¡Hola otra vez! Aquí estoy con una nueva historia. Una cosa antes de que comencéis a leer… ¿alguien ha visto la película "Juerga de Solteros"? Sinceramente espero que no porque así no podréis ver cómo destrozo la película jejejejejejejeje. Que conste que se basa en la idea y que algunas cosillas son parecidas… pero no es totalmente igual ¿eh?

Todos los personajes pertenecen a JK Rowling, La Warner y a cualquiera que haya pagado los derechos.

Y ahora… ¡a leer la historia! Espero que os guste

Aio!


Un día de boda. En realidad un día de locos. Mientras que las damas de honor corrían de un lado a otro buscando las flores y componiendo decentemente sus vestidos, la madre de la novia gritaba a pleno pulmón que nadie le hacía el menor caso. Al final consiguieron que todo estuviese en su sitio. La carpa flotaba elegantemente en el centro del jardín, las sillas estaban estratégicamente colocadas, los lazos prendidos a cada lado de ellas y las hadas daban un color alegre en aquellos sitios en los que las flores no habían alcanzado. El Gran Sacerdote daba un último vistazo a los votos que habían escrito en letras doradas colocadas en el cielo. ¿Os parece raro? Bueno… era una boda mágica… ¿qué hay de raro en que utilizasen hadas en lugar de flores¡Ah! Es eso… no os preocupéis… no tenían que alquilarlas… eran amigas de la novia así que todo resuelto. En fin, todo estaba listo. Todo menos el novio claro… que aún estaba enfrascado en la última discusión de… soltero.

¿Estás nervioso? – preguntaba inocentemente uno de los padrinos de la boda.

¿Tú cómo estarías si tan sólo en unos minutos te atases a una única mujer? – respondía por el novio otro de sus padrinos – Yo estaría histérico perdido…

Más bien, estarías a punto de huir por la ventana… - contestó alegremente el novio mientras arreglaba la pajarita – No sabéis lo afortunado que soy al casarme con ella… es la mujer perfecta para mí – sonrió.

¿Cómo lo sabes? – su otro padrino se acercó a él harto de que no lograse colocar esa pajarita – Es la única mujer que has conocido – paró un momento su arreglo para poder añadir con sonrisa pícara y una ceja levantada – en el sentido bíblico.

Mira tú por dónde Malfoy se nos ha vuelto puritano – sonrió un chico pelirrojo que estaba sentado en uno de los cómodos sillones mirando la escena – En el sentido bíblico… ¿de dónde has sacado esa expresión? Supongo que de algún muggle… ¿o no será de alguna muggle? – se carcajeó.

Para tú información Ronald – terminó de arreglar la pajarita del novio y miró a su alegre compañero – fue tu mejor amigo el que me enseñó esa bonita expresión.

No me llames así – frunció el entrecejo el mencionado – sólo mi madre me llama así y me pone enfermo…

Perdona el atrevimiento… Ronald – se colocó delante del novio – Así estás mejor.

¿Creéis que le gustaré así? – preguntaba nervioso el novio volviendo a inspeccionar detalladamente su indumentaria – No estoy muy seguro…

¿Tanto te controla? – Ron se acercó lentamente – estás muy elegante… Además… seguro que ella te quiere como eres siempre.

Me dijo que me tomase en serio la indumentaria… no quiere que nada salga mal.

Perfeccionista como siempre… - masculló Draco – no entiendo qué has visto en ella la verdad.

Ni tú ni yo lo entenderíamos nunca – apareció un muchacho con un fuerte acento irlandés – Creo que yo me quedaré soltero para toda la vida.

¿Es eso una promesa Seamus? – se acercó otro de los padrinos – Pobres brujas y muggles… no te puedes llegar a imaginar lo decepcionadas que podrán llegar a estar.

Qué gracioso… - contestó el aludido.

Tranquilo… - medió Draco – las mujeres se casan con los hombres cuando ya no pueden mantenerse ellas solitas – sonrió con autosuficiencia.

¿Estás diciendo que todas las mujeres sólo buscan el dinero de uno? – preguntó con asombro Ron.

¿A qué es una mala noticia para ti? – le miró de arriba abajo – Creo que nunca podrás pescar una…

No contestaré a eso Malfoy…

No me llames por el apellido a no ser que agregues Señor – rió – Sabes perfectamente que era una broma – le dio una palmadita en el hombro – además es un hecho, yo tengo más dinero que todos vosotros juntos – se encogió de hombros - ¡qué le vamos a hacer!

¿Queréis dejar de ponerme más nervioso aún? – protestó el novio volviéndose al espejo.

Perdónales no saben lo que dicen – Dean se acercó a él – ya es la hora.

Pero todavía no ha llegado – protestaba.

La novia está dando vueltas como una histérica y creo que he oído algo parecido a que va a matarte si no apareces pronto…

Sabéis que necesito cinco testigos y vosotros sois cuatro.

Tranquilo… ya sabes que aparecerá tarde o temprano… seguro que ha tenido algún inconveniente ¡Venga sal! – Ron empujó al moreno que seguía mascullando que necesitaba a su quinto padrino.

