Sailor Moon pertenece a Naoko Takeuchi
Desnudos
Era otro nuevo día en el departamento de los hermanos Kou, y como todos los buenos hermanos un nuevo día siempre trajo consigo… nuevas discusiones.
"¿Es que nunca saldrás a buscar trabajo?" Presionó Taiki perdiendo la calma.
"Estoy considerando opciones." Contestó calmo su hermano menor, continuando mirando la TV. Taiki suspiró sentándose en el sofá contiguo con un libro entre sus manos.
"¡No lo haces! ¡Eres un haragán!"
Seiya Kou quien escuchaba la plática caminó hacia ellos con una cerveza en mano, estableciéndose delante de la TV.
"Taiki tiene razón, todo lo que haces es enfurruñarte ahí todo el día. Odio ver que pierdes tu juventud así, hermano."
"¿Puedes moverte? bloqueas a Terry." Pidió Yaten ignorando sus palabras.
"¿Eh? ¿Qué miras?"
Seiya dio vuelta observando una escena corta en donde Candy lloraba por Terry.
"¿Yaten, estás mirando telenovelas? Maldición, nunca esperé que vivir con Kakyuu te volviera tan… femenino."
"¡No hay nada femenino en mí! y nuestra hermana nunca ha visto esta serie, quien la ve soy yo." Le contradijo malhumorado. "Hablando de eso no pedí opiniones sobre qué clase de perdedor soy. De hecho, no recuerdo haberte hablado a ti en absoluto, Seiya. Así pues, ¿Por qué no se largan a visitar sus novias y me dejan en paz?" Yaten Kou señalaba hacia la puerta, sus ojos se enangostaban con impaciencia.
"Ohhh… El enano se enfadó." Dijo Seiya con falsa pena.
Taiki resopló suavemente bajando sus lentes.
"Seiya y yo no pretendíamos insultarte, Yaten. Solamente intentábamos indicarte que tú necesitas hacer algo con tu vida en vez de sentarse aquí a morir. No te aísles, y deja de ser tan maniático."
"¿Aislarme?" Los miró riendo irónicamente. "No puedo creer que estoy escuchando esto de ti de toda la gente enferma en el mundo. ¿Taiki, últimamente te has mirado en un espejo? ¿Quién es el más maniático de los tres? O debo recordarte que desde que te dejó, Makoto Kino, solo vives escribiendo poesías de amor, cocinando pasteles los fines de semana o simplemente en el jardín hablándole a las rosas. ¡Todo del mismo modo que ella lo hace!" Dio una mirada repugnante a su otro hermano. "Y tú… De los tres, eres el peor. Eres el perro faldero de Tsukino. ¡Prácticamente te tiene en la palma de su mano y tú ni te das cuenta!" Seiya se disponía a refutar pero Yaten continuó "¡Así que dejen de señalarme como afeminado y cursi porque están peores que yo!"
Seiya saltó inmediatamente en defensa propia. "¡Por lo menos Taiki y yo tenemos trabajos! desemejantes a ti."
"Podríamos encontrarle un trabajo. Uno que haga algo productivo. Creo que la señorita Meioh tiene un buen trabajo para él. ¿Qué opinas, Seiya? ¿Crees que tenga lugar en ese sitio nuevo?" Sugirió Taiki intercambiando miradas con su hermano.
Seiya asintió. "Estoy de acuerdo contigo."
Pero Yaten veía el guiño intercambiado entre sus hermanos antes de volverse serios otra vez.
"¿De qué trata ese trabajo?" Preguntó totalmente desconfiado.
"Tú sabes, cosas del club nuevo que ella abrirá." Contestó Seiya, agitando su mano en un gesto desdeñoso. "Sé que te contrataría. Tengo una idea del trabajo por el que te contratarían. ¿Quieres hablar con ella, ahora?"
Taiki escuchaba atentamente a Seiya siguiendo el juego también. Se puso de pie mirando fijamente a su hermano menor, pero Yaten no parecía persuadido.
"Quiero más información primero. ¿Qué hace ese club exactamente? ¿Qué estaría haciendo yo? Porque recuerdo que minutos atrás hablaban de lo haragán que soy."
Taiki se encogió de hombros. "Bueno, no estarías de mesonero precisamente. Seiya, explícale lo que hará en el club."
Seiya bajó la cabeza mascullando algo bajo su respiración.
"¿Qué? ¡No puedo escucharte!"
"¡Dije que es un club nudista masculino!" Gritó él y Yaten rápidamente se tornó rojo intenso, permaneciendo su boca abierta por algunos segundos mientras sacudía su cabeza.
"¡JAMÁS BAILARÉ DESNUDO EN UN BAR! ¡JAMÁS LO HARÉ!"
