En Oz
Zelena caminaba por los pasillos del palacio, observando el cielo por los grandes ventanales, centrando su atención en un grupo de caballeros negros que hacían su recorrido habitual por el pueblo, no era raro verlos caminado entre las personas.
Sus trajes le dejaba ver poco, pero sólo uno de los seis le llamó la atención, sin poder ver su rostro, Zelena observaba al caballero, camino al gran salón donde tenía el espejo mágico, y busco al grupo, siguiéndolos caminar y salir de entre los puestos, uno compro una manzana para llevarla a su boca rápidamente, los demás reían de la acción de su compañera.
Los vio llegar a un claro, donde se encontraba un gran carruaje rodeado de sus caballeros sobre sus hermosos corceles, la reina Regina bajo con tanta gracia de su ostentoso carruaje y Zelena observó cómo daban su reporte, sin duda la reina no estaba nada contenta, arrancó el corazón de uno de los seis guardias, el caballero se dobló de rodillas sobre el pasto verde y frondoso, la reina convirtió el corazón en un puñado de polvo, volvió a su carruaje partiendo rápidamente, y los 5 caballeros quedaron en aquel prado, el imponente caballero oscuro dio una patada al cuerpo en el suelo, y dio media vuelta , sus compañeros lo siguieron, sus instrucciones eran claras deberían seguir buscando a Snow White, sin importar lo demás, ese era el trato que tenía con la reina malvada, permitiría dejar a sus caballeros buscar en todo Oz a Snow y a cualquiera que la reina pensara que era peligrosa para ella, y así evitar una estúpida guerra.
Al fin tenía una clara imagen de los rostro del caballeros, una mujer de cabello negro con grandes ojos verdes, la que había comprado la manzana, dos hombres apuestos , pero el ultimo caballero llevaba completamente cubierta su cara, Zelena se sintió inquieta, por la presencia de aquel soldado de la reina, dejo de observar en su gran espejo, bajo a recorrer el pueblo, al final aquella noche apenas pudo dormir, en su mente sólo pensaba en ir al gran salón y buscar la imagen del caballero negro, intento concentrarse en levitar una bola de fuego sobre su cuerpo mientras estaba acostada en la cama, su curiosidad pudo más, se puso de pie y camino hacia el espejo mágico, invocó su imagen, al ver la se sintió frustrada dando un resoplo hacia el espejo, incluso dormido llevaba su careta con su gruesa y pesada armadura, observó el paisaje, los grandes árboles con hojas verdes y pequeñas tonalidades de rojo, se veía el arrolló del sur, podía reconocerlo a la perfección, sus tardes de iniciación empezaron ahí, junto a la hermandad, su instinto la hizo salir del castillo, agarró su escoba voladora, y empezó a recorrer Oz rumbo al sur, al llegar ahí, vio la fogata de los caballeros, pero el lugar del caballero negro estaba vacío, escucho el ruido de la armadura del caballero, y se elevó en su escoba, observó entre la oscuridad, siguiendo el ruido, aún más cerca del arroyo, escuchó el chapoteo del agua, se acercó lentamente y sin hacer ningún ruido, veía la espalda del caballero completamente desnudo, su melena negra y espesa le llegaba apenas a los hombros fuertes y muy ejercitados, sin darse cuenta tropezó con una rama, y el caballeros observó entre la oscuridad con unos ojos amarillos, atrayendo más la atención de Zelena, al observar el hermoso rostro de la mujer.
La bruja quedó completamente embobada agarrándose de su escoba al verla sumergirse en el agua del arrolló con un clavado perfecto, así perdiendo la imagen del hermoso cuerpo ,al pasar unos minutos la mujer no volvió a subir a la superficie, Zelena se acercó a la orilla del arrolló en su escoba, voló un poco por el sin rastro del caballero, preocupándose por ella, observó bien el agua, sobrevolando el arroyo, saco su varita, haciendo iluminar a los peces del río, permitiéndole distinguir entre sombras de las piedras y las plantas acuáticas, una gran parte estaba oscuras y sobre voló por ella, su mirada no se apartaba del pequeño arrollo ,de pronto aparecieron burbujas se acercó más al agua, pensando que el caballero podía estar en peligro, sin embargo algo grande salió del arroyo.
Zelena apenas tuvo oportunidad de alejarse cuando grandes llamaradas de fuego iluminaron el cielo estrellado de Oz, se sujetaba con ambas manos a su escoba, mientras intentaba mantener el equilibrio sobre ella, con gran asombro vio al enorme dragón que se veía tan majestuoso con grandes escamas negras, sus grandes ojos amarillos, atraían a Zelena hacía él.
El dragón movió sus alas moviendo el agua del arroyo, salpicando los árboles y a Zelena que sin querer hizo un ruido atrayendo la atención del dragón, su corazón empezó a latir más rápido y fuerte en su interior, empezó lentamente a retroceder en su escoba, el dragón voló muy cerca de ella volviendo a lanzar fuego al cielo, la bruja sin apartar la mirada del dragón intento maniobrar su escoba intentando alejarse de la enorme bestia.
