Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.
Espero les guste mucho este fic y espero sus hermosos comentarios mis queridísimas lectoras
NO OLVIDES MI NOMBRE
YaZziLeOn
En ningún momento de su gran vida, ha sentido tal dolor como aquel, en el que perdió la vida de Rin, entrando al inframundo, pues, fue ahí cuando se percató de lo especial que era para él, aquella pequeña damita. No solo por su hermosa sonrisa, no solo por aquella inmensa alegría, en Rin existía algo más, algo lo suficientemente cálido como para hacer compasivo el corazón de un Yokai.
Sesshomaru, siendo el ser tan imponente que es, nunca imagino que aquello que paso hace ya años, no tuviera valor absoluto a lado de lo acabo de escuchar. Pero ¿cómo era posible que le afectara de esa manera? Claro estaba, y aunque intento negarlo desde hace mucho, su corazón se encontraba cautivado por la hermosa señorita en la que se había convertido Rin.
Si, una hermosa mujer quien apenas, hace unos segundos, le había dado la noticia de su futuro matrimonio.
Era cierto que había pasado bastante tiempo desde que Sesshomaru dejo de frecuentar a Rin, al menos la última visita se había hecho en dos años. La distancia que el Yokai había tomado era, con la clara intención de convencerse así mismo, que era imposible amar a una humana, evidentemente, sin conseguir éxito en su plan.
Entonces, en ese momento, las palabras las volvió a escuchar, las imágenes volvieron a pasar por su mente, desde que la vio correr a él, hasta el punto en que sintió que el tiempo se detuvo.
xxx
- ¿Señor Sesshomaru? – grito Rin tanto interior como exterior, pues verle frente a ella, ahí mismo bajo el cerezo, donde siempre lo esperaba cuando venía de visita; le había parado el corazón.
Sintió como de pronto el aire le falto y todo su cuerpo se entumeció, era increíble verle de nuevo, ya que la última vez, había sido hace dos años. La chica al obtener nuevamente fuerzas en su cuerpo, tomando valor, sin miramientos dejo de lado el canasto donde cosechaba hierbas medicinales para Kagome y corrió en dirección a su protector pues la emoción no cabía en ella.
El gran Lord por fin había llegado, después de aquel tiempo, estaba de regreso y completamente decidido. Observo de lejos a la hermosa chica, siempre tan bella, tan sutil, siempre tan Rin. Clavo sus dorados ojos en ella y fue en ese momento, en que se percató de su presencia, cuando comenzó a correr a su dirección, dentro de él, sintió una gran satisfacción, aunque no la demostrara.
- Señor Sesshomaru – volvió a pronunciar la joven casi llegando, cada paso lo sentía de plomo así como la distancia infinita, para poder estar ya, a su lado.
Embozo una enorme sonrisa al saberse triunfadora de su llegada, así, sin pensarlo se lanzó a sus brazos otorgándole un enorme abrazo. Sabía bien que lo que hacía era una insolencia pero no lo había podido evitar, sentía la monumental necesidad de sentirlo cerca de ella y no había fracasado pues inmediatamente fue correspondida.
Sesshomaru no hizo nada, simplemente correspondió el afecto pues, ya estaba seguro de lo que sentía, sabía bien, que eso era lo que quería. Tenerla a ella, completamente y solo para él. Así, tomándola por la cintura, la acerco aún más a su cuerpo e inhalo ese embriagante aroma que solo le pertenecía a Rin, sintió el radiante calor que inundo su cuerpo y probó el sabor de lo que era felicidad al tenerla entre sus brazos.
- No sabe lo mucho que lo extrañe – mencionaba la chica en un hilo de voz
- Aquí estoy Rin – dijo Seesshomaru mientras la abrazaba con más fuerza
- Creí que no volvería mas – decía Rin casi entre llantos
No podía sentirse más protegida que en los brazos de aquel imponente Yokai, simplemente tenido su presencia la hacía sentir completa. Fue entonces que su cuerpo al estar completamente inundado por el calor del Lord, vino a su mente la imprudencia que cometía. Lentamente se fue separando de esos fuertes brazos y con aun lágrimas en los ojos, lo observo conmovida.
Mirándola con ternura, observo sus rosadas mejillas, cubiertas de lágrimas, sorpresa fue para la chica al presenciar tal acto, pues Sesshomaru con ambas manos la tomo del rostro y secando sus mejillas, la acaricio dulcemente. Anonadada, pudo sentir claramente como su rostro enrojeció por completo, así como su corazón comenzó acelerarse tan rápido como si fuera a salirse de su pecho. Hacía tiempo, mejor dicho, años, que Sessehomau no tenía un contacto así, con ella, de hecho, se había distanciado desde el momento en que se convirtió en señorita.
Siempre había sido una chica dulce y esa era una de las cosas que la caracterizaban por completo, así mismo, una de las muchas, que enloquecían a Sesshomaru, por lo que no pensó dos veces en tomar su bello rostro entre sus manos, para con ello, al ver sus cafés ojos, decidir, era el momento apropiado para hablar con ella. Entonces Rin tomo la palabra.
