Como siempre pokémon no me pertenece ni sus personajes si no a sus respectivos creadores, historia creada solo para entretener y para que yo tenga algo que leer cuando mis historias favoritas no hayan actualizado.

Bueno por fin tengo el tiempo para hacer el remake de esta historia, donde voy arreglar unos detalles además de cambiar el final donde lo había dejado.

Aunque bueno... lo dejare mejor al final jaja.

Sin nada más que decir aparte de que esta historia sucede en el universo de los videojuegos podríamos decir que es "canon" ya que, es mi versión de los acontecimientos de los juegos de la primera generación.

¡Comencemos!


Diálogos:

(Esta historia con suerte será terminada en tres años más).- Pensamientos de personajes.

-Este desgraciado es muy fuerte…- Frases que son recordaras en ciertos momentos importantes y en Flash Back… ha cierto y cuando los pokémon se comunican entre sí.

[Muerte a Giovanni].- Pokémon con una gran capacidad mental como Alakazam, Gardevoir, Gengar, etc.

[Prepárate para ser ejecutado].- Pokémon legendarios y seres de categoría superior.


Pocket Monsters:

El trueno rojo

Prólogo

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.

El planeta tierra o más conocido por nosotros como el mundo pokémon.

Un lugar que está habitado por una gran variedad de seres vivos, pero hay dos especies que sobresalen más que las demás.

Los seres humanos y los pokémon.

Ambas especies son realmente interesantes y la verdad tienen una gran conexión mucho más de lo que todos creen.

Desde la época antigua estas dos especies han vivido en armonía junto a la otra y logrando derrotar todas las amenazas que trataban de destruir a su amado planeta.

El creador del planeta observaba las hazañas de ambas especies, muy contento podía ver la confianza y el gran amor que se tenían ambas.

No había diferencias entre ellas.

Sus vínculos eran tan fuertes que sobrepasaban los límites que él había creado.

Pero no era algo que le molestara… al contrario, habían logrado derrotar a muchas criaturas mitológicas que querían adueñarse del planeta para gobernarlo.

Criaturas con poderes inimaginables.

Pero pasando los años ocurrieron muchas guerras llevándose las vidas de muchos pokémon al igual como de los seres humanos… la confianza entre ellos se estaba desvaneciendo, cada vez comenzaron a diferenciarse más entre ambas especies.

Otra guerra ocurrió en una lejana región llamada Kalos y desde ese acontecimiento… nada fue igual.

Tuvo que pasar bastante tiempo para que un granito de confianza creciera entre ambas especies… pero no era nada comparado a los viejos tiempos.

Aun así la vida de los humanos gira alrededor de los pokémon.

Algunos tratan de fortalecer los lazos con estas misteriosas criaturas mediante el entrenamiento, criándolos y luchando contra otros que hacen lo mismo… son considerados entrenadores.

Son compañeros.

Los científicos tratan de buscar todo lo relacionado con los pokémon: Desde cuando existen, su reproducción, el cómo afecta el clima en ellos, la evolución y la información que se ha perdido con el paso de los años.

Lo mucho que tienen que ver con los humanos.

Mientras otros… utilizan a los pokémon para hacer el mal.

Como herramientas… son simples esclavos.

Solo les puedo decir querido lectores… que el mundo pokémon es realmente interesante.


-Mier…

BOOOM

Una fuerte explosión ocurrió en un enorme laboratorio en Isla Canela, no se podía ver absolutamente nada por la gran cantidad de humo en el enorme establecimiento.

Un gran agujero había sido creado en el techo del laboratorio.

¿El causante?

Una criatura con una postura humanoide con muchos rasgos felinos, con un cuerpo grisáceo con el vientre de color púrpura que se extendía hasta su larga cola del mismo color, sus manos compuestas por tres dedos con formas de almohadillas como los de los animales cuadrúpedos y unos profundos ojos de color púrpura.

Su nombre… Mewtwo.

Se notaban varias heridas en su cuerpo, profundos cortes en su vientre y su ojo izquierdo cerrado a causa del combate que había tenido anteriormente por su libertad.

Aunque él no sabía muy bien que significaba esa palabra.

-[¡!]- El ser creado artificialmente detuvo su vuelo al sentir una fría mirada en su espalda, volteó con un rostro serio y gracias a su gran visión podía ver al hombre que lo estaba matando con la mirada dentro del destruido laboratorio.- [¿Aun puede seguir?]

El hombre era el líder de gimnasio más fuerte de la región de Kanto… Giovanni el experto en el tipo tierra.

El cual no apartaba la mirada de su mayor logro… crear al pokémon más fuerte del mundo.

Tendría a todo el mundo en sus manos.

Pero sobretodo… si volviera a iniciar una guerra, Kanto se llevaría la victoria.

Giovanni quien llevaba ahora un uniforme completo de color negro, el cual estaba en muy mal estado por la intensa batalla que tuvo contra el pokémon artificial. Acompañado de su pokémon más fuerte y fiel… Rhydon, observaban con una fría mirada como Mewtwo en el cielo azulado de Isla Canela le devolvía la mirada.

-[…]- Tenía algo que de advertirle a ese hombre que lo había dejado muy dañado, pero aun no sabía cómo poder expresarse del todo.- [Vuelve acercarte a mí y quedaras igual que tus hombres.]

Sin decir nada desapareció de la vista de Giovanni a una gran velocidad.

Rhydon se acercó más a su entrenador para ver su estado.- Sorprendente… ¿Verdad Rhydon?- El pokémon mencionado miraba algo confundido a su sonriente entrenador.- Lleva solo algunos días de vida y tiene una fuerza muy similar a la nuestra.

El pokémon tipo roca y tierra al recordar el intenso combate que tuvo con Mewtwo, apretó los puños algo frustrado por haber bajado la guardia unos instantes y permitir que el pokémon psíquico escapara.

Giovanni comenzó analizar el entorno con un ceño fruncido, una gran cantidad de sus hombres yacían inconscientes junto a sus pokémon.

La mayoría siendo del tipo veneno.

Algunos de sus hombres como también algunos científicos habían sido asesinados a causa del fuerte impacto que tuvieron contra las ya destruidas paredes de la gran mansión.

Los poderes psíquicos de Mewtwo eran muy poderosos… pero aun no sabía controlarlos del todo.

Eso era un arma de doble filo… pero por ahora podían utilizarlo a su favor.

-¡Equipo Alpha!- Giovanni había sacado un dispositivo para poder comunicarse con sus hombres… conocidos como poké gear, claro que estos tenían algunos ajustes que lo hacían mucho mejor que los comunes.- ¡Quiero que traten de seguirle el paso a Mewtwo!

Solo bastó unos segundos para que obtuviera una respuesta.- Vamos de inmediato Giovanni-sama.

-Tengan cuidado.- Luego de ese comentario cortó la comunicación.

Soltó un suspiro al saber que no podían volver a utilizar este lugar para sus investigaciones… no había quedado nada después de todo.

Y reconstruirlo costaría demasiado.

-Tendremos que buscar un nuevo lugar para nuestra base.- Regresó a Rhydon a su poké ball para comenzar a dirigirse hacia la salida pero luego pudo escuchar como alguien salía de los escombros, al voltear se impresiono un poco al ver de quien se trataba.- Blaine…

El anciano se había levantado con dificultad, sus gafas negras habían sido destruidas por lo que Giovanni podía ver sus cansados ojos negros, su bata de laboratorio y de bajo de esta una camisa negra, su corbata roja y su pantalón vaquero, estaban cubiertos de polvo.

-Me sorprende… que haya podido sobrevivir.- Giovanni se acercó al anciano para poder ayudarlo a caminar hasta la salida.- Realmente la Llamarada de Magmar lo hizo enfadar.

Giovanni solo sonrío un poco.


-Sera mejor que me quede en esta isla… como el líder de gimnasio que soy.

El líder de la organización criminal estaba más concentrado en su copa de vino, balanceándola suavemente pensando en su siguiente movimiento.- Es lo mejor… así también aprovechas de eliminar las evidencias que hay sobre Mew y el experimento de su versión mejorada.

Blaine observaba la isla desde la ventana de su gimnasio, aunque ya era tarde para arrepentirse… el daño ya estaba hecho al crear a uno de los pokémon más poderosos.

Ni siquiera las tres aves legendarias podrían hacerle frente.

-¿Qué ocurrió con el equipo Alpha?

Giovanni luego de beber todo el líquido de la copa contesto.- Al menos están con vida… Mewtwo había aprendido recuperación en medio del combate, dudo mucho que podamos recuperarlo tan fácilmente.

-Necesitas un nuevo plan.- El anciano se acercó al otro líder de gimnasio con un rostro sereno para luego extender su mano derecha.- Ha sido un honor trabajar a tu lado.

El experto en tipo tierra le correspondió el gesto.- No te preocupes… ya tengo el suplente que será incluso mejor que tú.

-…- Blaine sabía de alguna manera que de alguna manera la organización estaba cambiando… para mal, aunque ya era un poco tarde para abandonarla y estar libre de pecados.- (Como dicen… es mejor tarde que nunca).

Aun así tenía varias dudas de lo que había sucedido, estaba seguro que Mewtwo no estaría terminado hasta dentro de algunos meses.

Alguien había acortado el procedimiento de una manera espectacular.


Así habían pasado los años…

Todos olvidaron a esa organización que buscaba la respuesta a la existencia de los pokémon y en cuánto estos se relacionaban con nosotros. Ahora todos le temían a esa organización criminal que robaban a pokémon sin importar quienes eran sus entrenadores, artefactos de gran tecnología y muchas MT.

Los pocos líderes de gimnasio que aún estaban activos luego de la gran tragedia, los cuales eran de las ciudades:

Plateada.

Celeste.

Azulona.

Azafrán.

Le hacían frente a la malvada organización.

Derrotando y arrestando a una gran cantidad de hombres y mujeres del team rocket.

Algunos desaparecían sin dejar rastro.

Sin embargo los líderes de gimnasio tenían muchas dificultades al enfrentarse a los tenientes de esta "mafia".

Tenían niveles muy parejos… al igual que con el equipo Alpha.

Los líderes y protectores de sus respectivas ciudades sabían que no podían seguir por mucho tiempo así… por lo que comenzaron a buscar a sus sucesores para la próxima generación.

Poco a poco la paz y la tranquilidad volvían a la región de Kanto.

Al menos eso parecía.