La gran cola serpenteaba en el aire, el dragón observó a Zelena y su fosas nasales tiraban vapor, ella supuso que lanzaría más fuego, agarró con fuerza su escoba y su varita, esperando el ataque para protegerse, su mente solo pensaba en algún hechizo que podría matar a un dragón, o al menos darle la ventaja para escapar, sus ojos observaban al dragón, vio sus alas en movimiento otra vez, la bestia subió unos metros y la bruja empezó a descender entre los árboles para intentar perderse entre ellos, el dragón cayó en picada hacia Zelena haciéndola retroceder a gran velocidad en su escoba, tropezando con un gran árbol en medio del prado, el dragón venía hacia ella, preparó su varita y observó como una fuerte nube negra cubría al dragón, imagino venir mucho fuego ,cerró los ojos, por impulso y su varita hizo estallar un árbol
-¿te he asustado?- escuchó una hermosa voz, y abrió los ojos, quedo asombrada al ver a la mujer completamente desnuda y con sus ojos amarillos enfrente de ella, soltó el aire de golpe que sus pulmones guardaban, sintiendo su corazón martillar dentro de su pecho, sintió sus mejillas arder al seguir contemplando a la mujer sin poder apartar los ojos de su magnífico cuerpo. La mujer gruño hacia Zelena, obligándola apartar la vista de su cuerpo y observó los ojos amarillos.
- ¿te he asustado?- volvió a preguntar la mujer con una gran sonrisa en su rostro, Zelena hizo una mueca y se aclaró la garganta.
-Bueno no todas las noches me topó con un dragón- dijo con voz nefasta, se alejó lentamente sobre su escoba, pasando a un lado de la mujer. -No quiero ver un caos de fuego en mi reino- con voz firme y sin voltear a verla, se acomodó sobre su escoba, la mujer tomó la escoba con una mano haciendo a Zelena enojar.
-No soy una irresponsable con mis transformaciones, se cuándo hacerlas- dijo la mujer moviendo la escoba hacia ella con fuerza. -¿porque me seguías?- pregunto al fin haciendo tocar el suelo a Zelena con sus pies, a la bruja no le quedo de otra que bajarse de su escoba, sin mirar a la mujer desnuda a su lado.
-Yo vi que no se marcharon de mi reino, quería cerciorarme que no estuvieran haciendo caos aquí.- movió su varita y apareció un gran cobertor sobre los hombros de la mujer.
-Hey- dijo al sentir la prenda sobre su cuerpo. -No me importa estar sin ropa. –Dijo observando la timidez de la mujer - mi nombre es Lilith- Con una gran sonrisa en su rostro le dijo a la mujer con mejillas enrojecidas, hizo una reverencia, hacia Zelena. -un placer conocer a la poderosa Zelena, soberana de Oz- le guiño el ojo y la bruja apartó la mirada de ella.
-Al menos sabes con quien hablas, un placer conocerte. - Zelena intento quitarle su escoba de sus manos sin lograrlo, la mujer dio un movimiento ágil y se alejó de ella.
- Creías que podías espiarme y que te irías fácilmente, te observé desde el pueblo, te vi en tu ventana del castillo, tengo muy buena vista y escucho a la perfección cuando me lo propongo.- la mujer movía la escoba sobre su cabeza con movimientos circulares , Zelena se asombró con lo que ella dijo.
- Solo quería saber porque estaban aquí- dijo moviendo su varita y su escoba estaba en sus manos otra vez, se acomodó en ella y flota a dos metros de altura. ..
El cuerpo de Lilith empezó a rodearse en una nube. Zelena se empezó a alejar y voló más rápido, detrás de ella venía un enorme dragón negro.- "Joder ahora quiere jugar" pensó la bruja al ver al dragón dar vueltas en el aire, se sostuvo de su escoba y llegó a otro prado cerca del palacio, se bajó de su escoba y espero que el dragón aterrizará, ahora no cambio de forma y su fosas nasales tiraban humo y una fuerte llamarada de fuego salió de su boca, Zelena se agachó cubriéndose con su mano sobre la cabeza como si cubrirse la fuera a salvar del fuego. La bruja escucho la risa de la mujer entre el fuego e inclino la cabeza.
-Tengo magia por si no lo has notado, con ella podría cuidarme de tu pequeño fuego- Zelena dijo en voz fuerte mirando al dragón con enojo y rabia.
*Como si tu magia pudiera ayudar* - dijo el dragón moviendo su cabeza en forma de negación - *¿puedes entenderme?* -pregunto observando a Zelena acomodarse su perfecta ropa- *¿puedes entenderme?* volvió a decirle a la bruja con voz llena de curiosidad.
-Si puedo, ¿acaso no es típico que te puedan entender?- Zelena pregunto observando al dragón, que caminaba de un lado al otro moviendo la cabeza.
- Jamás nadie ha podido entenderme, ¿porque tú puedes? - dijo el dragón con un gruñido, Zelena busco en su mente algún hechizo que pudiera haber usado en ese día, que tuviera algún efecto colateral.
