Declaimer: Los personajes de Inuyasha pertenecen a Rumiko Takagashi y los de One Piece a Eiichiro Oda, escribo esto sin ànimo de lucro.

Capítulo 1: La rutina se rompe

Volver a poner el pie sobre aquél césped verde y fresco, notar la suave brisa del Sengoku en la cara y ver el sol poniéndose en el horizonte, al salir del pozo siempre sentía esa extraña sensación de paz y tranquilidad. Pero la paz duró poco, delante suyo dónde, hasta ese instante se veía el inmenso cielo anaranjado y una gran extensión verde, apareció un hakama rojo, sabía perfectamente de quién era, pero ahora le tapaba una vista que querría disfrutar un rato más ...

- Siéntate! - Gritó la chica.

Automáticamente, pudo volver a observar aquella espléndida escena natural, era tan diferente de su Tokio natal, la chica suspiró tiernamente, queriendo retener esa paz en su interior, sabía que no duraría mucho y así fue.

Se oyó una voz enfadada, que salía del fondo del cráter provocado en el suelo por el hechizo, que decía:

- ¿A qué ha venido eso? - El hanyou sacudía la ropa mientras se incorporaba.

- Me has asustado y me tapabas la vista - respondió la chica todavía un poco molesta.

- Haces tarde! Y como haces tarde tengo derecho a taparte la vista! - El hanyou se hacía el ofendido, realmente le encantaba que la chica estuviera allí.

- Siéntate! - Y claramente molesta, la sacerdotisa se dirigió al pueblo donde la esperaban sus amigos.

El hanyou se logró incorporar y seguirla, lamentando el carácter de la morena.

Al llegar al pueblo, fueron directos a casa de Kaede, allí encontraron el monje Miroku, que al ver la chica corrió a saludarla efusivamente; dentro de la cabaña también estaba el pequeño Shippo, al que le faltó tiempo para pedir dulces del futuro a la joven sacerdotisa y le enseñó algunos dibujos que había hecho durante su ausencia.

Al cabo de un rato, entró en la cabaña la exterminadora con la nekomata en brazos y se dispusieron a cenar, Kagome había llevado ramen y mientras lo preparaba una luz cegadora de tonalidades rojas y negras los rodeó.


En otro punto del bosque, el Lord de las Tierras del Oeste paseaba lentamente entre los árboles, buscando un lugar donde pasar la noche, acompañado por el demonio-rana Jaken, el dragón Ah-Un y la pequeña Rin.

Finalmente, encontraron un claro adecuado y se instalaron, Jaken y el dragón se dirigieron al río a pescar y a buscar agua pero mientras lo hacian, una luz cegadora de tonalidades rojas y negras rodeó al youkai y a la niña.


Sé que es corto pero las introducciones siempre me salen así. ;P

Próximamente el segundo capítulo, puede que a lo largo de la historia salga algún otro anime. No sé, ya veré como lo hago.

Cualquier comentario a hacerme no dudéis en dejar-me reviews :D