¿Qué crees que le habrá pasado? – preguntó Dean a Draco que se había colocado en perfecta formación a su lado.

Seguramente todavía no se habrá levantado – le guiñó un ojo cómplice zanjando la discusión – pero seguramente llegará a tiempo.

Los cinco chicos desaparecieron por un pasillo para llegar a la carpa de boda. En ese mismo momento tocaban las campanadas anunciando las diez de la mañana.

¡Maldición llego tarde! – el quinto padrino se levantaba como un resorte de una cama ajena apartando bruscamente un cuerpo femenino que intentaba despegar el ojo derecho para ver qué estaba pasando – Me lo he pasado genial – se despedía con apuro – Ya te llamaré – y con una sonrisa desapareció con un ¡plin!

No lo volveré a ver en mi vida – suspiraba la chica – Y es una verdadera lástima… - se volvió a la izquierda tapándose con la sábana su cuerpo desnudo hasta la cabeza.

Todos estaban en su sitio… bueno, no todos. Los cuatro padrinos se habían colocado a la derecha del novio. El primer sitio lo ocupaba Dean, le seguía Seamus, después se encontraba Ron y por último Draco… seguía faltando un sitio y los chicos miraban por toda la sala buscando algún otro amigo para que ocupase el último lugar.

¿Dónde demonios está? – volvió a mascullar Ron – Como no venga pronto tendremos que elegir a otro.

¿Y ahora te das cuenta? – respondió como si tal cosa Draco – yo ya estoy buscando un sustituto decente…

Se va a enfadar…

Es el día de su boda… no creo que le enfade nada…

Me refería a Ginny… como no aparezca no dejará de gritar en una temporada…

¿Por eso suda tanto Neville? Pensé que era porque sólo va a estar con tu hermana – soltó una carcajada.

¿Alguna vez te he dicho que no tienes ni puñetera gracia?

¡Vamos! No te pongas así… - le dio un codazo – tu hermana es un partidazo.

Ya lo creo – se oyó de repente una tercera voz que interrumpió en la discusión – una lástima que no me tomase en serio cuando le pedí ser mi novia…

¡Harry! – gritó Ron sin darse cuenta de que todo el mundo estaba en silencio.

No grites tanto… me ha parecido ver al Sacerdote saltar hasta la carpa… - murmuró el moreno que acababa de llegar – no llego tan tarde ¿no?

Casi tanto como la novia – susurró Draco haciéndole un ademán de silencio con el dedo índice… después de todo aparecían las damas de honor escoltando a la novia.

Varios minutos después Neville Longbotton y Ginevra Weasly habían contraído matrimonio frente a todos sus amigos y familiares.

Yo nunca me casaré – comentó Ron mientras cogía una botella de Champagne – pienso quedarme soltero toda mi vida – bebió un sorbo – seré un calavera sí señor – y bebió un trago más grande.

Dices eso porque ninguna chica tendría el sentido común de acercarse a ti – Harry le arrebató la botella para beber – que yo sepa no has tenido más que dos novias…

Perdone usted señor Casanova – Ron entrecerró los ojos – pero que tú hayas conocido a la mitad de Hogwarts y yo sólo a sus dos mejores hembras no quiere decir que no tenga tirón con las chicas.

Seguro… - apuró la botella de un último trago – que quede constancia de que también conocí a tus dos ex novias…

¡Harry!

¿Por qué te enfadas tanto? Por si no lo habías notado he dicho ex novias Ron…

No os peleéis… estamos en la boda de Neville ¿no? – les apaciguó Dean – Además nosotros no nos casaremos porque tenemos fundado un club ¿Verdad?

¿Ah sí¿qué club¿y por qué yo no me he enterado? – preguntó Draco intentando mantener el equilibrio en la silla.

Claro que sí… el de los solteros de oro ¿no lo sabías? – preguntó sonriente Seamus – sólo que un miembro ha causado la baja – movió su copa en dirección a Neville que ya estaba mucho más calmado – espero que para bien.

¡Por supuesto! – contestó el aludido - ¡Es genial estar casado!

¡Neville! – Ginny apareció de repente en la puerta – Vete despidiéndote de tus amigos… tenemos que irnos ya ¿entendido?

Sí… claro cielo – respondió tímidamente.

Te espero en el coche…

Seguro que es una decisión acertada – sonrió Draco una vez la pelirroja hubo abandonado la habitación.

Sólo está nerviosa – defendió a su mujer – Será mejor que me vaya – sonrió – nos veremos pronto ¿Vale?

Por supuesto amigo – Harry se acercó a él y le dio un gran abrazo – ten cuidado con ella ¿eh? Que no me entere yo que le haces algo malo…

Tranquilo – sonrió Neville.

¡Adiós cuñado! – Ron se acercó a él y se tiró encima suyo para propinarle un abrazo… o estrujamiento… según se mire – que no se te olvide la discusión de ayer ¿eh? – digamos que estuvieron hablando tranquilamente de lo que le podía pasar si su hermana alguna vez se quejaba de cómo la trataba… todo se reducía en una frase: "Si ella sufre desearás estar muerto".

