, de ojos grandes y expresivos salía corriendo de su casa — ¡Mamá!...
— ¿Qué ocurre? —Volteó rápidamente una mujer de cabello castaño y largo, atado en una coleta, y ojos grandes con apenas algunas arrugas evidentes— ¡Eren! ¡Vuelve a la casa!
— No, quiero ir contigo —Eren corrió hacia su mamá… — ¿Sí? —Hizo un puchero el cual hacía que su rostro se viese más infantil—
— ¡Bueno, bueno! Pero me tienes que ayudar a hacer la cena ¿Sí? —La madre de nombre Carla sonrío amablemente—
— Sí… —Eren seguía haciendo su evidente puchero— Pero… ¿No para eso está Mikasa?
— ¡Hey! ¡Tú también puedes ayudar no sólo tu hermana! —Carla miró a Eren con evidente enojo—
— Bueno…
Aquellos días felices, era el año 844… ¿O el 845?... No lo recordaba con exactitud… Había peleado esa misma tarde con su madre, debido a que Eren quería entrar a la Legión de Reconocimiento… ¡Imaginarse matando titanes era el sueño más grandioso de su vida! Pero su madre se negaba, decía que mientras esta estuviera para protegerlo no se lo permitiría. Corrió fuera de casa, sintiendo la presión de su madre en contra de su deseo. Mientras corría viendo las casas pasar, y la gente que le miraba anonada, miró en un callejón a Armin, quien era abusado por parte de unos niños. Este decidió protegerlo, fue corriendo por él, sin contar que Mikasa —su hermanastra— estaba corriendo detrás de él, asustando a los abusadores.
— Armin, ¿Estás bien? —Eren corría para alcanzarlo—
— S-sí… gracias chicos… —Armin, un chico delgado, de cabello rubio, y ojos azules — ¿Qué hacen por aquí?
— Bueno…
Eren y Mikasa habían explicado la situación que sufrían. Que querían salir de las murallas, Armin quien sintió empatía de aquellos dos niños. Expresó también su sentimiento por salir. Pasaron sólo un rato hablando de trivialidades, sintiendo la compañía de ellos, que habían sido amigos… y cuando estaban en el clímax de su conversación. Se sintió un temblor. La gente pasaba corriendo y gritando. Aquellos chicos no podían entender absolutamente nada, se dirigieron hacia cerca de donde estaba la mayor congestión de gente.
No podían creerlo.
No querían creerlo.
No debían creerlo.
Había un titán. Este era uno más grande que los anteriores, tanto, que con su mano alcanzaba la muralla, logrando asomarse. El miedo les invadió, desde la punta de los pies, hasta el último cabello. Temblaron sintiendo el pánico, y podían ver toda esa escena en cámara lenta, cada una de las expresiones del otro, compartiendo su miedo evidente.
La invasión de aquel titán a la muralla, las cosas pasaron demasiado rápido, al menos para él. Corrieron él y Mikasa hacia su casa. Admirando con dolor y miedo que una gran piedra estaba encima de esta. Eren logró divisar a su madre, mientras un titán se acercaba lentamente hacia donde estaba esta…
Ahora, más que nunca… sentían que no podían creerlo.
Ahora, más que nunca… sentían que no querían creerlo.
Ahora, más que nunca… sentían que no debían creerlo.
Mientras un hombre, que había conocido desde hace tiempo atrás ¿Cuál era su nombre? ¿Por qué no lo recordaba? Quien sabe… ya no lo recordaba, sólo recordaba que aquel hombre lo había llevado en brazos a él y a Mikasa… alejándolos de su madre, mientras este veía como ella era devorada. No podía contener lágrimas, no podía contener su voz, dolía, dolía más que cualquier golpe, dolía más que cualquier herida. Dolía más que todo en el mundo.
Eren lo juraría… Lo haría… mataría a todo titán existente, quería venganza. La debía de tener…
Había pasado algún tiempo. Habían ido a alojarse a Rose, que era el lugar más seguro para estar. Había pasado aquel tiempo junto con Mikasa y Armin, sus dos únicos amigos, sintiendo los estragos de estar atrapados, escaseaba la comida, el agua, y la policía militar no ayudaba en absoluto.
