Capítulo 1. Una pesadilla.
-¡No! ¡Detente porfavor!- gritaba la mujer temblando en el piso, miraba aterrada la escena donde dos hombres forcejeaban con una pistola cargada, tomaba su vientre con ambas manos pues había comenzado a doler por la tensión y el miedo. Si esta situación continuaba iba a dar a luz en ese momento, con tan solo 7 meses de embarazo- ¡ya ba...!- no termino de decir, el arma se había disparado durante el forcejeo, volteó hacia abajo temiendo lo peor.. La bala había atravesado su estómago, la sangre comenzaba a manchar su ropa y fue entonces cuando perdió el conocimiento.
Uno de los hombres miraba la escena con los ojos muy abiertos de la impresión, no podía creerlo, soltó el arma de inmediato, dejándola en manos del otro hombre, y se arrodilló frente a la mujer que yacía inerte en el suelo sobre un charco de su propia sangre.
-Mebuki, perdóname..- decía aún en shock por lo que acababa de pasar
-Que desafortunado, ella no se merecía eso- dijo el otro hombre aún con la pistola en la mano.
-Orochimaru, aún podemos salvarla, por favor ¡ayúdame!-suplicaba con lágrimas en sus profundos ojos azules, Mebuki, su esposa, el amor de su vida, quien llevaba su fruto en su vientre estaba muriendo rápidamente.
-Ya es tarde- dijo el hombre pálido de cabello oscuro y largo, y sin ningún titubeo disparo el arma en la sien del pelirrosado.
Su cuerpo cayó en seco sobre la mujer rubia, sus ojos jade estaban cerrados por el desmayo, más sin embargo, sin Kizashi que la lleve al hospital no tardaría en morir.
El hombre miraba la escena con indiferencia, ese hombre se lo había buscado -en verdad desafortunado- mencionó sin un deje de tristeza o sentimiento alguno, su guardia volvió a subir cuando escucho el cerrojo de la puerta principal, limpio rápidamente las huellas del arma y la dejo en la mano de Kizashi.
-¡estoy en casa!- una voz femenina y melodiosa se escucho desde el recibidor, el hombre se apresuró a salir por la ventana para no ser visto, no quería lastimarla, después de todo era de su propiedad, ya se la cobraría algún día.
Al no recibir respuesta, la chica, camino hacia la sala para encontrarse con su familia, pero nunca se imaginó ver tal escena... Sus padres, yacían en el suelo, en un charco de sangre inmenso, rojo oscuro, fue todo lo que la pelirrosa pudo ver. Levantó la mirada sorprendida, y vio la sombra de un hombre escabulléndose... Un cabello largo y oscuro.
Corrió hacia la ventana, ¿quién era ese hombre? Lo vio bien, grabo cada parte de él en su memoria, el había asesinado a sus padres, afortunadamente el hombre no la vio, estaba más concentrado en huir.
Giró la vista hacia sus padres, lágrimas comenzaron a brotar en silencio, no podía creerlo. Estaba en completo shock, no sabía qué hacer... Una pesadilla, debía serlo, no podía ser verdad, no podía...
Un sonido la saco de su ensismamiento, su madre estaba tosiendo..
-¡Mamá!- gritó la chica, tomó su teléfono que tenía en el bolsillo de su falda del uniforme escolar, y al instante se le cayo, la chica estaba temblando, se agachó para tomarlo con dificultad y marcó un número... Emergencias...
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En un auto se encontraban cuatro hombres, uno de ellos iba conduciendo, ajeno a lo que hablaban el trío de hombres sentados en la parte trasera.
Dos de ellos eran adultos, el primero, un hombre de aproximadamente unos 40 años de edad, vestía un traje de gala, con una corbata color guinda, reloj de marca. Había una cicatriz en su barbilla con forma de x, su piel era Morena, cabello oscuro y ojos negros, era de estatura media, aproximadamente 1.70 m. Su nombre era Danzo Shimura.