No te preocupes…

Bueno – dijeron los otros tres – ¡buena suerte! – le apretujaron entre todos.

¡Adiós! Nos veremos pronto ¿Eh? – Neville desapareció corriendo por la puerta.

Pobrecillo – comentó Harry una vez que los tortolitos se hubiesen ido – no puedo ni imaginarme lo que se tiene que sentir al estar sólo con una mujer – se desplomó en una silla – yo pienso estar con todas las chicas del mundo… exceptuando a mi madre por supuesto – aclaró.

Eso es una tontería – Draco se puso delante de su amigo – primero porque tú madre está buena – el moreno le miró entrecerrando sus ojos – y segundo porque yo estaré con la mitad de ellas – rió haciendo que su amigo lo acompañase.

Está bien – Harry subió ambas manos – tú la mitad y yo la otra mitad – sonrió.

¿Y nosotros? – protestó Dean - ¿no hay nada para nosotros? – soltó una risilla nasal.

Os podéis quedar con las sobras – contestó con determinación Draco.

Qué amables – intentó contestar con sarcasmo Ron pero lo único que consiguió fue soltar una risilla… tanto alcohol en sangre no es muy bueno para poder usar todas tus facultades mentales.

¿Sabéis qué? – interrumpió de repente Seamus – He estado pensando – risas de fondo - ¡Oye¡a veces pienso! – ahora eran carcajadas – Está bien, está bien… ¿qué os parece si hacemos una apuesta?

¿Apuesta? – preguntó Ron alzando una ceja, o él pensaba que lo estaba haciendo claro - ¿A qué te refieres?

Bueno… tal vez no sea una apuesta apuesta… - comentó para si mismo – creo que tendría que llamarla de otra forma… - empezó a dar pequeñas vueltas para desespero de sus amigos – aunque no se me ocurre ahora mismo…

¡Quieres dejar de decir tonterías e ir al grano! – le cortó de repente Dean.

Vale, vale… perdón… - sonrió Seamus – he pensado que ya que todos estamos tan seguros de que no nos vamos a casar… ¿qué tal si hacemos una especie de tontina?

¿De qué estás hablando? – Ron se levantó confundido.

Me refiero a que todos ponemos una cantidad de dinero en un fondo de Quidditch… y el último que se case recibirá todo lo que saquemos…

¿Apuestas? En ese caso el último que se case no se quedará con nada Seamus… es muy difícil que siempre ganemos… - Ron se volvió a sentar decepcionado. Si hubiese sido algo más seguro él se hubiese apuntado sin pensarlo pero… ¿apuestas? Nadie tenía tanta suerte…

Me refería – apuntó su amigo – a un fondo de "ayuda" del Quidditch…

Vamos… te refieres a un dinero invertido en ese deporte ¿no? – intentó averiguar Draco.

¡Exacto! Calculo que por lo menos se hará diez veces mayor…

¡Hecho! – gritó alegremente Ron – Así conseguiré todo vuestro dinero – rió como un histérico.

Yo ya tengo mucho dinero pero… me gusta la idea de aumentarlo con el vuestro – sonrió Draco.

Me apunto – dijo Dean - ¿Tú que dices Harry?

Creo que… - se levantó de la silla – vais a perder todos frente a mí – sonrió.

Entonces quedamos así – Seamus cogió un trozo de pergamino – mañana – miró a todos sus compañeros y al ver sus caras se corrigió – pasado mañana os llamaré para que me deis el dinero ¿está bien?

¡Sí! – gritaron todos a la vez.

Ahora poned vuestro nombre aquí… sé que mañana no recordaréis nada de esto… - sonrió.

Bueno – comentó Draco una vez terminó de escribir su nombre en el pergamino – ahora si me disculpáis tengo otros asuntos de atender… - y se encaminó hacia el grupo de las damas de honor.

¿Acaso no sabe que de una boda sale otra? – comentó con alegría Ron – ya puedo ver cómo todos vuestros galeones duermen en mi caja del banco – se frotó las manos.

Eso ya lo veremos – le guiñó un ojo Harry. Él odiaba el matrimonio… ¿qué iba a poder pasar para que cambiase de opinión?


Esto... antes de nada quiero dedicar este primer capítulo. Como por fin mi modem ha dejado que me conecte correctamente y mi inspiración ha vuelto (al igual que mi buen humor jejejejeje) he estado mirando las historias y me he enterado que hoy es el cumpleaños de alguien que siempre ha estado leyéndome (cosa muy rara porque soy como una veleta... a veces escribo y otras me aburro y paso de todo...) y he decidido que voy a dedicarle este capítulo : - ) (si a ella no le importa claro...).

Bueno lo que quería decir es¡FELICIDADES RAKAOMI! (ZORIONAK!!! es lo mismo en euskera jejejejeje) y este primer capítulo te lo dedico... espero que te guste.

Aio!