Capítulo 1. Un nuevo fastidio

Era un lunes, un maldito lunes. Tenía que levantarse temprano y no podría dormir. De solo pensarlo ya estaba agotado. Al fin salió de su saco de dormir y se fue directo a la ducha. Realmente en su habitación no había nada. Camino cansado al salón de clases pensando ya en la cantidad de problemas que tendrían. No entendía bien como pero ya sus niños estaban en tercer año y al igual que ellos, los problemas solo crecieron y crecieron. Definitivamente terminando esta generación tomaría un año de descanso. Iría a un pueblito remoto y dormiría todo el día, quizás para reponer al fin un poco del sueño perdido durante estos años, entre los revoltosos de su curso titular y el trabajo de noche. Dudó unos minutos en entrar al salón, ya desde fuera se escuchaban los gritos de todos. Dios, estaban demasiado entusiasmados. Abrió de golpe la puerta corredera como ya era costumbre, con su cara de pocos amigos lista para controlarlos a todos en segundos. Su sorpresa fue mayor cuando descubrió que todos estaban en círculo al fondo del salón, muy interesados mirando… algo.

-Buenos días- dijo lo suficientemente fuerte como para que todos escucharan mientras ordenaba un montón de papeles, intrigado por el otro montón que estaba en su escritorio.

Se sentaron rápidamente en sus lugares, luego Iida, les indico que hicieran el saludo usual. Fue en ese momento, al mirar a todos los chicos que se percató de que había alguien más en el salón, al fondo, sentada en una silla y con la vista seria puesta en él. Sus estudiantes ya estaban todos sentados mirándolo, expectantes de que él les explicara. Él no tenía idea de nada. Recordaba vagamente una reunión que habían tenido el viernes por la tarde. Algo de un examen o investigación, algo así. La mujer al fondo de su salón se levantó y camino hacia él, cosa que aprovecho para examinarla. Media un poco más que el promedio de las alumnas, tenía una buena figura que en ese momento estaba cubierta por un pantalón negro y una camiseta masculina que le quedaba grande del mismo color, su cabello era negro salvo en las puntas que tenían un vivo color morado que contrarrestaba a la perfección con su suave piel blanca, pero lo que más destacaba en ella eran sus ojos, de un color verde suave y muy similares a los de un gato. No parecía mayor que sus estudiantes, pero el gafete que colgaba en su delantal blanco revelaba que al parecer era una profesora, asique intento hacer memoria.

-Buenos días- ella hablo al llegar frente a el- Me presento, soy Haruka, ¿La que vendría a investigar a los niños? Bueno decidí partir por su salón, lo que ve ahí son las formas que ellos tienen que llenar -continúo hablando al ver la mirada de confusión de el- ¿Me prestarías tu clase por media hora -termino de decir consultando su reloj?

-Ah... si – puso cara de pocos amigos pesando que eso debería haberlo dicho también…habría podido dormir un tiempo más. - Escúchenla, contesten todo y si me necesitan estaré por aquí durmiendo. No se metan en líos -termino de decir mientras se metía en su usual saco de dormir amarillo, lo último dirigiéndose principalmente a los más problemáticos como Bakugou y Midoriya.

Ella solo lo observó a detalle, sin variar mucho su expresión hasta que él se metió a dormir bajo el escritorio, la chica sonrió pensando que así parecía un gato.

-Me presento ante ustedes, soy Haruka Hashimoto. Trabajo junto a Recovery Girl desde el viernes y además estoy dirigiendo una investigación y creo que les impartiré clases en algún momento- mientras hablaba con la clase se había sentado sobre el escritorio y enumeraba con sus enguantados dedos lo que decía, tenía un aire infantil mientras balanceaba sus piernas en el aire. - ¿Preguntas?

Midoriya quien la estaba mirando con atención hace rato alzo torpemente su mano.

- ¿Sí? ¿Midoriya-san? -pregunto dudando si había acertado con el nombre.

-Sí, yo... quería saber, ¿No es usted la heroína de rescate "Emphaty"? ¿conocida por su trabajo en América y que desapareció hace… 5 años después de un confuso incidente? Me gustaría saber más de usted, su ficha dice muy poco – hablo casi en un balbuceo continuo como solía hacer cuando estaba muy entusiasmado.