Y así pasaron dos largos años.


-¡Charmander es el mejor inicial!

-Claro que no… ¡Es Squirtle!

-¿Esa tortuga inútil?

-Retráctate.

-¡Oblígame Blue!

-¡Date por muerto Green!- De lejos se podía ver como dos castaños entre los diez y doce años comenzaban una pelea… donde ambos trataban de arañar al otro.

¿Dónde está ocurriendo esto?

En el lugar más puro de la región de Kanto… donde no existe la palabra contaminación.

Pueblo Paleta.

Un lugar cubierto por hermosos campos verdes, un despejado cielo y donde todos los habitantes son muy cercanos con todos.

Especialmente con sus pokémon.

Pero tenemos que ir al grano… ¿Quiénes son estos jovencitos?

Blue era una linda chica de largo cabello castaño y unos hermosos ojos azules, llevaba puesto un vestido negro corto, sin mangas y con unos guantes blancos.

Green era un chico con cabello alborotado de color castaño y de unos ojos verdes, vestía una camiseta de color morado y de mangas largas, llevaba un collar que era el recuerdo de una persona realmente preciada para él y un pantalón de color negro.

Nuevamente estaban discutiendo por cuál era el mejor pokémon inicial de Kanto.

PAAAM

PAAAM

-Grrr…

Green, el nieto del profesor Oak se sobaba con fuerza el chichón que había crecido en su cabeza por causa del coscorrón que había recibido de parte de Blue.- Oye eso dol…

No pudo continuar al ver que la castaña también estaba de rodillas en la hierba, sobándose el chichón que había crecido por un golpe de Green… no pudo evitar derramar un mar de lágrimas.

-¿Blue?- El castaño miraba algo preocupado a la chica, en el fondo Blue era muy frágil.

-¡Idiota me dolió!

Luego de ese "accidente" todo paso demasiado rápido para ambos castaños.

Blue solo pudo notar una mancha roja que se dirigía hacia ellos a una gran velocidad.

PAAAM

Salía vapor de la cabeza de Green… el cual estaba inconsciente.

Al menos eso parecía.

Quien lo había golpeado era un chico pelinegro, que ordenaba con una gorra roja con blanco y con un logo muy similar a la medalla tierra del gimnasio de Ciudad Verde; sus ojos de un intenso y peculiar color rojo, vestía una chaqueta roja con mangas blancas; debajo de una camiseta negra y unos pantalones azules.

Llevaba unos guantes negros sin dedos, del puño izquierdo de este chico salía una gran cantidad de vapor.

-Red…- Chillaba la castaña mientras trataba de contener su llanto.

El pelinegro solo miraba al castaño con el ceño fruncido.- No toques a Blue, cabrón.


-Con que eso pasó.

Los tres chicos estaban sentados y apoyándose en un gran árbol en la cima del pueblo, este les ofrecía sombra y una suave brisa del viento como también una hermosa vista de su hogar.

No había nada mejor que Pueblo Paleta.

-¿Solo dirás eso?- Red ignoraba por completo las quejas de su mejor amigo.- ¡Ese golpe me hizo mierda!

-Le hiciste lo mismo a Blue.- Respondió el pelinegro mientras le regalaba toda la atención a la castaña.- ¿Ya no te duele verdad?

La castaña con una pequeña sonrisa negaba con su cabeza.

El pelinegro le respondió con una pequeña pero sincera sonrisa.- Me alegro.

Green solo desaprobaba a Red con la mirada.- La sobreproteges mucho idiota… tú ya podrías irte de viaje con un pokémon y preferiste quedarte.

La castaña al escuchar eso bajó la mirada sintiéndose culpable y nuevamente Green se maldecía por dentro.- Eso es cierto Red… no deberías esperarme.

El pelinegro miraba a ambos con una pequeña sonrisa.- No sean tontos, los tres comenzaremos el mismo día nuestro viaje ¿Prometido?

Ambos castaños miraban con una sonrisa como Red había extendido su mano derecha y ellos rápidamente unieron las suyas con la del pelinegro.- ¡Prometido!

Luego de realizar esa acción Red quiso seguir con el tema anterior.- Bueno cuándo llegue ese día por fin van a saber cuál de los dos iniciales es el mejor.

-Hablando sobre eso… ¿Cual pokémon prefieres Red?- El castaño lo conocía muy bien y estaba seguro que su elección sería algo que se relacionara con su forma de ser o apariencia.- Aunque estoy seguro que prefieres a Charmander.

-¡Claro que no!- Chillaba decidida la chica de ojos azules.- Estoy segura que Red también prefiere a Squirtle.

Ambos castaños tenían toda su atención puesta en el pelinegro, quien sentía la presión del momento… si elegía uno de las opciones de sus amigos al otro no le iba a gustar para nada.

Pero a Red no parecía importarle eso.

-Mi favorito es Bulbasaur.

-…

-…

Los castaños se habían olvidado por completo del inicial planta y veneno… de alguna forma se sentían mal por el pequeñito.

El pelinegro frunció el ceño al darse cuenta que sus amigos ni siquiera habían pensado en la existencia de Bulbasaur.- Ya verán… Cuándo comencemos nuestro viaje los venceré con un Bulbasaur.

El castaño se levantó con entusiasmo para dedicarle una mirada desafiante al chico de rojo.- Eso lo veremos Red ¡Charmander los vencerá al mismo tiempo!

Blue solo sonreía con ternura a esa escena… donde nuevamente ambos chicos se lanzarían contra el otro.


El profesor Oak no podía estar más alegre.

Por fin estaba terminando su máxima creación.

Luego de tantos años de investigación, de miles de días en los cuales se quedaba hasta tarde aplicando el avance de la tecnología en su proyecto y algo que no se había perdonado… perdiendo valioso tiempo junto a sus nietos.

Pero todo ese sacrificio y esfuerzo habían dado frutos.

La enciclopedia virtual de alta tecnología para poder almacenar toda la información sobre los pokémon capturados por los entrenadores… la pokédex.

Aún faltaba agregar a unos detalles al dispositivo por lo que en silencio volvió a guardar el dispositivo.

Especialmente al sentir como la puerta de su laboratorio se abría.

-Buenos días profesor.

El anciano al voltearse se encontró con un hombre que llevaba una bata de laboratorio, una alborotada cabellera castaña oscura que llegaba hasta sus hombros, unos profundos ojos azules que de alguna manera trataba de proteger con unos lentes… como si fueran su mayor tesoro, unos pantalones negros al igual que sus zapatos, un cinturón gris y unos guantes blancos.

-Buenos días Keita.- El anciano le daba una pequeña sonrisa al adulto joven recién llegado.- Llegaste muy temprano hoy.

El castaño solo se encogía de hombros con una pequeña sonrisa.- Blue se despertó antes… creo que nuevamente está peleando con su nieto.

No pudo evitar soltar una carcajada al saber cómo terminaría eso.- Solo falta algunos días para que los tres chicos comiencen su viaje.

El castaño miraba algo curioso al anciano, era muy raro que no estuviese haciendo algo.- ¿Puedo ayudarlo en algo?

El profesor más reconocido de la región solo negó con la cabeza.- La verdad no tengo nada que hacer hasta que los niños comiencen su viaje.- Se quedó mirando con una pequeña sonrisa a su ayudante con más potencial… en poco tiempo fácilmente podría superarlo en conocimiento de los pokémon.- ¿Ya le has entregado el Squirtle a tu pequeña?

Keita al escuchar eso se acomodó un poco sus lentes para poder ocultar el nerviosismo que habría recorrido por su cuerpo.- Bueno la verdad esta noche quería dárselo.

Oak soltó una carcajada al ver la reacción del castaño.- Tranquilo, estoy seguro que le encantara ese regalo por su Onceavo cumpleaños.

Ambos científicos se sonrieron para luego cada uno dedicarse a sus labores.

El profesor Oak buscaba alguna información del desaparecido líder de gimnasio de Ciudad Verde, también leía realmente interesado el artículo del líder de gimnasio de Ciudad Azafrán experto en tipo lucha había retado a una de las líderes de gimnasio más jóvenes de Kanto… Sabrina.

-(Veo que esta generación tiene mucho potencial… en la Ciudad Plateada, Celeste y Azulona también tienen líderes de gimnasios muy jóvenes).- El anciano solo sonreía algo emocionado de saber cuáles serían los resultados de los tres jóvenes de Pueblo Paleta.

Mientras que Keita hacia unas pruebas con su Electrode para ver cuanta electricidad podía almacenar en su cuerpo.


-¡Red tienes un Caterpie en tu hombro!- Chillaba emocionada la castaña al ver como la pequeña oruga de color verde había descendido del árbol para acurrucarse en el hombro derecho del chico de rojo.

El pelinegro miraba con una pequeña sonrisa al pequeño que al parecer se había dormido.- Baja un poco la voz Blue, no queremos que se despierte nuestro visitante ¿no?

La castaña negaba con la cabeza muy emocionada admirando al pequeño Caterpie, en cambio el castaño miraba la escena de brazos cruzados algo cansado.

-Vamos solo es un Caterpie.

-Sigue siendo mucho más lindo que tú.- El pelinegro ni siquiera se inmutaba por la mirada de odio que le daba el castaño, mientras que Blue solo se reía con todas sus fuerzas.- Por cierto… mañana cumples los once años Blue.

El castaño había dejado su furia hacia el chico de ojos rojos para mirar a su amiga con una sonrisa emocionado.- Cierto ¡Por fin podremos irnos de viaje los tres!

La castaña asentía con una sonrisa a las palabras del nieto del profesor Oak, mientras que el pelinegro ahora observaba con un rostro sereno la escena.

De alguna forma esperaba que en el viaje lograran verse seguido, no sabían que era lo que había más allá de su pueblo… por algo sus padres siempre los dejaban jugar en la ruta 1 con la compañía del profesor o la hermana de Green.

De alguna forma trataría de ponerle un ojo a ambos, Green era muy bocón y engreído con los que lo rodeaban… estaba seguro que eso iba meterlo en varios problemas, mientras que Blue era muy tímida con todos los desconocidos salvó los pokémon… cualquiera pudiera aprovecharse de su personalidad.

El también no se salvaba… solo respetaba a la gente del pueblo.


-¡Mamá ya llegamos!

De la cocina de la pequeña casa se asomaba una hermosa mujer de cabellos dorados, unos ojos azules muy similares a los de la pequeña castaña.

