Hola, aquí les traigo otra traducción, esta vez es del fic Like Mothers Like Daughter de Marissalyn, el original lo encontrarán en la siguiente dirección: s/11083684/1/Like-Mothers-Like-Daughter
Aunque he tratado de usar un español estándar, es probable que haya frases más coloquiales (México centro) para traducir algunas partes.
Ahora sí, espero que lo disfruten.
Capítulo 1: Club de pelea
"Ah, señorita Hollis, me alegro de encontrarla. Estaba preocupada de que tuviera el teléfono de su estudio apagado."
Laura se sentó en la cama, con el cabello rizado enmarcando su rostro. "Es mi día libre." Observó la alarma sobre su mesita de noche, al lado estaba una foto enmarcada de Carmilla y ella en un parque, con una pequeña niña entre ellas, que las sujetaba de las manos.
Eran las 9 am.
"Disculpe, maestra Bodenstein, ¿exactamente, por qué está llamando?" Preguntó Laura con escepticismo.
"Oh, sí, verá, he estado aplazando esta llamada toda la semana, esperando que la situación se resolviera por sí sola, pero no fue así." Respondió la voz femenina al otro lado del teléfono.
Laura se frotó los ojos antes de bajar la mano y llevarla hacia atrás, hacia unas trenzas negras. Carmilla gruño con gusto por el gesto. "¿Qué pasó?", Preguntó Laura, empezando a sonar nerviosa.
Carmilla se irguió sobre sus codos, con una mirada preocupada sobre su novia.
"Señorita Hollis, su hija golpeó a uno de los niños de su clase. Estoy llamando para hacer una reunión de padres y maestro esta tarde y hablar de lo que pasó."
Laura suspiró, mirando a Carmilla, sabía exactamente por qué había pasado eso. "Carmilla y yo estaremos ahí." Dijo antes de colgar.
Carmilla, a pesar de tratar de mantenerse como si nada, lucía avergonzada. "¿Uups?" Ella quizá le había enseñado a su hija algunos movimientos de defensa personal (pero le había dicho enfáticamente que eran solamente para cuando alguien tratara de hacerle daño).
Laura dejó salir un suspiro molesto y empujó a la vampira fuera de la cama. "Esto es tu culpa."
Carmilla hizo un puchero desde su lugar en el piso, "Dice la persona que me acaba de tirar de la cama."
Laura estaba lista para decir algo de vuelta cuando Carmilla se lo impidió. "No, tú eres tan culpable como yo. Pude haberle enseñado como dar un golpe, pero la última vez que revisé, ¡no fui yo quien trajo panfletos de Krav maga a casa!"
La cara de Laura se enrojeció, "¡Es conocimiento valioso!"
"¡Tiene cuatro!" replicó Carmilla mientras se paraba, se sacudió su camiseta sin mangas y calzoncillos antes de subir de regreso a la cama.
Laura asintió "¡Exacto! Por eso no planeaba inscribirla hasta el siguiente año, al menos; sólo quería asegurarme de leer las nuevas reglas y regulaciones."
Carmilla rodó los ojos, se movió para sentarse con las piernas cruzadas. "¿Podemos hacer una tregua antes de que él tenga que ir por el pequeño demonio?"
Laura trató de ver a cualquier lugar, excepto a su novia, pero sus ojos la buscaban. Carmilla tenía dos tipos de miradas además de su usual mirada glacial, la de cachorrito y la seductora y estaba usando la primera contra ella. Mordió su labio mientras asentía bruscamente, no estaba dispuesta a admitir que se había equivocado.
Carmilla sonrió, sus cambiaron para ser seductores. "¿Sabes cuál es mi parte favorita de estar enfadadas, además de tu lindo ceño fruncido?" Empezó a gatear hasta Laura y la pequeña chica sólo pudo tragar saliva.
"¿Que no cedo tan fácilmente?"
"No."
"¿Que puedo estar enfadada contigo por días?"
"Nope."
"¿Tal vez sea que te hago dormir en el sillón?"
Carmilla envolvió sus brazos en la cintura de Laura, atrayéndola más cerca, ladeó la cabeza y le besó el cuello. "Definitivamente, no es eso."
Laura dejó salir un suspiro tembloroso.
"Es porque el sexo de reconciliación siempre es el mejor . Tú sigues enojada por nuestra pelea y no tienes miedo de ser un poco ruda." Los labios de Carmilla treparon hasta su oreja, antes de morder su lóbulo. "Me gusta cuando estás arriba de mí, presionándome contra la cama y follándome hasta que me he corrido, al menos, unas tres veces."
Laura tuvo problemas para tragar, su mente estaba nublada por la imagen que Carmilla había puesto en su cabeza. Sacudió su cabeza y empujó a Carmilla de forma que terminó de nuevo en el piso.
