Lo que estas a punto de leer se trata más de una broma que de una historia que haya sido planeada para ser tomada en serio... ¿Una gran historia? ¿Una gran intriga? ¿Un tremendo desarrollo emocional? Nope, sólo espera una comedia absurda para ser disfrutada con un vasito de leche caliente.
Y es que esto, lejos de ser un delirio febril, es mi forma de "quejarme" de ese mundo tan... 'de chicas' que son las exhibiciones de Kalos, donde lejos de premiar la originalidad lo que se busca es una cuestión estética superficial carente de toda acción y de un reto real más que el de vencer el pánico escénico. Eso y un mal pretexto para presentar a chicos de sexualidad dudosa mostrando pierna porque YOLO. Y no, lo siento pero esto no va a ser una historia yaoi... o al menos no intencionalmente, no voy a descartar un par de insinuaciones cómicas por ahí.
En la región de Kalos se respira el glamour, el aroma de fragancias caras y el júbilo de todo aquel que desea alcanzar la gloria y la fama. Ese era el ambiente que se vivía durante el Pokémon Showcase, el gran espectáculo de farándula del lugar. En todo el mundo se celebraban eventos que dejaban de lado la fiereza de las batallas para dar muestra del vínculo entre humanos y pokémon de forma espectacular; sin embargo, en aquella región de occidente había una gran peculiaridad respecto a los afamados Concursos Pokémon de oriente...
El evento era exclusivo para mujeres.
Y se preguntarán... ¿Por qué lo era? Hay una historia curiosa detrás. Y quién está a punto de narrar esta historia no tiene nada mejor que hacer.
Hace algún tiempo, no tan lejano realmente... hubo una exhibición en Ciudad Témpera. Ahí se encontraban varias jovencitas que por primera vez subían a un escenario para vivir la experiencia de sus vidas, mirar de frente al público y sentir el miedo mezclándose con la adrenalina al caminar en búsqueda de su sueño. Así era como se sentía una chica de cabello color miel y ojos de un cristalino azul...
Pero nuestra historia no se centra en ello...
En el mismo escenario había otro sentimiento, el de: ¡Jódanse todas, aquí llega la reina Jessavi!
Y al finalizar el evento, la ira desenfrenada de haber recibido una buena patada en el trasero.
—¡No puedo creerlo! ¡Tres míseros puntos! ¡Cómo puede la gente tener tan pésimos gustos! ¿¡Es que aquí nadie sabe reconocer un buen show cuando lo ven!?
—¡Tranqula, Jess! —intentó calmarla su compañero— Tu actuación fue MUCHO mejor que el de esas mocosas, ya verás que en la siguiente ciudad habrá público que sepa apreciar tu arte.
—¡Cuando se trata de buen gusto, no hay nadie que pueda superar al Equipo Rocket, nya!
—Tienen razón. —Contestó ya un poco más tranquila, aunque no dejaba de sentir un tremendo rencor por la gente que prefería lo que ella veía como algo tan poco interesante.— Aún así debemos demostrar que SOMOS mejores y más fashion de toda la región. ¡Juntos, conquistaremos la corona de la Reina de Kalos! —La mirada de sus compañeros ardía con la misma intensidad.
—En el próximo concurso yo me encargaré de los diseños, Meowth tu serás quien se ocupe del maquillaje y...
—No me refería a eso. —Interrumpió Jessie.— Lo que trataba de decir es que LOS TRES participaremos en el siguiente evento, dos más de nosotros significan dos bobas menos contra quién competir.
James aún seguía un poco confundido ante tal declaración. —Eh... Pero el evento es sólo para chicas.
—¿Y desde cuándo eso ha sido un impedimento?
—Pero... Pero Jess...
—¿Te vas a quejar después de haberte puesto IMPLANTES en esa playa de Kanto?
—Nya, si te veías mejor que la pelos de zanahoria. —El pokémon parlanchín comenzó a reír.
Oh, qué más daba, podía ignorar esa razón tan particular por la que se había prometido no volver a hacer crossdressing si se trataba de apoyar a sus compañeros. Todos elevaron el puño hacia los cielos como siempre lo hacían tratando de buscar aquello que los hiciera sentir tan bien.
—¡Es hora de sacar aguja e hilo! —Gritaron los tres al unísono y corrieron hacia la ciudad en busca del material que iban a necesitar. No se iban a dejar nada a la suerte en la próxima exhibición.
En efecto, cuando se trataba de cosas de estilo y belleza, pocos podían competir contra los adorables villanos que buscaban capturar a Pikachu. Pero siempre había excepciones... y aquella excepción miraba fotografías en un ordenador de otra región.
—Vaya, vaya; así que esos son los dichosos "concursos" de Kalos... Niñas tontas que creen saber del arte de verse bien, parece que alguien debe demostrarles cómo lucirse en el escenario. Pues bien, será mejor que me ponga en marcha; espero que los tortolitos no me extrañen demasiado, de todos modos cuando gane les llevaré la corona como un pequeño souvenir.
Sonrió maquiavélicamente como siempre hacía, apagó el equipo, tomó su boleto con rumbo a Kalos y se dirigió al aeropuerto.