Fue ahí donde ocurrió. Fue en ese instante en ese momento, que su vida cambió, dio un giro completo, algo que a Eren le había destrozado la vida y los sueños. Se encontraban refugiados del sol, tomando una siesta. Unos hombres se encontraron a tres niños, tres pequeñas criaturas dormidas. Se miraron entre sí… eran hombres encapuchados, con un cuchillo cada uno. Cuando caminaron acercándose a estos. Mikasa despertó… dando un respingo, causado por un susto increíble, mirando a aquellos hombres sin mucha confianza. Movió sus manos para agitar a Eren y a Armin… ambos se despertaron con mucha pesadez en sus cuerpos y ojos, mirando algo sorprendidos a esos hombres
— Bien, bien, bien… miren tres pequeños mocosos… alejados de la sociedad… que lindo —Dijo el primero de ellos—
— Sí, tendremos tres exóticos niños para mostrar —Dijo el segundo con sarcasmo—
— Miren, uno rubio… de ojos azules tan lindo~ —El tercero señalo a Armin con su cuchillo— un niño bronceado ojiverde ¡Quién lo habría imaginado! —Dijo señalando igualmente a Eren— y una niña… ¡Oh! ¡Una niña! Con hermosos ojos rasgados y piel blanca ¡Señores! ¡Esto es una mina de oro! —Señaló igualmente a Mikasa—
— Aléjense por favor —Mikasa mencionó con su habitual tono serio—
— ¡Oh! Aparte de linda, ruda, serás muy apreciada con nosotros —Mencionó el primero nuevamente—
Eren miró por el rabillo del ojo una puerta trasera, tomando las manos de ambos rápidamente dio la vuelta y salieron corriendo, tratando de perder a aquellos hombres.
— ¡Que no escapen! —Dijo el segundo hombre encapuchado—
Corrieron detrás de ellos, tratando de alcanzarlos. Cuando Eren divisó que estos les estaban persiguiendo, les grito a sus amigos que se fueran, que tomaran diferentes rumbos, se verían en la plaza central. Mikasa se fue por la izquierda y Armin por la derecha, sin embargo Eren decidió seguir derecho, se adentró en un callejón esperando que no le vieran, ocultándose y tratando de aprovechar la oscuridad de aquel sitio.
Vio una figura entrar en el mismo callejón, ¿Podría ser? ¡No! ¡Imposible! ¡No pudieron verlo! ¡Era menos que obvio que no pudieron seguirle el paso! Miró fugazmente aquella figura…
— ¿A quién tenemos aquí? —Aquel hombre se acercó a Eren— ¡Oh! El de ojos bonitos —Expresó con sarcasmo—
— ¡Aléjate maldición! —Eren soltó un grito de desesperación— Si planeas secuestrarnos es inútil… no habría nadie que pida recompensa por nosotros —Eren gruñó—
— Por eso mismo es que te voy a llevar, no pediré recompensa… al contrario, tú mismo me darás el dinero —El tono de aquel hombre contenía malicia—
Se acercó lentamente aguantando los golpes bruscos y toscos de Eren, le colocó forzosamente un paño en la cara. Todo se volvía borroso, nada era visible, ni la figura de aquel hombre frente a él…
— Mikasa… A-Armin… —Soltó en un suspiro antes de cerrar los ojos—
Al despertar se encontraba en aquella habitación, con una cama individual demasiado dura, y dos puertas una estaba a la izquierda y otra al frente. Miró ambas y trató de levantarse, y caminar. Sintiendo sus piernas débiles y su cuerpo tembloroso. Trastabilló hasta aquellas puertas, abrió la puerta que estaba a la derecha, mirando su interior, era un baño, había un retrete y una tina, aunque el espacio era considerablemente pequeño. Cerró esa puerta y se encaminó para abrir la otra, seguro por ella podría salir de esa habitación. Toco el picaporte tratando de girarlo, no obtuvo nada, estaba cerrado, frío y estático, sin moverse. Cedió ante las reclamaciones que le hacía su cuerpo, regresando a la cama, sentándose en esta. Pasaron algunas horas y no ocurría nada en aquel extraño lugar, miro hacia la pared que había a lado de su cama mirando casi en el techo un pequeño ventanal, por el cual pudo ver que ya era de noche. ¿Qué pasaría con Mikasa y Armin? ¿Les habrían atrapado también?...