-Hola Fumiko.- Keita se quitaba los lentes para regalarle una pequeña sonrisa a su esposa, la cual a pesar de los años seguía sonrojando.

Blue comenzó a correr para luego lanzarse en los brazos de su madre, está la atrapo en seguida y comenzó restregar su mejilla con la de su hija causándole a esta una linda risa.

El castaño miraba la escena con una pequeña sonrisa, también pudo ver lo que llevaba puesto su esposa… una blusa de color celeste sin mangas y un pantalón de color blanco.

Keita sentía la mirada de su mujer, él mensaje era claro… faltaban pocas horas para el cumpleaños de su hija, por lo que rápidamente se dirigió hacia las escaleras y buscar el regalo.

Las horas pasaron mientras la familia de la pequeña castaña comían a la vez que hablaban sobre uno de los pokémon que poco a poco se estaba extinguiendo… Lapras.

A los tres integrantes de la familia tenían un enorme interés en el pokémon marino.

La castaña estaba tratando de mantenerse despierta de cualquier forma posible… sus padres le dijeron que tenían una sorpresa.

Al menos se entretenía gracias a las historias que le narraba su madre.

Hasta que por fin… el reloj digital había marcado las "00:00" horas.

Su madre chillaba emocionada y se abalanzado para darle un fuerte abrazo a su pequeña y futura entrenadora.

-¡Feliz cumpleaños Blue!- La rubia no paraba de darle besos en la mejilla a su hija, una, otra y otra vez.

El castaño sacaba una poké ball de su bolsillo y esperaba que no entregara la poké ball de una forma tan fría. Soltó un suspiro para luego dirigirse hacia la cama en donde su esposa estaba matando a su hija de tanto amor que le estaba dando en tan poco tiempo.- Blue…

Fumiko se apartaba un poco con una sonrisa pero cruzaba lo dedos esperando que su esposo no la cagara.

Blue cargó su cabeza un poco hacia la izquierda y miraba con mucha curiosidad el rostro de su padre… estaba nervioso.

-Te has portado muy bien este año…- Analizó lo que había dicho por lo que negó con cabeza con una pequeña sonrisa.- Miento, has sido en verdad un ángel todos estos años y queremos darte este pequeño obsequio por tu cumpleaños.- Keita acercó su rostro al de su hija para depositar un beso en su frente, causando unas risitas en ella.- Te quiero mucho Blue.

Fumiko suspiro aliviada y solo miraba algo emocionada como su hija veía con una especie de estrellas en sus ojos la poké ball que tenía el castaño en su mano derecha, en unos segundos la castaña se la había quitado para poder lanzarla y poder saludar al pequeño amigo que estaba dentro de ella.

-¡Squirtle!- La pequeña tortuga corrió rápidamente hacia su nueva dueña, la cual la atrapó en sus brazos alegremente.- Gracias papá, gracias mamá.

Ambos adultos ni supieron cuándo fueron atrapados por un tierno abrazo por parte de la castaña.

Keita sonreía al sentir una agradable sensación en su pecho y le gustaría que esto fuera así para siempre.

Tristemente… la realidad siempre disfrutaba arruinar tus pocos momentos de felicidad en la vida.

Le quedaba poco tiempo en este tranquilo pueblo.


El castaño estaba boca arriba en su cama…

Entre la oscuridad y con el único sonido acompañándolo era el susurro del viento… pensando en cómo había cambiado su vida en estos años.

Ahora tenía una pequeña y linda familia, la cual iba a proteger cueste lo que cueste.

Estaba obteniendo algo de reconocimiento gracias a la gran ayuda que ha sido para el famoso profesor Oak.

Un hogar en un pacífico y hermoso lugar.

Lo único que arruina su vida son ciertas "amables" peticiones de ciertos sujetos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de la hermosa rubia, la cual llevaba un pijama con una tela transparente… sonrío para sus adentros al ver la ropa interior de ella.

Blanca… igual que ella.

-¿Y Blue?

La rubia solo sonreía.- Esta dormida abrazando a Squirtle… quedo exhausta.- Con un rostro lleno de lujuria se acercaba lentamente al castaño.- Tenemos toda la noche para nosotros.

Al terminar su frase juntó sus labios con el investigador pokémon, quien correspondió de inmediato… era un buen desenlace para este día.


Así habían pasado los días, los niños estaban jugando alrededor del pueblo junto al Squirtle de la castaña.

El pelinegro perseguía con una cara de pocos amigos al tipo agua, quien por orden de Green habían lanzado un chorro de agua al chico vestido de rojo que descansaba en un árbol junto a Blue… la cual cargaba su cabeza en el hombro derecho del chico.

La chica trataba de seguirle el paso a Red para calmarlo, Squirtle gritaba en su respectivo idioma que alguien la ayudara.

Mientras Green… solo se reía en la hierba mientras apretaba su estómago, le dolía de tanto reírse.

Red se detuvo y le dio una fría mirada al castaño, el cual sentía como su fin se acercaba y lentamente giraba su cabeza hacia la derecha para poder ver como el pelinegro corría a gran velocidad hacia él.

-¡Espera solo fue una broma!

PAAAAM

-¡Maldito animal, mis costillas!- El castaño cabreado se levantaba para tratar de golpear al pelinegro pero un chorro de agua que impacto en su rostro lo había dejado algo confundido.

Red miraba como Squirtle se acercaba a él sonriendo.- Estamos a mano Squirtle.

-¡Squirtle!

Blue trataba de recuperar el aliento, mientras veía como el castaño se sobaba las costillas y se dirigía hacia el árbol para poder descansar.- Algún día vas a matarme solo porque me tienes envidia.

-Lo único que envidio de ti es poder estar siempre con la preciosidad de tu hermana.- Exclamó el pelinegro cruzándose de brazos, sabía que si mencionaba a la hermana de Green… este perdía la razón.

-¡NO TE METAS CON MÍ HERMANA DESGRACIADO!

Blue y su pokémon solo suspiraron, el pelinegro a veces no pensaba mucho en lo que decía y lo dolorosas que llegaban hacer sus palabras.


-¿Ya te has decidido?

-Sí ya lo he hecho.- Se tomó un poco tiempo para poder responder.- Acepto tu propuesta.

-Es la opción más correcta la que has tomado… te prometo que no te arrepentirás.

-Bueno ya te he prestado mi ayuda anteriormente... Ya debes saber cuál son las condiciones que pido.

-Descuida no le pondremos las manos a nadie de tu amado pueblo…

-… ¿Enserio?

-Si no se interponen en nuestro camino claro.

-¡!- Keita abrió los ojos como platos al escuchar lo último mencionado por el sujeto con el que tenía la llamada.

Red y Green podrían ser las piedras en el camino… el primero influye demasiado en su pequeña.

Incluso el profesor Oak si usara a sus pokémon podría provocar la ira de los hombres de su nuevo colega.

-Tks… mientras no sean provocados ellos dudo que respondan.

-Bueno supongo que al cumplir tu segunda petición también puedo aprovechar de aclarar algunas cosas a mis hombres.

-¿?- El castaño pensó en no seguir alargando la conversación… solo se quedó pensando en cómo hacer sentir mejor a su pequeña.

-Te has ablandado mucho Keita.

-Jeh y tú cada día me pones la piel de gallina Giovanni.


Los tres niños de Pueblo Paleta corrían hacia el laboratorio a gran velocidad.

Especialmente los chicos del grupo, que terminaron dejando atrás a la castaña junto a su pokémon inicial; habían jurado de que vieron entrar a otros niños de su edad al pueblo y eso significaba… que venían por sus pokémon iniciales para comenzar su viaje.

-¡No vamos a llegar a tiempo Red!- El castaño trataba de aumentar su velocidad pisando con más fuerza, sin embargo había llegado a su límite y su cuerpo le exigía que se detuviera lo más pronto posible.

El pelinegro solo soltó un gruñido mientras trataba de realizar el mismo objetivo que su amigo… obteniendo el mismo resultado.

Al llegar al laboratorio ambos se detuvieron para recuperar el aliento.

En ese momento salieron dos chicos de su misma edad o quizás menos que tenían unas radiantes sonrisas.

Los chicos de Pueblo Paleta dirigieron sus miradas en los cinturones de esos niños… los cuales tenían una esfera que los adornaban.

Habían llegado tarde.


-Lo siento chicos.

Squirtle también miraba con lastima a ambos chicos… le hubiera encantado el poder jugar con esos otros dos pokémon.

-Es nuestra culpa de todos modos.- Murmuraba el pelinegro mientras bostezaba, apoyo con su cabeza en su mano derecha y con un rostro aburrido continuo.- El anciano no podía negarles un pokémon a esos chicos que habían venido de tan lejos y tampoco vio que tuviéramos tanto entusiasmo para tener un pokémon.- Al sentir la mirada de desaprobación de Green, tuvo que corregir lo que había mencionado.- Bueno yo no he mostrado ningún interés en comenzar mi viaje.

-Además mi abuelo no quiere que salga de viaje hasta que haya pasado todas sus pruebas.- El castaño se recostó en la hierba y se quedó observando las nubes... que desde su punto de vista habían tomado la forma de un Charmander.- Quiere que tenga las mejores bases por si me encuentro con esos del team rocket.

El pelinegro y la castaña imitaron la acción de Green, en eso tenía razón el anciano… no podía enviarlos al mundo sin saber nada de lo que puede haber más allá de la ruta 1.

Y sin saber la tabla de tipos.

Ambos castaños no tenían ninguno problema con eso… el problema era el pelinegro.

Solo se había centrado en las mayores debilidades del inicial con él que quería iniciar su viaje.

Siempre terminaba leyendo otras cosas que le llamaban mucho más la atención que los tipos de pokémon.

-Red ¿No crees que el momento para que te aprendas la tabla de tipos?

-Descuida, solo debo cuidarme del fuego, bicho, volador, psíquico, hielo y otros tipos veneno.- Respondía el pelinegro con un rostro sereno.- Me gustaría aprender todo eso mediante la práctica y apoyo la teoría de que con cualquier pokémon puedes ganar un combate, todo depende de la sincronización que pueden tener ambos.

Green solo suspiraba… en efecto un combate es impredecible hasta el último segundo, pero detestaba que el chico fuera tan despreocupado ante esos asuntos.

Especialmente que entre los tres iniciales, Bulbasaur era quien tenía más debilidades.

