Gruño por centésima vez en el día ¿Cuánto más se supone que debería estar así?, se sentía un maldito impotente después de todo eso era en este momento.

Mientras él estaba sentado sin poder moverse se escuchaba, no muy lejos de él, unos leves gritos y mucho olor a sangre ¡Maldición! ¡¿Es que nada podía hacer?! Mientras que "ella" estaba sufriendo a poca distancia él no podía siquiera moverse o abrir los ojos, sabía perfectamente lo que sucedía y que pasaría si algo salía mal, pero se negaba a pensar en ello y si abría los ojos no dejaría de imaginarla a ella tendida en el suelo llena de sangre ¡Y seria únicamente su culpa!

No, sacudió su cabeza apartando nuevamente esos pensamientos mientras escuchaba otro grito y por lo tanto otro gruñido de él

Sabía perfectamente que esto podría pasar, desde el momento en que se dio cuenta de todo, trato de negarse a la posibilidad que revoloteaba en su cabeza pero ahora era más que evidente. Otro grito más. Apretando los puños de sus manos, deseo solo salir de allí, correr hasta no escuchar ni oler más nada, pero simplemente no podía. No solo por el hecho de que no podía moverse, sino que ella estaba en ese lugar y no podía dejarla. Suspiro deseando que todo eso ya termine y poder respirar tranquilo.

En un instante se dejaron de escuchar esos gritos y él se alertó ¿Ya había acabado? ¿Qué es lo que había pasado? ¿Por qué demonios él no podía levantarse aún?

-Ya puede pasar-

Se alertó al escuchar la voz de la pequeña Rin a su lado y por primera vez abrió los ojos para verla, ella estaba sonriente porque trataba de darle ánimos, que niña más rara. Lo único que se limitó a hacer fue asentir con la cabeza y levantarse lentamente. Sentía su cuerpo algo más ligero, pero la sensación que había tenido anteriormente no desaparecía. Olvidando por unos instantes todos sus anteriores pensamientos se adentró en donde se producían anteriormente los gritos que lo inquietaban.

Entro y lo primero que sintió fue un leve olor a sangre fresca que aún estaba en el aire, pero antes de siquiera pensar en algo la vio a ella totalmente exhausta con un pequeño bulto en sus manos.

Conteniendo la respiración, sintió como ella clavaba sus ojos directamente en el. Estaba cansada en todo sentido, eso se notaba a leguas, pero aun así sonrió levemente y le pidió que se sentara a su lado lo cual hiso como un perro que obedece a su ama. Aun oía como la anciana Kaede terminaba de recoger todo, pero la ignoro totalmente al ver como ese pequeño bulto comenzaba a moverse y como aquella mujer lo acariciaba con calma.

¡A la mierda todo! Ella estaba ahí, ese pequeño o pequeña (aún no había preguntado que era, pero daba igual) estaba justo frente a sus ojos removiéndose levemente y el solo podía sentirse emocionado/asustado de todo lo que iba a pasar a partir de ese momento. Dirigió su mano a donde estaba el pequeño/a apoyándola con suavidad. Era cálido, pequeño y cálido. Su emoción llego a las nubes y simplemente espero a que la antigua sacerdotisa saliese de la habitación y no pudo evitar comenzar a lagrimear, pero claro no dejaría que ella lo viese así, por eso apoyo su rostro en el hombro de aquella mujer y en un susurro que solo ellos y el diminuto cachorro podían escuchar dijo lo único que pensaba en ese momento

-Gracias Kagome-


Hola a todos! Guau este es mi primer fic desde, literalmente, años.

Lo primero que se me paso por la mente para inaugurar esta cuenta fue "Tengo que hacer algo con Inuyasha" y luego de escuchar alguna que otra canción este fic apareció en mi cabeza y se fue escribiendo solo, sinceramente extrañaba mucho poder escribir y como con mi cuenta anterior tuve algunos problemas decidí comenzar esta.

Ojala que a todos les haya gustado y espero que los que leyeron hasta aquí verlos nuevamente en alguna otra historia que escriba en el futuro =D.

Bueno eso es todo, ¡nos vemos la próxima!