Carmilla la miró, con la mirada aun llena de lujuria mientras luchaba contra la confusión, que empezaba a reemplazar la lujuria en su rostro. "¿Qué demonios?"
Laura respiró profundamente. "Voy por una ducha fría, y cuando regrese será mejor que estés vestida y lista para ir a la escuela."
XXX
"Señorita Hollis, señorita Karnstein, desearía que nos hubiéramos visto en mejores términos." Dijo la señorita Bodenstein al mismo tiempo que las dejaba entrar en el salón de clases.
Laura ignoró a la maestra para mirar a Carmilla sobre su hombro, estaba caminando detrás de ella, con la atención enfocada en las llaves del carro que estaba haciendo girar en su dedo.
Entraron al salón, una pequeña niña con espeso cabello rizado y ojos avellana estaba mirando la pequeña mesa en la que estaba sentada.
Laura volvió a mirar a Carmilla, era como mirar un espejo.
Carter podía tener características de las dos, pero era toda Carmilla en el departamento de actitud.
En la mesa de al lado y una fila arriba, estaba sentado un niño con pecas y cabello rubio arena, el puente de su nariz estaba perdiendo color. Sus padres estaban parados a su lado. No parecían muy contentos.
Laura se agacho al lado de su hija y trató de lograr que la mirara. "Carter, ¿qué pasó?"
Carmilla rodó los ojos al ver que Carter le estaba imponiendo la ley de silencio a Laura. Algo realmente debió alterarla para lograr que permaneciera callada. Ella se parecía mucho a Laura cuando se trataba de hablar, y era muy divertido imaginar a una niña de cuatro años divagando y mezclando las palabras cuando se emocionaba por el final de Buscando a Nemo.
Carmilla se agachó para sentarse al frente de Carter, con sus rodillas pegando con la orilla de la mesa, al mismo tiempo vio los labios de su hija torcerse en una sonrisa antes de desaparecer, otro hábito que se parecía demasiado al de su novia.
La señorita Bodenstein se aclaró la garganta, "Durante el recreo hubo una discusión entre Sawyer y Carter, que resultó en Carter golpeando a Sawyer en la nariz."
Laura volteo para ver a su hija, ella no era partidaria de castigar sin motivo, pero no podía permitir que su hija creyera que podía ir golpeando a la gente.
Carmilla tuvo una reacción diferente. Sabía que Carter no golpearía a alguien sin una buena razón. Miró a Laura e inclinó su cabeza hacia los dos hombres parados al lado de Sawyer, haciéndole gestos para que fuera a hablar con ellos.
Laura le dio una mirada fastidiada antes de asentir, se paró y arregló sus pantalones antes de ir hacia la otra mesa.
Carmilla volvió a mirar a Carter y suspiró, puso las palmas sobre la mesa, "¿Qué pasó, abejita?" así como Laura tenía apodos de dulces, Carter tenía apodos de bichos y flores.
Carter levantó la vista, con el labio temblándole antes de sonrojarse, su rostro se puso tenso. "Él dijo que las niñas no pueden ser fuertes."
Carmilla quiso reírse. Carter pudo haber sacado su rudeza exterior, pero sus creencias se parecían a las de Laura.
"Bueno, entonces, tu mamá se va a sentir mucho mejor sobre todo esto." Carmilla se rio entre dientes.
Carter la miró.
Carmilla levantó las manos en defensa. "Hey, asesina, no necesitas darme esa mirada. Yo inventé esa mirada."
Carter llevó su ceño a una amplia sonrisa. Reía y sonreía igual que Laura; eso hacía que el corazón de Carmilla se derritiera cada vez que la escuchaba. Estaba llena de amor por tener a estas dos personas en su vida, después de haber estado vacía por tanto tiempo, no podía ser más feliz.
Laura caminó de regreso, se agachó para susurrar en la oreja de Carmilla. "Ellos retirarán los cargos porque saben lo que dijo su hijo. Creen que fue razonable que Carter se enojara y se nos unirán Mason, Todd y Sawyer en la cena del martes."
Carmilla sonrió por los planes de su novia, por supuesto que Laura encontraría la manera de hacer amistad con todo al que le hablara. Era muy difícil decirle 'no' a ella. Se paró, envolvió un brazo en la cintura de Laura y le dio un beso en la sien, alargó la otra mano para que Carter la tomara. "Vamos a casa." Murmuró antes de salir todas del salón.
XXX
Después, esa misma noche, Carmilla había arropado a Carter y ahora estaba recostada al lado de Laura, quien roncaba ruidosamente, sonrió para sí misma. No podía estar más feliz por cómo había cambiado su vida.
...