El segundo, el hombre de hace un momento, cabello largo y oscuro, piel pálida, ojos amarillo verdosos, ligeramente más alto que Danzo. Vestía igual, de traje, solo que con una corbata púrpura. Tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-¿que fue lo que pasó?- preguntó el más joven, su piel era blanca, pero no al grado de la de Orochimaru, su cabello era color gris, y sus ojos negros cubiertos por unas gafas redondas de armazón delgado, este usaba una ropa más relajada, un jeans oscuro y una camisa blanca sin fajar, y con los dos botones de arriba desabrochados, su cabello lo llevaba en una coleta baja, tenía alrededor de 19 años de edad.
-nada importante- dijo Orochimaru sin cambiar su postura.
-¿dónde está lo que me prometiste, padre?- preguntó el chico peligris.
Orochimaru estaba apunto de contestar cuando se escucho una sirena de ambulancia, la cual paso a su lado, su chofer se había orillado para darle paso.
-todo a su tiempo...-contestó sereno, él sabía muy bien de qué iba la ambulancia.
El joven lo miro molesto por unos segundos, pero al notar que su padre no le tomaba importancia a su acción dejo de mirarlo y sacó su teléfono para perder el tiempo en lo que llegaban a su destino. Shimura los miraba indiferente, sospechaba el porque había pasado la ambulancia, y porque Orochimaru había llegado con las manos vacías, pero no dijo nada.
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Los paramédicos entraron de prisa a la residencia, era una casa pequeña, con una decoración delicada, nada ostentoso, tenía lo necesario para una familia de 4 integrantes.
La decoración sencilla de la sala era opacada completamente por el río de sangre justo en el centro de la habitación. La pelirrosa aún deseaba despertar de esa pesadilla, veía como los paramédicos se apresuraban a revisar al hombre que se encontraba arriba de la mujer.
-este falleció en cuanto recibió el disparo- informó uno de los paramédicos. Sakura no podía creer lo que escuchaba, su papá estaba muerto, más lagrimas comenzaron a brotar de sus ya enrojecidos ojos, el jade brillante que la caracterizaba se había apagado, dando paso a una mirada vacía y triste.
-la mujer sigue viva, está embarazada- fue entonces cuando un ligero brillo de esperanza se asomó por sus ojos llorosos-está inconsciente, ¡rápido la camilla!
Todo fue tan rápido, a ella la tenían arriba de la ambulancia, cubierta con una manta a pesar que estaban a mitad de primavera, su madre estaba en una camilla conectada a muchos cables, desde para medir su pulso, hasta para ayudarle a respirar. Uno de los paramédicos hacia presión en la herida para evitar que se desangrara más.
Su padre salió, cubierto por una bolsa de plástico, para que no se pudiera ver su cuerpo, la gente comenzaba a amontonarse a su alrededor, algunas personas susurraban lo que creían que había pasado.
-seguro el papá trato de matarla y se suicido- decía una de las vecinas chismosas.
-quizás fue la muchacha- agregó otra
-los Haruno eran una buena familia, probablemente es un robo que salió mal-dijo otra de las mujeres.
Nadie sabía lo que había pasado, ni siquiera Sakura, ella solo había visto a aquel hombre, ese hombre, él debía ser el culpable, ese hombre había tratado de matar a su familia, ahora solo quedaban ella y su madre, y esperaba que su hermano estuviera a salvo, de verdad lo esperaba... Sin ellos, ese hombre hubiera acabado con los Haruno, incluida ella.
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En otro lugar de la ciudad de Konoha en una patrulla estaban sentados dos hombres, mirando seriamente lo que ocurría a su alrededor.
Uno de ellos usaba un pantalón de mezclilla oscuro, una camisa azul marino, en su cintura traía su equipo de policía, su arma, y en su pecho un pequeño radio. Tenía alrededor de 37 años, su piel era entre morena y blanca, su cabello era corto, color negro azulado, sus ojos eran negros y fríos. Tenía un par de arrugas en la cara, pero aun así estas no le quitaban atractivo, al contrario, lo asentuaban.
