Disclaimer: No me pertenece ninguno de los personajes de Death Note ni nada que aparezca en la serie.

Título: Kiss Away the Pain (Curar con un beso el dolor)

Capítulo 1: I hate him (Lo odio)

Días como estos son los que me hacen odiar aún más el invierno–días en que la nieve cae y el mundo entero parece estar congelado y en un silencio absoluto. Son estos los días que me recuerdan a él y el por qué lo detesto tanto.

Tal parece que no importa lo que hago, de alguna forma sigue encontrando la manera de regresar a mi cabeza; especialmente ahora.

Desde hace un tiempo, y un par de veces a la semana, L llama a Near a reunirse con él; y él siempre va y por su propia voluntad. Pero nadie me ofrece a mí nada de eso nunca.

La expresión de su rostro mientras arregla sus cosas y se va con Watari es lo que hace que me den ganas de golpearlo. Y cada vez que sale, sostiene esa expresión de indiferencia para todo aquel que lo mire.

Siempre tengo ganas de agarrarlo y preguntarle si por lo menos se da cuenta de la rara oportunidad que le están dando. Si tan sólo L me dejara, cambiaría lugares con ese estúpido ingrato.

Era injusto que Near pueda ir a reuniones privadas con L sólo porque es el número uno. Sus calificaciones no estaban muy por encima de las mías, y me esforzaba para asegurarme de que así fuera, ¡es por eso que debería tener los mismos beneficios que él!

Y cada vez que pedía que me incluyeran, L decía que no.

Me pregunto qué hacen en esas reuniones… Apuesto que L le enseña un montón de secretos para que pueda mejorar. O quizás le muestra archivos de casos antiguos y deja a Near tratar de resolverlos por sí mismo.

De cualquier forma, seguía siendo injusto.

No tenía absolutamente nada que hacer. El día se había vuelto aburrido como nunca antes.

No podía salir a jugar al patio a causa del frío, Matt estaba demasiado entretenido en sus juegos como para querer hacer cualquier otra cosa, y cierto albino todavía no aparecía para que pudiera molestarlo.

La sola idea de aburrimiento me frustró y me creó la necesidad de encontrar algo más importante que hacer.

Entré a la habitación que compartía con Matt y lo encontré echado en su cama con un juego en las manos. Me lancé en la mía y comencé a mirar el techo. Mi mente voló a la deriva en algún lugar, pero fui interrumpido.

—¿Qué pasa, Mello? —me preguntó Matt sin apartar la mirada de la pantalla.

—No tengo nada que hacer, Matt. Entretenme —le dije.

—¿Quieres jugar uno de mis juegos?

—No —dije con mi voz apagándose al final.

—¿Por qué no molestas a Near, o a alguna de las niñas? Te gusta hacerlo.

—Near no está. Fue a otra de sus reuniones con L.

—Oh. —Pude notar como perdía interés en la conversación rápidamente; probablemente sólo estaba desconcentrándolo.

No le tomé importancia a ese pensamiento –él era mi amigo, y por eso tenía que escuchar todo lo que fuera a decir.

—¿Qué crees que hagan allí, Matt? —pregunté todavía mirando el techo.

—No lo sé, ¿por qué no le preguntas a Roger? O, mejor aún, habla con Near cuando vuelva —sugirió él, apretando con furia los botones de su consola. Supuse que sólo trataba de que me fuera para poder seguir jugando, en vez de darme una respuesta concreta a la pregunta.

A pesar de eso no pude evitar mirarlo… lo que había dicho era una buena idea… hablar con Near apenas volviera. Por supuesto, no me gustaba la idea de tener que interactuar con el pequeño albino, pero estaba desesperado por saber de lo que me estaba perdiendo. Por eso, no podía desecharla del todo.

—Es una buena idea —le dije, mirando hacia el techo nuevamente. Entonces comencé a elaborar un plan de lo que iba a hacer y de cómo lo haría. Near era complicado, especialmente cuando se trataba de temas personales; necesitaría crear un buen esquema que lo confundiera si quería tener alguna oportunidad de obtener esa información.