El sonido del pomo girando y la puerta rechinando captó la atención de Eren, quién giró rápidamente para mirar la puerta abriéndose. Un hombre de complexión gruesa, y arrugas marcadas en el rostro, quién miró a Eren.
— Date un baño y vístete —Aventó hacia Eren unas prendas color verde—
— ¿Qué? —Eren miró extrañado a aquel hombre—
— Oh… Y te apresuras si no quieres una golpiza —Aquel hombre salió igual de rápido como entró—
Eren miró el ropaje, que consistía de una camisa demasiado chica para su gusto, la cual parecía que sólo le cubriría el pecho y la parte superior de su abdomen, y unos pantalones igualmente verdes, los cuales eran bombachos de arriba y se iban entubando mientras bajaba. Había también una franela, semitransparente ¿Para qué sería? ¿Dónde iría? Sobre todo ¿Enserio tenía que usar aquello?
Se metió a la ducha, el agua estaba fría por lo que no tardo demasiado en salir, colocándose la ropa lentamente, se miró en el grande espejo que había en dicho baño, mirando su esbelto y joven cuerpo cubierto con aquellas ropas que eran vergonzosas, no quería salir, seguía encerrado en el baño, sin saber qué hacer. Un golpe tosco se escuchó en la puerta.
— ¡Hey! ¡Malcriado! ¡Te estás tardando! —Era la misma voz que antes, era el mismo hombre, Eren sintió un escalofrío—
— Y-ya voy… —Eren se miró nuevamente en el espejo, no quería hacerlo—
— ¡Venga! ¡Sal de una maldita vez! —La voz de aquel hombre comenzó a alterarse—
— ¡Espera maldito! —Eren había perdido los estribos—
— Maldito… —Aquel hombre rompió la puerta de una patada jalando a Eren del brazo— Te he dicho que vengas…
Eren abrió los ojos como platos sintiendo la mano de aquel hombre sobre su delgado brazo. Quien le sacó a empujones de la habitación y lo llevó hasta una pequeña sala donde había como mínimo cinco hombres. Eren tragó en seco, por pura inercia comenzó a jalonearse tratando de escapar, sintiendo la constante presión sobre su brazo, cuando llegaron al centro de aquella habitación, aquel hombre soltó bruscamente a Eren sobre el suelo, y se dispuso a acomodarse en uno de los sillones.
— Bien… muéstranos lo que tienes niño —Un hombre con porte, y con traje le habló—
— Y-yo, no sé qué quieren —Eren temblaba en el suelo—
— Levántate —Aquel hombre con rasgos fuertes miró a Eren—
Eren se levantó lentamente dejando que aquellos hombres miraran su cuerpo virginal y delgado. Se sentía acosado por sus miradas tuvo el instinto de bajar su mirada y tratar de ocultar su rostro.
— Tienen razón… Deberíamos enviarle con Anna… —Un tercer hombre rompió el silencio— Míralo… —Se levantó y se acercó a Eren— Es tan virgen… no debemos permitir que nadie le quite eso… ¿Entienden? Lo usaremos para cuando le debamos algo a alguien —Aquel hombre sonrío— Pero sólo que sea alguien importante…
Eren tragó saliva, no entendía muy bien las palabras de aquel hombre, ¿Pagar? ¿Virgen? ¿Qué se refería? Su cuerpo tembló completamente sintiendo miedo y frustración.
Después de ese día, lo enviaron con aquella mujer Anna, quien le miró y le inspeccionó, Eren la conocería bien, pues esta le enseñaría a hacer "espectáculos" para algunos clientes, también le diría que palabras usar, para que le dieran más dinero, pero cuando y en qué casos alejarse. Eren aprendía demasiado rápido, pero no únicamente era por su capacidad si no porque cada vez que este se negaba Michael —Su carcelero y quien le acompañaba a ir con Anna— le propinaba una golpiza, hay veces en que abría su ceja, o le dejaba moratones en sus ojos, y para sorpresa de Anna estas heridas se curaban demasiado rápido y no quedaba rastro alguno haciendo que su piel quedara igual.