El otro vestía una playera blanca, jeans azules y lentes oscuros, además de sus herramientas de trabajo. Era un hombre de tez morena, sus ojos eran oscuros a pesar de no verse por los lentes, tenía una barba de candado, su cabello y su barba eran Castaños Y era un poco más bajo que su compañero.
-detectives de la patrulla 7, se reportaron disparos en la calle Ikejiri- se escucho por la radio del auto-los heridos están en el hospital Ohashi.
-vamos en camino- dijo el de lentes oscuros, a lo que el otro comenzó a conducir
Al llegar al lugar pidieron a una enfermera que los llevara con los heridos. La enfermera los condujo hacia la pequeña Sakura que se encontraba sentada a lado de su madre quien estaba inconsciente.
-buenas tardes-llamo el hombre de ojos oscuros, la chica que se encontraba sentada con la mirada perdida volteo a verlo, se veía claramente deprimida-¿puedes venir un momento? Soy el detective Uchiha, y él mi compañero, el detective Aburame, queremos hacerte unas preguntas-la chica asintió ligeramente, y se levanto de su lugar.
-Fugaku, creo que deberíamos dejarla descansar-dijo el hombre de lentes-solo es una niña.
-no- interrumpió la chica, aún con la mirada hacia abajo, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos jade-yo quiero que atrapen a ese hombre, quiero ayudar- Shibi asintió y luego volteo a ver a Fugaku
-¿tienes hambre?- la chica negó con la cabeza, el pelinegro volvió a hablar, tratando de sonar más dulce-vamos, seguro no has comido.
La chica acompaño a los detectives hacia la cafetería, y les dijo todo lo que pudo, trato de describir al hombre lo mejor posible. Los detectives tomaron toda la información que pudieron, le dieron su tarjeta, en caso de que la madre de Sakura despertara, la escoltaron hasta donde estaba su madre y la dejaron ahí.
-nunca te había visto tan... No se... Tan blando-dijo Shibi a Fugaku.
-tú mismo lo dijiste, es solo una niña-dijo el pelinegro totalmente serio
-pero es sospechosa- Fugaku lo fulminó con la mirada por sus palabras-todos lo son, lo sabes, nunca subestimes a una niña, con un arma puede hacer lo que sea.
-no lo creo- repitió, el Uchiha- no estaría tan devastada
-¿o lo dices porque tiene la edad de Sasuke?
-y la de Shino- encaro el pelinegro
-ya bien, solo seamos objetivos- trato de relajar el asunto, pues parecía que Fugaku comenzaba a molestarse y nadie quería un Fugaku molesto.
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Ya pasaba de media noche, Sakura no podía dormir, no dejaba de pensar en lo que había pasado, esa mañana todo estaba tan bien, su padre la había llevado a la escuela, dejando a su madre en casa por su embarazo, la había dejado en la entrada y se habían despedido como siempre.
Se había quedado un poco más, y le había pedido a su padre que no pasara por ella, todo iba bien, hasta que cruzó esa puerta, no podía creer que en cuestión de minutos su vida, su amada familia, todo había cambiado. Ahora estaba ahí, rezando a buda o a quien sea para que salve a su mamá y a su hermano.
Comenzó a llorar por enésima vez en el día, ya no sabía cuánto había llorado, le dolía la cabeza a horrores, y así, con lágrimas en los ojos y una opresión en el pecho, se quedo dormida en la silla en la que se encontraba.
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En una casa enorme, llena de cosas ostentosas, y varios adornos con serpientes, se encontraban dos hombres sentados, uno frente a otro, uno de ellos tenía un whiskey en la mano, y el otro ya se lo había terminado, dejando el vaso sobre la mesa de centro.
