Corazones entrelazados
Era casi media noche y en el vacío estacionamiento de un hospital una joven de cabellos rubios se encontraba llorando desconsoladamente.
— ¡No, no! ¡No debía de pasar esto! — se lamentaba entre gritos y llantos. — ¡Por que! ¡¿Por qué?!... y-yo debí de ser quien merecía un castigo…—desolada cayó de rodillas al suelo; su cabello, rostro e incluso su vestido estaban salpicados de sangre, pero eso ya parecía no importarle, su dolor y frustración opacaban cualquier otra cosa que pudiese haber sentido.
— ¿Por qué pensé que sería buena idea? ¡Esto solo trajo sufrimiento! — gritó furiosa. —Si alguien merece un castigo… si alguien merece morir esa soy yo…— dicho esto se dirigió lentamente hacia su bolso, que había tirado minutos atrás, y sacó una daga. —Si… esto es lo que merezco por jugar con sus sentimientos…— suspiró mientras apuntaba la daga directo a su corazón.
*6 meses atrás*
Era el inicio del nuevo año escolar en la escuela Netsume, una de las más prestigiosas instituciones en todo Tokio, era una mañana tranquila y se podían ver como empezaban a llegar los alumnos y entre ellos había dos chicas que esperaban la llegada de su amiga.
— ¿Por qué tarda tanto? — decía una chica de cabellos morados llamada Yukari. —Ella suele ser la más puntual de nosotras—.
—Cálmate, de seguro sus padres la entretuvieron con los típicos discursos de la "hija ideal" — respondió la otra de nombre Iroha.
—Ajá, ¿y tú como lo sabes? — preguntó mientras jugaba con su cabello.
—Somos primas ¿lo recuerdas?, y como nuestros padres siempre viven en competencia no me sorprendería que hasta para "motivarnos" se copien esos discursitos tontos— dijo con algo de molestia.
—También te echaron ese "discurso tonto", ¿verdad?— comentó con tono burlón.
—Cállate…— refunfuñó —enserio que no sé cómo no se cansan de decir las mismas basuras cada año, y más aún, como Rin los puede soportar sin enloquecer—.
— ¿Y qué esperabas? Sus padres la han mantenido sometida a eso, de algún modo lo tiene que soportar, es decir, no tiene otra opción—.
Antes de que Iroha pudiese decir algo vieron como un grande y lujoso auto se detenía casi enfrente de ellas, de ahí salió una joven de largo y rubio cabello y mostraba una gran sonrisa. Casi seguida de ella, salió una sirvienta de cabello rosa llamada Luka que igualmente se veía feliz por la joven.
—Me alegra su entusiasmo señorita, es bueno verla feliz después de los problemas que tuvo estas vacaciones— comentó mientras le daba su bolso.
—Sí, lo sé… fueron cosas algo inesperadas pero al menos acá me puedo olvidar de eso— dijo manteniendo el entusiasmo.
—Solo prométeme dos cosas: primero, no te encierres en los libros porque eso tampoco es bueno, tienes amigas con ellas también puedes distraerte no importa si tus padres no lo creen así; y segundo, si te topas con él solo ignóralo, después de lo que te hizo pasar no merece tu atención, ¿entendido? —.
—Lo sé Luka, además, presiento que este año será inolvidable, será mi nueva oportunidad— dijo sonriente.
—Por supuesto que si mi querida niña— la abrazó y luego volvió al coche para regresar a la mansión.
Luego de que se fuera las otras dos jóvenes se acercaron felices a Rin. — ¡Rinny! — gritaron al unísono.
— ¡Yukari, Iroha! ¡me alegra verlas! —grito alegremente.
—Y a nosotras igual— dijo Iroha —tenemos que hablar de todo lo que hicimos estas vacaciones—.
— ¡Si! hay que ponernos al día— completó Yukari.
—Claro…— respondió Rin ahora con desanimo.
Para Rin las vacaciones habían sido un infierno, desamor, traición e incluso malos tratos fueron de las cosas que más le aquejaron, sin embargo, todo eso era más difícil de soportar al tener que hacerlo en silencio, ya que, a excepción de Luka nadie más sabia por lo que había pasado, no podía decírselo a sus padres ya que estos solo se limitarían a culparla aun pese a que muchas de esas cosas no habían sido directamente su culpa. Desde que recordaba sus padres la habían educado para que se destacara académicamente y entrar a una buena universidad, claro que tampoco era de sorprender, al final de cuentas ella era algo así como una superdotada pues desde muy pequeña ella ya podía hacer cosas que la mayoría de los niños no podían, pero a veces le molestaba cargar con el papel de hija perfecta y mas aún, ver como sus padres de algún modo ya habían planeado casi toda su vida y ella no podía decir nada.