-Somnífero…- Susurro el pelinegro con una pequeña sonrisa, causando que la castaña que había regresado a su pokémon dirigiera su atención a él.- Polvo veneno o paralizador… el último movimiento látigo cepa para no permitir que nuestro contrincante escape o acabarlo con un golpe crítico gracias a hojas navajas.

Blue solo sonrío.- Estas muy confiado en las habilidades de Bulbasaur.

-El objetivo de un entrenador es estar preparado para cualquier situación.- Menciono el castaño con una pequeña sonrisa.- Bueno ese siempre ha sido tu estilo.

El pelinegro también sonrío ante eso.- ¿Participaras en la liga Green?

-¡Por supuesto!- Mencionaba con entusiasmo el castaño.- Quiero hacer esa hazaña al igual como mi abuelo… que él y mi hermana estén orgullosos de mí.

Blue sonreía al ver una nube con forma de Blastoise.- Siempre he querido desafiar al Alto mando.

Green soltó una carcajada ante eso.- Dudo que puedas derrotarlos… eso lo haría yo después de ganar la liga.

-¡Eso lo veremos!- Chilló la castaña encarando a su amigo.

Una pequeña carcajada hizo que ambos olvidaran esa pequeña pelea y dedicaran su mirada totalmente al pelinegro.- Con que quieres convertirte en una maestra pokémon ¿He?- El pelinegro cerro los ojos y le dedico una pequeña sonrisa a la castaña.- Estoy seguro que lo lograras.

El castaño solo rodó los ojos al ver esa escena, nuevamente el pelinegro no podía ver como las mejillas de la chica obtenían un tono rojizo y el cómo aparecía en ella una tímida sonrisa.

-Gracias Red.

-Por cierto.- Interrumpió el castaño obteniendo la atención de los otros dos.- ¿También desafiaras los gimnasios, no Red?

El pelinegro miraba algo curioso la nube que tomaba la forma de un ¿Clefairy? No… un Pikachu.

Un pokémon que le encantaba de pequeño.

-Solo quiero ser fuerte, lo suficiente para poder derrotar todos los obstáculos que tendré alrededor del mundo.- Cerró los ojos disfrutando la brisa del viento… dudaba encontrar un lugar que lo aceptara tanto como su pueblo natal.- Quiero encontrar un lugar perfecto para mí, que haya mucha tranquilidad y acompañado supongo de algún monstruo de bolsillo… que se joda la humanidad.

La castaña miraba con algo de tristeza al chico y Green frunció el ceño.- Sigues con esa idea ¿He?

-No es mi culpa la idiotez de la gente Blue… son ellos que se alarman al ver a alguien con los ojos rojos.

Red se levantó de la hierba y se quedó mirando hacia su casa.- Bueno también mediante las batallas quiero conseguir dinero para ayudar a mi mamá… es la forma más eficiente de conseguir dinero luego de la guerra que ocurrió entre las distintas regiones.

Green tuvo que darle la razón al chico.- Todo gira alrededor de los pokémon y más ahora de que se ha perdido toda la información de estas criaturas en todas las regiones.

Ambos castaños se levantaron y se acercaron un poco al pelinegro, el cual se estaba acomodando la gorra.- Si las ligas dan una enorme cantidad de dinero, claro que participare en ellas.

Los tres se despidieron para que luego cada uno se dirigiera a sus casas.


21:00

Al castaño se le había ordenado limpiar el laboratorio.

Entre quejas fue y tomó una escoba para terminar de una maldita vez.

Así aprovecharía de ver qué clase de pokémon le quedaba a su abuelo.

-Keita y los demás son unos malditos vagos…- Murmuro algo cabreado el chico al ver la enorme cantidad de polvo que había en este lugar.- Dudo que alguien pueda trabajar en un lugar así.

Le sorprendía que su abuelo tuviera este lugar en estas condiciones.

Especialmente estos últimos meses donde ha estado más horas trabajando en un proyecto.

¿Tan ocupado estaba que no se daba cuenta?

-Pufff.- El castaño se cargó en un enorme mueble lleno de libros para poder recuperar un poco de sus energías.- Termine.

No era mucho de estas tareas pero le alegraba ver como el lugar brillaba de lo limpio que había quedado.

Aún quedaba 10 minutos para que su abuelo llegara a ver si había terminado así que… mirando hacia todos lados para ver si tenía compañía se adentró a la habitación donde se dejaban las poké ball.

La decepción llego rápido algo ver que no había nada que le llamara la atención… se acercó al escritorio y comenzó a revisar en los cajones.

Encontrándose una foto que lo hizo congelarse un buen rato.

Sus padres que lo tenían en sus brazos cuándo era un bebe.

No se dio ni cuenta de cómo una persona se acercaba lentamente hacia él.

-¡!- El chico se sobresaltó al sentir un par de manos en sus hombros, temiendo lo peor volteo con lentitud hacia atrás solo para encontrar con una hermosa sonrisa que le daba su hermana.- ¿Daisy?

-No te sobresaltes tonto, ni el abuelo ni a mi nos molesta que hayas entrado a este lugar… tenías que hacerlo algún día de todos modos.

El castaño volvió a enfocarse en la foto que había tomado mientras que la castaña sacó el otro objeto que quedaba en el cajón.

Una poké ball.

-El abuelo no te quiso mencionar nada sobre esto.- La joven miraba con cariño a su hermano, el cual miraba con mucha atención la poké ball que ella había tomado.- Estabas tan obsesionado con iniciar tu viaje con Charmander, que no quisimos hacerte responsable de llevarla contigo.

-¿Llevarla?

-Lo único que queda de recuerdo de nuestro padre… aparte de la foto claro.

-¡!

Green poco a poco acercaba sus manos hacia la poké ball que tenía su hermana, al tomarla pudo notar la criatura que se encontraba dentro de esta.

Una pequeña zorrita que dormía tranquilamente.

-Eevee…- Susurro el castaño observando embobado la pequeña esfera en sus manos.- Es…

-Una cría del Flareon de nuestro padre.- La castaña observaba con un rostro serena a su hermano, aunque por dentro encontraba muy lindo que su hermano había caído en la ternura de la tipo normal.- El abuelo quiere que esta conozca el mundo al lado de su entrenador, durante este tiempo tu o Red serán los que recibirán a esta pequeña.

-Red o yo…- Murmuro el castaño mientras fruncía el ceño provocando una risita en su hermana, la cual deposito un beso en la frente del chico para luego retirarse.-Tks… uno de los dos se va a quedar sin pokémon.

El castaño estaba tan metido en cómo solucionar eso que no se dio cuenta como cierto pokémon estaba despertando.

Mirando con curiosidad al chico que estaba en su propio mundo.

En unos minutos el castaño había logrado sentir como alguien lo observaba y quedo sorprendido al ver a la tipo normal sonreírle.

Al ver esa acción no pudo evitar lanzar la poké ball y que esta se abriera en el aire.

Eevee chillando algo asustada cayó en los brazos de un sonriente castaño.- ¡Hola, mi nombre es Green!

La tipo normal le respondió acurrucándose más en el pecho del chico, este para sentirse más cómodo lentamente se sentaba en el suelo de la habitación.

Y se quedó ahí por horas… acariciando y jugando con ese pokémon.


-¿Así que se disidieron en comenzar su viaje?

Una hermosa mujer con un largo cabello azul miraba con una pequeña sonrisa a su pequeño, el cual había terminado de lavar los platos y se dirigía hacia la mesa para hacerle compañía.

Ojos azules y una blanca piel.

-Al final solo Blue pudo empezar su viaje con el pokémon que ella deseaba.- Mencionaba el pelinegro mientras tomaba asiento en frente de su madre.- Aunque me alegro mucho por ella.

El chico curioso observaba a su madre que había soltado una pequeña risita.- Siempre tan atento con Blue-chan… ¿Aprovecharas de convertirla en tu esposa en el viaje?

Red solo rodó los ojos ante ese comentario… estaba tan acostumbrado a que bromearan con eso, tanto que ya no le molestaba en absoluto.- Es como mi hermana pequeña, mamá ya lo hemos hablado muchas veces.

-Que lastima por ella.- Susurro la mujer negando con la cabeza.- En el futuro te darás cuenta de ciertas cosas cariño, cosas que te van a frustrar de no poder detectarlas antes y apreciarlas.

-Supongo…- Menciono el chico cruzándose de brazos.- ¿Crees que la amistad que tengo con ellos va a disminuir con este viaje?

La mujer de cabello azul parpadeo varias veces para luego mirar con ternura a su hijo.- Jojojo ¿Mi Red-chan tiene miedo de perder a sus amigos?- Podría fácilmente volver a sacar a la pequeña integrante del grupo para molestarlo, pero quería saber lo que inquietaba a su hijo.

-…- El chico de ojos rojos soltó un gruñido ante esa pregunta, nunca admitirá abiertamente que le aterraba que los dolores de cabeza que tiene como amigos conocieran a otras personas de su misma edad.

Lo mismo iba para él mismo… temía que conociera a personas que tuvieran más importancia en su vida que los mismos castaños.

Distorsionando poco a poco el lazo que hay entre los tres niños de Pueblo Paleta.

CHUUU.

Las inquietudes que sentía en su interior se desvanecían gracias al contacto de los labios de su madre en su frente, logrando que el chico estuviera nuevamente relajado apreciando en silencio la muestra de cariño por parte de la mujer que más ama.

-Es una posibilidad… no te lo puedo negar amor.- La hermosa mujer le dedico una linda sonrisa a su pequeño mientras cerraba los ojos.- Pero ¿Enserio crees que la amistad que tienen es tan frágil para perderse solo por un viaje?

Una mueca de alegría se notaba en el rostro del chico… por supuesto que no.

-Así me gusta ¡Quiero que todo el mundo vea la hermosa sonrisa de mi hijo!- La mujer no pudo evitar soltar un chillido de emoción.- ¡De seguro más de una chica vas a traer a la casa!

El pelinegro desviaba la mirada hacia otro lado, solo para que su madre no viera el leve tono rojo de sus mejillas… se había arrepentido de haberse sacado la gorra.

-Mamá… mi objetivo tú lo sabes muy bien.- Dio una mirada por toda su casa, tenían lo necesario para vivir… que va ¡Hasta se daba el lujo de tener una televisión!

