¡Hola, Fanfictioners! Soy Archi, y exactamente se están cumpliendo 8 años desde que deje de escribir en comunidades, foros, y demás. Pero las musas y la alegría siempre vuelven, así aquí estoy intentando de nuevo. Estas son historias cortas para aliviar el moho y óxido de mi sistema de escritora y que mejor que con un Drarry, espero estar mucho tiempo por aquí y ustedes pasen un momento divertido con mis ocurrencias. En fin, extrañaba escribir... Nos leemos. Kiss.
Advertencias: Al inicio son historias cortas tipo Drabbles, y luego terminan siendo One Shots alargados, como tal.
Disclaimer: Las ocurrencias son mías, el mundo mágico y los personajes evidentemente no; y cualquier parecido con otras historias, anécdotas o vivencias solo será una coincidencia.
Historia 1
AÚN HAY PELEAS SIN SENTIDO
Nadie puede negar que el carácter de Harry Potter es explosivo, aventado, sin medir consecuencias de sus actos o palabras… justo como ahora, después de soltar aquellas "hirientes" palabras él mismo se había quedado frío ante ello. Pero, sin duda lo peor que el carácter explosivo de Harry Potter era el carácter regio y drástico de Draco Malfoy de Potter. Ya no tenía escusa, ningún loco homicida prejuicioso, juramento inquebrantable, o algún milagro que lo justifique; porque para aplacar la ira de Draco Malfoy-Potter ante ciertas situaciones justo se necesitaría un milagro, para no salir volando con una poderosa bombarda máxima.
Pero ahora no había caso, solo tocaba esperar el impacto final… pero este nunca llegó.
-Eres el mayor imbécil que he podido conocer en esta vida… Potter- le reclamó su esposo desde hace 5 años, con un desdén agregado a la furia contenida con la que sostenía el filoso objeto cortante razón de la disputa; allí amenazando su vida, matrimonio y dignidad.
-No seas dramático Draco, ¡es solo una taza!- Otra vez, reafirmando su sentencia de muerte. Le daría la razón a Hermione, era un suicida.
-¡Una taza que me regalo tu hijo!- Lo siguiente que escucho fue el sonido de su respiración cortándose, al mismo tiempo que el rubio azotaba la puerta del cuarto.
Quien diría que hacer bailar el osito de Scorpius, le traería semejante discusión. Claro, el asunto hubiera pasado como agua clara sí Scorpius no estuviera en casa de Andrómeda con Teddy y Narcissa; y él no tuviera esos constantes ataque de infantilismo.
Suspiró
De seguro esa noche dormiría en la sala, porque algo peor que tener a un Draco Malfoy de Potter cabreado, era tener a un Draco Malfoy de Potter de 7 meses de su segundo embarazo MUY CABREADO.