Debido a esto casi toda su vida habían sido restricciones, tener amigos o incluso una pareja no eran mas que distracciones a los ojos de sus padres, sin embargo, gracias a que había sido aceptada en esa exclusiva institución le habían dado aunque sea un poco de paz. Recién había cumplido 17 años y se había prometido que empezaría a hacer las cosas que ella mas amaba, pasar mas tiempo con sus amigas y el canto, que era su única forma de desahogo.
— ¡Hey Rin! —Yukari chasqueó sus dedos para hacerla reaccionar — ¿qué pasa? te perdimos por unos momentos—.
— ¿Eh? ¿Qué?— reaccionó del golpe mientras sus amigas le veían con extrañeza.
—Eso es lo que yo me pregunto— dijo Iroha.
—Estoy bien, solo me distraje con mis ideas— se excusó mientras se acomodaba su bolso.
—Claro…—dijo Yukari no muy convencida. —Bueno vamos a sentarnos para hablar—.
Las tres de dirigieron hacia un árbol en el que solían sentarse cuando era el receso, dejaron sus bolsos en el verde pasto y ellas se sentaron entre las raíces del frondoso árbol. Luego de varios minutos en los que Yukari les contó sobre las visitas familiares y a aburridos clubs y Iroha habló sobre sus vacaciones y de cómo sus padres casi no la dejaron hacer nada, finalmente llegó el turno de que Rin hablara.
—Y bueno, ¿tu si hiciste algo que valiera la pena? — preguntó Yukari.
— ¿O solo estuviste en innecesarios cursos de verano? ya que tus padres por lo visto no saben lo que significa la palabra "vacaciones" — comentó Iroha al saber la situación de su prima.
—Para nada… este año se fueron de viaje a una convención de no se que cosa, así que estuve de algún modo "libre" — dijo tranquilamente.
— ¿Entonces qué hiciste? — preguntaron ambas.
—Pues… salí con alguien— respondió con la mirada fija en el suelo.
Apenas oyeron su respuesta no pudieron evitar hacer gran escándalo, no podían creer que su amiga finalmente se atreviera a salir con alguien, pues ya se habían resignado a dejar de buscarle algún enamorado ya que ella solía escapar en cuanto se le mencionaba el tema; cuando finalmente se tranquilizaron la dejaron que siguiera contando.
— ¿Y bien? ¿Quién fue el afortunado? — pregunto Iroha conteniendo su emoción.
—Piko Utatane, viene a esta escuela también, pero el es de los grados superiores—.
— ¿¡Piko!? — gritaron al unísono.
—Si… supongo que lo conocen—.
— ¿Y quién no lo haría? Es de los mas lindos en la escuela— dijo Yukari con una gran sonrisa —pero este año ya se gradúa, ¿verdad? —.
Rin asintió. —Y menos mal, así ya no lo tendré que ver en los años que me faltan para graduarme—.
En ese momento las dos chicas la vieron con extrañeza. — ¿Por qué dices eso prima? ¿acaso paso algo malo? — preguntó Iroha.
—Pues… no se ni como empezar, pero si, si pasaron cosas…—contestó Rin dudosa.
—Sabes que puedes contarnos, nosotras no te juzgaremos— dijo Yukari tratando de animarla.
—Miren, enserio aprecio su ayuda pero siento que este no es el lugar mas adecuado para hablarlo… aquí esta Neru y su grupito de chismosas y lo que menos necesito es que esa boca floja disperse cosas sobre mí en el instituto—.
Yukari y Iroha asintieron al pensar en lo que había dicho, por alguna razón Neru siempre las detestó y no dudaría en hacerlas quedar mal si veía la oportunidad, pero tampoco podían controlar su ansiedad por saber que le había pasado a su amiga, tenían que hallar un lugar donde pudieran hablar en paz.
—Pero podríamos hablar en el salón— pensó Iroha —Neru no va en nuestra clase asi que puede ser más seguro, ¿no crees? —preguntó sonriente.
