Sin nada que decir

Advertencias: Spoilers a partir del capítulo 385 del manga

Disclaimer: Los Uchihas no me pertenecen, si lo hicieran, estarían todavía más malditos.


Traición

El sharingan es más que una barrera de sangre. A él va unida un sentimiento, una acción irreversible, un puñal escondido en tinieblas.

Al sharingan va conectada la traición.

Y esa es su naturaleza, va impresa en cada poro de su piel, se transmite en cada partícula de ADN, el corazón se encarga de bombearla por todo el cuerpo. Cómo el escorpión que no puede evitar clavar su aguijón, los Uchihas no pueden evitar caer en ella.

Hay traiciones más conocidas, otras cayeron en el olvido, y algunas consiguieron pasar desapercibidas.

Madara le arrancó los ojos sin piedad a su hermano, se manchó las manos de su propia sustancia carmesí, del mismo líquido que le inundaba las venas. Por inmortalidad.

Itachi mató a su mejor amigo, mató a su familia, rompió la humanidad que le quedaba y ahora pretende terminar con toda huella de su linaje. Ha llegado al umbral de la locura. Por poder.

¿Y tú Sasuke? Te has traicionado a ti mismo, has elegido la soledad, has abandonado a los único que te querían, te toca vagar con al alma rota y los ojos rojos de furia. Por venganza.

Ser un Uchiha significa llevar la desgracia en la sangre. Ser un Uchiha significa estar maldito.

Se oyen demasiado cerca unos redobles de tambor. El aire vibra, el calor asfixia, y las puertas de hierro caliente se abren. Al infierno ha llegado el último de los Uchihas. Ya está toda la familia reunida.


Es la primera vez que escribo sobre estos personajes, me entraron ganas nada más leer el manga.Se agradecen comentarios.

Nos leemos