-Heee si, lo era y todo a su debido tiempo – suspiro y hablo con una mirada de remembranza y tristeza- pero bueno, ¿Algo más? – volvió a su forma de ser habitual, irradiando tranquilidad otra vez. Espero unos segundos y como no hicieron más preguntas continúo explicándoles el por qué estaría ahí.

-Bien, tengo unas formas para que envíen a casa y otras para que llenen ustedes. Estoy haciendo un estudio sobre los quirks y sus mutaciones al pasar de generación en generación, esto ayudara a comprender mejor los límites de nuestras habilidades y también ayudara a saber cómo poder enseñar a desarrollarlas mejor desde más pequeños. Además de llenar las formas necesitare una pequeña muestra de ADN. Todo el estudio se realizará dentro de la UA y además una vez terminado se destruirán tanto muestras como estudios específicos que delaten sus identidades o los ponga en peligro en el futuro. Los resultados serán en torno a generalidades de modo que todo lo que respondan en las formas será confidencial y secreto. Por esto espero que sean muy sinceros con todo lo que ahí se escriba. Pueden negarse al estudio en cualquier punto de este, si eso sucede todos los datos relacionados con ustedes serán inmediatamente eliminados. Iida-san, Midoriya-san ¿Podrían ayudarme a repartir las formas? -

Termino de hablar y se bajó del escritorio tranquilamente. Mientras repartía las formas a Iida y Midoriya para que estos las entregaran a sus compañeros se asomó bajo el escritorio donde Aizawa-sensei fingía dormir.

-No tienes de que preocuparte, soy de confianza…además Chiyo-chan dijo que te pasaras por la clínica cuando tuvieras un tiempo. Y sé que no estas dormido- Al decir lo último el carraspeo y abrió los ojos para toparse de frente con la verde mirada que lo examinaba como un felino a su nuevo juguete. La chica sonrió y se levantó para pasar el resto del tiempo respondiendo preguntas y ayudando a los chicos a llenar las formas.

Cuando estaba por terminar alguien golpeo suavemente la puerta.

-Hey! ¿Puedo pasar? – era Toshinori en su forma de héroe, listo para impresionar a la nueva reclutada de los profesores.

-Wao All Might-san! – exclamo ella apenas lo vio, con los brazos llenos de formas. - Cómo me notificaron de tu inconveniente pues me adelante y me presente yo solita. - dijo con una sonrisa, como un perro que espera la felicitación de su dueño por hacer un truco bien.

Eraserhead estaba molesto, muy molesto. Era lunes y su día había comenzado agitado, además de que esa chica se comportaba como una sabelotodo y ¿¡Toshinori trataba de impresionarla!? El no confiaba en ella, no señor, para nada. Era realmente desagradable todo esto, ella era realmente desagradable, con esos ojos que parecían intentar leer hasta la última fibra de él, no…ella no le agradaba nada. Tenía los ojos inyectados en sangre y mirada de pocos amigos, había salido de su escondite como una cuncuna aun metido dentro del saco de dormir.

Al cabo de unos segundos Toshinori volvió a su forma normal estallando en una nube de humo.

-Mouh, veo que no podrás ayudarme con todo esto – dijo la peli negra un tanto decepcionada inflando las mejillas y haciendo pucheros. Volteo para ver al apático profesor y sonrió mientras le decía - ¿No tendrás problema que me robe a dos o… tres de tus chicos… verdad? -termino de decir mientras observaba la enorme cantidad de papeles.

-Grmg Uraraka, Midoriya, Iida serían tan amables?, vuelvan rápido- termino por decir mientras salía de su confortable saco de dormir y le lanzaba una mirada a Toshinori que decía claramente "si algo pasa te culpare a ti y solo a ti" - no se tarden. -

Los chicos se repartieron con las cosas y fueron por el pasillo caminando detrás de los dos profesores que estaban hablando animadamente. Lograban escuchar fragmentos de la conversación ya que en su mayoría se mantenía en inglés o en susurros mientras caminaban hacia el edificio de la clínica. Al parecer la profesora nueva y All Might eran buenos amigos. Entraron al edificio y se dirigieron a un ascensor de carga, donde la pelinegra ingreso una clave y hablo a lo que parecía un extraño intercomunicador.