Al ver que no tenia de otra, se vio forzada a aceptar. —Está bien, pero solo les diré lo relevante, para lo demás se tendrán que esperar hasta que acaben las clases— les advirtió.
—Por supuesto Rin— respondieron las dos al unisono.
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Al llegar al salón vieron como algunos compañeros también se encontraban ahí, algunos hablaban de como habían pasado sus vacaciones y otros simplemente se limitaban a esperar la llegada del maestro. Apenas entraron las tres vieron como una de las alumnas, de nombre Miku se acercó a hablarles.
— ¡Hola! — les saludó muy alegremente.
—Hola Hatsune— le saludaron con menos entusiasmo.
—Me alegra verlas de nuevo, espero que la pasaran bien…— se estuvo varios minutos hablando, aun si lo hacía con las mejores intenciones ellas no podían evitar sentirse sofocadas por el exceso de ánimo que esta llegaba a tener, luego de un rato finalmente volvieron a ponerle atención cuando hizo una peculiar pregunta. — ¿Ya escucharon sobre el nuevo alumno? dicen que es muy guapo— comentó mientras soltaba una risita.
— ¿Eh? ¿Quién? — preguntaron casi al mismo tiempo mientras reaccionaban después de que las había aturdido con su entusiasta plática.
— ¿No sabían? — preguntó incrédula —toooodas hemos estado hablando de eso— señaló a un grupito de chicas que reían por la emoción.
—Eso suena interesante— dijo Yukari tratando de mostrar interés por la noticia —esperaremos con ansias a conocerlo— agregó con una gran y burlona sonrisa.
—Sé que lo harán— dijo Miku sonriente. — ¡Las veo luego! — se despidió mientras volvía con las otras chicas.
—Al fin se fue— agradeció Iroha —es una chica adorable, pero a veces enserio que no soporto su excesivo entusiasmo—.
—No la culpes, además la prefiero así— dijo Rin mientras se sentaba en su pupitre —es mejor que sea la alegre habladora a la molesta engreída—.
Iroha solo asintió al pensar en eso. —Eso si… pero da igual, ahorita vinimos para que nos cuentes que pasó—.
—Sí, no nos cambies el tema Rinny— dijo Yukari.
—Ok, ok… por lo visto no me dejaran en paz hasta que les diga ¿verdad? —.
—Adivinaste, así que mejor cuenta— dijo Iroha mientras acercaba su pupitre al de Rin.
—Está bien… pues empecé a salir con Piko a los pocos días de que empezaron las vacaciones, él vive unas calles arriba de las nuestras, ¿si recuerdas prima? — le preguntó a Iroha.
—Cierto… aún recuerdo cuando me quedaba esperando para verlo pasar— admitió con un ligero sonrojo.
Yukari se rio al escuchar eso. — ¿Enserio hacías eso? — preguntó evitando estallar en risa.
— ¡Cállate! Ya tiene mucho tiempo desde que hago eso— gritó todavía mas sonrojada.
—Claro, un año es mucho tiempo— comentó Rin burlonamente.
— ¡Eso era privado! — gritó avergonzada —pero ahorita no estamos discutiendo eso, mejor sigue hablando— le dijo nerviosamente.
—Bueno ya, luego te molestaremos— rio mientras veía como su prima seguía sonrojada.
—Pues como tú no estabas me tenía que distraer con algo, y ya que mis padres tampoco estaban, Luka me convenció de salir a "explorar el mundo" y así lo hice… ese día salí a dar un paseo en bicicleta y justo cuando pasaba por la calle donde vive Piko tuve un problemita y me caí— hizo una pausa y prosiguió. —Y no sé como, pero el vio el accidente y de inmediato fue para ayudarme—.
—Y ahí empezó todo— interrumpió Yukari.
—Algo así… ese día, después de llevarme a casa para asegurarse de que llegara bien nos quedamos hablando por un buen rato, y conforme pasaron los días las pláticas y salidas fueron mas seguidas hasta que me preguntó si quería salir con él y pues acepté—.
—Pues hasta ahorita no suena tan mal, a menos que uses esto para aplazar el contarnos— comentó Yukari.
—Mínimo tenía que contarles como empezó todo ¿no crees?, así al menos verán que no todo fue tan malo— respondió Rin.
— ¡Yukari! Deja de interrumpir que si no perdemos tiempo y el maestro llega en 10 minutos— le reclamó Iroha.
—Ya perdón, mejor sigue contando—.