Todo ese entusiasmo y alegría que demostraba la mujer de cabello azul se había desvanecido, no le gustaba la idea de que su hijo tuviera esa mentalidad desde una edad tan temprana.

Le parecía tierno… pero no estaba dejando tiempo para que disfrutara su niñez.

La mejor etapa de la vida.

-(Cariño… haces tanta falta en nuestro hogar).- Red notó el rostro de su madre el cual solo demostraba tristeza.

Ya sabía lo que tenía en mente… a su padre.

¿Lo extrañaba?

No muy estaba seguro.

Al igual que Green, sentía cierto desagrado e incomodidad al ver a la castaña ser abrazada por su padre.

El que lo hacía notar más era el castaño… aunque no lo reconociera o el mismo no se daba cuenta de ello.

Green sí extrañaba bastante a sus padres.

Pero… ¿Y él?

Nuevamente volvía a lo mismo.

No estaba seguro.

Salvo ese malestar, los recuerdos de su padre eran borrosos… era imposible para el recordar sus primeros cuatro años de vida.

Quizás por eso no se le hacía falta tenerlo a su lado.

Pero a su madre si… ambos se amaban.

Amor… El sentimiento más fuerte que existe.

¿Sera tan fuerte como lo dice su madre?

Solo soltó un suspiro… claro que sí.

Aunque no lo comprendiera del todo, los sentimientos de su madre cambiaban drásticamente si su padre llegaba a sus pensamientos.

-No creo traer a alguien a la casa.- Murmuro el chico algo nervioso, al sentir que su mamá nuevamente lo miraba tuvo que desviar la suya por vergüenza.

-¿Mmm?

Red solo se rascaba la mejilla derecha mientras trataba de imaginar en la reacción de su madre.- Me gusta la hermana de Green.- Soltó con simpleza mientras caminaba lentamente hacia las escaleras.

Su madre pestañeo varias veces tratando de asimilar lo que le había dicho su hijo.

Daisy tenía quince años ¡Era muy grande para él!

-¡Red!- Exclamó divertida mientras subía la escalera a gran velocidad, sobresaltando al chico que también comenzó a correr con una pequeña sonrisa tratando de llegar al cuarto de baño y encerrarse.


-Jiji solo es atracción cariño.

Red no le tomaba importancia a lo que decía su madre, solo se acurruco mucho más a su lado… debía aprovechar los últimos días que dormirían en la misma cama.

No pensaba volver a su pueblo si no trae una nueva cama.

-Mamá.

-¿Si?

El chico dudaba en preguntar por unos segundos… pero la verdad no quería usarlos.- ¿Tendré que llevar en mi viaje los lentes de contacto?

La joven madre atrajo más a su hijo hacia ella, besando su frente para luego acariciar la espalda de este.

Red sentía un leve escalofrío al sentir la mano de su madre, pero se sentía muy bien… le molestaba un poco el relajarse tan fácilmente con una simple caricia.

-Los ojos rojos nos recuerdan a esas bestias Red.- Sus recuerdos comenzaron aparecer en su mente, no recordaba mucho el físico de esos pokémon de las lejanas regiones pero como muchos de los habitantes de Kanto… se guardaron para siempre esos fríos ojos rojos.- Es inevitable que les hagas recordar a esos pokémon.

El chico soltó un gruñido…

-El color negro te queda bien.- Menciono su madre al ver si eso animaba un poco a su hijo… como lo suponía ni siquiera le importo.

Lo entendía perfectamente… tenía que ocultar lo que más lo caracterizaba de la sociedad, comprendía también que fuera tan resentido con los habitantes de las ciudades.

El que sea tan frío y hasta agresivo con todos menos los pokémon o los habitantes del pueblo.

-Pero…

Red elevó la mirada algo curioso y su madre no pudo evitar sonreír al notar esa mirada tan inocente que su hijo siempre trataba de ocultar… sin mucho éxito, la inocencia de niño le juega en contra.

¿Por qué no mostrarle al mundo esa mirada llena de vida?

-Vamos a darle una oportunidad a todos ¿Esta bien?- El chico no pudo evitar formar una sonrisa al escuchar a su madre, y esta no pudo evitar soltar una risita al sentir los brazos de su hijo en su cintura.

-¡Gracias!- No le importó lo impulsivo que había sido en esta ocasión, porque ella era su madre, la mujer que conocía cada uno de sus más vergonzosos y oscuros pensamientos.

La mujer que le había dado todo lo que estaba a su alcance y más.

Volvería a su pueblo… con el dinero suficiente para darle lo que ella merece.


¿Alguna vez has pensado que la vida te detesta?

Como si ella con una sonrisa siniestra escribe cada acontecimiento que te aleja de tus objetivos.

De las personas que amas.

De tu vida.

O acaso ¿Es el destino?

¿Estamos destinados a sufrir?

Y otros a ser felices… ¿Es así como funciona esta porquería?

No… claro que no.

Pero luego ocurrían acontecimientos que te vuelven a dejar con esta duda ¿Verdad?

¿No puedes tener un momento de tranquilidad?

Somos tan despreciables para que venga algo a destrozarnos toda nuestra vida ¿Es eso?

Estos y muchos más eran los pensamientos de los dos chicos de Pueblo Paleta al escuchar una fuerte explosión cerca de su pueblo.


Explosiones, disparos dirigidos hacia el aire, ataques de los pokémon que van hacia todas las direcciones y gritos que mostraban el terror de la gente que estaba siendo atacada en este momento.

Ningún habitante de Pueblo Paleta se esperaba algo como esto de un segundo a otro.

Ellos un pequeño pueblo rodeado de una hermosa flora y fauna… siendo invadidos por la organización criminal más buscada de la región.

El team rocket.

-¡Un movimiento en falso y todos se van al infierno!- La poca gente que vivía ahí tuvo que obedecer sin remedio, eran controlados por el pánico al ver esa cara de desquiciados de los invasores y por las armas que apuntaban hacia ellos.

Los pocos hombres que trataron de luchar fueron brutalmente atacados por los Koffing de los soldados del team rocket, mientras que un valiente hombre fue herido de un disparo al golpear a uno de los miembros de la organización criminal.

Nuevamente los gritos de pánico y miedo se volvieron escuchar en todo el lugar.

BANG

Un simple disparo al cielo hizo volver el silencio al pueblo.

¿Qué podrían hacer?

Los pocos entrenadores del pueblo habían fallecido en la guerra hace ocho años y en un accidente junto a su esposa el hijo del famoso científico pokémon Samuel Oak.

Solo el anciano era capaz de protegerlos ahora.

Pero él no podía hacer nada cuándo estaban todos los habitantes en peligro… sobre todo su nieta que le dedicaba una triste mirada.

Frustrado solo extendió sus brazos hacia el aire, los soldados sonrieron complacidos al ver que no venía acompañado por ningún pokémon de gran nivel.

Al menos eso parecía.

-(Green...)- No pudo evitar preocuparse por su más pequeño nieto y en su seguridad al estar estos malditos en su Pueblo.

Un pequeño grupo compuesto por tres hombres de la organización criminal, se adentraban en el laboratorio para poder llevar a los pokémon que protegía el anciano así como su importante información.

Al estar tan centrado en buscar las esferas donde se guardaban a las poderosas criaturas que convivían con los seres humanos, ignorando por completo los tres dispositivos de un intenso color rojo que estaban dentro del escritorio del conocido investigador.

Él no podía estar más agradecido por eso pero aun así necesitaba un tipo de distracción.

La más corta posible.

En estos momentos esperaba cualquier estupidez de parte de su nieto y de Red.

Por otra parte la madre del pelinegro y de la castaña agradecían internamente que los tres chicos habían salido a jugar por los alrededores.

Rezaban con todas sus fuerzas que no fueran encontrados por los hombres y mujeres de esa malvada organización.

Ya que, algunos soldados comenzaron a buscar por los alrededores a los hijos de los habitantes más sobresalientes del humilde pueblo.

Green y Blue.

Aunque los pensamientos de ambas madres fueron interrumpidos por una gran explosión.

Una donde el desgraciado que había disparado al valiente hombre que ahora era refugiado entre los brazos de su cariñosa esposa que estaba al borde del llanto… fuera electrocutado por una enorme cantidad de electricidad.

-¡Pensé que había quedado claro todo esto maldita sea!

Los otros miembros del team rocket no lograban identificar al estúpido que se había atrevido a revelarse contra ellos gracias al humo que había sido provocado por el ataque eléctrico de un Magneton.

Acompañado de un hombre de cabellera castaña.

-(Perfecto Keita).- Con un rostro serio el anciano lanzó la poké ball que guardaba en uno de los bolsillos de su bata de laboratorio.- ¡Tauros!


-¡Maldita sea!

Exclamó con furia el castaño mientras golpeaba con toda su fuerza el árbol más cercano.

Apretaba sus dientes con fuerza sabiendo que podría llamar la atención fácilmente por sus impulsos.- ¿Por qué mierda tuvieron que llegar esos desgraciados?

No era el único, su mejor amigo se sentía de la misma forma que él… tratando de pensar con claridad y buscar una solución para esto.

Pero… ¡Maldita sea, su madre y la mayoría de las personas importantes de su vida estaban ahí siendo apuntadas por distintas armas de fuego!

-¡Lo peor es que no podemos hacer nada!- Trato de controlar un grito de furia que tenía guardado al escuchar las quejas de Green, los hizo notar lo diminutos que eran para el mundo.

Los tres chicos trataban de controlar el miedo que los invadió tras todos estos acontecimientos.

-Cállate… por favor.- El castaño volteó con un rostro lleno de furia para encarar a la chica, pero al ver el rostro y notar el tono lleno de miedo de parte de su amiga trato de calmarse solo para no empeorar las cosas.- Nos pueden oír Green.

En efecto, el pelinegro miraba con cautela todo su alrededor… los soldados estaban buscando algo con mucha insistencia.

Y no era la información que guardaba el profesor.

-Por ahora debemos encontrar una forma de llegar a Ciudad Verde.- Ambos castaños observaban al chico que se acomodaba la gorra con el ceño fruncido.- Avisarle a la policía lo que está ocurriendo… podemos abrirnos paso por la ruta 1 gracias a Squirtle.

-¿¡Quieres que abandonemos a nuestras familias!?- Green nuevamente había elevado la voz… más de lo que el mismo quería, aun así eso no lo detuvo para agarrar al pelinegro del cuello de su camiseta.- ¡Una situación de peligro aparece y ya decides huir!