Esperé al lado de la ventana de la sala de estar por el resto del día. Estaba ansioso de presionar a Near y terminar con esto. Pero, al mismo tiempo, trataba desesperadamente de alejar de mi mente la posible respuesta que él pudiera darme, sabiendo que si seguía pensando en ello me volvería loco. Sabía que Near era lo suficientemente inteligente para ver qué era lo que planeaba, y si eso pasaba intentaría cambiar la conversación, o buscar una manera de escapar. Y yo no podía dejar que hiciera eso.

Saqué una barra de chocolate de mi bolsillo y mordí una pieza, dejando que se derritiera en mi lengua. El sabor del chocolate parecía ser la única cosa que lograba mantenerme cuerdo en ese momento.

Esperé en la puerta de entrada, mordiendo otro pedazo de chocolate.

Oí las puertas del auto cerrarse, y supe que iba a venir.

La puerta se abrió un poco, y cuando vi la ropa de Near, seguido de él mismo, no le di ni un momento para notar mi presencia ante de lanzarme.

—Así que, ¿vuelves de tu reunión con L tan pronto? —pregunté, arrancando otra pieza de chocolate antes de guardarlo una vez más. Si no guardaba el dulce, iba a tener que seguir comiendo más y más sólo para mantener mi compostura delante de Near.

—Sí —respondió sin ningún tipo de emoción en su voz.

Por alguna u otra razón, eso me presionó y lo rebatí. Quizás fue por su falta de expresión, o pudo ser porque en mi mente lo imaginaba a solas con L, enseñándole sus técnicas. Pero, en cualquier caso, el plan comenzó a irse de mis manos y mi odio hacia él apareció nuevamente, controlando cada una de mis acciones y mis palabras.

—¿Cómo es que sólo pide reuniones contigo? ¡No es como si fueras mejor que yo! Trabajo mucho más duro que tú; eso debería contar como algo.

Cuando me callé se creo un silencio y pude sentir la tremenda tensión entre nosotros. Sabía que él y yo estábamos pensando exactamente a la misma velocidad. Calculando qué haría el otro y formulando nuestras respuestas a partir de que lo que el otro diría.

Tal y como siempre habíamos sido.

Pero yo no necesitaba pensar más rápido de lo que probablemente estaba pensando él. Necesitaba escuchar algún tipo de comentario suyo para poder crear mi respuesta. De lo contrario, estaría trabajando sin bases, y esa no era la mejor idea.

Sus ojos grises, que, en otro caso, serían llamados 'intimidantes' por alguien que no estuviese acostumbrado a ellos, se movieron en mi dirección, y aunque no tenían ni la más mínima emoción, podía sentir la intensidad en su mirada. Tenía algo planeado.

—Pide reuniones conmigo porque sabe que soy mejor candidato para sucederlo que tú. Lo sabe porque no soy un imprudente como tú y que soy el mejor para el puesto. No cometería ningún error estúpido durante un caso, a diferencia de ti.

Eso no era lo que había pensado que Near iba a decir.

Traté de controlarme y no dejar que sus palabras resonaran en mi cabeza… golpeando cada parte sensible que, él sabía, estaba allí. Tenía que mantener mi compostura… tenía que ganarle esta vez, de cualquier forma, incluso de la más remota.

—Near —dije con los dientes apretados, tratando de mostrarle lo que estaba consiguiendo hacer.

—Nunca podrás superarme, sin mencionar a L, si continúas siendo de la forma en la que eres ahora. Pareces sencillamente un tonto esforzándose en vano —continuó él, como si yo no se lo hubiese advertido.

Todo a mi alrededor había desaparecido, excepto él. Lo vi apartar la mirada sólo una fracción de segundo antes de posarse nuevamente en mí, y esta vez me decía que había encontrado otro punto débil en mi interior, que no había tocado antes, pero que podía hacerlo.