- no sé por qué, pero no deberías saber eso tú, ya que eres un dragón - dijo con voz obvia, ganándose un gruñido fuerte del dragón.
-De todas las personas, tenías que entenderme tú, siendo tan, tan -. Se escuchó un gran aullido a lo lejos y sus alas emprendieron vuelo a gran velocidad -oh no- dijo con preocupación al alejarse del suelo, Zelena observó cómo iba rápidamente, algo no estaba bien, la voz del dragón la hizo sentir preocupada, subió a su escoba y la siguió, un dragón era más rápido que su escoba era obvio, pero ella iba lo más rápido posible.
El dragón empezó a lanzar fuego a varios puntos haciendo arder varios árboles iluminando el prado, se escuchaba un fuerte aullido de dolor, su corazón se oprimió dentro de ella, el dragón lanzó más fuego y descendió hacia unos árboles, transformándose antes de tocar las puntas de los pinos, la mujer tocó suelo con la agilidad de un felino, se acercó a un gran lobo herido. -No por favor, no- Lilith dijo al tocar el pelaje negro del lobo, Zelena bajo de su escoba unos pasos lejos de ella. -por favor no, resiste- alzó la mirada al cielo y un fuerte gruñido salió de su garganta, Zelena se cubrió sus oídos. - vamos hermana, sólo resiste- Zelena cruzó sus ojos con los de Lilith sintiendo una terrible preocupación dentro de ella. Con un movimiento de su varita Lilith tenía ropa cómoda sobre su cuerpo, Zelena se acercó hacia ella, ganándose un gruñido del lobo.
- shhh no te preocupes, por favor no gastes tu energía, tranquila ya estoy contigo- el gran lobo negro tenía fuertes heridas en su costado, Zelena sacó su varita y Lilith la observó con el ceño fruncido, cubriendo el cuerpo del lobo con el suyo.
- Prometo ayudarla, sólo eso- Zelena levantó las manos en son de paz, Lilith asintió sin dejar de acariciar al lobo, dándole la oportunidad a la bruja de pasar su varita sobre el cuerpo del de su hermana, su cuerpo empezó a tener convulsiones, transformándose en la mujer de piel blanca y cabello negro, Zelena se concentró en las heridas del costado, la magia entró en la mujer ayudándole curarse más rápido... cubrió a la mujer con un cálido cobertor. - necesita descansar y más curación, no se puede quedar aquí, debe estar más cálida. .
Soy lo suficientemente cálida para cuidarla.- dijo Lilith abrazando el cuerpo de la mujer, escucho otros aullidos y ella volvió a gruñir, grandes y hermosos lobos aparecieron en pocos minutos, le gruñían a Zelena, ella observó a los tres lobos, sólo uno parecía un poco más delgado y bajo que los otros, volvió la cara hacia Lilith.
-Permíteme ayudarte, por favor- sin saber la respuesta de Lilith, llevo a todos los lobos al interior del castillo, con su magia aparecieron en una gran recámara, Lilith puso a la mujer en la cama, alguien tocó la puerta. - Adelante- dijo Zelena, el hombre delgado se quedó petrificado al ver a los lobos en la habitación. -Necesito que traigas al mejor médico sobre licántropos del reino, o los reinos colindantes, usa los portales lo quiero antes que el sol salga- dijo Zelena sin mirar a su sirviente.
- Sí, mi. Se..se..señora- .. El hombre tartamudeo al volver a ver los lobos, salió de la habitación casi corriendo. Zelena volvió a pasar su varita sobre la mujer que respiraba con dificultad.
-Vamos, lucha por favor- Lilith acariciaba la cara de la mujer, el lobo más pequeño se acercó a la cama subiéndose para dejar la cabeza a un lado de cara de la mujer, su nariz apenas rozaba la oreja y con una voz muy baja lloriqueaba a su lado. -Ella estará bien, Roly, pronto va a despertar- Lilith acarició la cabeza del lobo pequeño que cerro sus ojos sin dejar de llorar a un lado de la mujer. Movió la cabeza a los otros dos, con un movimiento de manos abrió la puerta y ellos se fueron, la pelirroja la observaba sin quitar su atención en su tarea, le era difícil encontrar un punto para calmar el dolor de la mujer, la única persona que había sanado era su madre, y ella murió cuando estaba chica dejándola al cuidado de un mal hombre, recordó esto y suspiro, ahora ayudaba a la mujer acostada en la cama, de repente se sintió mareada y cerró los ojos, unos minutos más ayudarían a calmar la hemorragia y el dolor de la mujer. Lilith se sentía inquieta y se colocó detrás de la bruja, ella sentía su calor corporal como si la tuviera piel a piel, se concentró en ese calor y su magia fluyendo con más fuerza y naturalidad. Se dejó perder entre su magia y el calor de Lilith, observo a la mujer lobo, parpadear y su magia brillar en sobre las costillas de ella, escucho un grito y todo se volvió negro a su alrededor.
