Te recluyes en ti mismo.
Aunque permaneces atento a los demás.
Soñando con ser parte de algo.
Pero luego, desilusionado, comprendes que nadie encaja en tu visión.
O tu visión no está diseñada para la gente normal.
Sólo quieres sentir la suave brisa en tu rostro, mientras surcas el cielo azul.
Sólo quieres ver la Atlántida frente a ti en el profundo océano.
Sólo quieres atrapar una estrella del firmamento.
Sólo quieres que te acepten...
Esa noche no puedes dormir, sales al patio a sentir la frescura de la primavera.
Te echas en el césped a observar la bóveda nocturna, es inmensa y hermosa.
Tu blanca piel se ilumina con la Luna.
Una lágrima escapa de tus ojos grises y rueda por tu cara.
No sabes el motivo de tu llanto, pero es muy doloroso.
No quieres admitirlo, pero un pensamiento ronda tu mente desde hace tiempo.
Estás sumido en lo profundo de tu ser cuando sientes otro cuerpo a tu lado.
Abres los ojos y volteas, para encontrarte con un rostro sonriente que te observa.
Los cabellos dorados enmarcándolo.
Los ojos negros como abismos, que prometen comprensión.
Unas palabras de consuelo, y un interrogante te reciben.
No sabes cómo responder, pero con él a tu lado te sientes mejor.
Un universo se abre frente a ti con sólo mirarlo.
Él entiende tu silencio, y te calma.
Promete estar contigo y no abandonarte.
Es algo nuevo para ti, no logras comprendelo a fondo.
Te recuerda a un sueño lejano, que ya casi habías olvidado.
Era uno feliz, donde tenías aún una familia.
En él, cuando te asustabas, corrías a los brazos de alguien sin rostro.
Pero que transmitía una calidez enorme y te ayudaba.
Como un hermano mayor que velaba por ti.
Asi es como se siente estar con Mello.
Como si tuvieras un hermano mayor que te protegiera y te cuidara.
Pero claro, esto sólo lo captabas tu.
Ante la vista de los otros, ustedes dos se odiaban a muerte.
Ambos saben que no es asi.
Y en esa noche, con el paisaje nocturno, le revelas este sentimiento, al que él corresponde con una sonrisa.
Asi, ambos regresan al interior del edificio, a sus habitaciones, a sus sueños.
Pero un nuevo sentimiento crece en tu interior.
Esperanza.
Porque ahora sabes, que si eres querido.
Que no eres sólo una pieza más del tablero.
Porque sabes que cuentas con la protección y el apoyo de tu hermano... Mello.