—Ah, y tu adicción por el chocolate es francamente repugnante.

¿Qué más daba? A la mierda todo eso sobre ganar una batalla verbal. Podía destruir fácilmente a este niño frágil con mi puño y poner mi punto de vista en su lugar.

Mi mano se contrajo y, antes de que pudiera pensarlo dos veces, lo golpeé lo suficientemente fuerte como para derribarlo.

Lo miré, examinando por un momento si es que debía seguir golpeándolo o no. Fue entonces cuando noté que una pequeña expresión que cruzaba la imperturbable fachada que siempre traía puesta. Me concentré en su rostro, tratando de ver qué era lo que, finalmente, le había hecho transmitir.

Pero, antes de que tuviese la oportunidad de decirle cualquier cosa, una voz diferente me trajo de nuevo al mundo real.

—Mello, ¡Qué estás haciendo ahora!. —Miré por encima y vi un grupo de niñas… que habían presenciado todo mi ataque hacia Near. Y fue cuando finalmente entendí qué era lo que planeaba.

¡Él tenía que saberlo! Seguramente las había visto venir, ¡ese bastardo!

—¡Él me provocó! —les grité.

—¿De qué hablas, Mello? No estaba haciendo nada más que estar allí parado. Lo vimos todo —dijo una de las niñas.

La ira me invadió y dirigí mis ojos rabiosos hacia él, quería matarlo, y por un segundo consideré hacerlo.

—¡Bastardo! —lo tomé del cuello, levantándolo del piso y embistiéndolo con fuerza contra una pared cercana—. ¡Sabes que me provocaste! ¿Cuál era tu maldito objetivo? ¿Mostrar que eres mejor que yo? ¡Porque no lo eres! —le grité, sin importante que alguien me escuchara o lo que esas estúpidas niñas fueran a hacerme.

—Tienes razón —dijo en un volumen lo suficientemente alto para que solamente yo lo escuchara—, te provoqué.

—¡Díselos! ¿O tu propósito era meterme en problemas? —le exigí con firmeza, con mis ojos mirándolo intensamente. Esperaba que expresaran lo mucho que quería herirlo en esos momentos.

—No lo haré. Y tampoco era mi objetivo meterte en problemas. Ya hiciste lo que quería que hicieras por hoy. —Repentinamente comenzó a forcejear, y aunque sabía que podía seguir reteniéndolo si lo hubiese querido, algo en sus palabras me sorprendió lo suficiente como para soltarlo.

Near se enderezó y pasó junto a mí sin dirigirme la mirada, pero susurró en el mismo volumen de voz "Gracias Mello".

Me quedé inmóvil y en silencio mientras él continuó su camino, subió las escaleras y desapareció de mi campo visual –supuse que iba a volver a su habitación,

Las niñas molestas gritaban algo sobre mí, probablemente acerca de decir a Roger lo que había pasado, pero no les estaba escuchando realmente.

Near había captado mi atención, y ahora quería saber más. Mi plan de obtener información fue un fracaso, pero a cambio me había dicho algo más; un misterio que captó mi curiosidad.

Subí por las escaleras lentamente, para asegurarme de que Near había tenido el tiempo suficiente para volver a su habitación. La última cosa que necesitaba en ese momento era que pensara que lo estaba siguiendo o cualquier cosa sin sentido que pudiera llegarle a la cabeza.

Quería saber el significado de sus palabras.


N/T: Les traigo la traducción de 'Kiss away the pain', de Forbiddensoul562. Se supone que es la re-edición de 'Broken pride', de la misma autora (lo digo para que le haga sentido sus N/A más adelante)
¿Qué puedo decir? La historia es maravillosa y pienso que leerla es una gran forma de iniciarse en esta pareja. Eso sí, trata temas delicados y que pueden herir la sensibilidad de algunas personas. Así que cuidado.

26/11/2012 Una pequeña reedición. Retomando antiguos proyectos.