Había pasado aproximadamente un mes, y Eren ya hacía "espectáculos" a algunos clientes, todos hombres, cuando Michel se lo ordenaba tenía que dejarse tocar, pero nunca permitía que le quitasen la virginidad… Y así, transcurrió mucho… mucho… tiempo. Nunca supo más de Mikasa ni de Armin, de hecho nunca supo más de nadie…
Fin del Flashback
. . .
Eren salió de la bañera secándose con la diminuta toalla que tenía, poniéndose sólo una camisa larga que había por ahí. Salió de la habitación encontrando en una pequeña mesa que había en el fondo junto a su cama, un plato con arroz y algún caldo, había un pan y un vaso de agua, con eso debería sobrevivir hasta la tarde, hacer su trabajo bien, y recibir una ración más hasta la noche.
Comenzó a comer, lentamente, no llevaba prisa. Un toque en la puerta se escuchó, era Michael, su verdugo, o al menos así lo consideraba Eren…
— Apresura… Hoy vienen a verte nuevamente —Michael miró sin interés a Eren, sin embargo miró la pierna del menor notando un color rojizo en esta, se adentró a la habitación —
— ¿Qué ocurre? —Eren le miró extrañado—
— ¿Aun te duele? Ese maldito rabo verde… —Michael sintió recelo— ¿Te lo cubrirá el pantalón?
— Mhh… — Eren no comprendía lo que Michael decía hasta que miró su propia pierna, notando la cortada que recién se estaba cerrando— Oh… si, no me duele…
— Bueno, sólo apresura… —Michael le miró y procedió a salir de la habitación—
— Sí… —Antes de que Michael saliera de su "cuarto" Eren le habló— ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
—… —Michael tragó en seco, miró sobre el hombro a Eren— Tres o Cuatro años…
— Oh… —Eren miró su plato y siguió comiendo, ignorando completamente la aun existente presencia de Michael—
Claro que Eren había tratado de escapar, durante su primer año trato de salir golpeando a Michael, aventándole la comida, pero nada, nada funcionaba, aunque por fuera pareciera una casa más, había personas que eran como perros, siempre resguardando la morada. Miró su pierna viendo la cortada que aun ardía. La noche anterior un viejo llegó pidiendo a Eren, quien le comenzó a bailar sin inmutarse por la evidente erección del mayor. Michael no le había dicho nada de dejarse tocar, por lo que cuando este estiró su mano para tocarle el vientre Eren le pateó el rostro, mirándole con odio, pero esto sólo había logrado poner más excitado al mayor, quien trató de alcanzar a Eren, pero este gritó el nombre de Michael, quien entró rápidamente al ver al viejo sobre Eren le pateo el estómago, haciéndolo caer, jaló a Eren hasta dejarlo de pie, dándose la media vuelta para salir. Aunque el viejo estuviese canoso, y con arrugas parecía tener unas ansias fuertes, pues sacó un cuchillo y corrió hacia Eren haciéndole una cortada en la pierna.
Después de aquel incidente los "perros" de Michael se encargaron de aquel hombre, sacándolo a patadas y golpes e incluso quitándole el dinero que poseía. Ah… hay veces que aquellos viejos asquerosos se ponían muy malhumorados. Se puso su ropa y espero en el colchón a que Michael le llamara.
— Eren… —Michael entró por la pequeña puerta— hoy tendrás trabajo… doble… —Michael le miró—
— ¿A que te refieres con doble?