- Es un placer tenerlo nuevamente por aquí señor Sesshomaru. Perdone aquella imprudencia de mi parte, al igual que las lágrimas, es solo que… me dio mucha alegría verlo, paso mucho tiempo desde la última vez
- ¿Imprudencia? – pregunto él, clavando sus dorados ojos en la ruborizada chica
- Pu… pues… por el abrazo – afirmo bajando la mirada
- No fue una impudencia – respondió el Lord tomándola del mentón
Los ojos se Rin se abrieron tal como platos, al mismo tiempo en que dejo escapar un suspiro, la distancia entre ambos iba acortándose cada vez más.
- Rin – pronuncio casi en un susurro el Yokai
- Señor… Se… Se…sshomaru… - soltó ella con el poco aliento que le quedaba
A una distancia peligrosa de su amo, Rin, comenzó a sentir un profundo miedo, uno del cual no puedes escapar, uno tan fuerte que la hizo actuar como nunca lo imagino. Sintiendo tan cerca a ese tan imponente ser, así mismo, sintiendo como en cuestión de segundos sus piernas se doblarían, sin saber de dónde, tomo el suficiente valor para separarse de él, mencionado así, las palabras correctas para paralizar al Yokai.
- Tengo algo importante que decirle señor Sesshomaru…
Confundido por la actitud de la chica, se limitó a contestar simplemente otorgándole una mirada.
- Yo… amm, bueno, durante su ausencia… yo…
Rin tartamudeaba sin parar, pues sentía su mirada tan penetrante, parecida a la de un tigre observando a su presa.
- Pasaron muchas cosas… - prosiguió – por ejemplo, mi relación con la señorita Kagome, se hizo más estrecha, al igual que con Sango y…
- Rin – pronuncio Sesshomaru frustrado de las vueltas que daba Rin, él, sabía bien que no era eso lo que intentaba decirle
- Y… también mi relación con Kohaku
Como olvidar a Kohaku, si, el chiquillo a quien conoció hace tiempo, el mismo quien intento asesinar a Rin y el mismo que después comenzó a seguirlo, ese quien por alguna extraña razón, el solo escuchar su nombre en ese momento, le hizo hervir la sangre.
- Me refiero a que…
- ¿Qué tipo de relación Rin? – pregunto severo
- Yo, me desposare con Kohaku – soltó con un suspiro ocasionando que para Sesshomaru, el tiempo se detuviera
xxx
Si, como olvidar aquel momento en que vio como la alegre sonrisa de esa pequeña y las rosadas mejillas de la misma, fueron ensombrecidas por la muerte, sin duda de los peores momentos de su vida, pero sin comparación, con lo que a sus oídos había llegado en ese instante.
Rin, su protegida por más de diez años, a quien vio crecer, a quien vio convertirse en mujer, de quien sin saber cómo; había cautivado su corazón, ella de quien se encontraba totalmente enamorado, ella, quien había elegido pasar todos los días de su vida, con un hombre que no era él.
Furia, rabia, odio, fueron esas y muchas más emociones las que sintió en ese momento, junto con los inmensos deseos de ir en busca de ese bastardo y matarlo arrancándole la cabeza. Pues sabía perfectamente bien lo que había sucedido. Si, Kohaku estaba enamorado de Rin desde hace mucho, Sesshomaru no lo ignoraba, y gracias a su ausencia, había aprovechado la soledad de Rin para entrometerse y convencerla de lo peor que podría hacer en su vida.
Sentía su cuerpo arder, deseaba con toda su alma que no fuera verdad, fue entonces que, como si ella hubiera leído sus pensamientos, reafirmo la peor noticia de la existencia.
- Me… me casare, señor Sesshomaru… - repitió, más que nada para convencerse a sí misma
Se limitó a responder, no aprobaba aquella decisión, pero debía estar seguro, así que sin más hablo:
- ¿Eso es lo que quieres? – pregunto
- … si – respondió ahogando un suspiro
- Bien…
Dicho eso, aquel imponente Yokai, dando media vuelta comenzó a caminar, pues ya nada tenía que hacer en ese lugar.
Tal y como si la desgarraran por dentro, fue lo que sintió al ver a Sesshomaru marcharse. Quedo parada como piedra, sin saber lo que había ocurrido, entonces, por aquella actitud ¿no tenía la aprobación del Lord? Comenzó a sentirse desesperada y sin pensarlo fue detrás de él.
Lo mejor para Sesshomaru era irse, había llegado tarde, ella había tomado una decisión y era no estar con él. Por más que quisiera en ese momento matar aquel imbécil aprovechado, no lo haría, si Rin lo había elegido como esposo era porque estaba segura de que sería feliz con Kohaku.
- Señor Sesshomaru – escucho el Yokai al instante de detener su andar – por favor, señor Sesshomaru, no se vaya
Volteo ligeramente el rostro y ahí estaba ella, agitada y con una mano en el pecho, mirándolo afligida. Sus enormes ojos cafés hablaban mucho más claro que ella, pues gritaban un "no me dejes" que Rin reprimía.