-Ahoy soy yo de nuevo… y Toshi-san y unos chicos y miles de papeles- dijo con una enorme sonrisa al aparato. Apenas termino de decir esto el ascensor comenzó a moverse hacia abajo. Estaban bajo la UA.

Avanzaron por un pasillo subterráneo que parecía sacado de una extraña película de ciencia ficción. Llegaron a una gran habitación llena de máquinas, papeles y de la cual se escuchaban muchos ruidos de una voz que les parecía conocida.

-Con que aquí estabas! - dijo Hatsume levantando triunfal una llave de tuercas y saliendo de entre un montón de cajas. – A.… Hola ustedes, termine de instalar casi todo.

-Pueden dejar todo por ese rincón, gracias chicos- la nueva profesora realmente se veía joven cuando sonreía así. - Toshi-san gracias por todo, nos vemos en el almuerzo?

-Si pequeña -dijo el aludido mientras ponía su enorme mano sobre el cabello de ella.

- Para salir tienen que seguir el mismo camino, nos veremos en las lecciones – se despidió agitando la mano y sonriéndole a los chicos que le habían ayudado con todo.

Caminaron en silencio un rato mientras salían del laberinto de pasillos subterráneos, el joven Midoriya se acercó a All Might para preguntarle.

-All Might-san usted… de cuando la conoce? ¿Y sabe porque está realmente aquí? Yo… Yo no confió en ella- Midoriya bajo la vista al suelo un tanto avergonzado por sus pensamientos.

-Creo que son cosas que terminaras preguntándole a ella, aunque si quieres saber un poco… Ella se graduó acá, si tienes dudas podrías buscar información desde ahí. La conozco desde mi tiempo en EE. UU., ella era aún más joven que tú y además de ser una gran héroe, es muy inteligente.

-Y su… ¿Su desaparic…?

No termino de formular la pregunta cuando All Might lo lanzo una sombría mirada.

-Ella no habla de eso y lo único que sé es que intento ayudar a alguien y su quirk se salió de control… ahora deberían correr a su salón para terminar las clases antes de que Eraserhead termine por matarme.

Sin percibirlo habían llegado al piso de su salón, los tres entraron y fueron a sus lugares en silencio. Mientras bajo ellos las dos chicas que habían dejado hace poco se tomaban el cabello y empezaban a trabajar rápidamente en ingresar los datos que habían obtenido.

El resto del día había avanzado rápido y ya era la hora de comer, mientras los estudiantes hacían las filas en la cafetería dos personas entraban hablando muy animadamente.

-Espero que todo salga bien con el prototipo nuevo, realmente nos facilitaría mucho las cosas- Ambas chicas aun llevaban el cabello tomado en una coleta alta y si no fuera por sus uniformes pasarían por compañeras de grado. Se pusieron a la fila juntas en lo que seguían hablando animadamente de los por menores de su confidencial trabajo.

Toshinori se acercó a ellas por la espalda intentado asustarlas, pero antes de llegar muy cerca la chica de ojos verdes se había volteado hacia él y le sonreía.

-Toshi-san! Te cobrare lo del almuerzo – inflo las mejillas mientras le hablaba mirando hacia arriba, aunque ella era un bastante alta, nadie podía llegar fácilmente a los 2,20 metros que el héroe ostentaba.

El aludido suspiro y la acompaño en la fila sabiendo que sufriría su bolsillo. Hablaron animadamente hasta que fue su turno. Ella saludo a quienes entregaban los alimentos y… literalmente pidió una porción de todo. El héroe rio mientras la veía equilibrar los diversos platos de comida, aunque había ofrecido su ayuda ella se negó rotundamente y con destreza equilibro los platos hasta llegar a una mesa vacía. Apenas se habían sentado cuando Hatsume recibió un llamado que la forzó a tragar rápido, medio disculparse con la boca llena y correr dejándolos solos en la mesa repleta de platos.

-Por qué viniste? - la miro sombrío con los dedos entrelazados frente a su rostro.

Ella sin inmutarse ni dejar de comer, suspiro y medito un tanto antes de responderle.

-Volvió a pasar- lo miro a los ojos trasmitiéndole miles de noches de insomnio, dudas, tristeza, pero por sobre todo una firme resolución.

Continuara…