—Pues para no extenderme solo diré que las primeras semanas fue todo un caballero, me llevaba a lindos lugares y luego… todo cambió— dijo con un aire de tristeza.
— ¿Acaso te engañó? Porque si es así el muy tarado se las verá conmigo— dijo Iroha muy decidida.
—Para nada, mejor escucha y si quieres luego lo vas a matar— dijo Rin tratando de controlarla.
—Ok, pero por su bien espero que no te hiciera nada malo—.
—Cuando digo que cambió me refiero a que de la nada se volvió muy celoso, se enojaba si no contestaba rápido a sus llamadas y empezaba discusiones sin sentido— se tensó un poco al ir recordando lo sucedido. —Llegó a punto de ser muy agresivo… y eso empezó a asustarme…—.
—No me digas que te golpeó, porque si no yo misma lo mato— dijo Iroha furiosa.
—Para nada prima, por suerte no… Luka se dio cuenta de lo sucedido y me dijo que eso no era sano y pues después de que estuve en negación me di cuenta de que era cierto y terminé con él— se quedó en silencio. —Pero tampoco fue fácil, ese día fue a verme y le dije que no podía vivir con una relación así, se enfureció y por un momento sentí que me haría daño… pero Luka y otros sirvientes aparecieron y lo echaron—.
—Vaya… pero lo seguirás viendo acá, ¿no te preocupa? — preguntó Yukari preocupada.
—Hablé con Luka sobre eso, coincidimos en que no podemos decirlo tan públicamente ya que si mis padres se enteran me culparan y me llevaran a un internado… y saben que yo no podría alejarme de ustedes—.
—No te preocupes, eso no pasará, además si ese idiota trata de hacerte algo se las verá conmigo— dijo Iroha mientras la abrazaba.
—Y conmigo igual— completó Yukari abrazándola al mismo tiempo.
Antes de que Rin pudiese decir algo se vio interrumpida por la llegada del profesor de historia, quien apenas llegó ordenó que todos se sentaran y dejaran de hablar. Luego de una hora de clase el profesor se retiró y vieron que su tutora SeeU entró al aula.
—Buenos días alumnos— les saludó. —Espero que este año lo inicien con todo el entusiasmo y claro, también esperó que sigan siendo igual de cumplidos—.
Todos asintieron y luego una mano se alzó. —Disculpe profesora, ¿es cierto que tendremos un nuevo compañero? — preguntó ansiosamente Miku.
—Vaya señorita Hatsune, me alegra verla de nuevo— sonrió Seeu —no sé como se enteró, pero es verdad, y es por eso mismo que he venido—.
Todos en el aula, en especial las mujeres, se emocionaron por la noticia, tanto fue el alboroto que la profesora tuvo que alzar la voz para volver a poner el orden.
—Por favor jóvenes, mantengan el orden, su compañero pasará en unos momentos y espero que le den una buena bienvenida. De hecho debía de haber llegado a la misma hora que ustedes pero ya que es nuevo en la ciudad le deje pasar esa falta— hizo una pausa y se asomó a la puerta para indicarle que pasara.
Apenas entró todas las chicas posaron su atención en él, era alto con ojos azules y cabello rubio que tenía recogido en una pequeña cola de caballo; sin duda que era atractivo pero a la vez se veía que era alguien amable y muy caballeroso, todas las chicas lo veían enamoradas y a uno que otro chico le causaba celos ver como todas lo admiraban.
—Jovencito, ¿nos puedes hacer el favor de presentarte? — le indicó SeeU.
—Por supuesto profesora— respondió amablemente —me llamó Len Kagamine— dijo con una gran sonrisa.
—Vaya que es lindo— pensó Rin aún sin saber como ese dulce chico le daría una gran cambio a su vida.
Holi :3 despues de tanto sin subir algo se me ocurrió este fic :D aunque tambien debo actualizar los otros, ya lo abandoné D: ya pronto tendre que actualizarlos, no quiero dejarlos incompletos uwu en fin, cuando tenga tiempo libre lo hare (extraño tener ratos libres T-T) como sea, este fic salió de improviso ya que me desvié de la idea original XD se supone que seria una fanfic basado en la canción Acute pero sentí que era un tema ya repetido, pero eso si, habra una que otra cosita que si tenga inspiracion en esa canción :P
Ok ya, pues espero que les guste y si me fui muy rápido lo siento, pero es que si no luego me pierdo de la idea principal c:
