Disclaimer: Hetalia es propiedad absoluta de Hidekaz Himaruya
Advertencias: pues mención de (al final) y puede que las haga llorar y algun error de ortografia que se me pudo haber saltado :3 disfrútenlo
Estaba orgulloso su pequeño cumplía hoy cinco años, no podía estar más feliz. Esto era lo que cruzaba por su mente mientras caminaba hacia la habitación de su hijo, con un abundante desayuno en una bandeja.
Cuando llego a la puerta de la habitación de su pequeño, dejo la bandeja en una mesita que estaba cerca y toco la puerta, espero por unos minutos y como no recibió respuesta decidió abrir un poco la puerta y tomando la bandeja termino de empujarla, ingresando de una vez a la habitación.
Puso una de sus mejores sonrisas, esperando encontrar a su pequeño sentado en la cama, con cara de sueño, en ese momento él se acercaría y le desearía de todo corazón un muy feliz cumpleaños, mientras dejaba el desayuno en la mesita de luz y posteriormente lo abrazaba. Que tan lejos estaba de la realidad…
Lo que se encontró en la habitación fue un desastre, las cosas que el niño tenía en los estantes estaban tiradas por el suelo, la cama de este estaba completamente desecha y lo más importante, mirara donde mirara no había rastro del menor. Esto último o asusto de sobre manera haciendo que soltara la bandeja y el desayuno callera esparciéndose por el suelo.
Y grito- ¡Peteeeeeer! – grito con todas sus fuerzas el nombre de su pequeño.
El grito llego hasta los oídos de Berwald, quien corrió por las escaleras hasta llega donde estaba su "esposa" encontrándose, al cruzar la puerta, ese horrible panorama. Lo primero que hizo fue acercase a Tino y abrasarlo para que se calmara.
Tino al sentir los brazos de Berwald se escondió en su pecho, diciendo entre sollozos "no está" "mi niño no está Berwald"
Cuando se calmó, el sueco le pregunto qué había sucedido. El más bajo le dijo que no sabía, que solo había entrado y encontrado todo en ese estado. Al saber esto, ayudo al finlandés a parase y le dijo que fuera a llamar a la policía, mientras el otro se iba Berwald se acercó a la cama que su hijo solía ocupar, y una vez se halló frente a ella, una lagrima traicionera escapo de sus ojos cayendo sobre un papel que se encontraba sobre la cama.
Tomo la nota y la leyó, está escrita con una perfecta letra decía:
"espero no importunarlos demasiado pero me eh enterado que su hijo, la igual que ustedes es un país y su ubicación me es de mucha utilidad en estos momentos, por lo cual decidí tomar posesión de él convirtiéndome en su tutor. Espero entiendan mis motivos y creo que lo más conveniente es que no interfieran en el asunto, ya que eso nos perjudicaría a todos y podría poner en peligro a su hijo. Les prometo que cuando ya no me sea de utilidad les devolveré a Peter, pero mientras lo sea quiero que se olviden de él, pues no quiero que sufran más de lo necesario"
Al terminar de leer aquella nota fue hacia donde estaba el finlandés, al llegar con él lo vio sentado en el sofá maldiciendo por lo bajo a os policías que estaban tardando bastante. Cuando Tino noto la presencia del sueco se paró y fue hacia él, una vez estuvo frente a Berwald noto que este tenía un papel en la mano, pero cuando iba a pregunta que era el mayor se le dio. Algo extrañado por esa actitud abrió el papel y cuando termino de leerlo, con lágrimas en los ojos lo arrugo y tiro con ira al suelo, luego de eso fue corriendo escaleras arriba y se encerró en su habitación de un portazo.
Al poco tiempo llego la policía, buscaron pruebas y leyeron la nota. Luego de unas horas se fueron asegurándole a Berwald que harían todo lo posible para encontrar a su hijo. Una vez se fueron el sueco subió las escaleras y se dirigió a la habitación que compartía con el finlandés, cuando estuvo frente a la puerta la golpeo suavemente y preguntó "T'no ¿E'tas bi'n?"
Lo que recibió como respuesta fue un sollozo, el cual pronto se convirtió en un llanto desesperado, el sueco no podía soportar que su "esposa" llorando de esa manera, así que abrió la puerta, encontrando al menor parado mirando hacia la ventana se acercó a él y lo abraso tiernamente por la espalda, en ese momento noto un pequeño detalle al parecer Tino sostenía entre sus manos una foto en la que aparecían ellos y su pequeño cuando aún se encontraban en el hospital, tas el nacimiento de Peter.
Al sentir los fuertes brazos de Berwald rodeándolo Tino se dio vuelta y lo abraso llorado en su pecho, estuvieron así por un par de horas. Cuando el finlandés se calmó un poco se sentaron en la cama aun abrasados.
-¿Qué te dijeron los policías?
-d'jeron q' h'rian t'do lo q' p'di'ran p'ra enc'ntarlo.
-solo espero que este bien- mientras decía esto se acurruco contra el mayor, buscando la seguridad y el calor que este siempre le brindaba.
Pasaron cinco meses y el aura de tristeza que se había alojado en la casa en ese tiempo se había disipado, la habitación de Peter ahora estaba perfectamente ordenada y limpia, ya que Tino se había encargado de ello. Conforme los días pasaban más se sentía la falta del niño en la casa. Berwald y Tino aún estaban tristes por su perdida pero al menos se tenían el uno al otro y eso les ayudaba mucho.
Pero un día tocaron a la puerta mientras Tino estaba en la casina, así que le pidió al sueco que atendiera. Cuando abrió la puerta se encontró con un policía este le informo sobre el caso y se marchó, cero la puerta y se adentró en la casa yendo hacia la cocina, pero se encontró con Tino en el camino este le pregunto quién había tocado la puerta.
Berwald le dijo que había sido un policía que vino a informarles del caso, "entonces ¿lo encontraron?" le interrumpió para hacerle esa pregunta, pues guardaba la esperanza de que fuera cierto. Pero no lo era el sueco le dijo que solo habían hallado al culpable, este era Arthur Kirkland o como ellos lo conocían Inglaterra, peor que ya se había marchado del país y no les iba a ser posible encontrarlo.
Ante eso la sonrisa de Tino se borró y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos listas para salir, pero no lo hizo, no dejo que escaparan almenos no hasta que se abraso al mayor y hay abrasado a él pudo soltar todas sus lágrimas, pero estas no era lágrimas de tristeza eran lágrimas de impotencia, pues no podían hacer nada por su hijo y de ira, la cual estaba dirigida única y exclusivamente a cierto ingles estirado que había osado quitarle a su hijo no lo podía soportar, tenía ganas de ir y romperle la cara agolpes, pero no era el único Suecia también quería tomar el primer vuelo que encontrara e ir donde el ingle para golpearlo hasta que se cansara.
Pero a la vez ambos sabían que si hacían eso se meterían en un gran problema así que optaron por sufrir en silencio, aunque a la vez juntos y esperar a tener una idea adecuada para recuperar a su hijo.