- Yo… - dijo ahogando un lamento – no quiero que se… por favor quédese conmigo
Esas palabras lo desequilibraron ¿a qué se refería esa mujer?
- Me refiero ah – continuo ella – paso mucho tiempo desde que lo volví a ver, no me gustaría se fuera tan pronto además… quería pedirle algo – mencionaba la chica jugueteando con los dedos – tenía la esperanza de que, usted llegara justo a tiempo para… mi boda
Sesshomaru frunció el ceño, a cada segundo esa idea sonaba aún más repugnante.
- Lo que pasa es que… yo, deseaba que usted, estuviera presente en la ceremonia – soltó al fin
¿A caso no le fue suficiente desterrarlo a una vida sin ella? ¿No fue suficiente limitarlo para no ir a matar a ese imbécil? Y ahora ¿Qué? ¿Qué buscaba? ¿Burlarse de él? Estar presente en su boda era lo peor que podría pedirle acaso ¿esa chiquilla no entendía?
- No – respondió tan frio como el hielo, comenzando a caminar
- Pero… señor Sesshomaru – grito ella – por favor si usted no está conmigo ese día yo… me sentiré vacía, usted – menciono contemplando al pelo plateado detenerse – usted es lo único que tengo
- Estarán presentes tus amigos – hablo sin dedicarle mirada
- No es lo mismo, usted es parte de mi vida. No será un día especial si no lo comparto con usted – pronunció sorprendiendo tanto al Yokai como a ella misma de tal declaración
Definitivamente, era un imbécil, una simple bestia que se dejaba doblegar ante la mujer más hermosa que habían visto sus ojos ¿Cómo es que llego aquel momento? Si, hace tiempo en que, le era imposible no, cumplirle cualquier cosa que ella le pidiera. Pero eso, acompañarla, estar presente en ese momento, era imposible, no podía hacerlo, no podría soportar verla de blanco mientras dejaba con toda libertad se fuera con un simple humano.
- ¿Qué es lo que quiere Rin? ¿Qué quiere conseguir? – pensaba pasmado - ¿acabar conmigo? ¿burlarse? O simplemente ¿tener a quien la cuido desde niña, en el momento más importante de su vida? – analizó frustrado, desenado nunca haber regresado
Había pasado mucho tiempo o ella lo sentía eterno, Sesshomaru no le respondía. Sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas, por primera vez, la, escases de palabras del Lord, le eran un tormento. Fue entonces que por fin hablo.
- ¿Es eso lo que deseas? – pregunto a la chica
- Si, si – respondió en seguida
- Bien – dijo resignado
- ¿De verdad? – pregunto gustosa – muchas gracias señor Sesshomaru, muchas gracias
Sin más remedio, le dedico una fugaz mirada.
- La ceremonia cera en dos meses señor Sesshomaru – hablo ella
Después de aquello, Sesshomaru asintió y por fin se fue.
Más relajada dio media vuelta y se dirigió a la aldea, sabía que él estaría presente, nunca le fallaba, estaba segura que lo tendría de vuela en dos meses, justo para acompañarla en el que sería, el día más importante de su vida.
Mientras caminaba por en medio del bosque, soltó un suspiro y ahogando un sollozo se dijo adolorida:
- Me ha quedado claro, no eres para mi
Tomo su pecho con la intención de disminuir el dolor dentro y cerrando fuertemente los ojos, comprendió que aquel imposible amor, jamás se realizaría, pues siempre supo que estar enamorada de Sesshomaru no era lo correcto, él nunca se fijaría en una débil humana como ella, en ese momento, se convenció, casarse con Kohaku había sido la mejor decisión, aunque por dentro sabía bien, que nunca olvidaría aquel Yokai de largo cabello plateado, mirada dominante de un color dorado así mismo, aquella sensual voz que la ponía de rodillas. El mismo quien estaría presente en lo que sería el comienzo de su nueva vida, una vida sin Sesshomaru.
Hoooola a todas mis hermosas lectoras. Primero que nada les pido una enorme disculpa, sé que no me he aparecido por aquí desde hace mucho… le explicare porque.
Bien pues para empezar, me ascendieron en mi trabajo y por ende, tuve más trabajo, más responsabilidad etc. etc. Después se vino el cumpleaños de su servidora jajaja y pues justo después de ese acontecimiento me fui de vacaciones. Ya regrese y gracias a Dios me fue muy bien.
No me olvide de ustedes ni mucho menos de las historias pendientes como "Seshsomaru el frio Yokai" por supuesto que actualizare capítulo solo que esa historia está difícil, le tengo mucho cariño y no quiero arruinarla, espero me comprenda al volver con este pequeño Fic que espero les agrade. No tendrá muchos capítulos pero estará bonito.
Bueno me despido por ahora y espero sus hermosos cometarios, las quiero y les mando un mega abrazo
YaZziLeOn
