Nota importante (según yo):no sabia donde ubicar esta historia; si en infernal devices o en mortal instruments a causa de lo siguiente: mis protagonistas son Jem y Will(su yo reencarnado, válgame el titulo) pero en el tiempo actual… y decante por la primera ya que se me hizo mas prudente, pero ya se dan una idea de cómo estarán las cosas, nada de vestidos largos y mucho menos Tessas interviniendo(a menos que la traiga del amazonas para complicar la relación amorosa…ya veremos).
Jem caminaba con la tranquilidad que solo pueden lograr los años, bajo el sol que daba de lleno a central Park, si es verdad, si habláramos de panoramas el preferiría algún puente que diera una gran vista quizá un muelle pero su atribulada mente no le permitía pensar muy claro.
Nunca imagino que los Herondale marcaran de nuevo su destino y sin embargo aquí estaba, abandonando los votos de los hermanos silenciosos a causa de uno de ellos, nada que ver físicamente con Will, pero su actitud, bien podrían ser fotocopias; tercos, con humor retorcido, bastante narcisistas y sin embargo con el corazón mas puro sobre la tierra a pesar de que ellos cargaban demonios inexistentes haciéndoles auto flagelarse al punto de considerarse indignos de todo amor.
Compro una bolsa de comida para aves y se dirigió al lago artificial, los patos le recordaban a su Herondale y realmente le pesaba no haber tomado un poco de pastel de carne del instituto, eso si que seria ponerse nostálgico.
Cuando llego a la orilla y empezó a vaciar la bolsa un destello luminoso le hizo alzar la mirada y juro morir en ese momento al otro lado del canalillo donde estaba a una distancia no mayor de veinte metros estaba su parabatai observándole con clara desaprobación.
El chico con unos ojos profundos y azules le miraba ceñudo, su cabello totalmente revuelto, como acostumbraba después de alguna batalla con algún demonio, estaba sentado como si fuera a fundirse con el ambiente en una banca con sus brazos extendidos a lo ancho del respaldo de la banca.
James sintió un mareo fuerte y fue a apoyarse en una rodilla para no caer, le desprendió la vista tan solo unos momentos, unos segundos, seguro menos de un minuto como que dejaba de ser un cazador de sombras, pero habían bastado para que ese chico desapareciera. Para que Will se esfumara.
Pero que tonto había sido. Era una alucinación, una fantasía una estúpida fantasía proveniente de su sueño mas anhelado. Will llevaba años muerto, no había forma de simplemente topártelo en un parque con ropas mundanas a penas a unos días de que dejara a los hermanos silenciosos. Tonto, tonto Jem, se reprendía una y otra vez.
No por eso sus lagrimas dejaban de fluir, ver a Will en el otro lado de un cuerpo de agua, bueno, lo mínimo era decir que lo había perturbado, al diablo todos esos años de profunda meditación, su mente le había jugado chueco y ahora debía hacer frente a la inminente realidad. Will no estaba mas para el.
Tomo un puñado de césped que crecia ajeno a el bajo sus pies y con furia lo aventó hacia los patos que con graznidos nada agradables respondieron su violenta acción. Los odio y odio todo lo que respirara en el mundo. Ese no era el. ¿Pero quién era el? ¿Después de tanto tiempo aun quedaba algo de James Carstairs? Quizá un par de personas recordaban quien era. Inmortales para variar. La mitad de su alma estaba ahí perdida en algún lado tal vez esperando por el al otro lado del gran rio o girando una y otra vez preguntándose si lo buscaría. Si esa opción existía estaba seguro que Will no se rendiría hasta hallarlo. Jamás lo haría.
Gabriel había tenido un pésimo, realmente mal día.
Como las vacaciones aun no habían terminado se dedicaba de horario completo a su trabajo de repartidor-mensajero de una de esas grandes compañías de publicidad y pagaban muy bien, pero esa mañana había sido especialmente difícil.
Antes de las nueve había hecho mas entregas que todos los días pasados de la semana juntos, un perro lo había correteado tal vez mas de diez calles, una mujer había tirado su café encima de el, y una estúpida hada le había estado coqueteando hasta dar su palabra que iria al parque.
Si, si leyeron bien "un hada". Gabriel no sabia la razón pero siempre había tenido el "don" de poder ver cosas que otros no. No le gustaba. Una cosa era tener encuentros furtivos con una sexy hada y otro bien distinto saber porque a tus amigos se les erizaban los pelos al pasar por oscuros callejones. A Gabriel no le gustaba describir esas criaturas. Criaturas causantes que desde muy corta edad se entrenara en artes marciales y cualquier cosa que le ayudara mantener a raya a esas criaturas.
Pero regresando al tema no era ni medio dia y un hada se había encaprichado con el ¿y cómo culparla? Dejando la modestia atrás el era todo un espectáculo digno de ver y aplaudir y ya en uno de esos días radiantes tal vez ovacionar con efusividad y rosas.
Se perdía en esos pensamientos cuando un destello le hizo fijar la vista a lado contrario del canalillo frente a el. El colmo de los colmos un loco dándole de comer a esas pequeñas bestias monstruosas, eso si que no, alguien debía detenerlo.
Y entonces el chico alzo su mirada, no tenia el cabello ni los ojos platinados…pero
No lo pensó mas y como alma que lleva el diablo corrió hasta llegar a aquel chico.
Con el corazón agitado lo vio arrancar un puño de césped y aventarlo a los patos
-Me alegra que reflexionaras tus acciones, si alimentas esas alimañas nunca te desharás de ellas y un día tu serás su alimento.
El chico se giro con los ojos abiertos abnegados en lagrimas, su rostro era sorpresa, algo de tristeza y contradiciendo lo ultimo felicidad.
Se levanto tal cual un resorte y dejando apenas una distancia de dos metros, lo dijo:
-Will- Gabriel sintió como el mundo se abría bajo sus pies
-Dilo de nuevo- exigió el chico de cabello negro y ojos azules
-Will – en sus labios, esa voz Gabriel sabia cual era su nombre, pero debía oírlo
-¿Quién eres?- dijo y noto como el chico hacia una mueca como si lo hubiera golpeado
-Soy Jem, Jem Carstairs, Will…yo- Gabriel podía morir en ese momento a causa de que había olvidado respirar o porque su corazón se detenía deliberadamente por momentos
-Se tu nombre, lo que pregunto es ¿Quién eres?
-….
-….
-Soy tu parabatai, Will.