Red trataba de controlar su respiración… no porque le doliera el apretón del castaño o algo similar, si no lo hacía ¡Terminaría moliendo a golpes a Green!

-Prefiero eso a quedarnos esperando que ellos aprieten sus gatillos…- Murmuro el pelinegro tratando de controlar sus emociones ¿Qué le sucedía? Nunca había sido bueno con sus emociones pero esto superaba cualquier cosa de su pasado.- Sabes que si no estuviera aquí casi meandome del miedo me lanzaría sin dudarlo para darle el tiempo suficiente a tu abuelo para lanzar a su Tauros.

Si su madre escuchara esa frase de seguro le daría unas buenas cachetadas.

Red solo le dio una seria mirada al chico… Green lo soltó susurrando un "lo siento" para luego prepararse mentalmente para adentrarse por la ruta 1.

Ambos chicos se quedaron mirando… se conocían perfectamente tanto que a veces no necesitaban de las palabras para idear un plante entre ambos.

Era algo que aterraba y envidiaba la única chica del grupo.

-Entonces será mejor que seamos muy precavidos.- Gruño el castaño sabiendo que los pokémon de la ruta estarían muy inquietos por lo sucedido.- Blue será mejor que saques enseguida a Squirtle.

La castaña le dio una temerosa mirada al chico de ojos rojos, este se acercó a ella para acariciarle la cabeza… logrando tranquilizarla un poco.

Green también iba acercárseles pero sus planes fueron detenidos al escuchar ruidos en las plantas más cercanas y al voltear se encontró con un miembro de la organización criminal que los miraba con una pequeña sonrisa traviesa.

Red se puso de inmediato delante de la chica y el castaño mataba con la mirada al hombre que solo soltó una pequeña carcajada… fue en ese momento que se dieron cuenta que venía acompañado por un Zubat.

-Jajajaja.- El hombre giro un poco su cabeza hacia atrás para avisarle a los demás que había encontrado a los únicos habitantes del pueblo que les faltaba tener como rehenes.- ¡Oigan aquí est…

PAM

PAM

PAM

PAM

No pudo continuar porque una gran cantidad de burbujas que impactaron por todo su cuerpo y luego sintió una potente tacleada que lo había dejado sin aliento, se puso de rodillas y apretaba con fuerza el estómago para aliviar un poco el dolor.

-¡Pistola de agua!- El murciélago no logró esquivar a tiempo el chorro de agua que lo arrastró hasta estrellarse con un árbol.

Red y Green observaron sorprendidos la gran combinación de ataques que había realizado el pokémon acuático.

-Chicos vamos rápido… por favor… de inmediato.- Mencionaba algo temerosa, ya tendría tiempo para ser felicitada por el pelinegro y molestar un poco a Green.

Red tomó a ambos de sus manos y comenzaron a correr a gran velocidad junto al inicial que trataba de seguirles el paso.

BOOOM

Los chicos querían detenerse para mirar que había ocurrido pero el llegar a la otra ciudad era mucho más importante.

Además la castaña logró escuchar con claridad la voz de su padre… y no sonaba muy contento.

Luego el terreno se sacudió bruscamente por unos segundos y todos sabían lo que significaba.

El profesor Oak estaba enfadado.


-¡Chansey!- El castaño aprovecho que no debería intervenir demasiado al ver que el Tauros de su jefe, estaba logrando derrotar con facilidad a todos los pokémon del team rocket y atacando a los soldados con el movimiento avalancha.-Usa amortiguador en todos los heridos, especialmente al que recibió el disparo.

Respondiéndole con amabilidad en su respectivo idioma, la pokémon juntaba una gran cantidad de energía en sus manos que comenzaba a cubrir el cuerpo del hombre herido… el rostro lleno de dolor combinado con el cansancio comenzaba a desaparecer y la tranquilidad como también la comodidad invadía al hombre.

Por otra parte los soldados sabían que no podían enfrentarse a un ex campeón y rápidamente uno enfocó a la nieta del anciano.

Sin embargo no fue capaz de disparar al recibir una potente descarga eléctrica de parte del Magneton de Keita.

El comandante de ese odioso pelotón soltó un suspiro y rápidamente lanzó a su Graveler para que lograra usar el movimiento protección

Así cubriendo a ambos por un poderoso campo de energía de color verde, el tiempo suficiente para informarle a su líder de la situación.

-Con que Oak no ha perdido su toque con el paso de los años… subestime al verlo encerrado en ese Pueblo jugueteando en su laboratorio.

-No quiero molestarlo pero… es la única forma de que podamos empezar para cumplir sus objetivos.- Giovanni sonrío ante eso y lentamente se levantaba de su sillón en busca de dos ultra ball.

-Tranquilo… hace tiempo que he querido probar mi fuerza contra la elite de la región.- El comandante pudo jurar una fría sonrisa en el rostro de su jefe.

Agradeció mentalmente que estuviera de bueno humor… su cabeza estaba a salvo.

Al deshacer el campo de energía, el tipo roca tuvo que moverse rápidamente para evitar un triángulo de energía compuesto por tres elementos distintos.

Fuego, hielo y trueno.

-Tks.- Keita observaba a su Magneton… si recibía un ataque tipo tierra estaba perdido.

-¡Desenrollar!


Los tres niños estaban exhaustos.

Necesitaban recuperar el aliento pero tampoco querían ser una presa fácil para algunos molestos y cabreados Pidgey o Rattata.

Los pokémon que se sentían en peligro al ver a los seres humanos tan cerca de su territorio se lanzaban sin pensarlo contra ellos.

Pero eran derrotados por un agotado Squirtle.

Estaba dando todo de sí para poder proteger a sus compañeros de juegos.

-¡Ya falta poco!- Exclamó el pelinegro con una pequeña sonrisa, tenía todavía sentimientos encontrados y podían despreciarlo solo por su particular color que tienen sus ojos.

¡Al diablo su pueblo estaba siendo atacado!

Pero no supieron cuándo y cómo tuvieron que detenerse.

Como habían sido rodeados por una gran cantidad de Koffing, Raticate, Ekans y Zubat.

También de unos hombres vestidos con un uniforme negro.

-Tks.- Murmuraron ambos chicos mientras se posicionaban delante de Blue.

Red observó algo curioso como algunos pokémon y miembros de esa mafia se apartaban para darle la pasada un hombre… el cual también llevaba una "R" de un intenso color rojo cerca de su pecho, avanzaba con algo de elegancia el hombre pelinegro de ojos negro… vestido con un elegante traje de negocios del mismo color de su cabello.

El hombre se le quedó mirando con sus fríos ojos para luego sonreír siniestramente.

PAAAAM


-No me gusta combatir contra la basura.- Menciono con una fría mirada Keita, mientras que su contrincante al igual que su Graveler caían inconscientes… al menos el tipo.

La gente poco a poco se refugiaba en sus hogares agradeciéndoles un millón de veces a los investigadores en sus pensamientos.

Salvo los familiares de los próximos entrenadores del pueblo que no aparecían por ningún lado.

-Tienes muchas agallas para enfrentarte a mis lacayos Keita.- El castaño sentía que el latido de su corazón se había detenido al escuchar ese tono burlesco que lo había estado atormentando cerca de casi un año.- Veo que no has dejado de lado por completo de los combates.

El anciano observo sorprendido al recién llegado… si, estaba confundido por ver como miembros del equipo rocket conocieran a su ayudante pero más que el desaparecido líder de gimnasio más poderoso de la región sea el encargado de liderar a todos estos hombres y mujeres en sus actos de crueldad.

La sorpresa y confusión se transformó en ira al ver como detrás del experto de los pokémon tipo tierra, aparecía un soldado que cargaba a su nieto y al pelinegro que estaban inconscientes al recibir un "amable" trato por parte del team rocket.

Escucho unos sollozos y Keita suspiro aliviado al ver su hija en perfecto estado… al menos de forma física.

El soldado lanzó a ambos chicos como si de basura se tratara, ambos se impactaron con fuerza en el suelo… al ver eso Oak no lo pudo resistir más.

-Desgraciado…- Murmuró para luego gritar a todo pulmón a su pokémon que atacara con doble filo.- ¡Como pueden atacar así a dos niños!

Tauros en solo unos segundos se convirtió en una especie de cometa al ser cubierto por una poderosa energía dorada, los pocos soldados que aún tenían fuerzas para mantenerse en pie observaba horrorizados que eso estaba a punto de impactar en su líder.

PAAAAAM

La potencia del impacto fue tan grande que provoco que se esparciera una gran cantidad de polvo en el lugar como también unas fuertes ráfagas de viento.

El hombre castaño sin importarle su bienestar en ese momento aprovecho la situación para correr hacia su hija, la cual al sentir que era rodeada por los brazos de un ser querido se aferraba con desesperación a él mientras comenzaba a llorar.- Tranquila… papi está aquí.

Ella no podía dejar de llorar así que oculto su rostro en el pecho de su padre, tampoco se atrevía a ver el estado en el que habían quedado sus amigos por protegerla… al menos su Squirtle estaba descansando y recuperándose lentamente en su poké ball.

Se sentía tan inútil y poca cosa por no hacer nada por ellos.

Al ver que el polvo estaba desapareciendo y el que no se viera el pokémon del profesor Oak era algo bastante raro.

Así que rápidamente dejo a su hija al lado de su esposa.

Daisy y la madre de Red querían hacer la misma acción que había realizado el hombre pero lo que vieron había dejado a todos sorprendidos.

Giovanni no tenía ningún rasguño en su cuerpo, es más el ataque de Tauros no había logrado tocarlo gracias a que Rhyhorn lo había detenido pero ¿Cuántos segundos se había tardado en lanzarlo?

Era imposible… ni siquiera en sus mejores años había logrado hacer algo similar.

Y al parecer tenían una fuerza bruta muy igualada, ya que ninguno de los pokémon cuadrúpedos retrocedía.

-Hump.- El líder de la organización criminal debería aprovechar que el anciano no podría utilizar todo su nivel al no querer dañar el lugar donde vive… patético.- Trueno.

El tipo roca y tierra solo dio un gran rugido provocando que algunas nubes del cielo se juntaran para obtener un tono muy gris y que de estas cayera un potente ataque eléctrico en el tipo normal.

BOOOOM

Todos los espectadores de ese combate tuvieron que cubrir sus rostros por la potencia del ataque.

-¡Retrocede!- Exclamó el profesor sabiendo que era imposible que uno de sus pokémon más fuertes cayera de un solo ataque.

Y así fue… del humo provocado por el potente ataque, de un pequeño salto hacia atrás había salido su pokémon que trataba de cualquier forma moverse con normalidad.

Estaba paralizado.

-¡Rayo de hielo!- Abriendo su hocico, Tauros reunía una enorme cantidad de energía congelante para luego lanzar un poderoso rayo de energía celeste.

Congelando un poco la hierba a su paso.

Rhyhorn también abrió su boca para formar una enorme esfera de energía dorada, para lanzar un potente hiperrayo.

BOOOOM

-¡Doble filo!/¡Roca afilada!

El castaño se sorprendió un poco al escuchar el nombre de ese movimiento… No había escuchado de él en todos sus años.

Golpeando con gran fuerza el terreno con sus patas delanteras, el pokémon de Giovanni invoco unas rocas de gran tamaño a la vez que eran muy puntiagudas.

PAAAM

PAAAAM

Aun así Tauros se abría paso sin mucho esfuerzo ante esto… aunque la potencia de su ataque estaba disminuyendo demasiado.

-¡Tauros detente!- Giovanni gruño un poco al ver que el anciano se había percatado en qué lugar iba aparecer la siguiente roca afilada… debajo de Tauros.

El tipo normal se detuvo por unos segundos para salir ileso del ataque tipo roca y haciendo un sobreesfuerzo logró continuar su recorrido con el doble de velocidad.

PAAAAM

Oak no iba a desaprovechar esta oportunidad, su contrincante había retrocedido varios metros por el impacto del ataque de su pokémon.

-¡Rayo de hielo!

La ráfaga de energía congelante antes de impactar en el tipo roca, este logró invocar una roca de gran tamaño logrando salir ileso de un ataque en el que iba a salir muy mal parado.

La roca al ser congelada sería mucho más frágil para Tauros y sin pensarlo dos veces volvió a lanzarse con doble filo

Esta vez el impactó que había recibido su oponente si le había afectado, trataba de levantarse rápido antes de ser atacado por un rayo de hielo.

Sin embargo, Tauros no logró moverse a su antojo ya que la electricidad que aun recorría en su cuerpo lo había dejado inmóvil temporalmente.

Giovanni solo sonrío… era su victoria.- ¡Perforador!

Oak apretó sus puños con fuerza al saber que no podía hacer nada contra ese movimiento… ahora comprendía por qué lo había atacado al inicio con un movimiento tipo eléctrico.

Rhyhorn corrió a una enorme velocidad para uno de su especie, impactando el golpe fulminante en su contrincante que había quedado sin aliento y de un momento a otro sentía que sus fuerzas lo abandonaban.

PAAAAM

La potencia fue tanta que Tauros salió disparado hacia atrás impactando en su entrenador que no soporto la fuerza del impacto y al igual que su pokémon quedo inconsciente.

-¡Abuelo!- Chillo la hermana de Green queriendo ver el estado de su abuelo, pero el miedo no se lo permitía y sabía que lo primero que tenía que hacer era ir por su hermano.

Giovanni solo sonrío de forma intimidante a los habitantes que los miraban lleno de pánico.- ¿Sigues Keita?

-Tks.- El castaño observaba a su Magneton, tendría algo de posibilidades al ver que los cuatros movimientos de Rhyhorn no eran del tipo tierra… aun así su pokémon debería estar algo agotado por las batallas anteriores con los soldados.- Voy a…

Estaba a punto de acercarse más pero alguien lo había sujetado con demasiada fuerza, volteó sorprendido al ver a su mujer que trataba de no romperse en llanto.- Por favor… no lo hagas.

-Pero si no hago algo…

-¡Puede matarte!

Giovanni solo suspiro, esto ya se había largado demasiado.

-Lo que quiero es simple…- Menciono el ex líder de gimnasio mientras con su fría mirada ordenaba a sus hombres buscar todos los pokémon que se encontraban en el laboratorio…entrar en la casa de Keita para obtener toda la información que había estado reuniendo.

Tenía un gran talento para los combates pokémon y además ha estado investigando sobre el ADN de los pokémon además de la evolución que han estado obteniendo con el paso de los años.

Ejemplo era Magneton que había desarrollado un nuevo tipo… el acero.

Descubrir también el tipo siniestro.

Giovanni venía por él.

La madre de Red y Daisy tomaron rápidamente a su hijo y hermano respectivamente.

El verlos en ese estado se les partía el corazón.

-Lamento lo que mis hombres hayan hecho a sus hijos, pero cualquiera que se meta en nuestro camino tendrá un castigo peor que el mismo infierno.

El gran cambio en el tono de voz de Giovanni mostraba lo serio que iban sus palabras, Keita miraba la situación sabía muy bien que ellos tarde o temprano se saldrían con la suya y no solo su pueblo toda la región estaría jodida, miraba a su esposa y luego a su hija que seguía llorando, soltó un suspiro para acercarse a su esposa para besarla por última vez.

-Fumiko…- La rubia no pudo contener más las lágrimas y solo pudo apreciar el rostro lleno de culpa de su esposo, guardar dentro de ella esa mirada que aun así le mostraba amor hacia ella.- Lo siento tanto por lo que voy hacer.


Para la castaña todo era confuso…

Su padre le había mencionado que se despidiera de su madre.

Lo que significaba que… ¿Ella tenía que irse también de Pueblo Paleta?

-Perdóname Blue.- Susurro el investigador para luego tomar la mano de su hija y caminar lentamente hacia esos hombres que habían golpeado a su pokémon, Green y a Red.

¿No los iba a poder ver nunca más?

¿Qué pasara con sus metas?

¿Los sueños de ella y los demás?

¿No podrá nunca más abrazar a su madre?

-¡BLUE!

Los pensamientos de la chica se volvieron cenizas y volteó rápidamente para ver a la persona que había gritado su nombre.

-Red…- Susurró la castaña volviendo a llorar al ver como el chico trataba de cualquier forma escaparse del firme agarre de su madre para llegar a ella.

-¡Blue, Blue, BLUE!- Pudo ver la rabia, la desesperación y el miedo que tenía el pelinegro al ver que ella se alejaba de su vida.

De alguna forma esta maldita situación le parecía agradable solo para ver esa escena.

Solo pudo darle una pequeña sonrisa mientras una lagrima recorría su rostro, para luego también mirar por última vez al inconsciente Green junto a su hermana, al profesor Oak que miraba frustrado la escena y por ultimo a su madre.

Al menos… su padre la protegería ¿No?


La noticia no tardó en llegar a la justicia.

En sí la policía de la región rápidamente siguió el rastro de la organización criminal, los cuales comenzaron a expandirse por todo el Bosque Verde.

Para la sorpresa de algunos oficiales tuvieron que detenerse ya que algunos soldados bloquearon el camino utilizando a los Koffing como si fueran granadas… los cuales con su peculiar sonrisa extraña utilizaron el movimiento explosión.

Por desgracia algunos habitantes de ese tranquilo lugar fueron afectados por la poderosa explosión… muriendo al instante.

El bosque había quedado con grandes daños.

Mientras que algunos policías terminaron heridos, la oficial Jenny tuvo que dar la retirada, no podían arriesgar a los civiles en un peligro así, estos criminales no durarían en sacrificar a los pokémon y gente inocente para lograr salir ilesos.

-Otra vez nos quedaremos con las ganas de atraparlos… - Fue lo único que susurro el oficial para contactar a otro escuadrón y avisarles sobre la posición de los rocket.

Gracias a ella junto a su Growlithe lograron atrapar a unos soldados de la organización criminal pero no se sabía nada sobre la posición de Giovanni, de la chica raptada y de su padre.

Al paso de los días estaban en la misma situación, además de que le team rocket no había realizado ningún movimiento por lo que la policía había detenido la intensa búsqueda.

No seguirían perdiendo hombres si al final no llegaban a nada.

Y así… había pasado un mes.


El pueblo que había sido atacado anteriormente, seguía sufriendo en silencio… ahora eran más precavidos y el mismo profesor Oak se había vuelto a interesar mucho más en los combates.

Todo para no permitir la situación anterior.

Rápidamente la noche había llegado y los únicos habitantes que aún se encontraban afuera eran los jóvenes que observaban en silencio a enorme luna.

Green miraba seriamente mientras que al chico de la gorra… bueno gracias a ella no se podía ver la clase de mirada que tenía en ese momento.

Los dos habían estado algo distanciados en este tiempo, no era porque estaban enojados con el otro, Green había estado ayudando en el laboratorio de su abuelo porque con el ataque de los Rocket había quedado en muy mal estado.

Mientras que Red había estado mucho más callado de lo que ya era, dedicaba su tiempo a cargarse en el mismo árbol en donde la castaña descansaba en uno de sus hombro, también pasaba tiempo con Fumiko la cual ya no era ni la sombra de lo que era anteriormente.

La entendía perfectamente, había perdido a su esposo y a su hija de un segundo a otro.

También atesoraba cada segundo con su madre.

-Green.

-¿Sí?

-Mañana voy a comenzar mi viaje.

La mirada de Green se dirigía ahora hacia Red, en el laboratorio solo había quedado un solo pokémon… esa Eevee que le había tomado bastante cariño por toda la historia que tenía detrás.

Aunque no lo admitiera en frente de su abuelo, su hermana y Red… ese pokémon también lo había cautivado con su dulzura.

Ellos de todos modos lo sabían, la primera al ver las sonrisas llena de sinceridad y aprecio que le daba al pokémon mientras que Red fue porque él le había contado.

Aunque sea Red… no iba a permitir que nadie aparte de él fuera el entrenador de Eevee y justo cuando quería aclarar las cosas, el pelinegro comenzó a hablar.

-Green saldré de Pueblo Paleta con o sin ayuda de tu abuelo.- Levanto su gorra para que pudiera ver mejor a su amigo.- Además sé que le has tomado mucho cariño a ese Eevee, no te preocupes idiota yo veré como me las arreglo.

Le apareció una pequeña sonrisa al de ojos verdes por el comentario de su amigo, pero igual tenia preocupación por el chico aunque nunca lo admitiera en voz alta.- Debes tener cuidado con los pokémon salvajes de la ruta 1… desde que llegaron esos hijos de putas han estado muy a la defensiva.

