Título- Nocturne pour un rêve oublié.
Autor- DANHK y A. Masefield M. (no sabes cuánto agradezco tu suprema ayuda).
Dedicatoria- ¡Madre, gracias por todo! Sé que aún te debo otro fic (y está en proceso –como todos...–), pero, mientras, aquí está éste. Con mucho cariño, ojalá te guste.
Advertencias- Lo común: Yaoi, angst, death fic, quizá gore…
¡Primer crossover! ...Ojalá salga bien. Gracias por leer. Sus comentarios son bien recibidos. ¿Gustó, no gustó? Comenten para ayudarnos a mejorar.
:..:¨:..: Prólogo : Hopelessness :..:¨:..:
Vi, en sus ojos violetas, el destello de la vida florecer.
–Quédate para siempre conmigo –dictaminó con voz firme.
Tomé suavemente su barbilla y deposité un dulce beso en sus rosados y suculentos labios. Lo acerqué a mí y lo estreché entre mis brazos por demasiado tiempo. ¿Cómo sería capaz de abandonarlo?
–Por siempre, Lelouch, por siempre.
–¿Lo prometes?
–Pensé que era una orden.
–Quiero que permanezcas a mi lado porque así lo deseas, mas no por obligación… Te necesito a ti, Light, no a otra marioneta qué controlar.
–Sus palabras son órdenes para mí, Su Majestad –contesté divertido en su oído. Era tal la proximidad que mis labios podían rozar el cartílago que revestía su oreja.
Amo a este niño, adoro la fragancia de jazmín que desprende su azabache cabellera, su piel blanca y tersa que se eriza al contacto con mis dedos. Su incógnita mirada que esconde del mundo.
–Te amo –le susurré al tiempo que mordía levemente el lóbulo de su oído.
–Y yo a ti –respondió sujetándose a mí con mayor fuerza.
Aquí estábamos los dos, completamente empapados por la torrencial lluvia que azotaba nuestros cuerpos sin piedad. El salado olor del mar nos envolvía en un violento abrazo. El viento sobre nuestras cabezas aullaba aterradoramente. El sonido de las bombas cayendo a la distancia era el inconfundible anuncio de la tragedia próxima a suceder.
Ambos morirían pronto, tanto Kira como Zero lucharían por sus ideales, aquellas entelequias que habían construido desde tiempos remotos. Ninguna emoción alteraría sus objetivos. El plan estaba en marcha y nada ni nadie interferiría con él… así debía de ser.
–Debo destruir a Zero cueste lo que cueste, ¿lo sabes, verdad? –espeté con frialdad.
–Zero no está dispuesto a perder contra Kira, eso te lo aseguro. Él será el que desaparezca de una vez por todas –aseveró con voz firme.
Sonreí ampliamente ante la respuesta. Lo apreté aún más. Quería que él formase parte de mí, fundirnos en uno solo. ¡Cuánto lo amo! Busqué su boca y sellé nuestro pacto con un profundo y apasionado ósculo. Nuestras lenguas se batían incansablemente por el control, ninguna estaba dispuesta a ceder. Sólo la falta de oxígeno nos hizo separarnos.
Él también sonreía, se veía complacido ante el juego que se avecinaba, sabía que todo el tablero estaba preparado, listo para cuando diésemos la orden.
El juego estaba a punto de empezar.