— Bueno… la policía militar ha descubierto nuestro pequeño juego —Michael comenzó a reír— y entonces sabrás que le debemos un favor, es hora de utilizar lo que tanto has guardado por este largo tiempo…
—… — Eren no dijo nada solo tragó en seco, sabía a lo que se refería… sabía que era de su virginidad de la que se trataba… no quería… no quería… no quería… —
— Sé que te debe de dar miedo, pero tienes que hacerlo —Michael le miró y sintió un poco de empatía, tal vez sería porque ya está demasiado viejo— Sin embargo, eso es en la noche, por la tarde vuelve la Legión de Reconocimiento…
— Ah… —Eren sintió un punzón en su corazón, saber que ahora mismo él estaría ahí, estaría peleando, luchando y no haciendo esas cosas asquerosas con esos vejetes, sintió que le picaron los ojos, que el pecho se le aceleraba, quería conocerlos, quería hacerlo… pero no podía, su sueño se fue lejos, y no podía hacer nada más… —
— Bien, como no sabemos quiénes llegarán de la Legión de Reconocimiento, será mejor que te prepares… no tardarán mucho en arribar —Michael salió de la habitación—
Y por primera vez, en mucho tiempo eren se acostó en la cama, y soltó el llanto, era melancólico sin llegar a lo ruidoso, sentía punzones en el corazón, primero estaba el restriegue de aquellos soldados con sus chaquetas de las "alas de la libertad" llegando y sonriéndole como si estuviese mofándose de él, y luego —sin dejar de ser importante— estaba lo que tenía que hacer con aquel militar, o jefe en militar, no quería, se sentiría aún más sucio, lloraría más cada noche si aquello llegaba a suceder, hundió su rostro reprimiendo los gritos de dolor que sentía, no quería… no quería… no quería… por favor… no quería que aquello sucediera… no quería más dolor en su vida… no quería…
Se levantó lentamente con los ojos rojos e hinchados, tomó la ropa que tenía. Miró, debido a que su antiguo ropaje fue roto y manchado por aquel viejo la noche pasada. Ahora vestiría uno amarillo, que era exactamente igual, con la excepción de este pantalón estaba abierto por los lados, lamentablemente no podría mostrar su cortada sería anti estético, optó por pedir una venda a Michael para cubrirse, al menos ya no se vería lo rojizo de su piel. Se colocó las prendas y espero en la casa de este. En cada casa cerca de la de Eren, había algún chico o chica con una historia similar, sin embargo cada uno tenía su esencia especial, cada uno tenía sus distintos motivos, pero Michael era el encargado de llevar a cada uno de los inocentes a aquel lugar, es decir, se encargaba de secuestrarlos.
Colocada la ropa espero sentado en su colchón y pensó en otras cosas para evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas. Tenía que hacerlo, no podía mostrarse así, eso significaba menos dinero, y más golpes por parte de Michael. Suspiró ampliamente esperando la llegada de cada uno.
. . .
El primero en llegar fue un policía militar, solicitando el servicio de Eren, Michael le dijo a Eren que por el día de hoy, todo cliente que fuese de la policía o de la legión debería dejarse tocar, Eren sin pensar accedió.
Aquel hombre ya era bastante adulto se notaba en su expresión, sus ojos eran profundos y tenía unas marcas faciales notables, entradas en el cabello marrón oscuro y cuerpo delgado —demasiado para su edad quizá— Eren pasó con pesadez a aquel cuarto, sintiendo la mirada de aquel hombre.
Comenzó a moverse, empezando a acercarse a aquel hombre. Quien le miraba con profundo morbo, cuando Eren estuvo lo suficientemente cerca, el hombre le pasó una mano desde la pierna hasta el muslo. A Eren le dio un escalofrío producto del asco, sin embargo, siguió moviéndose provocando al mayor, quien lo jaló e hizo que se sentara encima de este, provocando que sintiera su erección. Eren no aguantaba más, sentía que acabaría empujando a aquel hombre, sólo cerró fuertemente los ojos, sintiendo las manos toscas, callosas, amplias explorándole todo el cuerpo, por encima de la ropa
— ¿P-puedo quitarte la ropa? —Aquel hombre le miró—
— No, eso está fuera de mi servicio —Eren dijo fríamente—
— Entiendo —El hombre tomó por las caderas a Eren y comenzó a moverse rozando su erección con el cuerpo de Eren—
Eren sólo se aferró a la espalda de aquel hombre, no por excitación, no porque este le produjera placer, no, no era nada de eso, era porque no podía contener las lágrimas. Se sentía asqueado, sucio, impotente, ni siquiera por las toscas caricias que le propinaba el ajeno era capaz de sentir una pizca de placer, sólo quería que aquello terminara, sentía el ritmo del otro aumentaba y pasaba lo mismo con las lágrimas de Eren. No quería… ¿Por qué tenía que hacerlo? Bailar para otros era una cosa, pero hacer eso… era asqueroso… no quería ni imaginar lo que le harían en la noche, su llanto aumentó, y no pudo contener sus sollozos de dolor.
— ¿Así que también te gusta? —Aquel hombre viejo dijo con orgullo—
Eren no respondía, sus sollozos no eran de gozo, eran de dolor, de pena y vergüenza, sentirse así tocado, era asqueroso, sentía que no podría reprimir ese sentimiento, quiso patear a aquel hombre, pero una golpiza doble le aguardaría… se limitó por esperar a que aquel otro se corriera, para terminar e irse a recostar, sintiéndose la peor escoria del mundo.
Aquel hombre terminó, incluso mancho su ropa, y antes de que Eren se fuera este le tomó de la mano.
— ¿Qué dices si vienes conmigo? Te secuestro de este lugar y vienes conmigo —Aquel hombre le miraba con lujuria—
— No… —Fueron las únicas palabras de Eren antes de salir, sabía que vivía una mala vida con Michael, pero por lo menos no abusaba de él, como sabría que lo haría aquel hombre. Sin decir más salió de la habitación—
Entró nuevamente a su cuarto sintiéndose asqueroso por la experiencia que recién vivió, se miró en el espejo, verificando que no hubiese quedando ninguna mancha en su ropa. Suspiró hondamente y se recostó sobre su colchón esperando a la próxima persona, esperando y rezando que no fuese otro militar o de la legión.
Pasaron horas, y no había clientes especiales, así que Eren se limitaba a bailar sin más… siguiendo la norma de Michael. Llegó la oscuridad, la cual provocó que prendieran unos candelabros para iluminar, Eren seguía en su cuarto, esperando que el día terminase y no llegara aquella persona… La puerta sonó, Michael pasó y miró a Eren…
— Eh… Eren… la Policía Militar ya llegó, apresura… —Y cerró nuevamente la puerta—
— Sí… —Eren suspiró y su respiración se agitó, no quería, seguro sería un vejete, alguien asqueroso, quien tendría el "privilegio" de tomarle su cuerpo. No quería, pensó en salir corriendo, pero no sería posible, lo volverían más tosco, serían capaces de poner cadenas y grilletes, y no quería eso…—
Al salir de su habitación y entrar al cuarto de "huéspedes" divisó un viejo con cara de traumado, cabello largo y tosco, esperando junto a él, habían dos más… Eren tragó en seco, no quería pasar pero Michael le empujó.
— Tienes que darte prisa… La Legión de Reconocimiento llegó y no tenemos buenos lazos con ellos, por lo que pensarán mal si no nos ven… de por sí andan sospechando… no queremos más incidentes —Dijo aquel hombre que llevaba una bata larga, seguro para encubrir su identidad—
— Sí, señor… —Eren bajó la mirada y caminó hacia ellos—
—Que tierno eres… —Dijo uno de los soldados que estaba a lado de dicho comandante—
Eren quería que todo se terminara quería pasar por aquello rápido, rezaba por que el viejo fuera precoz y no le hiciera eterno su castigo… Cerró los puños y comenzó a moverse.
Continuará~
Bien, bien, los que conozcan Beyond Beautiful me dirán ¿¡POR QUÉ COÑO HAS CREADO OTRO FIC!? :C pero la verdad es que me gustó mucho la idea, y creo que será un fic más agudo que el primero… ¡Si has leído el primero capítulo te hamo! ¡Eres lo máximo! ¡Y te idolatro!
C: por favor no me quieran matar nuestro Levi-Love aparecerá después… ya saben… ewé…
Por cierto, este fic está inspirado en la canción de Placebo – Every Me & Every You 3 3 3
No tengo mucho que decir… la verdad
Review? Digo, así sabré si continuar con esta historia también o si mejor le paro y sigo sólo con Beyond Beautiful
¡Gracias por leer! DINA FUERA~