Taiki bajó la mirada y Seiya suspiró moviendo la cabeza a un lado a otro.
"¿Por qué no? Este seria un buen trabajo para ti ahora que nos han desheredado, además. Piensa en todas las señoritas que estarán allí, no creo que seria un trabajo…. Sería… ¡Sería divertido!"
El peligris elevó la mirada incrédulo por las palabras de Taiki.
"¡Entonces por qué no lo haces tú!" Dijo desafiante.
Taiki parecía paralizado por la pregunta. "Yo lo haré." Interrumpió Seiya. "Sé que a odango no le agradará nada de esto, pero me han dicho que los bailarines nudistas ganan mucho dinero, y si tengo más dinero… he pensado… si tengo más dinero, me podré casar con odango más rápido. Estoy seguro que ganar dinero desnudándome será más divertido que trabajando al lado de mamá."
Yaten lo escuchaba repugnado. "Solo a alguien como tú le gustaría trabajar de algo así, Seiya. Eres obviamente el exhibicionista de la familia, yo no."
Seiya y Taiki parecían incrédulos
"¡¿Por qué me miran así? ¡No soy un exhibicionista! ¡No lo soy!"
"Sí, y es por eso que hace dos semanas escuché accidentalmente a Minako-chan contándole a mi odango como sueles andar desnudo admirándote en los espejos de su casa. No, no eres un exhibicionista, Yaten. ¡Deja de ser tan farsante!…"
"Maldita, Minako."
"Ya, ya… deberías al menos interesarte un poco en la oferta. ¿No te parece? Es bastante jugosa y francamente tentadora."
"Es un trabajo que jamás he pensado realizar en la vida. Es sólo que yo… no sé si pueda hacerlo. No estoy seguro si soy… bastante bueno para ser uno de esos hombres… tú sabes." Bajó la cara al concluir, desconcertado por acabar de admitir algo así. Cuando no hablo más, Taiki y Seiya se miraron como si su hermano menor estuviera demente.
"¿Qué? ¿Acaso bromeas? Ésta es una de las principales razones por la que tienes que ayudarnos con el trabajo. Si lo haces, te darás cuenta que atraes a más mujeres de las que te imaginas."
"¡No me interesan las mujeres!"
"Sí, sí, no hablaremos de tus peculiaridades por ahora, Yaten. Pero tomando este trabajo, conocerás lo que podemos causar en la población femenina y por como las mujeres nos miran, supongo, que los hombres Kou podemos efectuar muy bien éste trabajo, ¿Correcto?" Dijo Seiya con una sonrisa brillando en sus labios.
Y detrás, Taiki Kou cabeceaba extrañamente de acuerdo con él.
"Rotundamente."
"¿Qué dices, Yaten? ¿Lo harás?"
El ojiverde aún estaba renuente, aunque comenzaba a vacilar. "¿Y qué sucederá con el futuro o nuestro apellido? ¿Se les ha pasado por la cabeza? ¡Debo ser un buen ejemplo para mi familia! y ésta no es la clase de trabajos que quisiera que mi descendencia se enterara alguna vez que realicé."
"Trabajaremos solamente durante dos meses, no creo que mucha gente se entere, además Setsuna dijo que no nos preocupáramos por las identidades, no sé lo que planee."
Yaten estaba de todas formas dudoso, permaneciendo silencioso.
"¿No lo puedes hacer por nosotros? ¿Tus hermanos maravillosos? Los que siempre estamos a tu lado en las buenas y en las malas." Continuó Seiya engatusándolo.
"Pienso que… tal vez, puedo hacerlo... está bien lo haré. ¡Pero, sólo por poco tiempo!" Exclamó renuente.
"¡Al fin! ¡No puedo creer que lo logramos!" Seiya y Taiki gritaron al unísono.
Seiya buscó su abrigo girando aún expectante. "Está bien, le informaremos a Haruka, estará realmente feliz de saber que trabajarás para ella."
Yaten lo miró horrorizado e incrédulo.
"¡¿Haruka?"
Su hermano cabeceó. "No me mires con ganas de asesinarme. Michiru te amará y, conocerás mejor a tu ¿Cómo se dice Taiki?"
"Padrastra de la novia." Resolvió el mayor ajustando sus lentes.
"¡¿Cómo Haruka pudo pensar en esto? Ella no es exactamente una mujer que le guste mirar hombres ni estas cosas."
Seiya sonrió. "Haruka está muy satisfecha imaginando el dinero. Además Michiru ha dicho siempre que tengo los hermanos más lindos del mundo. Ella y Setsuna estarán felices de que hayas…. decidido a conseguir un trabajo en el club."
"Está bien."
Yaten los siguió a la puerta dejando el departamento. Lleno de dudas sobre su nuevo empleo.