-Orochimaru, ¿qué fue lo que pasó en esa casa?- preguntó seriamente Danzo.
-ya sabes, personas que no cumplen lo que prometen, y que después quieren salirse con la suya-contestó el hombre para después tomarse el contenido del vaso en su mano.
-entonces... ¿Los mataste?- preguntó el hombre de la cicatriz, en su voz no había miedo, si no ironía.
Orochimaru solo río, no contesto, pero tampoco negó nada.
-¿y ahora que?- preguntó el hombre exasperado, no le gustaba mucho llamar la atención, pero ya había visto en las noticias, los detalles de lo que el hombre frente a él causó, y el hecho de que dejó a una sobreviviente no le agradaba- ¿y la chica? ¿Porque no la mataste tambien?
Orochimaru lo vio, no supo muy bien que había en su mirada, una advertencia quizás -ya veras, pronto cobrare lo que me pertenece, aún si tengo que obligarla
-no me digas que te gusta la niña- lo miro con asco y Orochimaru lo miro como diciendo, ¿enserio crees eso?- ah ya, es para Kabuto supongo- dijo ya sin tanto asco, y el hombre frente a él asintió -en ese caso, te ayudaré, pero quiero que me ayudes con algo.
-dime- ordenó el de ojos amarillos.
-tú conoces personal del hospital verdad...- afirmó Shimura, Orochimaru ya se imaginaba de que iba el asunto.
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En la habitación del hospital, se encontraba Sakura dormida en una silla, su madre la miraba mientras trataba de hablar con algo de dificultad, cuando por fin reunió las fuerzas la llamo.
-Sakura- dijo con una voz apagada, la chica abrió los ojos, y miro a su mamá ya despierta, de inmediato se levanto y se puso a su lado, lágrimas salieron de sus ojos, más lágrimas-mi amor, yo... Yo no... Yo no lo lograre cariño
-no madre no digas eso, mi hermanito, ustedes estarán bien...- lloraba, imploraba la pelirrosa.
-escúchame, no... Salva a tu hermano, cuídalo porfavor...su nombre es Tenshi-decía con mucha dificultad la rubia, sus ojos jade ya no tenían brillo, estaba a poco de morir..
-si mamá- dijo la chica, ya sabía que su madre tenía razón- madre, ¿quien era el hombre que estaba con ustedes?
-se llama... Orochimaru-tosió- Yakushi- al instante la máquina comenzó a sonar, solo se vio en cámara lenta como entraban los médicos y las enfermeras, su madre estaba teniendo un paro, Sakura estaba en shock e inmóvil, trato de grabarse ese nombre en la memoria, lo encontraría, lo haría pagar. Escucho como dijeron que su madre había fallecido, ya no había más que hacer, su vida se había arruinado para siempre. Pero... -mi hermano, sálvenlo ¡por favor!- gritó la pelirrosa.
-preparen una cesárea de emergencia, ¡ya!- gritó la jefa de médicos, una mujer rubia, exuberante, pero muy autoritaria- llamen al doctor Hokuto
-si Senju-sama -una enfermería comenzó a correr para hacer lo que se había indicado.
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Avances: ¿qué pasará en el siguiente capítulo de "Every Rose has its Thorns"
¿El hermanito de Sakura sobrevivirá a la cesárea ?
¿Sakura podrá cuidarlo sola?
¿Qué será de ella, (ellos, en caso de que Tenshi esté bien) sin sus padres?
¿Qué hacía Orochimaru en casa de los Haruno?
¿Qué quería Danzo de Orochimaru?
¿SasuSaku? Obvio!
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Holaaaaa, ya tenía tiempo sin subir nada, aquí les dejo esta historia, que salió de la nada...
Espero que les guste, si es así, déjenme su comentario, y así me animan a seguir
Díganme que les gustaría que pasara o que creen que pasara
Pobre Sakura, de verdad sufrió en este cap u.u
Los leo, bye!