Su amigo solo asintió pero aun así iba a ir de todos modos, de una forma u otra iba tener un pokémon, podría tenerlo como lo hacían sus antepasados donde ni siquiera existían las poke ball; de alguna forma se ganaría el respeto de un pokémon para tenerlo como compañero.

Ya no importaba si era un Bulbasaur o un Magikarp.

-Aunque sé que eres un cabeza hueca sin remedio e iras de todas formas ¿verdad?

El pelinegro solo soltó un gruñido ante el último comentario del castaño.

-Iré contigo también.- El de ojos verdes continuo hablando con una sonrisa.- Vamos a patear traseros por todo Kanto y salvar a tu consentida.

Green ni se inmuto con la mirada llena de enojo de su amigo, solo le hizo mucha gracia.

-Vamos a volver a verla, estoy seguro Red.

-Lo se Green.- Se acercó un poco más a su amigo para chocar sus puños.- Mañana nos vemos a primera hora.

Luego de esa conversación cada uno se dirigió a su casa, Green al llegar le dijo a su abuelo que quería comenzar su viaje como entrenador al día siguiente, a lo que al profesor Oak sintió emoción y lo tomo de los hombros tratando de darles los mejores consejos que podría darle a su nieto con todos sus años de experiencia.

Con su hermana fue algo distinto, ella estaba preocupada por su hermanito, le estaba prohibiendo comenzar su viaje pero Green dijo un par de palabras mágicas y comenzó una conversación entre hermanos hasta tarde.

Pero esos temas se rebelaran más adelante… así es más divertido ¿No creen?

Mientras que con Red…


-¡De ninguna manera Red!

-Mamá…- Las palabras no eran su fuerte para el mientras menos hablara era mejor… así no la cagaba, pero con su madre era todo lo contrario.- Perdóname pero ya he tomado mi decisión.

Su madre trataba de calmarse y no tratar de gritarle a su hijo pero es que la situación le ganaba.- ¡No sería capaz de resistir que me llegan con la noticia de que mi bebé ha sido asesinado!

-Solo porque nos hayan atacado no signifique que todo el mundo sea un lugar lleno de maldad.-Apenas era audible la voz de Red pero su madre lo escuchaba claramente.

-Red, cariño en tus 12 años de vida tu mundo solo ha sido este pueblo no sabes lo que hay más allá de esto.- Red miraba desafiante a los ojos a su madre aunque ese tono dulce con el que estaba hablando su madre lo estaba haciendo dudar si era bueno seguir hablando sobre esto.

Su madre era su mundo, el mejor ejemplo a seguir adelante pero aun así… en su mente apareció el rostro sonriente de su amiga y todas las dudas se fueron al diablo.

-Entonces ya es hora de conocerlo mamá.

Su madre suspiraba, no quería volver a gritar ella era muy cariñosa pero aún se dejaba llevar por los sentimientos fácilmente y esta vez la preocupación por su hijo le superaba bastante.

-Dime Red.- El rostro de su madre era serio, llegaba ser algo frío eso lo dejo algo nervioso no la había visto nunca así.- ¿Todo esto es porque quiere ser un entrenador? O ¿Es por Blue?

-Ambas.- Red tomo un aire antes de continuar.- No le voy a mentir mamá claro que quiero viajar para rescatar a Blue, es lo que me hizo decidirme de una vez por todas porque me siento tan inútil por no poder hacer nada para que pudiera quedarse, solo soy una mier…

-¡Esa boquita Red!

-P…perdón.- Se estaba llevando por los sentimientos y eso no es algo que gustara hacer.- Solo… que si no hacemos nada, ellos seguirán haciendo lo que se les dé la gana… yo.- No sabía si continuar con lo que tenía en mente pero quizás con eso su madre lograba aceptar.- Quiero traerla conmigo.

En sí no le había sorprendido para nada lo que decía su hijo, nada la iba hacer cambiar de opinión pero la mirada llena de determinación la había dejado en blanco… nunca su hijo había mostrado algo similar en todos estos años.

Nunca lo vio tan decidido por algo.

-Mamá.- Esa voz la hizo volver a la realidad donde pudo apreciar de mejor forma los ojos de su hijo… era una mirada electrizante o similar a unas intensas llamas rojas.- Quiero conocer el mundo, ser entrenador, saber cómo se siente bañarse en el océano, río o lago, que se siente ganar una batalla… perder, que se sentirá hacer una buena acción, hacer justicia con mis propias manos si es necesario y volver como un gran entrenador junto a mi amiga de vuelta.

Ella iba a mencionar algo con una pequeña sonrisa pero nuevamente sus sentimientos tuvieron un giro de 360°.

-Ha papá… no le gustaría que me estuvieras escondiendo del mundo.- Miro con cuidado a su madre a ver si le hubiera lastimado el comentario… siempre hablar de su padre era algo delicado para ella.- Como te he dicho muchas veces quiero ganar dinero para nuestra casa, siendo entrenador por cada batalla gano algo de dinero así tu no llegaras tan agotada, quiero que tengas una buena vida mamá… te la mereces que cada uno tenga su cama… quie…

-Al cuarto Red…

-Pero mamá yo…

-Al cuarto de arriba Red ¡Ahora!

Red al ver el rostro lleno de tristeza de su madre solo murmuro algo que su madre no logro escuchar, subió sin mirar hacia su madre sabía que tenía que estar sola por un rato así que rápidamente se echó a la cama que compartía con su madre y suspiraba mirando al techo.

Mientras que la madre de nuestro protagonista estaba teniendo una batalla en su mente y todas las emociones que la invadían en ese momento no la ayudaban mucho que digamos.

No importaba cuanto tiempo haya pasado, al mencionar a su esposo siempre terminaba llorando, además esa mirada llena de determinación en su hijo le hacía recordar la misma mirada que tenía el amor de su vida.

-Solo te falta esa sonrisa llena de felicidad cariño.- Susurraba mientras lagrimas caían en su bello rostro.- Siempre pensé que estabas feliz así como estabas y que nunca te dabas cuenta de cómo me sentía yo… he subestimado a mi hijo.

Sabía que su hijo no era tonto solo algo despistado en cosas amorosas, pero de seguro tuvo que darse cuenta de que ella sufría mucho en silencio.

Al parecer ella sola ya no tenía una carga en sus hombros, la compartía con su hijo.

-Sera una larga noche al parecer.

.

.

Red seguía mirando al techo algo frustrado por la conversación anterior al igual que su madre tenía muchos sentimientos dentro de él en este momento.

Siempre pensaba que comenzaría su viaje con Bulbasaur, junto a Blue con su Squirtle y Green con Charmander pero, las cosas nunca salen como te las imaginas.

-Si hubieras comenzado tu viaje de seguro sería más fácil el reencuentro de los tres…

Aunque su amigo no dijera nada sabía que también estaba algo dolido por la ida de su amiga, estaba harto ya de pensar en cosas que no ocurrieron.

Se puso su pijama y prefirió acostarse sin evitar pensar en su amiga.

Se apretó el pecho… no sabía por qué pero le ardía mucho, era una sensación muy desagradable y dolía más que los golpes que a veces le daba Green o el Squirtle de Blue.

-Blue desde mañana hare todo lo que sea para poder salvarte de donde sea que estés.- Luego de jurarse a sí mismo que lo cumpliría, trato de distraer encendiendo la televisión… debería agradecer el combate entre un Gengar contra un Nidorino.

No se dio ni cuenta cuándo se había emocionado al ver al tipo fantasma obtener la victoria.

Ni como se había quedado dormido.


-¡Atrápenlo!

-¡Esa rata no debe escapar!

Una mancha amarilla corría a una enorme velocidad para salir de una vez del Bosque Verde y llegar a la ruta 2.

Sin embargo en su camino tuvo que esquivar varias poké ball que querían encerrarlo para poder trabajar para esos malditos hombres.

Habían llegado a invadir a su hogar como si nada.

Y desaparecer a la mitad de los pokémon de ese lugar… incluyendo a su especie.

El pánico invadió a la criatura al ver que un Ekans se acercaba a él a gran velocidad, espero el momento enseguida para dar un pequeño salto y esquivar el mordisco de la serpiente morada.

-¡Ahora!- Exclamó un hombre de negro que lanzó una poké ball.- ¡Ese Pikachu cayó en la trampa!

Al verse engañado ese ratoncito eléctrico, almacenó una enorme cantidad de electricidad en sus mejillas rojas para lanzar un ataque eléctrico que había afectado a esos hombres, poké ball y a ese Ekans.

Al volver a tocar el suelo con una pequeña sonrisa aprovecho de correr lo más rápido posible… al menos lo que le permitía sus patitas.

Tan concentrado estaba que no se dio cuenta como pasaba la ruta 2 y Ciudad Verde como si nada.

Se detuvo cuándo sus energías abandonaban su cuerpo… agradecía que la ruta 1 tuviera una gran cantidad de hierba alta y muchos árboles.

Perfecto para descansar unos días.

Mañana mismo tendría que hacer lo que fuera para volverse fuerte y salvar a su familia de esos malditos humanos.


Me sorprende más como de casi 3800 palabras convertí esto en algo de 13.000 y algo jaja.

Bueno el cap uno comenzara al igual que los primeros juegos de la franquicia, con Red despertándose de su habitación y entrado en la ruta 1 por cojones.

Siempre he sobre pensado lo que dice la madre del prota, como si hubieran tenido una discusión la noche anterior o algo similar.

Sobre las personalidad pues al menos de Blue, trate de que sea todo lo contrario de su contraparte del manga Special (Es por eso de que es tan tímida y todo eso, además puedo agregar de que esta versión en sí ha estado en los brazos de una familia y no tener que depende de ella misma como en el manga).

Algo más iba a decir pero bueee... estoy ido jaja.

Si fácilmente puedo seguir con second chance que es la mejor recibida de mis historias, pero esto es un capricho mío... siempre he querido escribir la forma en como veo los acontecimientos de los videojuegos.

Bueno esto en sí me ha costado ya saben, siempre me tardo y me cuesta mucho el inicio de una historia.

Unas partes las desarrolle de una forma muy lenta y otras mucho más rápido a mi parecer, pero bueno siempre me exijo más en los verdaderos episodios.

Si llegaste hasta aquí ¡Muchas gracias! :)

Esta estoy seguro que sería la historia más sencilla a mi parecer, digo tengo la idea desde el año pasado jaja ¡Nos leemos más adelante!